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A. El amor de Dios para un Israel rebelde.
1. (Malaquías 1:1-2a) Dios declara Su amor por Israel a través del profeta Malaquías.
Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías. Yo os he amado, dice Jehová;
a. Contra Israel, por medio de Malaquías: Malaquías habló con los exiliados unos 100 años después de su retorno inicial, después de los días de Zacarías y Hageo. Malaquías ministró ya sea durante el tiempo de Nehemías o inmediatamente después de que su libro cerrara.
i. Sabemos esto porque en los días de Malaquías el tempo fue reconstruido (Malaquías 1:13, 3:1, 3:10).
ii. Sabemos esto porque los Judíos estaban bajo un gobernante civil (el gobernador de Malaquías 1:8), y Nehemías fue el último gobernante civil sobre Jerusalén.
iii. Sabemos esto porque los pecados que Malaquías reprendió son los mismos que Nehemías reprendió.
· El sacerdocio estaba profanado (Nehemías 13:29, Malaquías 1:6-2:9)
· El matrimonio estaba corrompido en Israel (Nehemías 13:23-25, Malaquías 2:14-15)
· Los diezmos que deberían de ir hacia los Levitas no les era dado (Nehemías 13:10-11, Malaquías 3:8-12)
·
iv. Para ahora, el templo estaba reconstruido, los sacrificios y las fiestas habían sido resumidas, pero las promesas dramáticas de los profetas como Hageo y Zacarías aun están lejos de cumplirse. Esto dejó a la nación languidecerse en la decepción de esperanzas sin cumplirse, y les ha aletargado hacia un bajo concepto de Dios. Israel necesita una seguridad del amor de Dios, y un reto hacia su desobediencia.
b. Yo os he amado, dice Jehová: Malaquías tendrá mucha corrección específica para Israel, pero antes de que Dios les corrija él les asegura Su amor. Esto coloca el fundamento para su obediencia, porque si ellos le aman, ellos guardarán Sus mandamientos (Juan 14:15).
i. Morgan traduce esto como “Yo los he amado, Yo los amo, Yo los amaré,” dice el Señor.
2. (Malaquías 1:2-5) Su primera pregunta: ¿Cómo ha demostrado Dios Su amor por Israel?
y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto. Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado; así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre. Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido más allá de los límites de Israel.
a. ¿En qué nos amaste? Este es el tipo de pregunta que rara vez se dice, pero a menudo se tiene en el corazón. Pregunta, “Dios, si en verdad me amas, ¿porqué las cosas están de la manera que están?”
i. La profecía de Malaquías se construye alrededor de siete preguntas que el pueblo le hizo a Dios. Estas preguntas revelan sus corazones incrédulos, desanimados, pecaminosos.
· ¿En qué nos amaste? (Malaquías 1:2)
· ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? (Malaquías 1:6)
· ¿En qué te hemos deshonrado? (Malaquías 1:7)
· ¿En qué le hemos cansado? (Malaquías 2:17)
· ¿En qué hemos de volvernos? (Malaquías 3:7)
· ¿En qué te hemos robado? (Malaquías 3:8)
· ¿Qué hemos hablado contra ti? (Malaquías 3:13)
b. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí: Dios pide a Israel que halle seguridad en Su elección. él quiere que ellos entiendan que son elegidos y que aún permanecen como Sus elegidos, Su pueblo favorecido. Cuando el pueblo de Israel se comparaba con sus vecinos de Edom (los descendientes de Esaú), ellos vieron que Dios eligió el preservar a Israel y el castigar a los Edomitas.
i. Abdías prometió juicio en contra de la tierra y el pueblo de Edom. Aparentemente en el tiempo de Malaquías ya había sucedido, y la elección de Dios por Israel aseguraba Su amor por ellos.
ii. El entender nuestra elección puede traer una maravillosa seguridad del amor de Dios. Esto significa que Dios nos eligió antes de que existiéramos, y que las razones de Sus elecciones y amor por nosotros están basadas en él, no en nosotros. El saber que Dios nos eligió nos da un sentido de audacia y confianza en nuestro caminar con él.
iii. El entender nuestra elección nos da seguridad de amor, pero ya que tenemos la obra terminada de Jesús, tenemos una nueva demostración de amor: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8).
c. Amé a Jacob, y a Esaú aborrecí: La elección de Jacob sobre Esaú es un fuerte y clásico ejemplo de la elección de Dios. Dios eligió a Jacob en lugar de Esaú para llevar la bendición prometida a su abuelo Abraham. De alguna manera, Esaú era el candidato más probable porque aunque Esaú y Jacob eran gemelos, Esaú nació primero. Sin embargo, Jacob fue elegido, y elegido antes de que él y Esaú hubieran nacido (Génesis 25:23).
d. Amé a Jacob, y a Esaú aborrecí: ¿Cómo podía Dios odiar a Esaú? él no odiaba a Esaú en el sentido de maldecirle o dar un golpe en su contra. En efecto, Esaú era un hombre bendecido (Génesis 33:9, 36:1-43). Pero cuando Dios eligió a Jacob, él dejó a Esaú sin ser elegido en cuanto a recibir la bendición dada a Abraham.
i. En su comentario de Romanos (donde Pablo cita este pasaje de Malaquías en Romanos 9:13) Leon Morris cita ejemplos donde el odio claramente parece significar algo como “amado menos” (Génesis 29:31-33, Deuteronomio 21:15, Mateo 6:24, Lucas 14:26, Juan 12:25). Pero él esta de acuerdo con la idea de Calvino, que el verdadero pensamiento aquí es mucho más como “aceptado” y “rechazado” más de lo que es nuestro entendimiento de los términos de “amado” y “odiado.”
ii. Recuerda la razón del porque aquí es traída una elección: no para excluir, sino para consolar y asegurar. “Una mujer le dijo una vez al Sr. Spurgeon, ‘No puedo entender porque Dios pudo decir que él odiaba a Esaú.’ ‘Eso,’ Spurgeon respondió, ‘no es mi dificultad señora. Mi problema es el entender cómo Dios pudo haber amado a Jacob.’ ” (William Newell en su comentario sobre Romanos)
iii. Malaquías no esta enseñando doble predestinación. “Malaquías no esta hablando de la predestinación del otro hermano y la reprobación del otro; él esta contrastando las historias de los dos pueblos representados por ellos…Ambas naciones pecaron; ambas son castigadas; pero Israel, por la misericordia dada libremente de parte de Dios, fue perdonada y restaurada, mientras que Edom fue dejada en la miseria, la cual trajo para si misma con su propia iniquidad.” (Pulpit)
e. Nuestro más grande error al considerar la elección de Dios es el pensar que Dios elige por razones arbitrarias, como si él escogiera de una manera “de tin marín de don pingüe”. Podríamos no entender las razones de Dios para elegir, y pueden ser razones que únicamente él solo sabe y responde, pero las razones de Dios no son caprichosas. Hacen perfecto sentido el saber todo lo que Dios sabe y el ver todo lo que Dios ve.
i. Algunos consideran las elecciones de Dios como condicionales, en el sentido de que esta basado sobre un conocimiento anterior. Otros consideran las elecciones de Dios como incondicional, basado en la elección soberana de Dios. Aquí, parece que la elección de Jacob fue incondicional. A pesar de que Dios sabía en que tipo de hombres Jacob y Esaú se convertirían, Su elección no estaba basado en eso.
ii. Uno podría decir, “Yo no creo en Jesús; por lo tanto, puede que yo no sea elegido.” Eso esta bien, pero esa persona no puede culpar para nada a Dios por no ser elegidos si ellos se rehusan a elegirle a él.
f. Convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto: La idea de la preferencia de Dios hacia Jacob sobre Esaú también se extendió hacia sus descendientes. La nación descendió de Jacob (Israel) y fue conquistada por el Imperio Babilonio, y también estaba la nación que descendió de Esaú (Edom). Pero Dios restauró a Israel del exilió y hasta ese punto Edom no había sido restaurado. Dios eligió el mostrar más favor a Jacob y sus descendientes.
g. Ellos edificarán, y yo destruiré: Dios promete que Edom estará permanentemente arruinado, y que su estatus como “no elegido” no cambiaría. Como un reflejo del firme compromiso de Dios hacia Israel, este es un consuelo para el pueblo de Dios – una vez que él eligió a Israel, ellos se mantuvieron elegidos, y Dios no los olvidaría y elegiría a otros.
B. Sacrificios que deshonran a Dios son expuestos y condenados.
1. (Malaquías 1:6-8) Su segunda y tercer pregunta: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? ¿En qué te hemos deshonrado?
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
a. ¿Dónde está mi honra? A través de Malaquías, Dios le pregunta a los sacerdotes de Israel porque han mostrado tan poco respeto y honor hacia él en sus sacrificios. Ellos llaman a Dios Padre, le llaman Señor, pero aún así no le dan honor a él, ni le dan reverencia con sus sacrificios.
b. Oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre: The Los sacerdotes de Israel presidían sobre los sacrificios, y era su deber el sostener el honor y la dignidad de los sacrificios. Pero aún ofrecían pan inmundo hacia Dios, y ofrecían animales que estaban ciegos, cojos, o enfermos.
i. Pasajes tales como Levíticos 22:20-23 y Deuteronomio 15:21 claramente prohibían el ofrecer sacrificios con defectos.
c. ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? Los sacerdotes ni siquiera se habían dado cuenta que habían menospreciado a Dios con sus acciones. Esto significa que fue a través de grados; quizás ellos no sabían la extensión de sus ofensas, simplemente llevando a cabo “los negocios normales.”
i. En el ministerio, es más fácil que muchas personas piensen el continuar ciegamente en pecado o en una indiferencia mecánica. Dios quería que los sacerdotes de Israel pensaran en cuanto a su servicio hacia él, y él quiere que los ministros de hoy piensen de la misma manera, cuidadosamente.
ii. Richard Baxter, un gran escritor Puritano, cuidadosamente considero el caminar de un ministro. “Pero considere llanamente que el gran y lamentable pecado de los ministros del Evangelio es que ellos no están totalmente consagrados hacia Dios. Ellos no se dan completamente hacia la bendita obra que se han propuesto a hacer. ¿No es verdad que el ser indulgente con la carne y buscar los propios intereses – distinto de aquello de Cristo – hacen que descuidemos nuestro deber y nos conduzca a andar infielmente en la gran confianza que Dios ha depositado en nosotros? ¿No es verdad que servimos a Dios de una manera tacaña? ¿Acaso no lo hacemos de la manera más aplaudida? ¿No nos alejamos de aquello que nos cuesta más sufrimiento? ¿No muestra esto que buscamos las cosas terrenales en lugar de las celestiales? ¿Y que pensamos en las cosas que están abajo? ¿Mientras predicamos por las realidades que están arriba, no idolatramos al mundo? Entonces que queda por ser dicho, hermanos, sino el clamar de que todos somos culpables de muchos de los pecados ya mencionados. ¿No necesitamos humillarnos a nosotros mismos en lamento por nuestros fracasos delante del Señor?” (Richard Baxter, El Pastor Reformado)
d. En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo: El altar era el lugar de sacrificio, y le pertenecía a Dios. Pero los sacerdotes en los días de Malaquías profanaron a Dios y Su altar al ofrecer pan inmundo hacia él. Los ministros de hoy nunca deben de presentar poan inmundo hacia Dios en su ministerio.
i. Pastor, su sermón esta lleno de bromas chistosas, anécdotas inteligentes, e historias emocionales, pero falta la palabra de Dios. Arrojan pocas Escrituras aquí y allá para ilustrar o respaldar sus historias, pero su sermón se trata en realidad de ustedes. No se trata de Jesús, no se trata acerca de Su Palabra, estás colocando pan inmundo en el altar de Dios.
ii. Pastor, su sermón es poco sólido – no realizan su trabajo en el estudio, y disparan desde la cadera. Aún peor, no trabajan en la oración y meditación sobre la palabra de Dios ni buscan Su mensaje para el pueblo. No retienen el patrón de la sana doctrina. No reparten bien la palabra de verdad. Pastor, estás colocando pan inmundo en el altar de Dios.
iii. Pastor, su sermón es frío – Dios prohiba que muestra alguna preocupación o pasión en el púlpito. Su pasión esta reservada para otras cosas – como el fútbol o el golf. Puede usted pontificar o argumentar con los mejores de ellos, pero sus mensajes no tienen una pasión profunda por Dios o su pueblo. Ajusta el reloj y marca la hora, pero su corazón por Jesús esta frío. Pastor, estás colocando pan inmundo en el altar de Dios.
e. La mesa de Jehová es despreciable: Los sacerdotes no estaban agradecidos por su ministerio, pues ellos trabajaban delante del Señor. Ellos se quejaban de lo que el pueblo daba y de los problemas de ser un sacerdote.
f. Preséntalo, pues, a tu príncipe: Los sacerdotes y el pueblo intentaban dar a Dios las cosas que el gobierno no quería aceptar como tributo. El Rey David tenía un corazón completamente diferente, al decir, no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada (2 Samuel 24:24).
2. (Malaquías 1:9-11) Dios será glorificado, ¿pero será por Su pueblo actual?
Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos. ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda. Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
a. Orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros: Esta frase esta llena de ironía. La paráfrasis de Moffatt da el siguiente sentido: ¿Trata de apaciguar a Dios y ganar su favor? ¿Cómo puede favorecer él a cualquiera de ustedes, dice Jehová de los ejércitos, cuándo le han ofrecido tales sacrificios?
b. ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas? Dios pensaba que era mejor el cerrarlas puertas en lugar de continuar con una adoración inútil. No todo lo que es ofrecido a Dios como adoración es aceptado por Dios como adoración. Algunas veces él preferiría que simplemente se detuviera, y dijera, “Yo no tengo complacencia en vosotros.”
i. Estamos preocupados con el crecimiento de la iglesia, evangelismo, y plantar iglesias. Pero en algunos casos lo mejor que podemos hacer por la causa del Señor es el cerrarlas puerta en muchas iglesias.
ii. “Tengo más temor de la profanación del santuario que la profanación de las calles.” (Morgan)
c. Porque grande es mi nombre entre las naciones: Pero Dios no estará sin ser adorado. Si los sacerdotes y el pueblo entre los Judíos no le adoran a él en Espíritu y en verdad, Dios encontrará adoradores entre las naciones.
d. En todo lugar se ofrece a mi nombre incienso: Esta es una gloriosa promesa de que la verdadera adoración hacia Dios se extenderá por toda la tierra. El mandamiento de Jesús de llevar el Evangelio e ir a toda nación, es parte de la manera de Dios de cumplir esta promesa.
i. “Es, por lo tanto, inconcebible que un profeta pueda sugerir que las naciones de sus propios días estuvieran adorando al Señor bajo otro nombre (Isaías 42:8). Más bien es él proclamando que las naciones llegarán al conocimiento de Dios, revelado en las Escrituras.” (Baldwin)
3. (Malaquías 1:12-14) Dios promete el maldecir a una adoración hueca, egoísta y falsa.
Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable. Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.
a. Despreciable…¡Oh, qué fastidio es esto! Su adoración hueca y no sincera también era insatisfactorio para los adoradores. Porque ellos no se encontraban con Dios en su adoración, y era tan hueco para ellos como lo era para Dios. La verdadera adoración jamás es despreciable o un fastidio.
b. Maldito el que engaña: Al traerle a Dios menos de lo mejor que tienen, ellos eran engañadores, como Ananías y Safira, quienes pretendían rendir todo a Dios, pero en realidad no lo hicieron.
c. Yo soy Gran Rey: Ellos simplemente no trataban a Dios como un gran Rey, uno que debía de ser temido y honrado. Cuando ofrecemos una adoración superficial e insincera a Dios, no le honramos como un Gran Rey.
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