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David Guzik :: Apocalipsis 1 – Introducción; Una Visión de Jesús

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Apocalipsis 1 – Introducción; Una Visión de Jesús

A. La introducción y prólogo al Libro de Apocalipsis.

1. (Apocalipsis 1:1-2) El escritor del Libro de Apocalipsis.


La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

a. La revelación de Jesucristo: La antigua palabra Griega traducida a revelación es apokalupsis (apocalipsis). La palabra sencillamente significa: “una revelación, quitando el velo.” ¿Qué es lo que revela el Libro de Apocalipsis? Es la revelación de Jesucristo. Este libro es la revelación de Jesús, en el sentido que le pertenece a Él, Él es quien hace la revelación. También es la revelación de Jesús, en el sentido de que Él es el objeto revelado; Jesús es la persona revelada por el libro.

i. De la salida, se nos da la verdad más importante sobre el Libro de Apocalipsis. Este libro si nos muestra al Anticristo, si nos muestra el juicio de Dios, si nos muestra la calamidad en la tierra, si nos muestra el Misterio de Babilonia con todo detalle. Pero más que todo, es la revelación de Jesucristo para nosotros. Si atrapamos todo lo demás, pero fallamos en ver a Jesús en el libro, entonces no hemos visto el Libro de Apocalipsis.

ii. ¡Cómo necesitamos una Revelación de Jesús! “La gran falta de muchos profesores es que Cristo es para ellos un personaje sobre el papel; ciertamente más que un mito, pero aún una persona del turbio pasado, un personaje histórico que vivió hace muchos años, y que hizo muchas obras admirables, por el cual fuimos salvos, pero que lejos esta de ser una realidad viva, presente y magnífico.” (Spurgeon)

b. Que Dios le dio, para manifestar a sus siervos: Esta es una razón importante del porque Dios dio esta revelación de Jesucristo. Él la dio para manifestar a sus siervos. Dios dios esta revelación para que pudiera ser vista, no escondida. Este es un apocalipsis – una revelación, no apocrypha (algo escondido).

c. Cosas que deben suceder pronto: Esto describe cuando los eventos de este libro deben suceder – estas se presentarán pronto, y deben suceder pronto. Esto quiere decir que el Libro de Apocalipsis es un libro de profecía de predicción. Habla de cosas que sucederán en el futuro – al menos futuro del tiempo en que fue escrita.

i. No toda la profecía es de predicción. Pero este libro profético es claramente de predicción. Esto describe las cosas que deben suceder pronto. El tiempo está cerca (Apocalipsis 1:3) para el cumplimiento de estas cosas, pero el tiempo no estaba presente en el tiempo que fue escrito.

ii. Algunos podrían decir que no debemos estar preocupados con la profecía; que es un ejercicio frívolo – pero si Dios estaba lo suficientemente preocupado para hablar de ello, entonces debiéramos de estar lo suficientemente preocupados para escuchar. “Algunos nos dicen que lo que es futuro aún no debe de ser examinado sino hasta que ya haya sucedido. Yo puedo a fuerzas pensar que esto lo quisieron decir en serio.” (Seiss)

d. Deben suceder pronto: Cuándo Juan dice que estas cosas deben suceder pronto, ¿qué es lo que él quiere decir? Qué tan pronto es pronto? ¿Qué tan cerca es cerca? Pronto y cerca son términos relativos, esta es la línea de tiempo de Dios, no del hombre. Pero aún por 2000 años, la historia a estado al filo de la consumación de todas las cosas, corriendo de manera paralela con el filo, no corriendo hacia un borde distante.

i. Pronto es la antigua frase Griega en tachei, el cual significa “‘rápidamente, o de golpe, que va a suceder,’ indicando rapidez de ejecución después de que el inicio tome a lugar. La idea no es que el evento pueda ocurrir pronto, pero que cuando suceda, será repentino.” (Walvoord)

e. La declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan: Esto describe el cómo el mensaje es enviado en el Libro de Apocalipsos. Es un libro de señales: el ángel declaró este mensaje a Juan. Es un libre que se comunica en señales.

i. Porqué Dios utiliza tantas señales en el Libro de Apocalipsis? Después de todo, éstos han sido la causa principal de la dificultad del libro. ¿Esta Dios jugando un juego de “adivina el misterio”? ¿En revelación? Para nada. Las señales son necesarias porque Juan expresa cosas del cielo, las cuales Pablo dijo que él escucho con palabras indecibles (2 Corintios 12:4). Juan describe cosas que él ha visto, así que él solamente puede utilizar imágenes simbólicas para explicarlas. Para nosotros, este libro es profecía. Pero para Juan, él simplemente registró la historia que se desplegaba delante de él, mientras él la miraba. “Juan tuvo visiones del cielo; pero él las describió a su propia manera y lenguaje.” (Clarke)

ii. Las señales también son necesarias porque hay un poder tremendo en el lenguaje simbólico. Es una cosa el llamar a alguien o algo “malvado” o “malo”. Pero es aún más vivido para describir la imagen de una mujer ebria con la sangre de los santos (Apocalipsis 17:6).

iii. A pesar de que esta lleno de señales, el Libro de Apocalipsis es accesible a aquellos que tienen un entendimiento de los primeros 65 libros de la Biblia, y especialmente un entendimiento de los primeros 39 libros de la Biblia, el Antiguo Testamento. El Libro de Apocalipsis esta arraigado en el Antiguo Testamento. Contiene más de 500 alusiones al Antiguo Testamento, y 278 de los 404 versículos en Apocalipsis (eso es casi el 70%), hace algunas referencias al Antiguo Testamento.

f. Por medio de su ángel a su siervo Juan: Esto nos dice quién escribió el Libro de Apocalipsis. Fue su siervo Juan, y la mejor evidencia apunta al ser este el Apóstol Juan, el mismo escritor del Evangelio de Juan y los libros de 1, 2 y 3 de Juan.

i. Por medio de su ángel: Muchas de las señales y visiones del Libro de Apocalipsis vinieron a Juan por medio de la supervisión de un ángel (Apocalipsis 5:2; 7:2; 10:8 - 11:1; 17:7 son algunos ejemplos).

g. Que ha dado testimonio de la palabra de Dios: En este prólogo, vemos que Juan sabía que este libro era Santa Escritura, la palabra de Dios. Muy a menudo nos preguntamos si los apóstoles sabían que estaban escribiendo una Escritura Santa. Al menos, en este caso, Juan sabía.

i. Él sabía que era una Santa Escritura porque él la llama una revelación de Dios. Él sabía que venía del Padre, por medio de Jesús, y no de un simple humano.

ii. Él sabía que era una Santa Escritura porque él la llama palabra de Dios, como un profeta del Antiguo Testamento lo diría. Él también lo llama el testimonio de Jesucristo.

2. (Apocalipsis 1:3) Una bendición para el lector y el que “guarda” este libro.


Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

a. Bienaventurado el que lee …y guarda las cosas en ella escritas: El Libro de Apocalipsis ofrece una particular y única bendición a aquel que lee y guarda el mensaje de este libro. Esta es la primera de siete beatitudes de Apocalipsis (Apocalipsis 1:3; 14:13; 16:15; 19:9; 20:6; 22:7; 22:14).

i. Debido a que ellos descuidan el libro de Apocalipsis, muchas personas pierden la bendición. Por ejemplo, la Iglesia Anglicana omite virtualmente Apocalipsis en su itinerario regular de lecturas para ambos, la adoración pública y las devociones privadas. Esta es una actitud típico hacia el Libro de Apocalipsis. Muchas personas creen que solamente los fanáticos quieren profundizar en este libro. Pero en realidad, este es un libro para cualquiera que quiera ser bienaventurado.

ii. Afortunadamente, Juan no dijo que debíamos de entender todo en el Libro de Apocalipsis para ser bienaventurado. Hay ciertas cosas difíciles en este libro, las cuales solamente pueden ser entendidas mientras miramos hacia atrás a las profecías cumplidas. Pero podemos ser bendecidos al leer y escuchar, aún cuando no entendamos.

b. Esta promesa nos da más razones para saber que Juan creía que este libro era una Santa Escritura. Primero, las palabra el que lee, y los que oyen nos muestra que este libro era para ser leído de manera pública, justo como otra Escritura aceptada. Segundo, la promesa de bendición en si misma nos muestra que Juan tenía a este libro como una Santa Escritura. En el mundo Judío, tal bendición nunca podría ser pronunciada en un simple libro humano.

i. Todas estas cosas en conjunto, muestras que más allá de la duda, el Libro de Apocalipsis reclama ser una Santa Escritura. Un crítico puede estar de acuerdo o en desacuerdo con ese reclamo, pero no se puede negar que la Revelación hace el reclamo.

c. Guardan las cosas en ella escritas: El Libro de Apocalipsis nos da mucha más información que solamente información para especulación profética. Nos da cosas para guardar. Si entendemos al Libro de Apocalipsis, este cambiará la manera en que vivimos.

d. El que lee esta en singular. Esto habla de una persona que lee. Los que oyen esta en plural. Esto habla de muchas personas escuchando. La idea es probablemente de la costumbre de la iglesia primitiva, donde se prestaba atención al público leyendo la Escritura, la cual muy a menudo era explicada. En nuestra manera moderna de hablar, Juan pudo decir, “Bienaventurado es el pastor que enseña el Apocalipsis, y bienaventurada es la congregación que la escucha.” Pero más que todo, pastor o congregación, bienaventurado aquel que guardan las cosas en ella escritas.

i. “Tampoco nosotros debemos de vivir solamente en las palabras de esta profecía, sino morir también, y el estar contento el ser quemado por ello, si así somos llamados; como aquel santo mártir, que cuando él vio la Revelación fue arrojado al fuego con él, y clamó ‘¡Oh bendita Revelación, qué feliz estoy al ser quemado en tu compañía!’” (Trapp)

3. Ya que mucha controversia se ha levantado sobre la interpretación del Libro de Apocalipsis, sirve mucho el entender las cuatro aproximaciones básicas hacia el entendimiento de la Revelación. A través de los siglos, las personas se han aproximado a la Revelación básicamente en una de estas cuatro maneras:


a. El enfoque Preterir: Esta aproximación cree que la Revelación trata solamente con la iglesia de los días de Juan. En el punto de vista Preterir, el Libro de Apocalipsis no predice nada. Juan simplemente describe los eventos de sus días actuales, pero él las expresa en un “código” simbólico, así que aquellos fuera de la familia Cristiana no podían entender su crítica al gobierno Romano. En el enfoque Preterir, el Libro de Apocalipsis era para entonces.

b. El enfoque Historicista: Esta forma de aproximación cree que la Revelación es un panorama general, desorientado, de toda la historia de la iglesia. En el enfoque Historicista, Apocalipsis predice el futuro, pero el futuro de la “era de la iglesia” – no el futuro del final de los días. En el enfoque Historicista, Apocalipsis esta llena de símbolos que describe el ahora.

i. Por ejemplo, muchos han querido llamar a alguien la bestia de Apocalipsis capítulo 13, de la manera que los Reformadores llamaron al Papa. Pero ellos no necesariamente quieren creer que el final estaba muy cerca. Así que ellos creían que la Revelación hablaba de su tiempo, sin hablar necesariamente del final de los tiempo.

c. El enfoque Poético: Esta forma de aproximación cree que el Apocalipsis es un libro lleno de imágenes y símbolos intencionados para animar y dar consuelo a los Cristianos perseguidos en los días de Juan. En el punto de vista Poético o alegórico, el Libro de Apocalipsis no es literal o histórico. Apocalipsis es un libro para significado personal.

d. El enfoque Futurista: Esta manera de aproximarse cree que al empezar con el capítulo cuatro, Apocalipsis trata con el final de los tiempos, el periodo que predice directamente al retorno de Jesús. En el enfoque Futurista, Apocalipsis es un libro que principalmente describe el final de los tiempos.

e. ¿Cuál enfoque es el correcto? Cada uno tiene un poco de veracidad en algún aspecto. El Libro de Apocalipsis si hablaba de los días de Juan. Si dice algo a la historia de la iglesia. Y tiene significado para nuestra vida personal. Así que, mientras elementos de los primeros tres enfoques tienen su lugar, no podemos negar el lugar del enfoque futurista. Podemos saber que el Libro de Apocalipsis habla con claridad sobre el final de los tiempos, debido a dos principios centrales traídos de Apocalipsis 1:1-3.

i. Primero, creemos que el Libro de Apocalipsis debe significar algo. Este es un libro que Jesús dio para manifestar a sus siervos las cosas. No es un libro de disparates sin sentido. Es una promesa de bendición, no una promesa de confusión.

ii. Segundo, creemos que el Libro de Apocalipsis definitivamente clama el tener profecía de predicción. Juan lo puso en claro: las cosas que deben de suceder pronto …el tiempo esta cerca. Juan escribe sobre los eventos que estaban aún en el futuro.

B. Saludos.

1. (Apocalipsis 1:4-5a) Un saludo de gracia y de paz.


Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.

a. A las siete iglesias que están en Asia: esta carta fue originalmente dirigida a estas sieteiglesias selectas de Asia. Esta era la provincia Romana de Asia, la cual es la parte oeste de Turquía moderno.

b. Gracia y paz a vosotros: “Gracia representa firmeza; paz representa experiencia.” (Walvoord)

c. Del que es y que era y que ha de venir: Juan trae un saludo de Dios el Padre, quien es descrito con este título. Del que es y que era y que ha de venir habla de la naturaleza eterna de Dios. Tiene la idea de un Ser sin tiempo, y esta conectado con el nombre de Yahveh, encontrado en el Antiguo Testamento (Éxodo 2:14).

i. La construcción Griega de del que es y que era y que ha de venir es intencionalmente rara en el Griego. Al parecer Juan buscó una frase que comunicara la idea de Yahveh del Antiguo Testamento.

ii. Nunca es suficiente el decir solamente que Dios es, o el decir que Él era, o decir solamente que Él ha de venir. Como Señor sobre la eternidad, Él gobierna el pasado, el presente, y el futuro.

iii. La descripción del que es y que era y que ha de venir aplica a Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, tanto como lo hace para Dios el Padre. De hecho, el título Yahveh describe al Dios Trino, al Único Dios en Tres Personas. Pero al parecer Juan se enfoca en Dios el Padre con este título, porque él específicamente hace mención de Dios el Hijo, y de Dios el Espíritu Santo, en loas siguientes palabras de este versículo.

d. De los siete espíritus que están delante de su trono: Juan trae un saludo de Dios el Espíritu Santo, quien es descrito con este título. Los siete espíritus que están delante de su trono habla de la perfección y plenitud del Espíritu Santo. Juan utiliza una descripción del Antiguo Testamento para el Espíritu Santo.

i. La idea de los siete Espíritus es citada del Antiguo Testamento. Isaías 11:2 describe siete aspectos del Espíritu Santo: Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. No es que haya siete espíritus distintos de Dios, pero en lugar de eso, el Espíritu del Señor tiene estas características, y Él las tiene del todo, en plenitud y perfección.

e. De Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra: Juan trae un saludo de Dios el Hijo, quien es descrito por lo que Él es y por lo que Él ha hecho.

i. Jesús es el testigo fiel: Esto habla de la fiabilidad y fidelidad absoluta de Jesús hacia Su Padre y a Su pueblo, aún a los muertos. La antigua palabra Griega traducida a testigo es también la palabra para un mártir.

ii. Jesús es el primogénito de los muertos: Esto habla de Jesús estando firme como preeminente entre todos los seres, que Él es el primero en prioridad. Primogénito de los muertos significa mucho más en cuanto a que Jesús fue el primera persona resucitada. También significa que Él es preeminente entre todos aquellos que han o que resucitarán. Jesús es el primogénito de entre muchos hermanos (Romanos 8:29).

iii. El uso de primogénito no significa que Jesús tuvo una “fecha de nacimiento”, como si fuera un ser creado, y no Dios. Los antiguos Rabinos llamaban al mismo Yahveh el “Primogénito de la Creación” (Rabbi Bechai citado en el comentario de Lightfoot sobre Colosenses). Los Rabinos también utilizaban primogénito como un título Mesiánico. “Dios dijo, ‘de la manera que hice a Jacob primogénito (Éxodo 4:22), así también Yo haré al rey Mesías primogénito’ (Sal 89:28).” (R. Nathan en Shemoth Rabba, citado por Lightfoot en su comentario sobre Colosenses)

iv. Jesús es el soberano sobre los reyes. Antes de que terminara el Libro de Apocalipsis, Jesús tomará el dominio de cara reino terrenal. En el tiempo presente, Jesús reina sobre un reino, pero es un reino que aún no es de este mundo.

f. En este saludo, con la mención sistemática de cada Persona de la Trinidad, vemos como el Nuevo Testamento presenta la doctrina de la Trinidad. No la presente de una manera teológicamente sistemática, una manera cuidadosamente definida. Simplemente teje la verdad de la Trinidad – que hay Un Dios en Tres Personas – a lo largo de la tela del Nuevo Testamento.

2. (Apocalipsis 1:5b-6) Una declaración de alabanza a Jesús.


Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

a. Al que nos amó: ¡Qué hermoso título para Jesús! Cuando amó es usado, en el tiempopasado, este apunta hacia atrás hacia un tiempo y lugar particular en donde Jesús nos amó. Se debe de resaltar que muchas traducciones tienen nos amó (como la NASB, NVI, y TNV), pero hay algo hermoso acerca de la frase nos amó. Mira hacia atrás, a la cruz. Cada creyente debe estar seguro del amor de Dios, no basándose en sus circunstancias presentes (el cual puede ser difícil), sino basados en la demostración final de amor en la cruz. ¡Esto vale la pena alabar a Jesús!

i. Pablo lo puso de esta forma en Romanos 5:8: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. La obra de Jesús en la cruz por nosotros, es la prueba de amor final por parte de Dios para ti. Él puede dar pruebas adicionales, pero Él no puede dar una prueba más grande.

ii. ¡No hay de maravillarse en cuanto a que muchos creyentes no estén seguros del amor de Jesús hacia ellos! Ellos miran a sus circunstancias presentes para medir Su amor. En vez, ellos necesitan voltear a la cruz, resolver el asunto de una vez por todas, y darle alabanza a Jesús, ¡Al que nos amó!

iii. William Newell en nos amó, en Romanos 8:37: “Es este tiempo pasado del evangelio el cual el diablo odia …Dejen que el predicador lo diga de manera continua, ‘Dios te ama, Cristo te ama,’ y él y su congregación de tiempo en tiempo irán perdiendo la mira de su pecaminosidad y de la expiación sustitutiva de la cruz, donde el amor de Dios y Cristo fue, de una vez y por todas, puesta, de manera suprema, expuesta.”

b. Y nos lavó de nuestros pecados con su sangre: Esto es lo que sucedió cuando Jesús nos amó en la cruz. Él nos lavó – nos limpio de la profunda mancha de pecado, para que estuviéramos verdaderamente limpios delante de Él. ¡Jesús es digno de alabar por esto!

i. Si entendemos nuestra propia profunda pecaminosidad, esto parece ser muy bueno para ser cierto. Podemos estar parados limpios delante de Dios – limpios de las manchas más profundas. No hay de maravillarse que el Apóstol Juan escribiera, Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9).

ii. Con su sangre: Si hubiera alguna otra forma de lavarnos del pecado, Dios lo hubiera hecho de esa otra manera. El lavarnos con su sangre significó el máximo sacrificio de Dios el Hijo. No se hubiera podido hacer a menos que se hiciera de esta manera. “Los sacerdotes solamente podían limpiar con sangre de toros y cabras; pero él nos ha lavado de nuestros pecados ‘con su propia sangre’. Los hombres están dispuestos para derramar su sangre por otros. ¡Con qué rapidez entrarían a la guerra! Pero Cristo estaba dispuesto a derramar su propia sangre, el derramar su alma a la muerte, para que pudiéramos ser salvos.” (Spurgeon)

iii. Vean el orden: primero nos amó, luego nos lavó. No fue que Dios nos lavara en un sentido del deber, y que nos amara porque fuéramos limpios. Él nos amó mientras estábamos sucios, pero luego, Él nos lavó.

iv. De hecho, el lavar provoca amar. Si tiene un par de pantalones viejos, y se han cubierto de pintura, solamente los lavarías y te los quedarías por dos razones. Primero, los pudieras lavar y quedártelos si fueras pobre. Tú no puedes, o no querrías, gastar dinero en otro par de pantalones, así que los lavas y te los quedas. Segundo, los pudieras lavar y quedártelos si en verdad amaras a esos pantalones viejos. El dinero no es el problema. Podrías ir y comprar un nuevo par de pantalones en cualquier momento. Pero amas tanto a ese par de pantalones que gastas tu tiempo y esfuerzo para limpiarlos, y para usarlos otra vez. Dios nos ama tanto que Él nos amó. Dios ciertamente no es pobre. Con un solo pensamiento, Él podría mandar al olvida a cada pecador y comenzar de nuevo con nuevas criaturas. Pero Él no lo hace. Él nos ama tanto que Él nos lavó.

v. Algunos eruditos creen que Juan escribió: y nos liberó (soltó) de nuestros pecados. Hay solamente una letra de diferencia entre la palabra lavó y liberó en la antigua lengua Griega. Ambas palabras se muestran en manuscritos antiguos, así que es difícil el decir cual fue la que escribió Juan. Pero sabemos que ambas son ciertas – somos lavados y liberados de nuestros pecados.

c. Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre: Este es el estatus que Jesús le da a aquellos que Él amó en la cruz y que son lavados …con su sangre. Hubiera sido suficiente el amarlos y limpiarlos únicamente. Pero Él fue más allá, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre. Esto era más de lo que fue Adán. Aún en la inocencia del Edén, nunca leemos de Adán entre los reyes y sacerdotes de Dios. Esto es digno de alabar de Jesús.

i. Somos reyes, así somos la realeza de Dios. Esto habla de privilegio, de estatus, de autoridad. Somos sacerdotes, así que somos los siervos especiales de Dios. Representamos a Dios para los hombre, y los hombres para Dios. Le ofrecemos sacrificio a Él (Hebreos 13:15). Tenemos acceso privilegiado a la presencia de Dios (Romanos 5:1-2).

ii. Reyes y sacerdotes: En el Antiguo Testamento, estaba prohibido el combinar los cargos de rey y sacerdote. El Rey Uzías de Judá es un ejemplo de un hombre que intento el combinar ambos cargos, y pagó la pena por ello (2 Crónicas 26:16-23). Pero bajo el Nuevo Pacto, podemos ser como Jesús, en el sentido que Él es ambos, Rey y Sumo Sacerdote (Lucas 1:31-33; Hebreos 4:14).

d. A él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos: A la luz de todo lo que Jesús ha hecho por nosotros, ¿no deberíamos de alabarle? ¿No deberíamos de darle a Él el honor con gloria e imperio por los siglos de los siglos? Cuando decimos esto, no le estamos dando a Jesús gloria e imperio. Simplemente estamos reconociendo que Él la tiene, y le honramos a Él por ello.

i. El reconocer la gloria de Jesús ha salido fuera y hacia fuer de Él. “Algunos de ustedes se parecen mucho al ratón detrás del zócalo. Están en la casa del Señor, pero no son conocidos como parte de la familia: a veces dan un pequeño chillido en su lugar de escondite, y algunas veces salen de noche, de la misma forma que lo hace el ratón, para juntar una o dos migajas, sin ser vistos. ¿Es esto digno de ti? ¿Es esto digno de tu Señor y Amo?” (Spurgeon)

ii. El reconocer el imperio de Jesús es el dejarle gobernar sobre nosotros. “De nuevo, si en verdad decimos, ‘A él sea la gloria e imperio,’ entonces nosotros debemos darle a él el dominio sobre nosotros. Cada hombre es un pequeño imperio de tres reinos – cuerpo, alma y espíritu – y debiera ser un reino unido. Haz a Cristo el rey de todo. No dejes que ninguna ramificación de esos tres reinos se establezca con un gobierno distinto; ponlo a todo bajo la influencia de tu único Rey.” (Spurgeon)

e. Amén: Esta palabra – en la antigua lengua Griega, traída del Hebreo del Antiguo Testamento – simplemente significa, “Si”. No es un deseo para que pueda llevarse a cabo, pero es una afirmación, por medio de Dios, de que así será. Jesús será alabado.

i. Jesús a hecho todo esto, y aún más, por ti. Tienes mucho por lo cual alabarle – ¡así que alábale! “¿No desearías el estar en el cielo cuando termine tu vida en la tierra? Llegará el tiempo cuando debas morir; no desearías tener una buena esperanza de entrar a la felicitaciones de los perfeccionados? Estoy seguro que si; pero si al fin serás enumerado entre las huestes de los redimidos en lo alto, aquí debes de aprender su canción. No puedes ser admitido en los coros de arriba sin haber practicado y ensayado su música aquí abajo.” (Spurgeon)

ii. “La palabra Griega amén es una transliteración de una palabra Hebrea de sonido similar cuyo significado es ‘verdad’ o ‘fidelidad’, así que él quiere decir, ‘ya sea verdadera’, o ‘así sea’”. (Walvoord)

3. (Apocalipsis 1:7) Una descripción de apertura del retorno de Jesús.


He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

a. He aquí que viene: Este es un mandamiento a mirar – a echar un vistazo. Juan se mueve de alabar a Jesús a describir Su regreso. Él quiere que veamos la venida de Jesús. Jesús dijo que observáramos y esperáramos por Su venida (Mateo 24:42). Es algo para mantener delante del ojo de nuestra mente, he aquí.

i. Esta no era una visión sobrenatural del regreso de Jesús. Esa visión sobrenatural vendrá después. Esta es una descripción basada del entendimiento de Juan de las promesas del Antiguo Testamento del retorno del Mesías y de las propias palabras de Jesús sobre Su venida. Por ejemplo, Juan sabía que Jesús regresaría porqué Jesús dijo que Él viene. Jesús dijo, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo (Juan 14:3).

ii. “Cristo no se ha ido al cielo para quedarse allá. Él se fue para el beneficio de la iglesia; y para beneficio de la iglesia, el volverá otra vez.” (Seiss)

iii. La verdad de la venida de Jesús es como un imán; nos acerca más a Él. “Levanta el corazón del creyente fuera del mundo, y fuera de si mismo, y le habilita el posicionarse con Moisés en el monte, y transfigurarle con los rayos de esperanza bendita, y la promesa la cual humea sobre él en esas sublimes alturas.” (Seiss)

b. Viene con las nubes: Cuando Jesús vuelva, Él estará rodeado por nubes. Esto será literal, porque cuando Jesús dejo esta tierra, él fue tomado en una nube, y Dios dijo que Él regresaría de la misma manera (Hechos 1:9-11). También será cierto de manera figurada, porque multitudes de creyentes se les llama nubes de una forma figurada (Hebreos 12:1). Las nubes están asociadas comúnmente con la presencia y gloria de Dios (Éxodo 13:21-22; 16:10; 19:9; 24:15-18), relacionándose con la nube de gloria del Antiguo Testamento llamada la Shekinah.

i. Al entender esta conexión con la gloria de Dios, es apto – y maravilloso – que una multitud de creyentes sea llamada una nube. El pueblo de Dios son Su gloria. Ellos son Su “nube”, Su Shekinah.

ii. Juan no necesitó una visión especial para saber que Él viene con las nubes. Él sabía esto del Antiguo Testamento (Daniel 7:13-14) y de las propias palabras de Jesús: y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. (Mateo 26:64).

c. Y todo ojo le verá: Cuando Jesús regrese, no será una venida “secreta”. Todos sabrán. En Su primera venida, Jesús era en parte oscuro (no visto). Durante Su primer ministerio, Él nunca apareció en las primeras noticias de Roma. Pero cuando Jesús regrese otra vez, todo ojo le verá. todo el mundo lo sabrá.

i. Juan no necesitó una visión especial para saber que todo ojo le verá. Juan escuchó al mismo Jesús decir: Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24:26-27)

d. Y los que le traspasaron: cuando Jesús vuelva, será una revelación particularmente significativa para el pueblo Judío. Por supuesto, no fueron únicamente los Judíos los que le traspasaron. Pero sabemos que Juan tiene en mente la revelación de Jesús para Su propio pueblo, porque esto es una alusión a Zacarías 12:10.

i. Cuando Jesús se revele a Si mismo a Su propio pueblo, los Judíos, no será con ira. En ese tiempo, la nación Judía ya habrá vuelto a Jesús, confiando en Él como Su Mesías (Mateo 23:39; Romanos 11:25-26). Cuando ellos vean a Jesús, y sus manos y pies traspasados, será un doloroso recuerdo de su previo rechazo hacia Él. Esto cumplirá la escena de Zacarías 12:10: Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

ii. Juan no necesitó de una visión especial para saber que los que le traspasaron. Él lo podía leer en Zacarías 12:10.

e. Todos los linajes de la tierra harán lamentación por él: Cuando Jesús regrese, no solamente será el pueblo Judío el que hará lamentación debido a su rechazo previo de Jesús. Ya que habrá gente salva de todos los linajes de la tierra (Apocalipsis 7:9), todos tendrán parte de esta lamentación. Veremos las cicatrices en Jesús y diremos: “Nosotros le hicimos esto.”

i. Juan no necesito de una visión especial para saber que todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Él solamente necesitó recordar lo que Jesús dijo en Mateo 24:30: Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

4. (Apocalipsis 1:8) Una introducción del mismo Jesús.


Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

a. Yo soy el Alfa y la Omega: En muchas traducciones, y en ediciones de “Letra Roja”, estás palabras están en rojo. Esto nos muestra que los traductores creían que estás eran las palabras de Jesús. Juan ha terminado con su introducción, y ahora Jesús se introduce a Si mismo. Después de todo, es Su revelación (la revelación de Jesucristo, Apocalipsis 1:1), así que no es extraño que Él se introduzca.

i. Algunos se han preguntado si Dios el Padre, o Dios el Hijo están hablando aquí. Sospechamos que es Dios el Hijo, Jesucristo, y creemos esto por muchas razones. Primero, ya que es la revelación de Jesús, parece apropiado que Él la introduzca. Segundo, el título de el Alfa y la Omega y principio y fin son títulos expresamente reclamados por Jesús (Apocalipsis 22:13). Tercero, aunque el título que es y que era y que ha de venir es utilizado por Dios el Padre en Apocalipsis 1:4, también es cierto de Dios el Hijo, y parece que es dirigido a Jesús en Apocalipsis 11:17 y Apocalipsis 16:5.

b. El Alfa y la Omega, principio y fin: La idea detrás de estos títulos para Jesús es que Él es antes de todas las cosas y que permanecerá mas allá de todas las cosas. Alfa era la primer letra del antiguo alfabeto Griego, y Omega era la última letra. Jesús dice, “Yo soy de la ‘A a la Z’, principio y fin.”

i. Si Jesús es ambos, principioy fin, entonces Él también tiene autoridad sobre las cosas que están en medio. Esto significa que Jesús si tiene un plan para la historia, y que Él dirige el camino de los eventos humanos hacia el cumplimiento de Su diseño. Nuestras vidas no son dadas a un destino ciego, a un sentido al azar, o a ciclos sin fin sin resolución. En vez, Jesucristo, quien es el Alfa y la Omega, principio y fin, dirige a toda la historia de la humanidad, y aún nuestras vidas individuales.

c. El que es y que era y que ha de venir: Como fue mostrado en el comentario de Apocalipsis 1:4, esta frase comunica la idea detrás del gran nombre del Antiguo Testamento para el Dios Trino, Yahveh. Esto refleja Su naturaleza eterna, y Su presencia inmutable. Jesús tiene esta naturaleza eterna tanto como la tiene Dios el Padre. Miqueas 5:2 la expresa de manera profética de la siguiente manera: y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Hebreos 13:8 la expresa de esta manera: Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.

d. El Todopoderoso: Esta palabra Todopoderoso se traduce de la antigua palabra Griega pantokrater, el cual significa literalmente “aquél que tiene su mano en todo.” Esto habla del gran control soberano de Jesús sobre todo – pasado, presente, y futuro.

i. Esta gran palabra Todopoderoso es utilizada diez veces en el Nuevo Testamento, y nueve de las diez veces en el Libro de Apocalipsis. Este libro hace hincapié en la soberanía de Dios, el entendimiento de que Él tiene Su mano en todo.

C. Se le manda a Juan a escribir.

1. (Apocalipsis 1:9) Juan en la isla de Patmos.


Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

a. Yo Juan …estaba en la isla llamada Patmos: La isla de Patmos era como una Isla de Alcatraz pero del Imperio Romano. Era utilizada como una isla para prisioneros, y funcionaba como una prisión sin paredes. La isla era rica en mármol, y la mayoría de los prisioneros eran obligados a trabajar en el mármol. Patmos era una isla rocosa, desolada, como 10 millas de largo y 6 millas de ancho.

i. “Juan estaba en ese tiempo en el exilio, sobre una isla solitaria y desolada. Pero ni los mares, ni los Alpes, ni los siglos, pueden romper los lazos por el cual los Cristianos son unidos el uno con el otro, o a Cristo, su Señor. Hace menos de un año que pase por esa isla. Es una simple masa de rocas estériles, oscura en color, triste en forma. Esta sobre el mar abierto, cerca de la costa del Oeste Asia Menor. No tiene árboles ni ríos, ni tierra para cultivar, excepto por algunos pocos rincones cerca de los bordes de las rocas. Aún queda una sucia gruta, en donde se dice que el viejo Apóstol vivió, y en el cual se dice que él tuvo esta visión. Una capilla la cubre, y tiene lámparas que los monjes las mantienen ardiendo.” (Seiss)

ii. Barnes describe a Patmos como “Solitario, desolado, estéril, visitado de vez en cuando, reunía todos los requisitos para ser un lugar de castigo; el exilio a tal lugar cumpliría todo lo que el perseguidor pudiera desear al para silenciar al apóstol, sin tener que matarlo.” ¡Gloria a Dios que este exilio no silencio al Apóstol Juan!

b. Por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo: La mayoría de los eruditos asumen que Juan estaba en Patmos porque él fue arrestado y puesto en prisión en la persecución por parte de los Romanos. Esto es probablemente el caso, especialmente porque Juan dice que él es vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo. Sin embargo, también es posible que Juan estuviera en Patmos como un misionero y no como un prisionero allí.

i. El antiguo historiador Cristiano Eusebius dice que Juan fue puesto en prisión en Patmos bajo el reinado del Emperador Romano Domiciano. (Historia de la Iglesia, III.18, 20 – de los Niceano y Padres Post Niceano, Series 2, Volumen 1, página 1480149)

ii. “De acuerdo con Victorio, Juan, a pesar de la edad, fue forzado a trabajar en las minas localizadas en Patmos. Las fuentes primitivas también indican que alrededor del año 96 D.C., a la muerte de Domiciano, se le permitió a Juan regresar a Éfeso cuando el Emperador Nerva estaba en el poder.” (Walvoord)

2. (Apocalipsis 1:10-11) Se le manda a Juan que escriba.


Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.

a. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor: Qué es lo que quiere decir Juan al decir que él estaba en el Espíritu? Esto parece que tiene un significado mayor que el simplemente decir que él estaba caminando “en el Espíritu”, lo cual es opuesto de estar “en la carne”, en el sentido que Pablo lo describe en Gálatas 5:16. La idea no es simplemente que Juan estaba caminando en el Espíritu, sino que él recibió una revelación singular del Espíritu Santo. Esta era una experiencia única para Juan, lo que unos pudieran llamar, una experiencia fuera del cuerpo – aunque sin, por supuesto, experiencias de ocultismo o espiritismo que están asociadas con el día de hoy.

i. Walvoord define en el Espíritu de esta manera: “Llevado más allá de un sentido de estado normal en donde Dios pudo revelar sobrenaturalmente los contenidos de este libro.”

ii. Hay cuatro referencias de Juan estando en el Espíritu en el Libro de Apocalipsis. En Patmos primero (Apocalipsis 1:10), luego en el cielo (Apocalipsis 4:2), luego en el desierto (Apocalipsis 17:3), y finalmente en el monte de Dios (Apocalipsis 21:10).

b. En el día del Señor: ¿Cuándo es el día del Señor? Entre los paganos del Imperio Romano, el primer día del mes era llamado “el Día del Emperador”, en honor al Emperador Romano. Quizás los Cristianos proclamaban su alianza a Jesús al honrar el primer día de la semana como su propio día del Señor.

i. Este no es el mismo término utilizado para El Día del Señor en el Antiguo Testamento, ni tiene la misma idea. El Libro de Apocalipsis tratará definitivamente con la idea de El Día del SEÑOR, pero aquí no lo hace.

c. Oí detrás de mí una gran voz: La gran voz que Juan escuchó era clara y fuerte, como un sonido de trompeta. La gran voz pertenece a el Alfa y la Omega, el primero y el último, quien es el principio y final de todas las cosas. Ya que Jesús se introdujo a Si mismo con estos títulos en Apocalipsis 1:8, entonces sabemos que esta es la gran voz de Jesús.

i. Clarke en la voz como de trompeta: “Esto era hecho para llamar a cada pensamiento distraído, para fijar su atención, y solemnizar toda su marco.”

ii. El primero y el último es un título que le pertenece al SEÑOR, Yahveh, el pacto Dios de Israel (Isaías 41:4; 44:6; y Isaías 48:12). El título de el Alfa y la Omega tiene la misma idea de el primero y el último. Este es uno de los pasajes del Nuevo Testamento en donde Jesús reclama con claridad ser Dios.

d. Escribe en un libro lo que ves: Aquí se le ordena a Juan que escriba lo que él ve. Se le ordenará escribe otras once veces en el Libro de Apocalipsis. Agarramos el sentido de que a menos que se le dijera a Juan escribe, él lo pudo haber guardado para si mismo. Es siempre mejor el guardar las visiones y revelaciones para uno, a menos que se ordene que se haga de otra manera.

e. Envíalo a las siete iglesias que están en Asia: Se le ordena a Juan que escriba a las siete iglesias en siete ciudades. Cada una de estas iglesias esta en la región de la provincia Romana de Asia. Pero éstas no solamente eran las ciudades con iglesias en esta región. Por ejemplo, había una iglesia en la ciudad de Colosas (a la cual el Apóstol Pablo escribía la carta de Colosenses), pero la ciudad de Colosas no estaba incluida en las siete iglesias. ¿Porqué fueron elegidas estas siete iglesias específicamente?

i. Algunos sugieren que es porque están acomodadas toscamente en un patrón circular. Otros han pensado que era porque eran distritos postales en la provincia Romana de Asia. Muchos creen que se eligieron siete iglesias porque representan plenitud en la Biblia, el número siete por lo regular representa plenitud, y estas cartas – y todo el Libro de Apocalipsis – están escritas para toda la iglesia, no solamente para estas siete iglesias. Seiss escribe, “Las iglesias de todos los tiempos están comprendidas por siete,” y cita a muchos comentaristas modernos y antiguos que están de acuerdo con esta perspectiva.

ii. “Es la opinión de muchos escritores letrados sobre este libro, que nuestro Señor, con respecto a estas siete iglesias, indica todas las iglesias de Cristo hasta el final del mundo; y por lo que él les dijo, diseña para mostrar cual será el estado de las iglesias por los siglos, y cual es su deber.” (Poole)

iii. De manera interesante, el Apóstol Pablo también escribió a siete iglesias: Roma, Corinto, Gálatas, Éfeso, Colosas, Filipos y Tesalónica.

D. La visión de Jesús por parte de Juan.

1. (Apocalipsis 1:12-13) Jesús en medio de los candeleros.


Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

a. Y me volví para ver la voz: Podemos solo imaginar que fue lo que pasó por la mente de Juan mientras él se volvió. La voz que él escuchó probablemente no era el mismo sonido que él recordaba de la voz de Jesús (Juan la describió como una trompeta, Apocalipsis 1:10). Pero él sabía de la mera descripción de la voz (el Alfa y la Omega) que era Jesús. Esta era la oportunidad de Juan de ver de nuevo a Jesús, después de conocerle tan bien durante los años de Su ministerio terrenal.

b. Primero Juan no vio a Jesús. Él vio siete candeleros de oro. estos no eran candeleros normales, no eran (candelero sagrado con siete brazos), pero eran lámparas de aceites de pie. Las lámparas estaban en estos candeleros.

i. Había siete candeleros separados. Esta es una imagen que nos recuerda del candelero de oro que esta de pie en el tabernáculo y en el templo (Éxodo 25:31-37). Pero este es diferente. El candelero del Pacto Antiguo era un candelero con siete lámparas en el. Aquí, en el Nuevo Pacto, vemos siete candeleros. “En el tabernáculo Judío un candelero, y siete lámparas, para dar luz …Juan aquí vio siete. Dios tenía únicamente una iglesia de los Judíos, pero muchos entre los Gentiles.” (Poole)

ii. La luz no viene de los candeleros. La luz viene de las mismas lámparas de aceite. Los estantes solamente hacían la luz más visible. Por lo tanto, los candeleros son una buena imagen de la iglesia. Nosotros no producimos la luz, solamente la exhibimos.

iii. “Una lámpara no es luz en si misma, solamente es un instrumento para dispersar la luz, y debe de recibir aceite y fuego antes de que pueda dispersarla; así que ninguna Iglesia tiene en si misma gracia o gloria, debe de recibir todo de Cristo, su cabeza, de otra manera no puede dispensar luz ni vida.” (Clarke)

c. Y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre: Jesús esta allí en medio de los candeleros, como el Hijo del Hombre, una figura de gloria al ver a Daniel 7:13-14. A pesar de que el título el Hijo del Hombre suene como un título humilde, a luz del pasaje de Daniel, no es para nada “humilde”.

d. Vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro: El vestido de Jesús indica que Él es ua persona de gran dignidad y autoridad. Vestidos largos solo eran utilizados por aquellos que no trabajaban mucho, así que dan la imagen de gran estatus y autoridad. El cinto de oro alrededor del pecho probablemente nos da la clave en cuanto a los vestidos del sumo sacerdote (Éxodo 29:5).

i. Éxodo 39:1-5 dice que había hilos de oro en el cinto que daba la vuelta alrededor del pecho del sumo sacerdote de Israel. El cinto de Jesús tiene más que unos pocos hilos de oro. ¡Es todo de oro! ¡Cuán grande es el sacerdocio eterno y celestial de Jesús!

ii. Uno de los deberes de los sacerdotes del Antiguo Testamento era el atender el candelero de oro en el tabernáculo. Cada día ellos debían de llenar el aceite, limpiar el hollín, y cortar las mechas. Ellos debían de inspeccionar de cerca y cuidar las lámparas, para que pudieran arder continuamente delante del Señor. Aquí esta Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, en medio de los siete candeleros, inspeccionando cuidadosamente y cuidando las lámparas, ayudándoles a siempre arder de forma brillante delante del Señor.

2. (Apocalipsis 1:14-16) Juan describe a Jesús.


Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

a. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana: El cabello blanco habla de avanzada edad, y eso, por lo tanto, en esa cultura, esta conectado con la idea de gran sabiduría y eterno. La frase blancos …como nieve también enfatiza la idea de pureza (Isaías 1:18).

i. El cabello blanco y la cabeza blanca también conectan a Jesús con el Anciano de Días en Daniel 7:9. “El término de Anciano de Días le pertenece a Dios el Padre, pero también se le asigna a Cristo, quien es igual que con el Padre en cuanto a su naturaleza Divina.” (Poole)

ii. “Cuando vemos en la imagen su cabeza y su cabello blanco como la nieve, entendemos la antigüedad de su reinado.” (Spurgeon)

iii. “Este no es solamente un emblema de antigüedad, sino la evidencia de su gloria; pues la blancura y esplendor de su cabeza y cabello sin duda procedían de los rayos de luz y gloria los cuales circundan su cabeza, y que salen disparados en todas direcciones.” (Clarke)

b. Sus ojos como llama de fuego: El fuego es a menudo asociado con el juicio en las Escrituras (Mateo 5:22; 2 Pedro 3:7). Los ojos de Jesús muestran el fuego de juicio penetrante y de búsqueda.

c. Sus pies semejantes al bronce bruñido: Ya que el fuego esta conectado con juicio, estos pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno, habla de alguien que ha pasado a través de los fuegos del juicio y que ha salido adelante con una pureza refinada. Jesús ha pasado por el “Fuego del Refinador.”

i. El bronce es un metal asociado con juicio y sacrificio. El altar de sacrificio de Israel era hecho de bronce (Éxodo 27:1-6), y era llamado el “altar de bronce.”

ii. El bronce también es un metal fuerte, el más fuerte conocido para el mundo antiguo. Por lo tanto, pies semejantes al bronce bruñido son “un emblema de su estabilidad y permanencia, siendo el bronce considerado el más duradero de todas las sustancias o compuestos metálicos.” (Clarke)

d. Su voz como estruendo de muchas aguas: Esto significa que la voz de Jesús tenía el poder y majestad de una poderosa catarata.

e. Tenía en su diestra siete estrellas: Las siete estrellas hablan de los líderes o representantes de las siete iglesias mencionadas en Apocalipsis 1:11 (Apocalipsis 1:20). Las estrellas están seguras en la mano de Jesús. Ya que siete es el número de la plenitud, podemos decir que “Él tiene a toda la iglesia en Sus manos.”

f. De su boca salía una espada aguda de dos filos: Esta es una espada pesada (rhomphaia), utilizada para matar y destruir. Algunas veces el Nuevo Testamento habla de una espada más pequeña, táctica, conocida en el antiguo lenguaje Griego como la machaira. Hebreos 4:12 utiliza el término para esta espada más pequeña y precisa.

i. La idea de que salga de su bocano es que Jesús lleve una espada en Sus dientes. La idea es que esta espada es Su espada. Su arma es la Palabra de Dios, y nuestra arma es la Palabra de Dios (Efesios 6:17).

ii. Barnes dice que Juan no vio necesariamente a una espada que salía de la boca de Jesús. “Él lo escuchó hablar; él sintió el poder penetrante de sus palabras; y éstas eran como si una espada filosa procediera de su boca.”

iii. Es una espada aguda de dos filos: “No hay manera de manejar esta espada sin cortarte, pues no tiene un lado, pues todo es un filo. La Palabra de Cristo, de alguna u otra manera, es toda filo.” (Spurgeon)

g. Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza: La gloria de Jesús es tan grande, tan brillante, que es difícil el siquiera voltear a verle. Jesús tiene la misma gloria que Su transfiguración, cuando Su rostro brilló como el sol (Mateo 17:2).

i. “Su rostro era como el disco del sol en el día más brillante de verano, cuando no había nubes para abatir el esplendor de sus rayos.” (Clarke)

ii. “Qué es lo que ves en la mano derecha de Cristo? Siete estrellas; ¡pero que insignificante se ven cuando fijas tu mirada en su rostro! Éstas son estrellas, y hay siete de ellas; ¿pero quién puede ver siete estrellas, o, por el asunto de eso, setenta mil estrellas, cuando el sol brilla en su fuerza? ¡Que dulce es, cuando el Señor mismo esta tan presente en una congregación que el predicador, quienquiera que este sea, es del todo olvidado! Yo oro que ustedes, queridos amigos, cuando vayan a un lugar a adorar, siempre intenten ver el rostro del Señor en lugar de ver las estrellas en su mano; mira el so, y olvidarás las estrellas.” (Spurgeon)

iii. Todo en esta visión habla de la fuerza, majestad, autoridad y justicia. Hay una diferencia impresionante entre la visión de Jesús y los muchos retratos afeminados de un Jesús débil que se ven el día de hoy. Pero el Jesús que Juan vio es el Jesús real, el Jesús que vive y reina en el cielo el día de hoy.

iv. Debemos de considerar el hecho que esta es la única descripción de Jesús que se nos da a nosotros en la Biblia. La otra descripción que se acerca esta en Isaías 53:2: no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

v. En nuestros retratos modernos de Jesús, nos gusta pensar de Él como Él era, no a Jesús como Él es. Preferimos ver y conocer a Jesús de acuerdo a la carne. Pero Pablo dijo, y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así (2 Corintios 5:16).

3. (Apocalipsis 1:17-18) La reacción de Juan y la seguridad de Jesús.


Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

a. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies: Juan fue impactado por esta asombrosa visión, aún cuando él era un apóstol el cual conoció a Jesús en esta tierra. Aún con los tres años que Juan pasó con Jesús en esta tierra, no le preparó para ver a Jesús en su gloria celestial. En este momento Juan sabía que gran milagro era, que Jesús pudiera guardar de la vista de todos, Su gloria y autoridad mientras Él caminó en esta tierra.

i. “¡Bendita posición! ¿Te alarma la muerte? Nunca hemos estado más vivos que cuando estamos muertos a sus pies.” (Spurgeon)

ii. “No importa que nos depare si estamos a los pies de Jesús. Mejor es el estar muerto allí que estar vivo en cualquier otro lugar.” (Spurgeon)

b. Y él puso su diestra sobre mí: Primero Jesús consoló a Juan con un toque compasivo. Quizás el toque de Jesús se sintió más familiar que la apariencia de Jesús. Luego Jesús le dio a Juan un mandato: No temas. Juan no necesitaba sentir temor, porque él estaba en la presencia de Jesús.

i. Jesús es el primero y el último, el Dios de toda la eternidad, Señor de la eternidad pasada y la eternidad futura.

ii. Jesús es aquel que esta vivo, y estuvo muerto, y ahora esta vivo por los siglos de los siglos. Él tiene las credenciales de la resurrección, y vive para nunca jamás morir. La victoria que Jesús ganó sobre el pecado y la muerte fue una victoria permanente. Él no resucito de los muertos para morir otra vez.

iii. Jesús es aquel que tiene las llaves de la muerte y el Hades. Algunos se imaginan que el diablo es algo así como el “señor del Infierno.” Algunos se imaginan que el diablo tiene autoridad o poder para determinar la vida o la muerte. Claramente ellos están mal, pues sólo Jesús tiene las llaves de la muerte y el Hades. Podemos confiar en que Jesús nunca dejará que el diablo tome las llaves.

4. (Apocalipsis 1:19-20) Otro mandato para escribir, y una explicación.


Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

a. Escribe las cosas: Este segundo mandamiento de escribir nos da la estructura para entender el Libro de Apocalipsis. Se le manda a Juan que escriba en cuanto al pasado, presente y futuro (desde la perspectiva de Juan).

i. Las cosas que has visto: Esto significa que Jesús quería que Juan escribiera las cosas que él había visto en su visión del Jesús celestial y glorioso.

ii. Y las que son: Esto significa que Jesús quería que Juan escribiera sobre las cosas de su día presente, las cosas en cuanto a las siete iglesias las cuales estaban en Asia.

iii. Y las que han de ser después de estas: Esto significa que Jesús quería que Juan escribiera las cosas que pasarían después de las cosas en cuanto a las siete iglesias, las cosas de los últimos días.

b. El Libro de Apocalipsis es esta estructura de tres partes.

· Las cosas que has visto: Apocalipsis, capítulo 1

· Las que son: Apocalipsis, capítulo 2 y 3

· Las que han de ser después de estas: Apocalipsis capítulos 4 al 22

c. Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias: Jesús amablemente interpreta Sus propias imágenes. Las estrellas en SU mano representa a los ángeles de las siete iglesia. Los candeleros representan a las siete iglesias.

i. ¿Porqué cada iglesia tendría a su propio ángel,y porqué Jesús tiene a estos ángeles en Su mano? Algunas personas creen que estos ángeles son los pastores de estas siete iglesias. Esta idea esta basada en el entendimiento literal de la antigua palabra Griega traducida a ángel, aggelos. Esa palabra significa literalmente “mensajero”, y ciertamente los pastores son “mensajeros” para las iglesias. Otros han pensado que los ángeles podrían ser “ángeles guardianes” sobre cada congregación. Algunos han sugerido que los ángeles no son seres literales, sino que sólo representan el “espíritu prevaleciente” de cada iglesia. Hay fortaleces y debilidades a cualquiera de estas representaciones, pero sabemos que de alguna manera, estos ángeles son representantes de cada congregación.

ii. Adam Clarke creía que los ángeles de cada iglesia era sus pastores. “Ángeles de la Iglesia aquí responde exactamente a ese oficial de la sinagoga entre los Judíos llamados …los mensajeros de la Iglesia, cuyo negocia era el leer, orar y enseñar en la sinagoga.” (Clarke)

iii. Es más importante el notar en donde están los ángeles: la diestra de Jesús. Este es un lugar de fuerza y seguridad. Aún las “iglesias problemáticas” que serán descritas en los siguientes capítulos están en la diestra de Jesús.

d. Esta era una visión es espectacular, y muchas personas desean que ellos pudieran ver una visión espectacular como la que Juan tuvo. Pero nosotros ahora podemos conocer al mismo Jesús que Juan vio. Podemos conocer Su pureza, Su sabiduría eterna, Sus juicios, Su victoria, Su autoridad y Su majestad. Cada uno de estos aspectos de Su naturaleza son nuestras para conocer íntimamente.

i. Cuando pensamos en la visión espectacular de Juan, debiéramos de recordar en donde esta Juan: preso en Patmos. Jesús es a menudo conocido de una manera más íntima en medio de sufrimientos y pruebas. Ambos, Juan y Esteban (Hechos 7:54-60) vieron a Jesús de una forma más clara y gloriosa cuando estaban en el contexto de padecimiento por la causa de Jesús. “La ira de los malvados no hace mas que traer a los santos más cerca a los favores de Dios.” (Seiss)

©2016 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.

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