Cuando oyó esto Jabín rey de Hazor, envió mensaje a Jobab rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf, y a los reyes que estaban en la región del norte en las montañas, y en el Arabá al sur de Cineret, en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente; y al cananeo que estaba al oriente y al occidente, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al jebuseo en las montañas, y al heveo al pie de Hermón en tierra de Mizpa.
Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra. Todos estos reyes se unieron, y vinieron y acamparon unidos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.
a. Cuando oyó esto Jabín rey de Hazor: Después de escuchar de la conquista total de Israel sobre el Sur, los reyes del Norte se juntaron para derrotar a Israel. El enorme ejército junto refleja una actitud de que creían que debían detener a Israel ahora o nunca.
i. Todo esto es motivado por lo que los reyes del Norte oyeron acerca del éxito de Israel y su victoria; caminar en victoria significa que nos convertimos en blancos – cuando revivimos, también lo hace el diablo.
b. Dos cosas indican que Israel ahora está enfrentando desafíos que nunca antes habían enfrentado. Primero, el tamaño del ejército: mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud. Segundo, la superioridad tecnológica de los cananeos: con muchísimos caballos y carros de guerra.
i. Los retadores traídos a Israel parecen incrementar con cada paso, de Jericó, a Hai, a la batalla con los reyes del Sur, ahora a esta batalla.
ii. Seguido encontramos que los retos que nos enfrentan en nuestra vida cristiana incrementan a cada paso. Dios usa cada victoria previa como un trampolín para lo que enfrentamos en el futuro.
Mas Jehová dijo a Josué: “No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego.”
a. Mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel: Esta ataque era nuevo, y más severo que los desafíos previos. Josué necesitaba una confirmación fresca de la promesa de Dios para su vida, y el Señor fue fiel para traerla.
b. No tengas temor de ellos: Esto significa que el temor era un problema para Josué y para el pueblo de Israel. Dios tiene una razón para todo lo que hace, y Él no les habría dicho no teman a menos que hubiera una razón para animarlos.
Y Josué, y toda la gente de guerra con él, vino de repente contra ellos junto a las aguas de Merom. Y los entregó Jehová en manos de Israel, y los hirieron y los siguieron hasta Sidón la grande y hasta Misrefotmaim, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno. Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó a fuego.
a. Y Josué, y toda la gente de guerra con él, vino de repente contra ellos: Josué peleó con valentíay estrategia, él los sorprendió con una emboscada sorpresa.
b. Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: Josué peleó con obediencia, haciendo exactamente lo que el Señor les dijo que hicieran, incluso destruir las “armas” cananeas (los caballos y los carros de guerra) en lugar de tomarlos para su propio ejército.
i. Aquí hay una lección en el tema de “tomar las armas del diablo.” Muchos cristianos no dudan en usar “los caballos y los carros de guerra” de su enemigo espiritual. Tal vez deberían creer que Dios puede quererlos para pelear la batalla a un nivel diferente – un nivel de completa confianza en Él.
c. Josué peleó con pasión y compromiso; no dejó hasta que terminó todo lo que pudo (hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno).
Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor, y mató a espada a su rey; pues Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos. Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase; y a Hazor pusieron fuego. Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado. Pero a todas las ciudades que estaban sobre colinas, no las quemó Israel; únicamente a Hazor quemó Josué. Y los hijos de Israel tomaron para sí todo el botín y las bestias de aquellas ciudades; mas a todos los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida. De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.
a. Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase: La integridad impactante de la destrucción (especialmente en términos humanos) nos muestra la integridad del juicio de Dios, la obediencia de Israel, y la depravación de los cananeos.
Tomó, pues, Josué toda aquella tierra, las montañas, todo el Neguev, toda la tierra de Gosén, los llanos, el Arabá, las montañas de Israel y sus valles. Desde el monte Halac, que sube hacia Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, a la falda del monte Hermón; tomó asimismo a todos sus reyes, y los hirió y mató. Por mucho tiempo tuvo guerra Josué con estos reyes. No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, salvo los heveos que moraban en Gabaón; todo lo tomaron en guerra. Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, sino que fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés.
a. Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos: Se nos dice que en parte, este juicio sobre los cananeos fue cumplido cuando Diosendurecía el corazón de ellos contra Israel. El endurecimiento de los corazones de los hombres es cuando Dios rinde al hombre al pecado que está en su corazón (Romanos 1:24-28).
b. No necesitamos pensar que Dios repartió algún juicio particular sobre los cananeos. Él trató con sus corazones en la misma manera en que trata con los corazones de los hombres, pero la gracia de Dios endurece o ablanda el corazón.
También en aquel tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de los montes de Hebrón, de Debir, de Anab, de todos los montes de Judá y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades. Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod.
a. También en aquel tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de los montes: Esto era un temor de los anaceos – esta tribu excepcionalmente grande y de gente fuerte – que atemorizó mucho a Israel para entrar a la tierra hace algunos cuarenta años (Números 13:27-33).
b. Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel: Aquí, los enemigos de hace 40 años caen. No eran rivales para un ejército que estaba bendito y dirigido por Dios.
i. Cabe destacar que Israel se enfrentó a los anaceos al último, solo después de que Dios los había entrenado en batalla, y en trabajar con Él a través de meses de conquista.
ii. Cuando Israel se rehusó a entrar a Canaán por temor a los hijos de Anac, ellos no se dieron cuenta que Dios iba a manejar sus asuntos para que pudieran enfrentar a su desafío más difícil al último. Dios sabe cómo manejar las batallas de tu vida
iii. Y nosotros debemos permitir que Dios maneje esas batallas. Con mucha frecuencia estamos convencidos de que debemos salir y pelear a los anaceos primero, cuando Dios nos quiere que los enfrentemos al último.
c. Solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod: Los anaceos permanecieron solo en las ciudades costeras ocupadas por los filisteos. El gigante Goliat viene de la ciudad de Gat algunos quinientos años después (1 Samuel 17:4).
Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia conforme a su distribución según sus tribus; y la tierra descansó de la guerra.
a. Tomó, pues, Josué toda la tierra: Esto nos lleva a otra sección del libro de Josué. El poder de los reyes cananeos dentro de la tierra ha sido destruido, y en este sentido, Josué tomó toda la tierra. Aunque, no todo pueblo pequeño o villa ha sido conquistado y ocupado. Eso quedo para que cada tribu individualmente lo hiciera en la tierra que le fue repartida.
b. El fin de esta fase de conquista fue una invitación más grandea la cooperación de las tribus con Dios.
i. “Mucho territorio aún había sido poseído, pero se dejó a cada tribu que poseyera lo que posiblemente había recibido a través de la conquista de todo el pueblo en la que había participado. Cada tribu debía aplicar individualmente las lecciones que había aprendido en la guerra unida si quería poseer su herencia. Que las tribus fallaron al hacerlo no era un reflejo del poder de Dios, sino del hecho de no tomar para sí lo que Josué había dado y repartido a cada uno de ellos.” (Redpath)
c. En este mismo sentido, Jesús ya ha derrotado al enemigo y conquistado la tierra, pero Él también nos llama a la batalla para ganar lo que es nuestro.
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