A. Dios expone y condena el sacerdocio infiel de Israel.
1. (Malaquías 2:1-4) Dios amenaza con reprender severamente a un sacerdocio inicuo.
Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón. He aquí, yo os dañaré la sementera, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él. Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.
a. Si no oyereis: Si los sacerdotes no oyeren ni se arrepintieren, Dios promete el maldecir sus bendiciones. Esto puede ser una referencia a las “bendiciones” traídas hacia los sacerdotes por el pueblo, o las bendiciones sacerdotales que ellos daban hacia el pueblo.
b. Porque no os habéis decidido de corazón: Todo su pecado retrocede hacia un formalismo hueco. Es una religión de emociones superficiales y de señales externas, no del corazón.
c. Os echaré al rostro el estiércol: Los animales sacrificados aún tenían excremento en sus sistemas, y Dios dijo que esto debía ser quemado fuera del santuario (éxodo 29:14). Aquí, Dios dice que “rozara sus narices en ello,” para que de esta forma ellos tengan que ser llevados afuera del santuario.
d. Para que fuese mi pacto con Leví: Esto muestra el motivo de la disciplina de Dios en contra de los sacerdotes impíos. Jehová esperaba que esto advertiría a los sacerdotes a retroceder hacia un respeto apropiado de Su pacto.
2. (Malaquías 2:5-7) Lo que un sacerdote debiera de ser – el ejemplo de Levi.
Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado. La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.
a. Mi pacto con él fue: Dios le prometió a Levi que sus descendientes sería dispersados en Israel. Esto se convirtió en una maravillosa bendición cuando Levi fue designado como la tribu sacerdotal y los sacerdotes fueron rociados a través de todo Israel.
b. Y tuvo temor de mí: Dios uso a Levo como un ejemplo para los sacerdotes en los días de Malaquías. Levi fue mostrado como ser un ejemplo de:
· Reverencia: Tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado
· Conocía la Palabra de Dios: La ley de verdad estuvo en su boca
· Carácter piadoso: En paz y en justicia anduvo conmigo
· Preservando y promoviendo la Palabra de Dios: Han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley
c. La ley de verdad estuvo en su boca: Los sacerdotes tenían una responsabilidad especial de retener y propagar la palabra de Dios (2 Crónicas 31:4, Nehemías 8:7-9). La palabra de Dios era dada a los sacerdotes para vida y paz, y así tendrán temor delante de Jehová.
d. Los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría: Debido a que los sacerdotes debían retener y propagar la palabra de Dios, ellos lo debían de hacer en sabiduría, para que el pueblo pudiera buscar la ley de su boca. Los líderes debieran de ser mensajeros sabios de la palabra de Dios.
3. (Malaquías 2:8-9) Contraste entre lo ideal y lo real.
Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos. Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.
a. Vosotros os habéis apartado del camino: Los sacerdotes debieron de haber retenido la palabra de Dios en sabiduría, reverencia, y obediencia. Pero ellos se apartarondel camino y, por lo tanto, hicieron tropezar a muchos en la ley.
b. Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo: Debido a que los sacerdotes en los días de Malaquías se apartaron tanto del ideal de Dios para ellos, el pueblo les despreciaba.
B. Dios expone y condena su traición, especialmente en sus matrimonios.
1. (Malaquías 2:10) Dios reprende a los sacerdotes de Israel por su trato engañoso.
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?
a. ¿No tenemos todos un mismo padre? Esto no enseña la idea de una paternidad universal de Dios, la doctrina de que todos son salvos o de que Dios es el padre de todos de la misma manera. Esta es una simple aserción de que, debido a que todos somos hechos a la imagen de Dios, debemos de respetar y tratar con honor a todos.
b. ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro? Malaquías aplicará esto específicamente al matrimonio, pero su pecado de deslealtad iba más allá de infidelidad en el matrimonio.
i. “Todas las traiciones, desde la más pequeña crueldad, hacia la injusticia más grotesca, se ganan la desaprobación de Dios.” (Alden)
2. (Malaquías 2:11-12) La primera ofensa de los sacerdotes: el casar esposas extranjeras.
Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó con hija de dios extraño. Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos.
a. El santuario de Jehová que él amó: Esto nos dice exactamente como Dios se siente en cuanto al matrimonio. Es santo para él; es una institución para él; y Dios ama el matrimonio.
i. Cuando pecamos en contra de nuestro matrimonio o votos de matrimonio, pecamos en contra de algo sagrado para Dios. él a apartado el matrimonio para un significado especial, un propósito especial en la vida de Su pueblo.
ii. Cuando pecamos en contra de nuestro matrimonio o nuestros votos de matrimonio, pecamos en contra del santuario que Dios ha establecido. El matrimonio es la idea de Dios, no la del hombre; él formó y estableció el primer matrimonio como un patrón para cada posterior matrimonio (Génesis 2:20-25). Debido a que es un santuario, no se nos permite el definir el matrimonio de cualquier forma que deseemos; Dios lo ha establecido, y debemos de conformarnos con lo que él ha establecido.
iii. Cuando pecamos en contra de nuestro matrimonio o votos de matrimonio, pecamos en contra de algo que Dios ama.
· Dios ama el matrimonio por lo que demuestra sobre Su relación con nosotros
· Dios ama el matrimonio por el bien que le hace a la sociedad
· Dios ama el matrimonio por la manera en que satisface las necesidades de hombres, mujeres y niños
· Más que todo, Dios ama el matrimonio como una herramienta para conformarnos a la imagen de Su Hijo
b. Se casó con hija de dios extraño: La primera deslealtad y abominación a la cual Dios se dirige es el matrimonio entre el pueblo de Dios y los vecinos impíos. Los peligros de un matrimonio impío esta bien documentado en el Antiguo y Nuevo Testamentos.
i. Israel se dio en matrimonio con las mujeres de Moab y trajo la maldición de Dios sobre el pueblo (Números 25).
ii. Salomón se casó con mujeres extranjeras y apartaron su corazón de Dios (1 Reyes 11:1-10).
iii. Acab se casó con Jezabel – una mujer extranjera – quien condujo a Israel hacia nuevas profundidades de depravación (1 Reyes 16:29-33).
iv. Pablo dice que los creyentes e incrédulos no deben ser unidos en un mismo yugo (2 Corintios 6:11-18).
c. Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda: Dios prometió el castigar al sacerdote que case a mujeres extranjeras, paganas, y que pensaban que no afectaría su servicio hacia Jehová.
i. Al que vela y al que responde es una frase de difícil traducción. Otras traducciones tienen “maestro y erudito,” “tentador y tentado,” “testigo y defensor,” “persona y familiares,” o aún “nómadas y sedentarios.” “Obviamente, el idioma Hebreo es otra manera de decir ‘todos.’ ” (Alden)
ii. El mandamiento de Dios en contra de los matrimonios mezclados en Israel no tienen nada que ver con razas, sino con fe. Existe aún una mujer extranjera en la genealogía de Jesús – Rut era de Moab, quien se caso con el hombre Judío llamado Booz; pero dejó los dioses de Moab por el Señor (Rut 1:16).
3. (Malaquías 2:13-16) La segunda ofensa de los sacerdotes: un bajo respeto por el matrimonio.
Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
a. Haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas…así que no miraré más a la ofrenda: Las mujeres descuidadas y repudiadas de los sacerdotes venían y lloraban en el altar de Dios. Cuando sus maridos sacerdotes entonces ofrecían sacrificio a Dios en el mismo altar, esto ofendía a Dios.
i. “Cubren el altar de Jehová con lágrimas, a saber, obligando a las esposas quienes han sido alejadas para traer sus problemas delante de Dios en el santuario.” (Keil)
ii. Pastor, ¿tu trato duro, descuidado o cruel ha dado a pie que tu esposa clame delante de Dios? “Han causado que sus pobres mujeres, cuando debieron estar alegres al servicio de Dios…cubrieran el altar del Señor con lágrimas, con llanto, y clamor.” (Trapp)
b. Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal: Los sacerdotes pecaban al desamparar a la esposa con la que se casó en su juventud, quebrantando la meta del matrimonio (siendo ella tu compañera) y el lazo del matrimonio (la mujer de tu pacto).
i. “Ellos se quedaban con sus esposas hasta que pasaba su juventud, y luego las desamparaban, para poder tener así jóvenes que tomaran su lugar.” (Clarke)
c. ¿No hizo él uno? La Biblia continuamente regresa hacia la meta y plan de Dios para el matrimonio, como esta revelado en Génesis 2:18-25. La esencia del plan de Dios para el matrimonio es la esencia de la unidad entre el marido y la mujer. Una razón importante para esta unidad es el establecer un ambiente apropiado para criar una descendencia para Dios.
d. él aborrece el repudio: No hay duda de que Dios aborrece el repudio porque destruye lo que él ama – el matrimonio es la institución santa del Señor la cual él ama (Malaquías 2:11). Específicamente, podemos decir que Dios aborrece el repudio al menos por tres razones:
· Dios aborrece el repudio porque quebranta un voto solemne
· Dios aborrece el repudio porque es dañino
· Dios aborrece el repudio porque ilustra la apostasía y condenación
i. No hay duda de que Dios permite el repudio en circunstancias particulares, aunque el divorcio jamás es ordenado por Dios. El corazón de Dios siempre es hacia el arrepentimiento, el perdón, y la reconciliación en el matrimonio. Hemos pecado en contra de Dios mucho peor de lo que un cónyuge pueda pecar contra nosotros, y Dios no nos repudia – ¡aunque tiene todo el derecho de hacerlo!
ii. Pero debido a que hemos caído y sufrido de dureza de corazón, Dios nos da permiso para el divorcio en dos circunstancias. Inmoralidad sexual en bases válidas (Mateo 19:1-9), y el abandono por un cónyuge incrédulo (1 Corintios 7:10-16).
iii. Significativamente, miseria, infelicidad, pobreza, o incompatibilidades nunca son dados como bases para el divorcio. Donde hay peligro o abuso, la separación pudiera estar en orden, de acuerdo con 1 Corintios 7:10-11, pero la pareja separada debe de vivir en completa fidelidad hacia sus votos de matrimonio, aunque estén separados.
iv. Si alguno no tiene bases Bíblicas para divorciarse, Dios les tiene como aún casados, y sus relaciones subsecuentes son consideradas como adulterios (Mateo 19:8-9). No es que no debas de divorciarte por bases que no son bíblicas; no puedes divorciarte por bases que no son bíblicas. Sin embargo, si alguno se divorcia bajo las bases apropiadas, son libres de volverse a casar (1 Corintios 7:15).
e. Cubre de iniquidad su vestido: Parte de la ceremonia de matrimonio en los tiempos de la Biblia implicaba en que el marido cubría a la esposa con su vestido, como un símbolo de protección de él hacía ella. Pero ahora, sus vestidos estaban cubiertos de iniquidad. Cuando una esposa es abandonada o maltratada, el hombre cubre sus propiosvestidosde iniquidad. Esto es porque el marido y la esposa son uno, y él no puede tratar mal a su mujer sin traer miseria y destrucción para si mismo.
i. Este es el punto de Pablo en Efesios 5:28: Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Dicho de manera sencilla, cuando amas a tu esposa, te beneficias a ti mismo. Quizás es mejor ponerlo de manera negativa: cuando descuidas a tu esposa, te descuidas a ti mismo, yvolverá para herirte.
ii. Todos sabemos como es el descuidar algo – como un sonido o un asunto de mantenimiento en un automóvil – y vuelve para hacerte daño. Maridos, es aún más cierto en cuanto a sus esposas, porque ella es parte de ti.
f. Guardaos, pues, en vuestro espíritu: Esta frase se repite dos veces porque es muy importante. La razón por la cual los sacerdotes trataban de forma desleal a sus esposas es que ellos no guardaban su propio espíritu. Ellos permitían que sus corazones se endurecieran, crueles, y se amargaran en contra de sus mujeres las cuales supuestamente debían tener como su compañera especial dada de parte de Dios para la unidad.
i. Es importante el darse cuenta que nosotros podemos cambiar nuestros sentimientos hacia nuestro cónyuge. Si no nos sentimos amorosos o conectados o preocupados hacia ellos, esto puede cambiar si guardamos nuestroespíritu.
4. (Malaquías 2:17) La cuarta pregunta: ¿Dónde esta el Dios de justicia en este mundo injusto?
Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?
a. Cualquiera que hace mal agrada a Jehová: El pueblo de Dios en los días de Malaquías estaba deprimido y desalentado porque parecía que los inicuos prosperaban y tenían mejores momentos que los piadosos. Esto los llenaba con dudas e incredulidad, y se quejaban de que cualquiera que hace mal agrada a Jehová.
b. ¿Dónde está el Dios de justicia? Cuando se comparaban a ellos mismos con otros, ellos pensaban que era injusto de parte de Dios el bendecir a otros y no a ellos. Sin embargo, su pregunta mostraba que ellos no entendían que les daría el Dios de justicia.
c. Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras: Este tipo de palabras ignorantes e incrédulas de parte del pueblo de Dios cansaban a Dios. Nos muestra cuanto SU pueblo se resiste a Su verdad y Su obra.
i. “Dios se ofende cuando las personas le acusan de ser injusto.” (Boice)
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