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¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
a. Qué, pues, diremos : Al construir la reflexión que empezó en Romanos 3:31 Pablo hace la pregunta, “Hace la idea de la justificación por medio de la fe, aparte de las obras de la ley, ¿hace que lo que Dios hizo en el Antiguo Testamento irrelevante?”
b. ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre?: Al contestar dicha pregunta, Pablo mira a Abraham, el hombre más estimado entre el pueblo Judío de sus días – aún mayor que el “George Washington” del pueblo Judío.
c. Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse: Si alguien pudiera ser justificado por las obras, ellos tendrían algo de qué gloriarse. Sin embargo, tal jactancia no es nada delante de Dios (pero no para con Dios).
i. Esta gloria no es nada delante de Dios porque aún si las obras pudieran justificar un hombre él aún estaría, de alguna manera, corto de la gloria de Dios (Romanos 3:23)
ii. Esta gloria no es nada porque para con Dios, cada pretensión es arrancada y es evidente de que nadie puede en realidad ser justificado por obras.
d. Porque ¿qué dice la Escritura? El Antiguo Testamento no dice que Abraham fue declarado justo debido a sus obras. En lugar de eso, Génesis 15:6 dice que creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
i. Pablo lo pone en claro: la justicia de Abraham no provino de su actuación de buenas obras, pero de su confianza en Dios. Fue una justicia obtenida por medio de la fe.
ii. Los maestros Judíos, generalmente, en los días de Pablo creían que Abraham fue justificado por sus obras, al guardar la ley. Pasajes antiguos de los rabinos dicen: “Encontramos que Abraham, nuestro padre, ha realizado toda la Ley antes de que fuera dada” y “Abraham fue perfecto en todas sus obras con el Señor.” Los rabinos argumentaban que Abraham guardó la ley perfectamente, aún antes de que fuera dada, y en que él la guardo por intuición o anticipación.
iii. El Apóstol Pablo no dice que Abraham fue hecho justo en todos sus hechos, pero Dios contó a Abraham como justo. Nuestra justificación no es Dios haciéndonos perfectamente justos, sino contándonos como perfectamente justos. Después de que somos contados como justos, entonces Dios empieza a hacernos verdaderamente justos, culminando en nuestra resurrección.
iv. “Contado es logizomai. Era utilizado en los documentos seculares primitivos; ‘poner a cuenta de uno, deja que mis crédito sea puesto en deposito en el depósito; Yo ahora doy órdenes en general en cuanto a todos los pagos que fueron hecho o acreditados al gobierno.’ Así, Dios puso a cuenta de Abraham, colocó en deposito por él, le contó a él, justicia … Abraham poseía justicia de la misma manera que una persona poseería una suma de dinero puesta en su cuenta de banco.” (Wuest)
v. Génesis 15:6 no nos dice como otros hombres consideraron a Abraham. En vez, nos dice como Dios le contó a él. “En efecto, Moisés [en Génesis] no nos dice lo que los hombres pensaban de él [Abraham], sino cómo el fue contado delante del tribunal de Dios.” (Calvin)
vi. Recuerde que justicia es más que la ausencia de maldad o culpa. Es un bien positivo, queriendo decir de que Dios no solamente nos declara inocentes, pero justos.
Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
a. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia: La idea de gracia esta en contra del principio de la obra; la gracia tiene que ver con recibir libremente el regalo dado por Dios, las obras tienen que ver con ganar nuestro mérito delante de Dios.
i. Wuest en charis, la antigua palabra Griega traducida a gracia: “Tenía el significado en los autores clásicos de un favor hecho de una generosidad espontánea del corazón el cual no tiene la expectación de algo a cambio. Por supuesto, este favor era hecho siempre hacia un amigo, nunca hacia un enemigo … Pero cuando charis llega al Nuevo Testamento, hace un brinco infinito hacia adelante, ya que el favor de Dios hecho en el Calvario fue para aquellos que le odiaban.”
b. No se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda: Un sistema de trabajo busca el poner a Dios en deuda con nosotros, el tener a Dios que nos deba Su favor debido a nuestro buen comportamiento. Al pensar en obras, Dios nos debe la salvación o la bendición debido a nuestras buenas obras.
i. Dios no esta alabando aquí a la pereza. “La antítesis no es simplemente entre el que trabaja y el que no trabaja, pero entre el que trabaja y la persona que no trabaja pero cree.” (Murray)
c. Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia: La justicia nunca puede ser contada a aquel que se aproxima a Dios en el principio de las obras. En vez, es dado a aquel que cree en aquel que justifica al impío.
d. Aquel que justifica al impío: Este es a quien Dios justifica – al impío. Podríamos esperar de que Dios sólo justificaría a un hombre piadoso, pero debido a lo que Jesús hizo en la cruz, Dios puede justificar al impío.
i. No es como si Dios estuviera feliz con nuestra condición de impío. No somos justificados debido a nuestra impiedad, pero a pesar de nuestra impiedad.
ii. Morris citando a Denney: “La frase paradójica, Aquel que justifica al impío, no sugiere que la justificación es una ficción, ya sea legal o de algún otro tipo, sino de que es un milagro.”
e. De manera como Abraham creyó y le fue contada a él por justicia, así nuestra fe es contada por justicia. Este no fue un tipo de arreglo especial que solamente era para Abraham. Nosotros también podemos entrar en esta relación con Dios.
i. Por esto entendemos de que no hay dos maneras para la salvación – salvos por obras o guardar la ley en el Antiguo Testamento, y salvos por gracia por medio de la fe en el Nuevo Testamento. Cualquiera que haya sido salvo – Antiguo o Nuevo Testamento – es hecho salvo por gracia por medio de la fe, a través de su relación de confianza en amor con Dios. Debido al Nuevo Pacto nosotros tenemos los beneficios de la salvación que el santo del Antiguo Testamento no tuvo, pero nosotros no tenemos una manera diferente de salvación.
Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
a. Como también David habla: El rey David del Antiguo Testamento sabía lo que era ser un pecador culpable; él sabía la seriedad del pecado y lo bueno que es el ser verdaderamente perdonado. Él conocía la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras. Si David hubiera sido juzgado solamente con las obras, la justicia de Dios lo debió de condenar. Sin embargo, él conocía por experiencia que bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas.
i. “Ningún pecador, aunque él haya intentado con todas sus fuerzas, puede posiblemente cargar sus propios pecados y volver limpio de culpa. Ninguna cantidad de dinero, ninguna ciencia, ninguna habilidad, ningún ejército de un millón, ni ningún otro poder de la tierra puede llevarse del pecador un pequeño pecado y su culpa. Una vez que ha sido cometido, cada pecado y su culpa se afianzan del pecador tan cerca como su propia sombra, se agarran por toda la eternidad a menos que Dios se los lleve.” (Lenski)
b. A quien Dios atribuye justicia sin obras... Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado: David esta de acuerdo con Abraham en cuanto a la idea de una justicia imputada, una bondad que es dada, no ganada.
i. “Nuestros adversarios, los papistas, se oponen a la imputación de la justicia de Cristo sobre nosotros … y aun cuando el apóstol utilizo la palabra diez veces en este capítulo.” (Poole)
c. En los Salmos citados (Salmos 32:1-2), David habla de la bienaventuranza, no de aquel que es justificado a través de las obras, pero de aquel que limpiado a través de la imputación. Esto esta centrado en lo que Dios coloca sobre nosotros (la justicia de Jesús), no en lo que nosotros podemos hacer por Dios.
¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
a. ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Si somos contados como justos por Dios es debido a la fe, no debido a la circuncisión (o ningún otro ritual), entonces la bienaventuranza mencionada en Romanos 4:7 puede ser dada a los Gentiles en la incircuncisión por fe.
b. ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? Abraham fue contado como justo en Génesis 15:6. Él no recibió el pacto de la circuncisión sino hasta Génesis 17, que al menos fue 14 años después. Por lo tanto, su justicia no estaba basada en la circuncisión sino en la fe.
c. la fe que tuvo estando aún incircunciso: De hecho, Abraham, el padre de todos los creyentes, ¡fue declarado justo mientras él estaba aún sin circuncidar! Entonces, ¿cómo puede alguien decir (como algunos decían en los días de Pablo) que los Gentiles debían de circuncidarse antes que Dios los declare justos?
i. Para el pueblo Judío de los días de Pablo, el significado de la circuncisión era más que social. Era el punto de entrada para una vida vivida bajo la Ley de Moisés: Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. (Galatians 5:3)
d. para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados... que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado: Los Judíos de los días de Pablo querían usar la circuncisión para declarar que ellos eran los verdaderos descendientes de Abraham. Pablo insiste que para tener a Abraham como tu padre, tú debes de seguir las pisadas de la fe que tuvo Abraham.
i. “Nuestro padre Abraham” es una frase importante, una la cual los antiguos Judíos guardaban celosamente. Ellos no permitían que un Gentil circuncidado convertido al Judaísmo se refiriera a Abraham como “mi padre” en la sinagoga. Un Gentil convertido debía de llamar a Abraham “su padre” y solamente los Judíos de nacimiento podían llamar a Abraham “nuestro Padre”. Pablo tira esa distinción y dice que por medio de la fe todos pueden decir, “nuestro padre Abraham.”
ii. ¡Debió haber sido pasmaste para los Judíos que leían a los Romanos el ver que Pablo llamara a Abraham el padre de un pueblo no circuncidado! La fe, y no la circuncisión, es el vínculo vital para Abraham. Es mucho más importante el tener la fe de Abraham (y la justicia imputada a él debido a ello) que lo es el tener la circuncisión de Abraham.
iii. William Barclay explica que los maestros Judíos de los días de Pablo tenían un dicho: “Lo que esta escrito de Abraham también esta escrito de sus hijos,” dando a entender que las promesas dadas a Abraham se extendían hacia sus descendientes. Pablo estaba de acuerdo de corazón con este principio, y extendía el principio al ser justificado por fe para todos los descendientes espirituales de Abraham, a aquellos que creen, a los que siguen las pisadas de la fede Abraham.
Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
a. Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo: Ya que todos los tratos de Dios con Abraham, Isaac y Jacob sucedieron antes de que se diera la Ley de Moisés, no podemos decir de que estaban basadas en la ley. En lugar de eso, estaban basadas en la declaración de Dios de la justicia de Abraham por medio de la fe
i. “La fe es el fundamento de la bendición de Dios. Abraham era un hombre bendecido, así es, pero él se convirtió en heredero del mundo por medio de otro principio – una simple fe.” (Newell)
b. La promesa... por la justicia de la fe: La ley no nos puede traer a las bendiciones de las promesas de Dios. Esto no porque la ley sea mala, pero debido a que somos incapaces de guardarla.
c. Pues la ley produce ira: Nuestra incapacidad de guardar la ley (nuestra transgresión) significa esencialmente que se convierte en un vehículo de la ira de Dios hacia nosotros, si la tenemos como el principio por el cual nos justificamos y relacionamos con Dios.
d. Como puede Pablo decir, ¿donde no hay ley, tampoco hay transgresión? Debido a que “transgresión es la palabra correcta para sobrepasar una linea, y esto es el quebrantar un mandamiento claramente definido.” (Morris) Donde no hay una linea, entonces no hay una transgresión cierta.
i. Hay pecado el cual no es “el cruzar la linea” de la Ley de Moisés. La raíz del pecado no es el quebrantar la ley, pero el quebrantar la confianza en Dios; al negar Su amoroso, y propósito de cuidado en cada mandamiento que Él da. Antes de que Adán pecara él quebrantó la confianza con Dios – por lo tanto, el plan de redención de Dios esta centrado en una relación de confianza en amor – fe – en lugar de guardar la ley. Cuando centramos nuestra relación con Dios en guardar la ley en lugar de un amor de confianza, entonces estamos yendo en contra de todo Su plan.
Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros
a. Es por fe, para que sea por gracia: La fe esta relacionada con la gracia en la misma manera en que las obras esta relacionada con la ley. Gracia y ley son los principios, y fe y obras son los medios por los cuales nosotros seguimos esos principios por nuestra relación con Dios
i. Hablando técnicamente, no somos salvos por fe. Somos salvos por la gracia de Dios, y la gracia es apropiada por la fe.
b. Es por fe: la salvación es por fe, y nada más. Nosotros únicamente podemos recibir salvación por el principio de la gracia por medio de la fe. La gracia no puede obtenerse a través de las obras, ya sea que sean pasados, presentes o futuros, o prometidas debido a que la definición de gracia es dada sin consideración de nada de aquel que lo recibe.
i. “La gracia y fe son congruentes, y se acercarán en el mismo carro, pero la gracia y el mérito son contrarios el uno al otro y se repelen en sentidos opuestos, y por lo tanto, Dios no ha elegido el ponerles bajo el mismo yugo. Él no edificará con materiales incongruentes, o embadurnar en un mortero sin templar. Él no hará una imagen parcialmente de oro y parcialmente de barro, ni tejer una prenda de lino con algodón: su obra es toda de una pieza y toda de gracia.” (Spurgeon)
c. A fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia: La promesa solamente puede ser firme si es de acuerdo a la gracia. Si la ley fuera el fundamento de nuestra salvación, entonces nuestra salvación dependería de nuestra actuación mediante guardar la ley – y nadie puede guardar la ley tan bien para ser salvos por ella. Una promesa por medio de guardar la ley nunca puede ser firme.
i. Si la promesa “fuera de la ley, sería poco confiable e incierta, debido a la debilidad del hombre, quien no es apto para cumplirla.” (Poole)
d. Sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros: Si nuestra relación con Dios es por gracia (no la circuncisión o por guardar la ley), entonces esa relación es para aquellosque es de la fe de Abraham, aún cuando ellos no sean de su linaje.
i. Un Gentil podría decir,” Yo no soy un Judío, Yo no soy de la ley; pero Yo soy de la fe de Abraham,” y él sería tan salvo como un creyente Judío lo es en Jesús.
e. El cual es padre de todos nosotros: El cumplimiento de la promesa en Génesis 17:4-5 no sólo se encuentra en los descendientes de Abraham a través de Isaac, pero especialmente en su rol de ser padre de todos los que creen – y esos creyentes provienen de cada nación debajo del cielo.
(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
a. Te he puesto por padre de muchas gentes: Aún cuando tomo dar una vida de manera sobrenatural para hacer a Abraham el padre de muchas gentes de manera física, también tomo un gran trabajo sobrenatural en cuanto a dar vida para hacerle a él padre de muchas naciones espiritual.
b. El poder de dar vida de parte de Dios es demostrado en la manera en la cual Él puede dar vida a los muertos y llamar cosas que no son (como nuestra justicia) como si fuesen (al contarnos como justos).
i. Si Dios pudo llamar al vientre estéril de Sara hacia la vida, él puede llamar a aquellos que son muertos en las transgresiones y pecados (Efesios 2:1) a una vida nueva en Jesús.
ii. “Estoy grandemente consolado cuando Dios dice de mi que soy justo, justificado, glorificado, santo, puro, y santo. Dios puede llamar dichas cosas antes de que existan, debido a que Él sabe que existirán.” (Smith)
c. El poder de dar vida fue cumplido en Abraham mientras él, creyó en esperanza contra esperanza. El poder de dar vida fue evidente en ambos, natural y espiritualmente.
i. El ejemplo de Abraham también nos ayuda a entender la naturaleza de la fe. La concepción del hijo de Abraham, Isaac, fue un milagro, pero no fue una concepción inmaculada. La fe de Abraham no significó que él no hiciera nada y solamente esperara a que Dios creara un hijo en el vientre de Sara. Abraham y Sara tenían relaciones maritales y confiaron en Dios por un resultado milagroso. Esto nos muestra que la fe no significa el no hacer nada, sino hacer todo con confianza y dependencia en Dios y en Su obra milagrosa.
ii. “Todos los creyentes verdaderos, como Abraham, obedecen. Obediencia es una fe en acción. Tú debes de andar en los pasos de la fe del padre Abraham. Su fe no estuvo quieta, tomo pasos; y tú también debes de tomar estos pasos en obediencia a Dios porque tú crees en él. Esa fe la cual no tiene obras en ella misma es una fe muerta, y eso no justifica a nadie.” (Spurgeon)
iii. “El sentido corrige a la imaginación, la razón corrige al sentido, pero la fe corrige a ambas. Así no será, dijo el sentido; ambos pueden ser y serán, dijo la fe, pues yo tengo una promesa por ellos.” (Trapp)
iv. “Pero alguien se puede oponer y decir, que no esta más allá del curso de la naturaleza que un hombre pueda tener hijos a esa edad. Pero yo me permito que tal cosa no es un prodigio, pero aún esta muy corto de un milagro.” (Calvin)
Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia.
a. No se debilitó en la fe: La fe de Abraham era fuera pero también se le fortaleció. A él se le fortaleció en fe.
i. La idea parece ser que Abraham fue fortalecido en su fe; pero Pablo también pudo decir que Abraham fue fortalecidopor su fe – y ciertamente ambos eran ciertos.
ii. ¡Cuánto necesitamos ser fortalecidosen fe! “Querido hermano, poca fe les salvará si es una fe verdadera, pero hay muchas razones por la cual tú debes buscar el incrementarla.” (Spurgeon)
iii. Spurgeon sabía que los ministros y predicadores necesitaban especialmente ser fortalecidosen fe. Él algunas veces compartía sus luchas en esta área desde el púlpito, pero quería poner en claro que sus luchas en fe nunca deben ser complacidas: “Siempre que, queridos oyentes, vea a algunos de nosotros que, son maestros, dudando y con miedo, no nos tengan lástima, sino repréndanos. No tenemos derecho de andar en la Tierra de la Duda. Oren para que no nos visiten allí. Síganos tan lejos como seguimos a Cristo, pero si llegamos al horrible Pantano del Desánimo, vengan y sáquenos de allí del cabello si es necesario, pero no caigan allí ustedes mismos.” (Spurgeon)
iv. “Yo no pienso que debiéramos de tener muchas conversiones a menos esperemos que Dios bendiga la palabra, y nos sintamos certeros de que él lo hará así. No nos debemos de asombrar y estar sorprendidos si escuchamos de una docena o dos conversiones, pero dejemos que el asombro sea cuando miles no son convertidos cuando escuchan tal verdad divina, y cuando preguntamos al Espíritu Santo el atenderla con una energía divina. Dios nos bendecirá en proporción a nuestra fe. Es la regla de su reino – ‘De acuerdo a tu fe que así sea para ti.’ ¡Oh Dios, dale a los ministros más fe! ¡Permítenos creer en ti firmemente!” (Spurgeon)
b. Al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto: Abraham, en fe, no miró a las circunstancias (su cuerpo o la esterilidad de la matriz de Sara) pero él miró la promesa de Dios.
i. En Romanos 4:19, hay una incertidumbre textual en cuanto a que si deberíamos leer él consideró a su cuerpo como muerto, o si debemos de leer él no consideró a su propio cuerpo. Ambas es posible, aunque la segunda parece una mejor opción.
c. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios: Su fe no dudó; y dio gloria a Dios. Aunque era un gran reto, Abraham permaneció firme en la fe.
i. “Cuando no hay concurso, es verdad, ninguno, como he dicho, niega que Dios puede hacer todas las cosas; pero tan pronto como algo llega en el camino que impida el curso de la promesa de Dios, entonces bajamos el poder de Dios de su eminencia.” (Calvin)
d. Plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido: La fe de Abraham vino debido a que él estaba plenamente convencido de la habilidad de Dios de llevar a cabo lo que Él había prometido.
i. ¿Es tu Dios muy pequeño? El Dios de Abraham era capaz de llevar a cabo lo que Él había prometido, y Abraham estaba plenamente convencido de esto.
ii. Algunas personas no vienen a Jesús – o van más allá con Él – debido a que no están plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido. Ellos piensan, “esta bien para ellos, pero no funcionará para mi.” Esta manera de pensar es un ataque diabólico hacia la fe, y debe ser rechazado.
e. Este tipo de fe ve la obra de Dios hecha. Ve la obra de Dios hecha en lo inmediato (Isaac nació en cumplimiento de la promesa) y en lo eterno (le fue contada por justicia).
Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
a. Y no solamente con respecto a él se escribió: No sólo fue para el beneficio de Abraham de que Dios le declaró justo por medio de la fe; él es un ejemplo al cual se nos invita seguir – sino también con respecto a nosotros. La confianza de Pablo es gloriosa: ha de ser contada … a los que creemos; esto no era únicamente para Abraham, sino también para nosotros.
b. A los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús: Cuando hablamos sobre fe y la fe que salva en Jesús, es importante el enfatizar que queremos decir que creemos que Su obra en la cruz (el cual fue entregado por nuestras transgresiones) y triunfo sobre el pecado y la muerte (resucitado para nuestra justificación) es lo que nos salva. Existen mucha fe falsa la cual nunca puede salvar, y solamente la fe en lo que Jesús consumó en la cruz y por medio de una tumba vacía nos puede salvar.
· Fe en los eventos históricos de la vida de Jesús no puede salvar
· Fe en la belleza de la vida de Jesús no puede salvar
· Fe en la exactitud de la bondad de las enseñanzas de Jesús no pueden salvar
· Fe en la deidad de Jesús y en Su Señorío no puede salvar
c. Jesús murió por nuestras transgresiones, pero resucitó para nuestra justificación. La resurrección tiene un lugar esencial en nuestra redención debido a que demuestra que la satisfacción perfecta de Dios Padre con la obra del Hijo en la cruz, probando de hecho que fue un sacrificio perfecto hecho por Aquel que permaneció perfecto, aún cuando soportó el pecado del mundo.
i. Entregado por nuestras transgresiones: La antigua palabra Griega traducida a entregado (paradidomi) se utilizaba para las personas que se les ponía en prisión o al entregarlos a la justicia. “Aquí habla del acto judicial de Dios el Padre entregando a Dios el Hijo a la justicia que requería el pago de la pena del pecado humano.” (Wuest)
ii. “La resurrección de Jesús siempre incluye su muerte sacrificial pero nos trae a todos su toda suficiencia de su muerta. Si la muerte lo hubiera detenido, él hubiera fallado; pero ya que él se levantó de los muertos, su sacrificio bastaba, Dios puso su sellos sobre esto al levantarle.” (Lenski)
iii. “Cristo hizo en su obra meritoria nuestra justificación y salvación por su muerte y pasión, pero la eficacia y perfección de allí en adelante con respecto a nosotros depende en su resurrección … este versículo es un resumen de todo el evangelio.” (Poole)
d. En este capítulo, Pablo a demostrado claramente que en ninguna manera el Antiguo testamento contradice el evangelio de salvación por gracia por medio de la fe. Pero es en si un cumplimiento del Antiguo Testamento, y Abraham, justificado por medio de la fe, es nuestro patrón.
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