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David Guzik :: Josué 10 – Los reyes del Sur Conquistados

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Josué 10 – Los reyes del Sur Conquistados

A. Una victoria milagrosa para Israel.

1. (Josué 10:1-5) Los reyes del Sur de Canaán se preparan para un ataque en Gabaón.


Cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado (como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey), y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos, tuvo gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes. Por lo cual Adonisedec rey de Jerusalén envió a Hoham rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón, diciendo: “Subid a mí y ayudadme, y combatamos a Gabaón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.” Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon cerca de Gabaón, y pelearon contra ella.

a. Cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado: El líder de este grupo, el rey de Jerusalén, es una figura interesante. Su hombre, Adonisedec significa Señor de Justicia, aunque lo vemos como lo opuesto del Señor de Justicia. En todo caso, representa al Anti-Cristo, en contraste con la representación de Josué de Jesucristo.

i. Si Adonisedec (el falso Señor de Justicia) representa al Anticristo, nosotros estamos aun más interesados en que guía a muchas naciones en contra de Josué y los hijos de Israel.

b. Tuvo gran temor: Los enemigos de Israel tuvieron gran temor, pero al igual que nuestros enemigos espirituales, ellos no ejecutan retirada cuando están asustados, sino que lanzan ataques que son aun más valerosos, como un animal salvaje pelearía cuando se siente atacado.

i. Aunque están asustados, ellos siguen siendo inteligentes. Asustados de atacar a Israel directamente, ellos atacan a sus vasallos los Gabaonitas.

c. Porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes: Se nos recuerda que los gabaonitas no se sometieron a Israel desde una posición de debilidad; en efecto todos sus hombres eran fuertes. Sin embargo, fue por causa de su amor y el honor del Dios de Israel, que se presentarán al servicio perpetuo en su tabernáculo.

2. (Josué 10:6) La petición de ayuda desde Gabaón.


Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: “No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros.”

a. No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos: Los gabaonitas correctamente buscaron al pueblo de Israel como sus ayudantes y protectores. Ellos no eran muy orgullosos para pedir ayuda.

B. La derrota de los reyes del norte de Canaán.

1. (Josué 10:7) Josué y el pueblo de Israel son fieles a su voto a los gabaonitas.


Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.

a. Vimos que en Josué 9, Josué, los lideres de Israel, y todo el pueblo de Israel sabían que hicieron un mal voto a los gabaonitas, aunque no se retractaron de ese voto.

b. Pero aquí, vemos a Josué y los líderes de Israel yendo un paso más allá. Permitirle a los reyes cananeos acabar con los gabaonitas habría sido una manera conveniente de romper su voto que no debieron hacer, pero no lo harán.

c. Deberíamos tener el mismo sentido de honor. A pesar de que Josué solo estaba obligado a no matar a los gabaonitas el mismo (Josué 9:15), él continua cumpliendo con el espíritu del voto que hizo a los gabaonitas.

2. (Josué 10:8) El mandamiento de Dios y su promesa a Josué.


Y Jehová dijo a Josué: “No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti.”

a. No tengas temor de ellos: Esto es un mandato. Aunque Josué tiene una razón parar temer porque Israel enfrenta una confederación de cinco reyes, Dios ordena a Josué que no tema a sus enemigos.

i. Podemos paralizar nuestra habilidad para pelear las batallas de Dios por temor. Aunque podemos enfrentar enemigos fuertes, se nos ordena no temer.

b. Yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti: El mandato viene junto con una promesa. Podemos obedecer el mandato de Dios de no temer, porque tenemos Su promesa de victoria.

i. Por lo tanto debemos ver al temor por lo que es – incredulidad. Es una falta de voluntad para creer lo que Dios ha prometido.

3. (Josué 10:9) La respuesta de Josué en fe.


Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal.

a. Y Josué vino a ellos de repente: Teniendo la seguridad de la promesa de Dios (Josué 10:8), Josué no se sentó a mirar pasivamente la obra de Dios sin su participación. El puso un gran esfuerzo para participar en la obra y voluntad de Dios.

b. Habiendo subido toda la noche desde Gilgal: Esto tomó trabajo duro e iniciativa de parte de Josué. La marcha de Gilgal a Gabaón involucra una subida de 1000 metros, y la distancia era cerca de 32 kilómetros, tomando entre ocho y diez horas de marcha rápida, todo por la noche.

i. Dios hace Su obra, pero nos pone a trabajar con Él. A menudo Dios espera ver nuestra iniciativa, nuestra disposición de trabajar en equipo con Él, antes que Él haga lo que solo Él puede hacer.

ii. Esta no es la idea de “Dios ayuda a los que se ayudan.” La idea es “Dios quiere tomar a Su pueblo en compañerismo con Él a buscar que Su obra se haga.”

4. (Josué 10:10-15) Dios pelea milagrosamente en nombre de Israel.


Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada. Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: “Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón.” Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel. Y Josué, y todo Israel con él, volvió al campamento en Gilgal.

a. Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel: La obra de Dios, y el compañerismo del trabajo de Josué con el Señor, completaron algo grande. Los enemigos de Dios fueron consternados.

b. Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras: Las piedras que mataron a los ejércitos de los cananeos retirándose fueron obviamente milagrosas. El granizo en si pudo haber sido un fenómeno de la naturaleza, pero su puntería y tiempo obviamente mostraron la mano de Dios.

i. “Los cananeos, quienes adoraron deidades de la naturaleza, debieron haber pensado que sus propios dioses estuvieron ayudando a los israelitas.” (Madvig)

c. Nos damos cuenta que Josué no espero por ahí que el granizo llegara. El estaba ocupado haciendo lo que podía hacer en alianza con Dios, y Dios hizo lo que solo Dios podía hacer.

d. “Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón.” Y el sol se detuvo: Viendo la milagrosa mano de Dios en acción le dio a Josué la valentía para pedir milagros aun más estupendos – para mantener el día corriendo, y detener la puesta de sol, para que Israel tuviera tiempo para cumplir una victoria completa antes que la oscuridad cayera.

i. El sol y la luna siempre se habían mantenido como testigos mudos del pecado, la maldad y la religión demoníaca de estos cananeos. ¿Por qué no deberían permitirle a Josué completar esta victoria sobre los cananeos?

e. Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él: ¿Cuánto se extendió la longitud de este día? Pudo haber sido alentar la rotación de la Tierra; pudo haber sido una inclinación del eje de la Tierra; podría haber sido un milagro de reflexión de luz; podría haber sido simplemente la presencia de Dios manifestada en luz.

i. Lo que sea que signifique, el resultado fue claro. El sol pareció quedarse quieto en el cielo, e Israel pudo completar la victoria.

ii. Algunos critican este acontecimiento, diciendo que obviamente, Algunos critican este relato, diciendo que, obviamente, ya que el sol se quedó quieto y la tierra gira alrededor del sol, que Josué está incorrecto cuando dice que el sol se paró. Este tipo de crítica no cuenta para nuestra forma normal de hablar. Nosotros usamos los términos salida del sol y puesta del solsin pensarlo dos veces. Además, la astronomía más moderna nos dice que el sol está en movimiento, ¡quizás el sol literalmente se detuvo!

f. Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos: Josué no pidió a Dios que peleara por él, a pesar de que Dios hizo algo de eso. Josué simplemente pidió que Dios milagrosamente le diera la oportunidad de pelear para Él.

i. Cuando trabajamos en compañerismo con Dios, siempre en contacto con nuestro lugar como Gilgal – el lugar donde Israel fue conquistado por Dios – entonces veremos a Dios hacer cosas asombrosas; podremos decir “Y no hubo día como aquel.”

5. (Josué 10:16-27) La culminación de la batalla y la ejecución de los reyes cananeos.


Y los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda. Y fue dado aviso a Josué “que los cinco reyes habían sido hallados escondidos en una cueva en Maceda.” Entonces Josué dijo: “Rodad grandes piedras a la entrada de la cueva, y poned hombres junto a ella para que los guarden; y vosotros no os detengáis, sino seguid a vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.” Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de herirlos con gran mortandad hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fortificadas. Todo el pueblo volvió sano y salvo a Josué, al campamento en Maceda; no hubo quien moviese su lengua contra ninguno de los hijos de Israel. Entonces dijo Josué: “Abrid la entrada de la cueva, y sacad de ella a esos cinco reyes.” Y lo hicieron así, y sacaron de la cueva a aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis y al rey de Eglón. Y cuando los hubieron llevado a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: “Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes.” Y ellos se acercaron y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos. Y Josué les dijo: “No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.” Y después de esto Josué los hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco maderos; y quedaron colgados en los maderos hasta caer la noche. Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se habían escondido; y pusieron grandes piedras a la entrada de la cueva, las cuales permanecen hasta hoy.

a. Rodad grandes piedras a la entrada de la cueva, y poned hombres junto a ella para que los guarden; y vosotros no os detengáis, sino seguid a vuestros enemigos, y heridles la retaguardia: Josué no permitirá nada – ni siquiera la captura personal de los reyes – que lo detenga de completar la victoria de Israel. Los reyes podían ser aprisionados y tratar con ellos después.

i. Tenemos otra impactante similitud con el libro de Apocalipsis. No solamente un falso “Dios de Justica” (Adonisedec) guía a un grupo de naciones contra Josué, quien ha venido a poseer la tierra; pero también, en medio de la derrota, los reyes se esconden en cuevas en temor de la conquista de Josué (Apocalipsis 6:15-16).

b. El pueblo de Canaán sabe, sin lugar a dudas, que Dios está con Josué y con la nación de Israel. Su respeto es tan grande que no hubo quien moviese su lengua contra ninguno de los hijos de Israel.

i. Tal como Israel, la iglesia debería ser temida en el sentido de que debería ser un lugar donde la gente sabe que Dios los conquistará. Deberían tener la idea de “Bueno, si continuo viniendo aquí, Dios me va a conquistar. Tendré que rendirle mi vida a Él.” Demasiadas iglesias hoy en día presentan un Dios “inofensivo” que no demanda rendición de Su pueblo.

c. Después de esto Josué los hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco maderos: Los reyes cananeos fueron ejecutados. Josué quiere poner en claro que no hay espacio en lo absoluto para esos reyes cananeos. Después de este patrón, no podemos permitir lugar para nuestros enemigos espirituales en nuestras vidas. Todo el terreno le pertenece a Jesús, y debe ser tomado por Él.

i. La idea de compañerismo con Dios en búsqueda de victoria es repetida en Josué 10:25. Dios promete victoria sobre vuestros enemigos contra los cuales peleáis.

D. Conquista del Sur completada.

1. (Josué 10:28) La caída de la ciudad cananea de Maceda.


En aquel mismo día tomó Josué a Maceda, y la hirió a filo de espada, y mató a su rey; por completo los destruyó, con todo lo que en ella tenía vida, sin dejar nada; e hizo al rey de Maceda como había hecho al rey de Jericó.

2. (Josué 10:29-30) La caída de la ciudad cananea de Libna.


Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna; y Jehová la entregó también a ella y a su rey en manos de Israel; y la hirió a filo de espada, con todo lo que en ella tenía vida, sin dejar nada; e hizo a su rey de la manera como había hecho al rey de Jericó.

3. (Josué 10:31-33) La caída de la ciudad cananea de Laquis.


Y Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, y acampó cerca de ella, y la combatió; y Jehová entregó a Laquis en mano de Israel, y la tomó al día siguiente, y la hirió a filo de espada, con todo lo que en ella tenía vida, así como había hecho en Libna. Entonces Horam rey de Gezer subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo destruyó Josué, hasta no dejar a ninguno de ellos.

4. (Josué 10:34-35) La caída de la ciudad cananea de Eglón.


De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y acamparon cerca de ella, y la combatieron; y la tomaron el mismo día, y la hirieron a filo de espada; y aquel día mató a todo lo que en ella tenía vida, como había hecho en Laquis.

5. (Josué 10:36-37) La caída de la ciudad cananea de Hebrón.


Subió luego Josué, y todo Israel con él, de Eglón a Hebrón, y la combatieron. Y tomándola, la hirieron a filo de espada, a su rey y a todas sus ciudades, con todo lo que en ella tenía vida, sin dejar nada; como había hecho a Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella tenía vida.

6. (Josué 10:38-39) La caída de la ciudad cananea de Debir.


Después volvió Josué, y todo Israel con él, sobre Debir, y combatió contra ella; y la tomó, y a su rey, y a todas sus ciudades; y las hirieron a filo de espada, y destruyeron todo lo que allí dentro tenía vida, sin dejar nada; como había hecho a Hebrón, y como había hecho a Libna y a su rey, así hizo a Debir y a su rey.

7. (Josué 10:40-43) Resumen de la conquista de los reinos cananeos del Sur.


Hirió, pues, Josué toda la región de las montañas, del Neguev, de los llanos y de las laderas, y a todos sus reyes, sin dejar nada; todo lo que tenía vida lo mató, como Jehová Dios de Israel se lo había mandado. Y los hirió Josué desde Cades-barnea hasta Gaza, y toda la tierra de Gosén hasta Gabaón. Todos estos reyes y sus tierras los tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel. Y volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento en Gilgal.

a. Hirió, pues, Josué toda la región de las montañas: En el lapso de semanas (quizás meses) estas seis ciudades son derrotadas, sin ninguna pérdida de Israel. Cada batalla es una prueba. Ninguna de ellas fue fácil, pero bajo el liderazgo de Josué, fueron todas victoriosas.

i. El deseo de Dios es que podamos disfrutar la misma vida de victoria. Por tanto, nosotros todos... somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. (2 Corintios 3:18)

b. Todos estos reyes y sus tierras los tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel: La victoria fue ganada una a la vez. A menudo nosotros queremos hacer todo y ganar todas las batallas para Dios de una vez. Esta puede ser la estrategia de Satanás para establecer un fuerte ataque de desánimo.

i. De igual modo, Dios sabia cuales batallas pelear y cuando pelearlas. Estas no eran solamente ciudades cananeas en la región, sino que eran fuertes militares. Dios sabía lo que estaba haciendo al seleccionar batallas en particular para pelear, y cuando era necesario pelearlas.

c. Lo más importante, la clave para la victoria era que Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel. Esto también es verdad mientras peleamos contra nuestros enemigos espirituales. Podemos ganar solamente mientras vemos al Señor peleando por nosotros. Él provee la victoria y nosotros caminamos en ella.

i. Llegamos a darnos cuenta de que la victoria fue ganada en la cruz, y ahora necesitamos vivir a la luz de esa victoria. Colosenses 2:15 dice acerca de esto: y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz [la cruz]. Es en este sentido que somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:37)

ii. Decepcionarse de sí mismo es confiar en sí mismo. Eso muestra que hemos intentado pelear la batalla con nuestros recursos, y no en la victoria del Señor.

d. Y volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento en Gilgal: Las victorias de Israel siempre vinieron de Gilgal. Este era un lugar de fe total. Compromiso y comunión con Dios, y el lugar donde Israel fue conquistado por Dios.

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