Aconteció después de estas cosas, que el copero del rey de Egipto y el panadero delinquieron contra su señor el rey de Egipto. Y se enojó Faraón contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos, y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde José estaba preso. Y el capitán de la guardia encargó de ellos a José, y él les servía; y estuvieron días en la prisión.
a. El copero y el panadero del rey de Egipto: El copero era el encargado de los vinos del Faraón. El panadero estuvo a cargo de la comida del faraón. Fueron encarcela dos porque delinquieron contra su señor, el rey de Egipto. Es difícil decir si delinquieron mucho o poco. Teniendo en cuenta cómo se desarrolla la historia, es probable que haya habido un complot para asesinar al faraón (tal vez por envenenamiento).
i. Pero nunca perdemos de vista la razón principal: cualquiera que fuera la razón externa por la cual fueron a prisión, realmente estaban allí para conocer a José.
b. Y el capitán de la guardia encargó de ellos a José, y él les servía: Este tratato favorable hacia José por el capitán de la guardia indica que Potifar no creía las acusaciones hechas por su esposa en contra de José. Sabemos esto porque Potifar mismo era el capitán de la guardia (Génesis 39:1).
c. Y él les servía: Aunque José tenía una posición de mucha autoridad en la cárcel, él no la usa para hacer que otros le sirvieran. Él utilizó su elevada posición para servir a los demás.
Y ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno con su propio significado. Vino a ellos José por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes. Y él preguntó a aquellos oficiales de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes?
a. Vino a ellos José por la mañana y miró, y he aquí que estaban tristes: Esta es una ventana hacia el corazón de José. Los hombres que son consumidos por la ira y la amargura, se preocupan en sí mismos y no por los problemas personales de los demás.
b. ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes?: Sería fácil—quizás técnicamente cierto—que José pensara que por todo el mal que le había hecho, todo debia girar en torno de sus propios sentimientos y heridas. En vez de eso, se preocupo en saber por que el copero y el panadero tenían mal aspecto ese día.
i. Esta es una de las claves para vivir como Jesús: Ser una persona preocupada o dedicada en los demás. José pudo haber justificado cierto egocentrismo en su vida (“Tengo que cuidar de mí mismo en este momento”), pero no lo hizo.
Ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las interpretaciones? Contádme lo ahora.
a. Contádme lo ahora: Esto no fue un caso de discusión de sueños solo por curiosidad o en forma de adivinación. José vio que estos hombres claramente se perturbaron por sus sueños y vio a los sueños con el deseo de satisfacer sus necesidades de ellos.
b. ¿No son de Dios las interpretaciones?: José tiene experiencia con los sueños. Sus dos sueños acerca de su futura grandeza antagonizaron a su familia (Génesis 37:5-11), y se burlaban llamandole el soñador (Génesis 37:19-20).
i. José confiaba en que Dios sabía de que trataba el sueño. Era como el niño que le dijo a otro: “Mi padre y yo lo sabemos todo.” Cuando el otro niño le preguntó una pregunta difícil, el niño solamente dijo: ”Esa es una para mi papá.” José sabía que él y su Padre juntos lo sabían todo.
c. ¿No son de Dios las interpretaciones?: Ciertamente Dios puede hablara través de sueños y muchos pasajes de la Escritura lo muestran (Génesis 20:3; 28:12; 31:11; 31:24; Números 12:6; 1 Samuel 28:6; Joel2:28; Mateo 1:20; 2:13; 2:22). Sin embargo, no todos los sueños son revelaciones de Dios. Debemos tener cuidado de poner demasiada importancia en los sueños.
i. Los sueños pueden venir solo porque nuestras mentes están ocupadas: Un sueño se hacea través de mucha actividad…Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras (Eclesiastés 5:3, 7).
ii. La Biblia nos advierte de los falsos profetas que utilizan los sueños para dar importancia a su mensaje (Deuteronomio 13:1-5; Jeremías 23:25-28).
Entonces el jefe de los coperos contó su sueño a José, y le dijo: Yo soñaba que veía una vid delante de mí, y en la vid tres sarmientos; y ella como que brotaba, y arrojaba su flor, viniendo a madurar sus racimos de uvas. Y que la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón.
a. Yo soñaba que veía una vid delante de mí, y en la vid tres sarmientos: Aunque este sueño era de Dios, Dios usó figuras e imágenes que tenían sentido para el copero (una vid, uvas, y servirle el vino a Faraón).
Y le dijo José: Esta es su interpretación: los tres sarmientos son tres días. Al cabo de tres días levantará Faraón tu cabeza, y te restituirá a tu puesto, y darás la copa a Faraón en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero. Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa. Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pusiesen en la cárcel.
a. Los tres sarmientos son tres días. Al cabo de tres días levantará el Faraón tu cabeza, y te restituirá a tu puesto: Hay aspectos de este sueño que no se podrían adivinar, tales como que las tres ramas representan tres días. La interpretación de José de este sueño vino de Dios, no de su propia sabiduría.
i. José era lo suficientemente audaz para dar una interpretación y de la cual se podría comprobar la veracidad o la falsedad al cabo de tres días. En sólo tres días, todo el mundo sabrá si José estaba en lo cierto o no.
b. Acuérdate, pues, de mi cuando tengas ese bien: José pidió al copero que cuando regresara a su trabajo abogara por su liberación. Aunque José mostró carácter piadoso en la prisión egipcia, al no volverse enojado y amargado en su corazón, tampoco era un tonto. Él quería salir, y usó los medios apropiados para hacerlo.
i. José podría haber tenido ”fe fatalista”, diciendo: “Bueno, si el Señor me quiere sacar de la cárcel, lo hará, y no voy a tener que hacer nada.” Es cierto que José no va a salir de la cárcel hasta que el Señor lo quiera, pero nada de eso impide que José adopte medidas buenas y sensatas, para hacer lo que él piensa que es la voluntad de Dios. De todos modos, el copero no se acordará de José hasta que Dios quiera.
Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza. En el canastillo más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Faraón; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza. Entonces respondió José, y dijo: Esta es su interpretación: Los tres canastillos tres días son. Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.
a. Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José: El panadero fue animado porque su compañero obtuvo una buena interpretación desu sueño, pero se enteró deque su sueño no eran buenas noticias.
b. Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca: José fue igual de fiel en entregar este mensaje duro, como lo había sido en entregar el mensaje alegre. Esta es la forma de un predicador piadoso, que no deja de traer todo el consejo de Dios.
i. “¡Cuántos son los que están dispuestos a predicar el sermón del copero, pero que no están dispuestos a predicar el sermón del panadero!”
c. Y las aves comerán la carne de sobre ti: Esto es una muerte vergonzosa, pero José tuvo que haber comprendido que el destino del copero y el panadero era cada uno de acuerdo a la justicia. Cualquiera que sea el crimen, se sospecha que el mayordomo era inocente, pero el panadero era culpable.
Al tercer día, que era el día del cumpleaños de Faraón, el rey hizo banquete a todos sus sirvientes; y alzó la cabeza del jefe de los coperos, y la cabeza del jefe de los panaderos, entre sus servidores. E hizo volver a su oficio al jefe de los coperos, y dio éste la copa en mano de Faraón. Mas hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como lo había interpretado José. Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.
a. Al tercer día: Los tres días, antes de que se comprobara lo que José había dicho, debieron haber sido agonizantes para el copero y el panadero (aunque más para el panadero), sin embargo, José fue comprobado ser un verdadero mensajero de Dios.
b. El jefe de los coperos no se acordó de José: Aquí, José es perjudicado de nuevo. Pensó que la bondad del copero podría significar su salida de prisión, pero no fue así. Dios tenía otro propósito.
i. A todos los hombres que Dios usa grandemente, primero los prepara grandemente. Pocos están dispuestos aguantar la grandeza de la preparación de Dios. Dios manda nuestros pasos y nuestras paradas.
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