Entró Jesús otra vez en Capernaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
a. De manera que ya no cabían ni aun a la puerta: Marcos 1:28 dice que después de un rescate dramática de un hombre poseído por el demonio, que muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. En ese punto de Su ministerio, Jesús atraía a la multitud a cualquier lugar que Él fuera.
b. Y les predicaba la palabra: Marcos no nos dice lo que Jesús predicaba, pero él hace el énfasis en el ministerio de predicación de Jesús, como lo hizo en Marcos 1:28 y Marcos 1:38-39.
i. “Es claro que él estaba evitando las calles porque se habían convertido en una campaña de sanidad. A cualquier lugar que él fuera las personas le sitiaban con peticiones de sanidad y para que echara fuera demonios, así que se le impedía hacer lo que había venido a hacer primeramente, el cual era predicar la Palabra.” (Steadman)
c. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba: Debido al cuarto lleno por la multitud, los amigos de un hombre paralítico tuvieron que bajarle a través del techo. Esta era una forma inusual de interrumpir un sermón.
i. Descubrieron el techo: El techo, la cual era de paja, tierra o tejas colocadas sobre unas vigas, a menudo era accesible por medio de una escalera que estaba fuera. Esta se podía quitar, y los amigos del hombre paralítico bajaron a su amigo hacia donde estaba Jesús.
ii. Morgan en descubrieron el techo: “Tal representación es totalmente errónea. La fuerza de la palabra es que ellos rompieron el techo de la casa, destrozando el tejido, para poder bajar al hombre en su lecho hacia la presencia de Jesús.”
d. Y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico: Esto probada la determinación y la fe de los amigos del hombre paralítico. Ellos contaban con que Jesús sanaría a su amigo, ya que sería más difícil el subirle de nuevo por el techo que el haberle bajado. Ellos contaban en que él saldría caminando de ese cuarto.
Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
a. Al ver Jesús la fe de ellos: Jesús miró hacia arriba, a los cuatro hombres que batallaban con las cuerdas atadas en cada esquina del lecho que traía al paralítico. Él les vio y vio su fe. Su fe se podía ver. Su acción audaz, determinada, para traer a su amigo a Jesús, probaba que ellos tenían una fe real.
b. Hijo, tus pecados te son perdonados: Podemos imaginarnos como se sintieron los amigos que estaban en el techo. Ellos pasaron por muchos problemas para ver a su amigo sanado de su parálisis, y ahora, el maestro, solamente quiere perdonar sus pecados. Quizás escuchamos que ellos gritaban, ¡No, él esta paralítico! ¡Queremos que él camine, no que sea perdonado!”
i. Pero Jesús sabía cual era la verdadera necesidad del hombre, y cual era su más grande necesidad. Que bien era para el hombre que tuviera dos piernas buenas y que caminara derecho al infierno con ellas. Sea cuando sea que haya un problema, casi siempre, el pecado es el problema real. Jesús fue derecho al problema.
ii. Jesús no quiso decir que el hombre paralítico fuera especialmente pecador, o que su parálisis fue directamente causada por el pecado. Pero Él se dirigió a la gran necesidad del hombre, y a la raíz en común de todo el dolor y sufrimiento – la condición pecaminosa del hombre.
iii. “El perdón es el milagro más grande que Jesús jamás realizó. Satisface la necesidad más grande; y trae bendición y los resultados más duraderos.” (Wiersbe)
c. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Los escribas utilizaron el tipo de lógica correcta. Ellos correctamente creían que únicamente Dios puede perdonar los pecados, y ellos aún están en lo correcto al examinar a este nuevo maestro. Su error fue el rehusarse a ver quien Jesús es: Dios el Hijo, quien tiene la autoridad de perdonar los pecados.
i. “Las palabras sugieren una intensificación gradual de un humor en busca de errores: primero un sentido general de sorpresa, luego un sentido de inconveniencia, y luego, un avance final de la idea: ¿qué?, ¡esto es una blasfemia!” (Bruce)
ii. “Una y otra vez durante la vida de Cristo, el mismo dilema reaparecía. Si él no fuera divino, entonces él si era un blasfemo; no puede haber otra manera de verlo.” (Cole)
Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.
a. Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera: En un momento estupendo, estos escribas sabían que Jesús pudo leer sus malvados corazones. Esto debió de ayudarles a persuadirles que Jesús era en verdad Dios, teniendo el poder de perdonar los pecados.
i. Es difícil el saber si Jesús conoció esto debido a Su naturaleza divina, o debido a Su naturaleza humana con un don espiritual de discernimiento o por una palabra de sabiduría. Trapp encuentra una base de la Escritura para cualquiera de las dos aproximaciones: “Esto es, por su Deidad, como en 1 Timoteo 3:16; Hebreos 9:14. O por su propio espíritu, como en 1 Pedro 3:8, no por inspiración, como 2 Pedro 1:21.”
b. ¿Qué es más fácil? Para los hombres, ambos, un perdón real y el poder para sanar son imposibles, pero para Dios, ambos son fáciles. Es una suposición lógica que si Jesús tiene el poder para sanar la enfermedad de un hombre, Él también tiene la autoridad para perdonar sus pecados.
i. De una manera, era “más difícil” el poder sanar al hombre que el perdonar sus pecados, porque el perdón es invisible – nadie podía verificar en ese momento que el hombre estaba perdonado delante de Dios. Pero se podía verificar instantáneamente si el hombre podía caminar o no. Jesús esta dispuesto a ponerse a prueba.
ii. Jesús también conoció a los escribas en su propio terreno académico. “Los Rabinos tenían un dicho, ‘No hay hombre enfermo que sea sanado de su enfermedad, sino hasta que todos sus pecados le sean perdonados’ …para los Judíos, un hombre enfermo era un hombre con el cual Dios estaba enojado.” (Barclay)
c. El Hijo del Hombre: Jesús a menudo se refería a Si mismo con este título. La idea no es la de un “hombre perfecto”, o un “hombre ideal”, o un “hombre común”, sino una referencia a Daniel 7:13-14, cuando el Rey de Gloria que había de venir, el cual viene a juzgar al mundo, tiene el título del Hijo del hombre.
i. Jesús utilizó este título muy a menudo porque, en Su deidad, era un título Mesiánico libre del sentimiento político y nacionalista. Jesús pudo haberse referido a si mismo, de una manera más común, como “Rey” o “Cristo”, pero estos títulos, a oídos de Su audiencia, sonaban como “Aquel Que Derrotará a los Romanos.” Hijo del Hombre era la “designación favorita de Cristo para si mismo, una reivindicación de ser el Mesías en términos que no podía ser fácil de atacar.” (Robertson)
d. Entonces él se levantó en seguida: Imagínese la tensión en esta escena. Los escribas estaban tensos porque Jesús les retó y dijo que Él demostraría que Él era el Hijo de Dios. El hombre paralítico estaba tenso porque se preguntaba si Jesús en verdad podía sanarle. La multitud estaba tensa porque sentían la tensión de todos los demas. El dueño de la casa estaba tenso porque él se preguntaba cuanto costaría reparar el techo. Y los cuatro amigos estaban tensos porque para ese momento ya se estaban cansando. El único que no estaba tenso era Jesús, debido a que Él tenía una paz perfecta cuando Él dijo, “Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.” Él hombre, entonces, fue sanado en seguida. El poder de Jesús para sanar, y la autoridad para perdonar los pecados, fueron vindicados en seguida.
i. Imagínate si Jesús hubiera fallado. Su ministerio hubiera sido roto. La multitud se hubiera empezado a ir lentamente de la casa. Los escribas hubieran sonreído y dicho, “Él no puede sanar o perdonar.” Los cuatro hombres hubieran batallado para jalar al hombre paralítico, quien se miraría más abatido y avergonzado que nunca. El dueño de la casa miraría a su techo y hubiera pensado que todo fue por nada.
ii. Pero Jesús no podría y no fracasó, debido que todo lo que Él necesitaba para sanar a este hombre era Su palabra. Hay un poder de sanidad maravilloso en la palabra de Jesús, en las promesas de Jesús, para aquellos que llegan a Él por fe. Este hombre llegó a Jesús en fe, aún si fue una fe prestada de sus amigos.
e. Todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa: Jesús sostuvo el día, y las personas se asombraron de ver el poder de Dios en acción.
i. “Los expertos en la ley fueron alzados en su propia trampa. En sus propias creencia declaradas de que el hombre no podía ser curado, a menos que fuera perdonado. Él estaba maldito, por lo tanto él fue perdonado. Por lo tanto, el dicho de Jesús de perdonar el pecado debe de ser verdad.” (Barclay)
Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
a. Y les enseñaba: Jesús cumplió el enfoque de Su ministerio, como esta descrito en Marcos 1:38: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. Jesús sabía como mantenerse enfocado.
b. Vio a Leví …sentado al banco de los tributos públicos: Leví (también conocido como Mateo en Mateo 9:9) era un recolector de impuestos. En aquel día los recaudadores de impuestos eran despreciados como traidores y extorsionistas.
i. El pueblo Judío correctamente les consideraban como traidores, debido a que ellos trabajaban para el gobierno Romano, y tenían la fuerza de los soldados Romanos detrás de ellos para hacer que las personas pagaran los impuestos. Éstos eran los colaboradores Judíos más visibles con Roma.
ii. El pueblo Judío correctamente les consideraban extorsionadores porque ellos podían quedarse con todo aquello que recolectaban de más. Un recaudador de impuestas ofertaba con otros por el “contrato” de recaudación de impuestos. Por ejemplo, muchos recaudadores de impuestos hubieran querido tener el “contrato de impuestos” de la ciudad de Capernaúm. Los Romanos premiaban dando el contrato al apostador más alto. El hombre recaudaba los impuestos, pagaba a los Romanos lo que había prometido, y se quedaba con el remanente. Por lo tanto, había mucho incentivo para los recaudadores de impuestos para cobrar de más y engañar de cualquier manera que podían. Era pura ganancia para ellos.
iii. “Cuando un Judío entraba al servicio de aduana, éste era tenido como un marginado para la sociedad; éste estaba descalificado para juzgar o ser testigo en una sesión de la corte, era excomulgado de l sinagoga, y a los ojos de la comunidad, su desgracia se extendía a su familia.” (Lane)
c. Y le dijo: Sígueme: Entendiendo como casi todos odiaban a los recaudadores de impuestos, era notable el ver como Jesús amó y llamó a Leví. Era un amor bien colocado debido a que Leví respondió a la invitación de Jesús al dejar su negocio de recaudación de impuestos para seguir a Jesús.
i. De una manera, esto era más que un sacrificio que lo que hicieron alguno de los otros discípulos. Pedro, Jacobo, y Juan podían regresar más fácilmente a sus negocios de pesca, pero sería difícil para que Leví regresara a la recaudación de impuestos. “Los trabajos de recaudadores de impuestos eran muy solicitados como una manera segura de enriquecerse rápidamente.” (Wessel)
Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
a. Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos: Muchos piensan que esta era una “fiesta de despedida” la cual Leví hizo para sus amigos al dejar su negocio de recaudación de impuestos. Jesús se sentó y comió con los publicanos y pecadores, y el comer en la misma mesa con las personas era una señal de amistad y de compañerismo.
i. Aquí esta el escándalo – Jesús era el amigo de pecadores. POr supuesto que los pecadores sabían esto, y respondían al amor y amistad de Jesús: porque había muchos que le habían seguido.
b. Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores: Los fariseos se oponían a que Jesús tuviera compañía con los pecadores. Los Fariseos era un grupo religioso conservador muy respetado, pero muy a menudo estaban en desacuerdo con Jesús.
i. El nombre de Fariseos significaba “los separados.” Ellos se separaban a si mismos de cualquier cosa que fuera inmunda, y ellos pensaban que todos, excepto ellos mismos, estaban separados del amor de Dios.
c. Los sanos no tienen necesidad de médico: La respuesta de Jesús fue simple y profunda. Jesús era el médico del alma, y tenía sentido para Él el estar con aquellos que estaban enfermos con el pecado.
i. Jesús es el doctor perfecto para sanarnos de nuestro pecado.
· Él siempre esta disponible.
· Él siempre hace un diagnóstico perfecto.
· Él provee una cura completa.
· Hasta él paga la cuenta.
Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan? Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar. Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
a. ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan? Los Fariseos eran bien conocidos por ayunar dos veces a la semana (Lucas 18:12). Tenía sentido para los discípulos de Juan el ayunar debido a que su ministerio subrayaba el arrepentimiento. Pero Jesús y Sus discípulos no tenían el mismo énfasis en ayunar, de la misma manera que los otros hombres espirituales.
i. Dios no esta en contra del ayuno; Él esta a favor del ayuno. Pero el ayunar tiene su tiempo y lugar en la vida del Cristiano. La mayoría de nosotros no tiene le tiempo o el lugar para ayunar, y así que estamos fuera de balance. Estos interrogadores venían del otro lado.
b. ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Al utilizar la ilustración de la boda (el esposo), Jesús ilustró una imagen poderosa entre los Judíos. Durante toda la semana de la celebración de la boda, los rabinos declaraban que el gozo era más importante que el observar los rituales religiosos.
i. En los días de Jesús, algunos Rabinos declaraban que si la observación de cualquier ley se interponía de tener un buen tiempo durante la boda, no debía de guardar la ley. Podías ir y disfrutar de un buen tiempo. “Los banquetes de bodas eran tiempos de fiesta extraordinarios, y aún de alboroto, entre varios pueblos del este.” (Clarke)
ii. El mensaje de Jesús era audaz y claro: “Yo no soy como los Fariseos o Juan el Bautista. Yo soy el Mesías, el esposo para el pueblo de Dios. Sea donde yo este, es apropiado que tengamos el gozo el cual asociamos con las bodas.”
c. Pero vendrán días …en aquellos días ayunarán: Jesús sabía que su presencia física e inmediata no estaría siempre con los discípulos. Cuando Él no estuviera físicamente, entonces ese sería un momento más apropiado para ayunar.
Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
a. Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo: El peligro de tratar de poner algo nuevo en algo viejo esta claro en la ilustración del vestido y su paño. Pero el mismo principio es cierto para los odres. Un odre se expande bajo la presión de la fermentación. Así que si un vino nuevo y sin fermentar era puesto en un odre viejo y frágil, muy seguramente éste se reventaría.
b. El vino nuevo en odres nuevos se ha de echar: El punto de Jesús se hacia claro en estos ejemplos. Tú no puedes acomodar Su nueva vida en los viejos patrones. Jesús intercambiaba el ayuno por fiesta; cenizas y vestidos rasgados por un vestido de justicia; un espíritu de pesadez por un vestido de alabanza; lamento por gozo; y la ley por la gracia.
i. A través de los siglos, las antiguas formas rígidas, rara vez podrían contener la obra del Espíritu Santo. A través de las generaciones, Dios a menudo busca nuevos odres debido a que los viejos odres ya no se pueden extender más.
ii. Jesús llegó a introducir algo nuevo, no para enmendarlo con algo viejo. De esto es sobre lo que se trata la salvación. Al hacer esto, Jesús no destruyo lo viejo (la ley), sino que Él la cumple, de la misma manera que una bellota se realiza en un roble. Hay un sentido en el cual una bellota desaparece, pero su propósito se realiza en grandeza.
Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?
a. Sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas: No había nada de malo con lo que ellos hicieron, debido a que su espigueo no era considerado un hurto de acuerdo con Deuteronomio 23:25. El asunto era únicamente el día en que lo hicieron. Los Rabinos hicieron una lista elaborada de lo que “se puede” y “no se puede” hacer en cuanto al Día de Reposo, y esto era algo que violaba uno de los artículos de la lista.
i. Cuando los discípulos …comenzaron a arrancar espigas en el Día de Reposo, a los ojos de los líderes religiosos, ellos eran culpables de cuatro violaciones del Día de Reposo. Ellos quebrantaron las tradiciones en contra de segar, trillar, aventar, y preparar la comida.
ii. En este tiempo, los Rabinos llenaron al Judaísmo con rituales elaborados en cuanto al Día de Reposo y las observaciones de otras leyes. Los Antiguos Rabinos enseñaban que en el Día de Reposo, un hombre no podía cargar algo en su mano derecha o en su mano izquierda, alrededor de su pecho o de su hombro. Pero si podías cargar algo con la parte de atrás de la mano, con tu pie, con tu codo, o en tu oído, tu cabello, o el borde de tu ropa, o de tu zapato o sandalia. O en el Día de Reposo, se te prohibía atar un nudo – excepto a la mujer, la cual podía hacer un nudo en su cinto. Así que, si una cubeta de agua necesitaba ser levantada de un pozo, no podrías atar un nudo en la cubeta, pero la mujer podría atar su cinto a la cubeta.
b. Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? Jesús jamás violó el mandamiento de Dios de observar el Día de Reposo o de aprobar que Sus discípulos violaran el mandamiento de Dios para observar el Día de Reposo. Pero Él muy a menudo quebrantaba las añadiduras legalistas del hombre hacia la ley, y Él a veces parecía que deliberadamente las quebrantaba.
Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
a. ¿Nunca leísteis lo que hizo David? Al referirse al uso de David del “pan santo” en 1 Samuel 21:1-6, Jesús mostró un principio importante – la necesidad humana es más importante que el ritual religioso. El Día de Reposo tenía la intención de servir al hombre (El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo).
i. Esto es exactamente lo que muchas personas, empapados en la tradición, simplemente no pueden aceptar: que lo que Dios en realidad quiere es misericordia antes que el sacrificio (Oseas 6:6); que el amor hacia los otros es más importante que los rituales religiosos (Isaías 58:1-9); que los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios (Salmos 51:17).
ii. “Cualquier aplicación de la Ley del Día del Reposo la cual opera para el perjuicio del hombre esta fuera de armonía con el propósito de Dios.” (Morgan)
b. Siendo Abiatar sumo sacerdote: Algunos encuentran aquí un problema debido a que, de acuerdo con 1 Samuel 21:1, dice que Ahimelech era el sumo sacerdote en aquel tiempo, y que su hijo Abiatar fue el sumo sacerdote después de él (1 Samuel 22:20 y 1 Crónicas 18:16). La mayoría de las personas reconcilian 1 Samuel 21:1 con la declaración que Jesús hace aquí al decir que ambos, el padre e hijo, servían juntos como sumos sacerdotes en aquel tiempo, o al decir que Jesús simplemente dice que esto sucedió en los días de Abiatar, y esto era mientras él estaba vivo, no mientras fuera tenido con el cargo de sumo sacerdote.
i. Wiersbe tiene solución diferente: “También, es muy probable que nuestro Señor utilizara ‘Abiatar’ para referirse al pasaje del Antiguo Testamento sobre Abiatar en lugar que al hombre. Esta es la manera en que los Judíos identificaban secciones de la Palabra, ya que sus manuscritos no tenían capítulos ni versículos, tales como lo tenemos hoy en día en nuestras Biblias.”
c. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo: El segundo principio era aún más dramático. Jesús declaró que Él era el Señor aun del día de reposo. Si Él, el mismo Señor aun del día de reposo, no estaba ofendido por las acciones de Sus discípulos, entonces estas críticas secundarias no debieron de haberle ofendido tampoco.
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