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¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
a. ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? Pablo introdujo la idea de que donde el pecado abunda, sobreabunda la gracia (Romanos 5:20). Ahora él se pregunta si alguno pudiera tomar esta verdad para implicar que no importa si un Cristiano vive una vida de pecado, debido a que Dios siempre vencerá al gran pecado con una gracia aun mayor.
i. Después de todo, si Dios ama a los pecadores, entonces, ¿porqué preocuparse por el pecado? Si Dios da gracia a los pecadores, entonces, ¿porqué no pegar más para recibir más gracia? Algunas personas creen que su trabajo es pecar y que el trabajo de Dios es perdonar, así que, ¡ellos harán su trabajo y Dios hará Su trabajo!
ii. En la primera parte del siglo, el monje Ruso Rasputin enseñó y vivió la idea de salvación por medio de experiencias repetidas de pecado y arrepentimiento. Él creía que debido a que aquellos que pecaban más requerían más perdón, entonces un pecador que continua pecando con derroche disfruta más de la gracia de Dios (cuando él se arrepiente por el momento) que un pecador ordinario. Por lo tanto, Rasputin vivió en pecado notorio, y enseñaba que esta era la manera para la salvación. Este es un ejemplo extremo de la idea detrás de la pregunta de Pablo “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?”
iii. Pero en una manera menos extrema, la pregunta todavía nos confronta. ¿Es el plan de la gracia “segura”? ¿No abusarán las personas de la gracia? Si la salvación y aprobación de Dios son dadas en el fundamento de la fe en lugar de las obras, ¿no será que solamente digamos “Yo creo” y después vivir de la manera que queramos?
iv. Desde un punto de vista meramente natural o secular, la gracia es peligrosa. Este es el porque mucha gente en realidad no enseña o cree en la gracia y enfatizan en vivir por la ley. Ellos creen que si tú le dices a las personas que Dios los salva y los acepta en lugar de darles lo que merecen, entonces ellos no tendrán ninguna motivación para ser obedientes. En su opinión, tú no puedes mantener a las personas en la forma recta y estrecha sin una amenaza de Dios colgando sobre sus cabezas. Si ellos creen en su posición en Jesús esta arreglada debido a lo que Jesús hizo, entonces la motivación de una vida santa se habrá ido.
b. Perseveraremos en el pecado: El tiempo del verbo en la frase perseveraremos en el pecado (el tiempo activo presente) pone en claro que Pablo describe la práctica del pecado habitual. En esta primera parte de Romanos 6, Pablo escribe sobre alguien que permanece en un estilo de vida de pecado, pensando que es aceptable para que sobreabunde la gracia.
En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
a. En ninguna manera: Para Pablo, la idea de que alguien pueda continuar en pecado para que la gracia pueda abundar es impensable. En ninguna manera es una frase fuerte. También pudiera ser traducida a: ¡Desaste de esa forma de pensar! o, ¡Con la idea de!
b. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? Pablo establece un principio importante. Cuando nacemos de nuevo, cuando hemos creído en Jesús para nuestra salvación, nuestra relación con el pecado cambia permanentemente. Hemos muerto al pecado. Por lo tanto, si hemos muerto al pecado, entonces no debemos viviraún en él. Simplemente no es adecuado el viviraún en algo a lo que hemos muerto.
c. Hasta este punto, Pablo tiene mucho que explicar acerca de lo que él quiere decir con muerto al pecado, pero el punto general es claro – los Cristianos han muerto al pecado, y ya no deben de vivir en él. Antes estábamos muertos en pecado (Efesios 2:1); ahora estamos muertos al pecado.
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
a. O no sabéis: Esto implica que Pablo esta tratando con conceptos fundamentales los cuales cada Cristiano debe de saber.
b. Que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús: La idea detrás de la antigua palabra Griega para bautizados es “el sumergir o abrumar algo.” La idea utiliza la idea de ser bautizados en algo de maneras diferentes. Cuando una persona es bautizada en agua, ellos son sumergidos o cubiertos con agua. Cuando ellos son bautizadoscon el Espíritu Santo (Mateo 3:11, Hechos 1:5) ellos son “sumergidos” o “cubiertos” con el Espíritu Santo. Cuando ellos son bautizados con sufrimiento (Marcos 10:39), ellos son “sumergidos” o “cubiertos” con sufrimiento. Aquí, Pablo se refiere al ser bautizados – “sumergidos” o “cubiertos” en Cristo Jesús.
c. Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre: El bautismo de agua del creyente (o, el ser bautizados en Cristo) es una dramatización o “actuación” de la “sumersión” del creyente o identificación con Jesús en Su muerte y resurrección.
i. “De esta y otras referencias al bautismo en los escritos de Pablo, esta claro de que él no tenía al bautismo como una ‘opción extra’ en la vida Cristiana.” (Bruce)
d. Somos sepultados juntamente con él … como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva: Pablo también construye la idea de ir bajo el agua como un cuadro de ser sepultados, y salir del agua como un cuadro de levantarse de los muertos.
i. Por supuesto que el bautismo también esta asociado con limpieza, pero no es particularmente relevante para el punto que Pablo expone aquí.
e. En cuanto a esto, el bautismo es importante como una ilustración de la realidad espiritual, pero no hace que esta realidad llegue a ocurrir. Si una persona no ha muerto espiritualmente y ha sido levantado con Jesús, todos los bautismos en el mundo no las podrán llevar a cabo.
f. Pero el punto de Pablo es claro: algo dramático y que cambia la vida pasó en la vida del creyente. Tú no puedes morir y levantarte sin cambiar tu vida. El creyente tiene (aunque espiritual) una muerte y resurrección real con Cristo Jesús.
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
a. Plantados juntamente expresa una unión cercana. La frase “expresa exactamente el proceso por el cual un injerto es unido con la vida de un árbol … La unión es del tipo más cercano, y la vida de Cristo fluye a través de él.” (Morris) Esto se ajusta bien al cuadro de Jesús al permanecer en Él de Juan 15.
i. Esta unión cercana es en su muerte y en su resurrección. Dios tiene las dos experiencias para nosotros. Pablo expresó una idea similar para su propia vida en Filipenses 3:10-11: a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. Algunos están demasiado listos para ser plantados juntamente en la gloria de la resurrección, pero son reacios a ser plantados juntamente en su muerte.
b. Así también lo seremos en la de su resurrección: Nuestra participación en la muerte de Jesús hace nuestra participación en Su resurrección cierta.
i. Es demasiado sencillo para muchos Cristianos el enfocarse solamente en la “vida crucificada,” y fallan en ver que es una parte (y una parte esencial) de un cuadro más grande: la preparación para la resurrección de vida.
c. Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él: La muerte del viejo hombre es un hecho establecido. Esto sucedió espiritualmente cuando fuimos identificados con la muerte de Jesús en nuestra salvación.
i. El viejo hombre es el que tiene el patrón de Adán, la parte íntima de nosotros arraigada con el deseo de rebelarse en contra de Dios y Sus mandamientos. El sistema de ley no es capaz de tratar con el viejo hombre, debido a que únicamente le puede decir al viejo hombre cual es el estándar justo de Dios. La ley trata de reformar al viejo hombre, el hacerle “tratar de voltear de página”. Pero el sistema de gracia entiende que el viejo hombre nunca podrá ser reformado. Él debe ser puesto a muerte, y para el creyente el viejo hombre muere con Jesús en la cruz.
ii. La crucifixión del viejo hombre es algo que Dios hizo en nosotros. Ninguno de nosotros clavó al viejo hombre a la cruz. Jesús lo hizo, y se nos dice que lo tengamos como si fuera hecho. “En nosotros no había nada para ni siquiera enfermar o debilitar a nuestro viejo hombre, mucho menos el matarlo por crucifixión; Dios tuvo que hacer esto.” (Lenski)
iii. En lugar del viejo hombre, Dios le da al creyente un nuevo hombre – una personalidad que es instintivamente obediente y agradable hacia Dios; este aspecto de nuestra persona es aquel el cual fue levantado con Cristo en Su resurrección. El Nuevo Testamento describe el nuevo hombre en nosotros.
· del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:24)
· y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó. (Colossians 3:10)
d. Dios utiliza nuestra muerte a el viejo hombre, la naturaleza del pecado, para liberarnos del pecado. Un hombre muerta ya no puede tener autoridad sobre nosotros, así que debemos de recordar y tener por hecho que el viejo hombre es crucificado juntamente con él.
i. Los otros dos lugares en el Nuevo Testamento en el cual se menciona el viejo hombre nos recuerda el considerarle destruido, al decirnos que nos despojemos del viejo hombre como algo muerto y que ya no esta (Efesios 4:22 y Colosenses 3:9). Hablando estrictamente, nosotros no batallamos con el viejo hombre. Simplemente lo estimamos como muerto.
ii. “La maldad entra en nosotros ahora como un intruso y un extraño, y obran estragos tristes, pero no permanecen en nosotros sobre el trono; es un extranjero, y es despreciado, y ya no es honrado ni disfrutado. Estamos muertos al reinado de poder del pecado.” (Spurgeon)
e. Si el viejo hombre esta muerto, ¿porqué siento que él pecado me jala dentro de mi? Viene de la carne, el cual es inconfundible a el viejo hombre. Es difícil el describir precisamente a la carne; algunos las han llamado “la proyección en la cual el hombre interno es mostrado.” Nuestro ser interno tiene deseos e impulsos y pasiones; estás son proyectadas en nuestra mente, en nuestra voluntad, y en nuestras emociones. La carne es lo que actúa el hombre interno.
i. La carne es un problema en la batalla en contra el pecado debido a que ha sido entrenada expertamente en los hábitos pecaminosos por tres fuentes. Primero, el viejo hombre, antes de que fuera crucificado con Cristo, entrenado e “impreso” a si mismo en la carne. Segundo, el sistema del mundo, en su espíritu de rebelión en contra de Dios, puede tener una influencia continua en la carne. Finalmente, el diablo busca el tentar e influenciar la carne hacia el pecado.
ii. Con el viejo hombre muerto, ¿qué hacemos con la carne? Dios nos llama, a participar con Él, en hacer activamente día a día con la carne justamente lo que Él ya hizo con el viejo hombre – crucifícalo, hazlo muerto al pecado. (Gálatas 5:24) Pero cuando permitimos que la carne sea influenciada continuamente por los hábitos del pasado del viejo hombre, del mundo y del diablo, entonces la carne va a ejercer una atracción fuerte hacia el pecado. Si dejamos que el nuevo hombre en nosotros influencia la mente, la voluntad, y las emociones, entonces hallaremos que la batalla es menos intensa.
f. A fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado: Nuestra esclavitud al pecado únicamente puede ser rota por la muerte. En la película de 1960 de Espartaco, Kirk Douglas actuó el esclavo fugitivo Espartaco, el cual llevó una breve pero amplia rebelión de esclavos en la antigua Roma. En un punto de la película Espartaco dice: “La muerte es la única libertad que un esclavo conoce. Ese es el porque él no le tiene miedo.” Somos hechos libres del pecado debido a que el viejo hombre a muerto con Jesús en la cruz. Ahora un nuevo hombre vive.
g. Habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él: Ya que hemos muerto al pecado con Jesús, la la muerte no se enseñorea más de nosotros. El nuevo hombre no solamente tiene vida, tiene vida eterna.
h. Mas en cuanto vive, para Dios vive: La nueva vida que se nos concede no nos es dada para que la podamos vivir para nosotros mismos. Con la nueva vida, él para Dios vive. No estamos muertos al pecado, libres del pecado, y se nos da vida eterna para vivir de la manera que nos plazca, sino vivimos para agradar a Dios.
i. “Si Dios te ha dado a ti y a mi una vida enteramente nueva en Cristo, ¿cómo puede ser gastada la nueva vida a manera de la vieja vida? ¿El espiritual debe de vivir como el carnal? ¿Cómo puedes tú, que eras siervo del pecado, pero que has sido hecho libre por la preciosa sangre, regresar a tú antigua esclavitud?” (Spurgeon)
i. Este cambio en la vida de aquel que ha nacido de nuevo era entendida y fue predicha como una característica del Nuevo Pacto de Dios, debido a los nuevos corazones, nuestro ser más interior quiere hacer la voluntad de Dios y ser esclavo de la justicia. (Ezequiel 36:26-27)
i. El undécimo de los 42 artículos originales de la Iglesia de Inglaterra declara esta verdad con una belleza que solamente un Inglés del siglo Dieciséis puede expresar: “La gracia de Cristo, o por el Espíritu Santo dada por él, quitará y apartará el corazón de piedra, y dará un corazón de carne.” Dios quita nuestro corazón de piedra y nos da un corazón suave de carne.
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
a. Consideraos muertos al pecado: Consideraoses una palabra de contabilidad. Pablo nos dice que nos tengamos, o consideremos al viejo hombre como definitivamente muerto. Dios nunca nos llama a “crucificar” al viejo hombre, pero el considerarlo com muerto debido a nuestra identificación con la muerte de Jesús en la cruz.
b. Consideraos … vivos para Dios en Cristo Jesús: La muerte al pecado es únicamente un lado de la ecuación. El viejo hombre se a ido, pero el nuevo hombre vive (como fue descrito en Romanos 6:4-5).
c. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal: Esto es algo que solamente puede ser dicho al Cristiano, a aquel que a tenido a su viejo hombre crucificado con Cristo y al cual se le ha dado un nuevo hombre en Jesús. Solamente la persona hecha libre del pecado se le puede decir, “no reine, pues, el pecado.”
i. El Cristiano es aquel que es puesto en libertad verdaderamente. La persona que aún no es convertida es libre para pecar, pero no es libre para parar de pecar y para vivir en justicia, debido a la tiranía del viejo hombre.
ii. En Jesús, nosotros somos hechos libres verdaderamente y se nos ofrece la oportunidad de obedecer la inclinación natural del nuevo hombre – la cual quiere agradar a Dios y darle honor a Él.
d. No reine, pues, el pecado: El viejo hombre esta muerto, y hay nueva vida – libre de pecado – en Jesús. Pero muchos Cristianos nunca experimentan esta libertad. Debido a su incredulidad, en su confianza propia o ignorancia, muchos Cristianos nunca viven la libertad que Jesús pagó en la cruz.
i. D. L. Moody solía hablar de una anciana mujer negra en el Sur después de la Guerra Civil. Al ser una antigua esclava ella estaba confundida de su estado y preguntó: “¿Ahora soy libre o no lo soy? Cuando voy con mi antiguo amo el me dice que no soy libre, y cuando voy con mi propia gente ellos dicen que lo soy, y no sé si soy libre o no. Algunas personas me dijeron que Abraham Lincoln firmó la proclamación, pero el amo dice que no lo hizo; que él no tenía ningún derecho en hacerlo.”
ii. Este es exactamente el lugar en el cual muchos Cristianos están. Ellos son, y han sido, puestos en libertad legalmente de su esclavitud al pecado, pero ellos están inseguros de esa verdad. Los siguientes versículos nos dan una ayuda práctica en vivir la libertad que Jesús nos concedió.
ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
a. Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios: Una persona puede ser puesta en libertad “oficialmente”, pero aún puede estar presa. Si una persona vive en prisión por años, y luego es puesta en libertad, ellos por lo regular siguen pensando y actuando como un prisionero. Los hábitos de la libertad no son arraigados en su vida aún. Aquí Pablo muestra como construir hábitos de libertad en la vida Cristiana.
i. En el siglo catorce dos hermanos pelearon por el derecho de gobernar sobre un ducado en lo que ahora es Bélgica. El hermano mayor se llamaba Raynald, pero se le conocía comúnmente como “Crassus,” un sobrenombre Latín que significaba “gordo,” puesto que el era horriblemente obeso. Después de una odiosa batalla, el hermano menor de Raynald, Edward, llevó una revuelta exitosa en contra de él y asumió el título de Duque sobre sus tierras. Pero en lugar de matar a Raynald, Edward ideó un curioso encarcelamiento. Se construyó un cuarto dentro del castillo alrededor de “Crassus,” un cuarto con sólo una puerta. La puerta no estaba cerrada, las ventanas no tenían barras, y Edward prometió a Raynald que él podía recuperar su tierra y su título en cualquier momento que él quisiera. Todo lo que tenía que hacer era dejar el cuarto que lo aprisionaba. El obstáculo de su libertad no estaba en la puerta o en las ventanas, sino en el mismo Raynald. Al estar excesivamente con sobrepeso, él no podía caber por la puerta, aún cuando estaba de un tamaño normal. Todo lo que tenía que hacer Raynald era bajar de peso para bajar de talla, y luego caminar hacia la libertad con todo lo que tenía antes de su caída. Sin embargo, su hermano menor siguió mandándole una variedad de comidas deliciosas, y el deseo de Raynald de ser libre nunca le ganó a su deseo de comer. Algunos acusarían a Edward de ser cruel con su hermano mayor, pero él simplemente contestaría, “Mi hermano no es un prisionero. Él puede irse cuando lo desee.” Pero Raynold se quedó en ese cuarto por diez años, hasta que Edward murió en batalla.
ii. ¡Que cuadro tan acertado el cual muestra la experiencia de muchos Cristianos! Jesús les ha dado por siempre libertad de una forma legal, y ellos pueden caminar en esa libertad del pecado en cualquier momento que deseen. Pero ya que ceden a sus apetitos carnales para el servicio del pecado, ellos viven una vida de derrota, desánimo y encarcelamiento.
b. Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad: Esta es la primera clave para caminar en la libertad que Cristo Jesús ha ganado por nosotros. Se nos dice que no presentemos los miembros de nuestro cuerpo al servicio del pecado. La Nueva Traducción Viva comunica esta idea también: No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en una herramienta de la iniquidad, para ser usada para el pecado.
i. Tus miembros son las partes de tu cuerpo – tus oídos, labios, ojos, manos, mente y mucho más. La idea es bien práctica: “Tú tienes ojos. No los pongas al servicio del pecado. Tú tienes oídos. No los pongas al servicio del pecado.”
ii. Instrumentos se pudiera traducir mejor a armas. Las partes de nuestro cuerpo son armas en la batalla por una vida correcta. Cuando las partes de nuestro cuerpo son cedidas a la justicia, éstas son armas para el bien. Cuando ellas son cedidas al pecado, éstas son armas para la maldad.
iii. Un ejemplo de esto es el cómo Dios usó las manos de David para destruir a Goliat para justicia. Después, el pecado uso los ojos de David para la impiedad cuando mira a Betsabé.
c. Sino presentaos vosotros mismos a Dios: Esta es la segunda clave para caminar en la libertad que Jesús ha ganado por nosotros. No es suficiente el apartar las armas para el servicio del pecado. Luego deben enlistar para el servicio de la justicia – y, como en cualquier guerra, el lado con el número superior de armas es la que gana.
i. La idea es la misma en la manera en la cual los sacerdotes del Antiguo Testamento consagraban sus cuerpos a Dios. La sangre del sacrificio era aplicada en la oreja, el pulgar de mano y pie, mostrando que esas partes de sus cuerpos (y todas las demás partes) pertenecían a Dios y que debían ser usadas para Su gloria. (Éxodo 29:20)
ii. Nos presentamos ante Dios como vivos de entre los muertos. Esto tiene como primer idea de que toda la conexiones con la vida previa – el viejo hombre – deben ser eliminadas. Y, segundo, tiene la idea de obligación, ¡porque le debemos todo a Aquel quien nos ha dado una nueva vida!
d. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros: Spurgeon dijo que estas palabras son una prueba, una promesa, y ánimo.
i. Es una prueba para nuestro reivindicación de ser Cristianos. ¿El enojo tiene dominio sobre ti? ¿Lo tiene la murmuración y la quejas? ¿Orgullo? ¿La pereza tiene domino sobre ti? SI el pecado tiene dominio sobre nosotros, nos debiéramos de preguntar seriamente si en verdad estamos convertidos.
ii. Es una promesa de victoria. No dice que “el pecado no va a estar presente en ti”, porque eso únicamente será cumplida cuando seamos resucitados en gloria. Pero si promete que el pecado no tendrá dominio sobre nosotros debido a la gran obra que Jesús hizo en nosotros cuando nacimos de nuevo.
iii. Es un ánimo para esperanza y fortaleza en la batalla en contra del pecado. Dios no te ha condenado bajo el dominio del pecado – Él te ha hecho libre en Jesús. Estos son ánimos para el Cristiano que batalla en contra del pecado, para el nuevo Cristiano, para el reincidente.
e. Pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia: Este es el camino, los medios, por el cual podemos vivir en esta libertad. Esto nunca ocurrirá en una vida Cristiana con orientación legalista y de desempeño. Esto ocurrirá mientras vivimos, no bajo la ley, sino bajo la gracia.
i. La ley definía claramente el estándar de Dios, y nos muestra donde quedamos corta ante ella. Pero no puede dar la libertad del pecado la cual la gracia provee. Recuerde que la gracia reine por la justicia (Romanos 5:21). La gracia, no la ley, provee la libertad y el poder para vivir sobre el pecado.
ii. Esto de nuevo muestra que una vida verdaderamente vivida bajo la gracia será una vida justa. La gracia jamás es una licencia para pecar. “El tratar estar bajo la gracia como una excusa para pecar es una señal de que uno no esta verdaderamente bajo la gracia.” (Bruce)
f. No estáis bajo la ley, sino bajo la gracia es otra manera para describir el cambio radical en la vida de alguien que ha nacido de nuevo. Para la persona judía de los días de Pablo, el vivir una vida bajo la ley era el todo. La ley era el camina para la aprobación de Dios y para la vida eterna. Ahora, Pablo muestra que, a la luz del Nuevo Pacto, no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. Su obra en nuestras vidas ha cambiado todo.
i. Pablo ha contestado su presunta de Romanos 6:1. ¿Porqué no continuamos en el pecado habitual para que la gracia pueda sobreabundar? Porque cuando somos salvos, cuando nuestros pecados son perdonados y la gracia de Dios se ha extendido hacia nosotros, somos radicalmente cambiados. El antiguo hombre esta muerto, y el hombre nuevo vive.
ii. A la luz de estos notables cambios, es absolutamente incompatible para una nueva creación en Jesús el ser confortado en los pecados habituales. Un estado de pecado puede ser sólo temporal para el Cristiano. Como Spurgeon ha dicho: “La gracia que no cambia mi vida no salvará mi alma.”
iii. Juan declara la misma idea de otra manera: Todo aquel que permanece en él, no peca (de manera continua); todo aquel que (de manera continua) peca, no le ha visto, ni le ha conocido … Todo aquel que es nacido de Dios, no practica (de manera continua) el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede (de manera continua) pecar, porque es nacido de Dios. (1 Juan 3:6 y 9)
iv. Puede que los cambios no lleguen todos al mismo tiempo, y puede que no lleguen a cada área de la vida al mismo tiempo, pero los cambios llegarán y serán reales y estos irán incrementándose conforme pasa el tiempo.
g. Dios nos ha hecho “seguros” por gracia al cambiarnos mientras recibimos la gracia de Dios; Él nos liberta y nos equipa para vivir justamente ante Él. Ya que hemos muerto al pecado, es impensable que pudiéramos continuar nuestra antigua práctica del pecado. Una vez que la oruga se ha convertido en una mariposa, la mariposa no tiene ningún negocio en arrastrarse sobre los árboles y hojas como la oruga.
i. “Dios ha cambiado tanto tú naturaleza por Su gracia que cuando pecas serás como un pez en tierra seca, estarás fuera de tú elemento, y desearás volver al estado correcto otra vez. No puedes pecar, pues amas a Dios. El pecador puede beber el pecado de la manera que el buey bebe el agua, pero para ti será como la salmuera del mar. Podrás ser tan necio como para intentar probar los placeres del mundo, pero estos no serán placeres para ti.” (Spurgeon)
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia?
a. ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? Pablo nos ha convencido de que una vida usual de pecado no es compatible con aquel cuya vida es transformada por la gracia. ¿Pero que sobre un pecado ocasional aquí y allá? Si estamos bajo la gracia, no la ley, ¿debemos de estar tan preocupados sobre un pequeño pecado que se haga aquí o allá?
b. Pecaremos: De nuevo, el tiempo del verbo para la antigua palabra Griega pecaremos es importante (el tiempo activoaoristo). Esto indica que estamos incursionando al pecado, no en un hábito continuo de pecado como lo fue descrito en la pregunta de Romanos 6:1.
i. “El verbo en el versículo uno es el subjuntivo presente, el cual habla de una acción habitual, continua. El verbo en el versículo quince es el subjuntivo aoristo, el cual se refiere a un solo acto.” (Wuest)
En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
a. Si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis: A quien sea a quien te presentes para obedecer, tú te conviertes en su esclavo. Por ejemplo, si yo “obedezco” mi apetito constantemente, yo soy un esclavo de ellos. Así que tenemos la decisión en nuestra esclavitud: del pecado para la muerte o de la obediencia para justicia.
i. De una manera u otra, serviremos a alguien. La opción de vivir nuestra vida sin servir, ya sea al pecado o la obediencia no esta abierta para nosotros.
b. Que aunque erais esclavos del pecado: Pablo lo pone en el tiempo pasado porque hemos sido hechos libres de nuestra esclavitud al pecado. Él también dice que hemos sido hecho libres por fe, el cual él describe como que habéis obedecido de corazón. La fe es puesta en la Palabra de Dios, el cual él describe como forma de doctrina. Considerándolo todo, el punto es claro: “Tú pon tu fe en Dios y Su Palabra, y ahora serás hecho libre. Ahora vive cada día consistente con esa libertad.”
i. Como hemos visto anteriormente en Romanos 6, podemos ser puestos legalmente en libertad y aún podemos elegir vivir como un prisionero. Pablo tiene un simple mandato y palabra de ánimo para el Cristiano: se lo que eres.
ii. Obedecido de corazón es una descripción maravillosa de la fe. Muestra que la fe viene del corazón, no solamente de la mente. Muestra que la fe resulta en obediencia debido a que si realmente creemos en algo, actuaremos de acuerdo con esa creencia.
c. La frase aquella forma de doctrina es parte de un cuadro hermoso. La palabra forma describe a un molde utilizado para darle forma a metal fundido. La idea es que Dios quiere moldearnos – Él primero nos derrite por la obra del Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Luego Él nos derrama dentro de Su molde de verdad – aquella forma de doctrina y nos moldea a Su imagen.
i. Adam Clarke en aquella forma de doctrina: “Aquí el Cristianismo es representado bajo la noción de un molde, en la cual ellos son arrojados, y de la cual ellos toman la impresión de su excelencia. La figura de molde es la imagen de Dios, justicia y verdadera santidad, el cual es estampado en sus almas para creer en el Evangelio y para recibir el Espíritu Santo. Las palabras … se refiere a la fundición del metal, la cual, cuando esta en estado líquido, es echada en el molde, para que pueda recibir la impresión en la cual se hunde o es cortada en el molde; y, por lo tanto, las palabras se pueden traducir literalmente, en aquel molde de doctrina en la cual han sido echados. Ellos fueron fundidos bajo la predicación de la palabra, y luego fueron capaces de recibir la estampa de su pureza.”
y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
a. Y libertados del pecado: ¿Qué significa el ser hechos libres del pecado y el ser hechos un siervos de la justicia? Significa que el pecado ya no es tú jefe o tú amo. Ahora la justicia es tu jefe, así que sirve a la justicia en lugar de al pecado. No esta bien el tratar de complacer a tu antiguo jefe cuando cambias de trabajo.
b. Siervos de la justicia: ¿Qué significa el ser un siervo? Un siervo era más que un empleado. El erudito Griego Kenneth Wuest define la antigua palabra Griega para siervos aquí descrito por estos términos:
· El que nace con la condición de siervo
· La voluntad de aquel que es tragada por la voluntad de otro
· Aquel que esta atado a un amo con lazos que solamente la muerte puede romper
· Aquel que sirve a su amo sin la preocupación de un interés propio
Lo siguiente una vez fue cierto en cuanto a nuestra esclavitud al pecado:
· Nacimos como esclavos al pecado
· Nuestra voluntad fue tragada y hecha cautiva por la voluntad del pecado dentro de nosotros
· Nuestra servidumbre al pecado era tan fuerte que sólo la muerte – espiritualmente muriendo con Jesús en la cruz – podría romper la servidumbre
· Estábamos tan esclavizados al pecado que le servíamos sin preocuparnos en nuestro propio interés, aun cuando el pecado nos destruía
Ahora lo siguiente es cierto en cuanto a nuestra servidumbre a la justicia:
· Hemos nacido de nuevo, ahora somos siervos de la justicia
· Nuestra voluntad es ahora absorbida en la voluntad de Dios. Es Su voluntad la que importa para nosotros, no nuestra voluntad
· Estamos ligados a Jesús con lazos que solo la muerte puede romper; pero ya que Él ha triunfado sobre la muerte y nos ha dado vida eterna, ¡esos lazos jamás serán rotos!
· Ahora voluntariamente servimos a Jesús sin preocuparnos por nuestros propios intereses
c. Debido a que hemos sido libertados del pecado, ya no tenemos que pecar más. Y aunque el pecar es inevitable hasta que nuestra carne sea resucitada en gloria, no es debido a que Dios haya diseñado un sistema por el cual debamos de pecar.
i. Perfección sin pecado en este cuerpo es una ilusión. El Apóstol Juan lo puso en claro en 1 Juan 1:8: Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Pero sabemos que en el poder de Cristo Jesús podemos resistir la siguiente tentación. – y eso es todo lo que Jesús quiere que estemos preocupados.
ii. “Debido a la fragilidad del hombre, el Cristiano a intervalos no frecuentes si cede a la naturaleza impía y el pecado. Pero el punto es que Dios le ha constituido a él, para que él no tenga necesidad de hacerlo.” (Wuest)
d. Es una burla el decir a un esclavo, “No te comportes como un esclavo” – pero le puedes decir eso a alguien que ha sido puesto en libertad. Cristo Jesús nos dice que ya no nos comportemos como si fuéramos esclavos al pecado; ahora debemos de pensar y vivir como personas en libertad.
Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
a. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad: Pablo se disculpa al utilizar a la esclavitud como una ilustración, porque era degradante y penetrante, y especialmente porque muchos de sus lectores Romanos eran esclavos. Pero él sabe que esta es una ilustración que funciona bien con sus lectores.
b. Presentasteis vuestros miembros … así ahora para: Pablo vuelve a tocar el punto que dijo un poco antes. Primero, presentenvuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Esto significa que no debemos de presentarnos para trabajar con nuestro antiguo jefe.
i. ¿Puedes imaginarte? Un nuevo trabajo, y el primer día del nuevo trabajo te vas de trabajar en la hora de la comida y vas a tú antiguo trabajo y le preguntas a tú antiguo jefe que qué quiere que tu hagas. ¡Eso no esta bien!
c. La inmundicia y a la iniquidad: Pablo describe un principio arraigado en la naturaleza humana. Inmundicia la cual conduce a la iniquidad. La justicia conduce a la santificación – la cual es más justicia. Esto describe el poder dinámico de nuestros hábitos y el cómo nos movemos en la dirección en la que estamos apuntando.
i. Piensa en cuatro árboles en una hilera: uno con un año de crecimiento, el segundo con cinco años, el tercer con 10 años, y el último con 15 años. ¿Cuál árbol será más difícil de desarraigar? Obviamente, el mayor tiempo que estemos arraigados en ese comportamiento, lo más difícil que será desarraigarlo – un principio que funciona para el bien y el mal.
d. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia: El punto de Pablo casi es humorístico. Cuando éramos esclavos del pecado, éramos libres – libres acerca de la justicia. ¡Tal libertad!
e. Qué fruto teníais de aquellas cosas: Para caminar en victoria sobre el pecado, debemos de pensar correctamente sobre el fruto del pecado. Porque el fin de ellas es muerte: El producto final del pecado es la muerte – no es diversión. Pero el producto final de la justicia es vida eterna.
i. En un tiempo de tentación, estas verdades pueden verse reales – así que debemos de confiar en nuestra fe en estas cosas, no en nuestros sentimientos mientras somos tentados.
ii. “Considera estas tres cosas: 1. Qué poco fruto y satisfacción tus pecados pasados. 2. Como puede surgir vergüenza y tristeza de sólo recordar los pecados pasados. 3. Como muerte, si, muerte eterna y condenación (a menos que el perdón de la gracia y la misericordia la prevengan) será la conclusión certera de ellos.” (Poole)
f. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro: Cuando trabajas para el pecado, tú paga será muerte. Cuando servimos a Dios no se nos da paga – pero Él gratuitamente nos da el mejor paquete de beneficios imaginable.
i. Paga del pecado: “Cada pecador se gana esto a través de un servicio prolongado, doloroso y difícil. ¡Oh! ¡Que dolores soportan los hombres para llegar al infierno! Temprano y tarde ellos se afanan en el pecado; ¿y no estará la justicia Divina en su deuda si no les pagara sus salarios pendientes? ” (Clarke)
g. Contestando su pregunta de Romanos 6:15, Pablo lo pone en claro: Como creyentes, tenemos un cambio de propietario. El Cristiano debe de pelear en contra aún del pecado ocasional, porque debemos de trabajar por y bajo nuestro nuevo Amo. No es apropiado para nosotros el trabajar para nuestro antiguo amo.
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