Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
a. Un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Éste es el sirviente llamado Eliezer (Génesis 15:2), por lo menos tenía unos 60 años antes de esto. Si era otra persona el Espíritu Santo no quiso que lo supiéramos.
b. Pon ahora tu mano debajo de mi muslo: según las costumbres antiguas, esto describe un juramento bastante serio. Abraham está sumamente preocupado en que Isaac no se case con una novia canaanita.
El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.
a. Abraham le dijo: Aparentemente, Abraham anticipaba que podría morir mientras su sirviente no estaba, así que las instrucciones que dio fueron bastante claras.
b. Solamente que no vuelvas allá a mi hijo: Isaac el hijo de la promesa, no dejó la tierra prometida ni una vez.
Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor. E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua. Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua. Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
a. Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro: Esencialmente, Eliezer le pide a Dios que lo guíe por circunstancias providenciales, lo cual a veces puede ser una buena manera de discernir la voluntad de Dios.
i. Aun así, si uno solo ve a las circunstancias y no toma en cuento otros factores, pueden ser una manera peligrosa de discernir la voluntad de Dios. Tendemos a ignorar las circunstancias que nos dicen lo contrario a lo que queremos escuchar (o atribuirlas al diablo), mientras nos enfocamos en las circunstancias que nos dicen lo que queremos escuchar.
ii. Pero en este caso, Eliezer establece lo que buscará antes de que suceda algo. No se inventan las reglas mientras suceden las cosas.
b. Bebe, y también daré de beber a tus camellos: Eliezer era lo suficiente sabio para pedir una señal que fuera (Remarcable), mas (hablando en términos humanos) posible. No tentó a Dios pidiendo fuego del cielo o por protección mientras se tiró del pináculo del templo.
c. Que sea ésta: En cierto sentido, orando así, Eliezer está haciéndolo más difícil que encuentre a alguien. Tendría que ser una mujer (inigualable) para ofrecerse a hacer esta tarea ardua.
i. Considerando que un camello puede beber hasta 20 galones (75.5 litros), dar de beber a 10 camellos significaba por lo menos una hora de trabajo duro.
d. En esto conoceré: A Eliezer no le importaba nada como se vería la mujer. El buscaba una mujer de carácter, una mujer que Dios había escogido.
Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.
a. Antes que él acabase de hablar: Isaías 65:24 habla acerca de esta respuesta de gracia a la oración: Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
b. Rebeca,…salía con su cántaro sobre su hombro: el sirviente todavía no sabía si se había contestado su oración, solo se comprobaría con el tiempo.
Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía. Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber. Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber. Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos. Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
a. La doncella era de aspecto muy hermoso: Por lo normal se sobreentiende que la biblia dice la cosas de manera minimizante, así que cuando leemos que Rebeca era hermosa, debemos entender que era verdaderamente bellísima.
b. Entonces el criado corrió hacia ella: El sirviente no pensaría que era algo no espiritual, pero seguramente no hizo nada que sugiera que ella debía proveer agua para los camellos. La oración no se sustituye por las acciones.
c. Sacó para todos sus camellos: Mientras Rebeca empezaba la tarea de dar agua a todos los camellos, el sirviente no la paró. Él quiso saber si ella de verdad daría agua a todos los camellos, o si solamente lo había dicho.
i. Quizá Eliezer sabía que para algunos es más fácil hablar como un sirviente que servir. Quiso saber si tenía el corazón de una sirvienta, o solo el hablar de una.
Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez, y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos? Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor. Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar. El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová, y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo. Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
a. Un pendiente de oro: Algunos creen que era algo asqueroso que Rebeca llevaría un pendiente (algunas traducciones especifican que era un pendiente para su nariz), pero en aquella cultura no había nada extraño, asombroso, o rebelde en llevar un pendiente en la nariz.
Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente. Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente. Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos. Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían. Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
a. Cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana: Los ojos de Labán estaban definitivamente en las riquezas que trajo el sirviente; pero también muestra la hospitalidad apropiada.
Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham. Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene. Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito; sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo. Y yo dije: Quizás la mujer no querrá seguirme. Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre. Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento. Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando, he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro, y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor. Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des de beber. Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos. Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos; y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo. Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra.
Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová. Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová. Y sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
a. También dio cosas preciosas a su hermano y a su madre: Cuando un pacto de matrimonio se hace, era la costumbre para el novio (o su representante) dar regalos a la familia como dote para demostrar su capacidad financiera de proveer para la novia.
Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Enviadme a mi señor. Entonces respondieron su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá. Y él les dijo: No me detengáis, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme para que me vaya a mi señor. Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle. Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré. Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus hombres. Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos.
a. Sí, iré: Una de las cosas más impresionantes de Rebeca es su disponibilidad total dejarlo todo para estar con un novio que nunca ha visto. Sus palabras “sí, iré” son palabras fuertes de fe.
b. “No me detengáis”…“Sí, iré”: “Si el mundo no logra persuadir al creyente que se quede en el mundo, intentará detener su salida… Cuando decides ir con Jehová, el mundo aplaudirá tu devoción, pero dirá: 'No tengas prisa. Quédate aquí unos días, por lo menos diez, y después ve.'” (Barnhouse)
Entonces se levantó Rebeca y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se fue. Y venía Isaac del pozo del Viviente-que-me-ve; porque él habitaba en el Neguev. Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían. Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello; porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió. Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho. Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.
a. Y el criado tomó a Rebeca, y se fue: Podemos imaginarnos las conversaciones que Rebeca y Eliezer tendrían en el camino. Ella hubiera querido saber todo acerca de Isaac, a quien amaba sin haberlo visto jamás, y él estaría encantado de decirle.
i. Rebeca nunca, ni pensaría decirle a Eliezer la mejor manera de llegar a la casa de su novio, pero muchos de nosotros rechazamos las guianzas del Espíritu Santo en nuestras vidas.
b. Tomó el velo, y se cubrió: El cubrirse con un velo significaba: castidad, modestia, y sumisión. Así es como Rebeca quiso conocer a su esposo.
c. Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde: Ésta es la primera mención de Isaac desde que estaba arriba del Monte Moría (Génesis 22:19). No vemos nada de Isaac desde el tiempo de su “resucitación” hasta cuando se une a esposa.
i. En todo esto, vemos la reunión de Isaac y Rebeca como una imagen remarcable de la reunión de Cristo y la iglesia.
• Un padre desea una novia para su hijo
• Un hijo se tenía por “muerto” y “se levante de entre los muertos”
• Un sirviente sin nombre es enviado para conseguir una esposa para el hijo.
• El nombre del sirviente realmente es Eliezer, que significa: “Dios de ayuda” o “ayudador”
• La novia hermosa es conocida, escogida, y llamada, y después la lleno de regalos.
• Ella está puesta a cargo del sirviente hasta que ella conoce a su esposa.
ii. La manera en que Isaac y Rebeca vinieron el uno al otro también nos instruye. Ninguno de los dos estaban en un “noviazgo” u otra cosa semejante. Ellos estaban sirviendo a Dios y buscándolo (Isaac estaba meditando en el campo), y Dios los juntó. Ellos obviamente estaban más preocupados con la voluntad de Dios que con los pensamientos modernos del romance.
a. Rebeca y la iglesia:
• Escogida para el matrimonio antes de que ellas mismas lo supieran (Efesios 1:3-4).
• Necesarias para el logro del propósito eterno de Dios (Efesios 3:10-11).
• Destinadas para compartir en la gloria del hijo (Juan 17:22-23).
• Conocieron al hijo por medio de su representativo.
• Deben dejarlo todo con gozo para estar con el hijo.
• Son amadas y cuidadas por el hijo.
b. Isaac y Jesucristo:
• Eran prometidos antes de su llegada.
• Llegaron al tiempo indicado.
• Fueron concebidos y nacidos milagrosamente.
• Fueron dados un nombre especial antes de nacer.
• Ofrecidos en sacrificio por sus padres.
• Levantados de entre los muertos.
• Eran/son las cabezas de una grande compañía para bendecir a todas las personas.
• Prepararon un lugar para sus novias.
• Tuvieron/Tienen un ministerio de oración mientras llegaba/llega sus novias.
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