Y Samuel habló a todo Israel. Por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos, y acampó junto a Eben- ezer, y los filisteos acamparon en Afec. Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a cuatro mil hombres.
a. Salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos: Durante este tiempo, no había ninguna potencia mundial (como Egipto y Asiria) que buscara dominar la región. Así que, las batallas que Israel libraba eran en contra de sus vecinos cercanos, como los Moabitas, Amonitas, o como en este caso, los filisteos.
i. Israel podía competir en términos más equitativos con Moab y Amón, pero los Filisteos tenían mucha influencia de la lejana Grecia. El equipo militar griego (como los cascos, escudos, cotas de malla, espadas y lanzas) hicieron de los Filisteos un oponente formidable. Los Filisteos fueron las primeras personas en Canaán en procesar el hierro, y le sacaron provecho.
ii. Los Filisteos eran un pueblo inmigrante de la aristocracia militar de la Isla de Creta (Amós 9:7). Hubo pequeños grupos de Filisteos en la tierra en el tiempo de Abraham; pero solo tomaron fuerza poco después de que Israel llegara a Canaán de Egipto. Ellos estaban organizados en cinco ciudades-estado.
b. “El tiempo nunca pareció más desesperanzador que cuando Samuel se levantó. Los filisteos, fortalecidos no solamente por un constante flujo de inmigrantes, sino también por la importación de armas desde Grecia, estaban reduciendo rápidamente a Israel a una condición de pueblo sometido.” (Smith, Comentario de Púlpito)
c. No deberíamos inferir por la conexión de Samuel habló a todo Israel y por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla,que la batalla fue conducida por la dirección de la palabra de Samuel. Algunas tradiciones del manuscrito (evidentes en la Septuaginta) hacen claro que los Filisteos iniciaron este conflicto.
d. La batalla terminó en un desastre: Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a cuatro mil hombres.
Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos. Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que moraba entre los querubines; y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con el arca del pacto de Dios.
a. Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que... nos salve de la mano de nuestros enemigos: Los ancianos de Israel, después de la batalla con los Filisteos, decidieron que la siguiente batalla podría ser ganada si llevaban arca del pacto con sus soldados.
i. El arca del pacto era la representación del trono de Dios en el pueblo de Israel. Se mantenía en el Lugar Santísimo del tabernáculo y nunca era vista por el pueblo. En el Lugar Santísimo, solo el sumo sacerdote entraba y veía el arca, y solamente una vez al año. Sin embargo, ellos querían tomar esta representación del trono de Dios fuera del Lugar Santísimo (se podía mover cuando el tabernáculo debía ser movido), cubrirla, y llevarla a la batalla con ellos. Esto les daría la confianza de que Dios realmente estaba con ellos.
ii. El arca había estado antes en batalla. El arca fue delante de los que marcharon alrededor de la ciudad de Jericó (Josué 6:6-8). Moisés le dijo a los sacerdotes que llevaran el arca a la batalla contra los Madianitas (Números 31:6). Después, Saúl llevó el arca a la batalla (1 de Samuel 14:18), así como lo hizo David (2 de Samuel de 11:11). Después, durante la rebelión lanzada por Absalón, David supo que el arca no era un “amuleto de la suerte” así que la envió de regreso a Jerusalén cuando huyó de la ciudad por Absalón. (2 de Samuel 15:24-25).
b. Los ancianos de Israel estaban en lo correcto al ver que necesitaban ayuda de Dios para ganar la batalla. Pero estaban mal en la manera en la que fueron a obtener ayuda. En vez de arrepentirse humildemente y buscar a Dios. Buscaron métodos que Dios nunca aprobó. Sólo les importó si iba a funcionar.
i. Ellos creyeron que la presencia del arca haría que Dios trabajara para ellos. “Su idea era que Dios se vería forzadoa pelear por ellos. Si no estaba dispuesto a hacerlo por el bien del pueblo, tendría que hacerlo por su honor.” (Ellison)
ii. Esto es simple, están tentando a Dios. Esta es la misma cosa a la que Satanás alentó a Jesús a hacer durante su tentación en el desierto, tratar de “forzar” a Dios a hacer un milagro al sugerirle a Jesús que altara del pináculo del templo.
iii. Sin duda, parecía una sugerencia brillante. ¡Seguramente funcionaría! Deben haber estado complacidos al haber llegado a tan brillante solución.
c. Pero su creencia en realidad es solamente vana superstición. Ellos ven el arca como el máximo “amuleto de la suerte” y creen que no pueden perder con él presente. Noten sus palabras: para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos. Ellos están esperando que el arca los salve, no el Señor mismo.
i. “En vez de intentar acercarse a Dios, estos Israelitas se pusieron a idear medios supersticiosos para asegurar la victoria sobre sus enemigos. En este aspecto la mayoría de nosotros los hemos imitado. Pensamos en mil invenciones; pero descuidamos la única cosa necesaria… Ellos olvidaron lo más importante, que es darle a Dios el trono de sus vidas, y buscar hacer su voluntad por fe en Cristo Jesús.” (Spurgeon)
ii. “Hay muchos Cristianos, como estos ancianos, que cuando se encuentran siendo golpeados por el mundo y el diablo, se rompen la cabeza para inventar todo tipo de razones por las cuales Dios los está abatiendo, excepto la verdadera, – su propio alejamiento de Él.” (Maclaren)
d. En vez de confiar en el arca, deberían haber estado más preocupados de que el arca estaba siendo servida, y transportada por sacerdotes que habían abandonado a Jehová: los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con el arca del pacto de Dios.
i. Dios había ordenado que el arca fuera transportada y cuidada por sacerdotes. Hicieron lo correcto al hacer que sacerdotes llevaran el arca. Pero estaban haciendo algo malo, aunque lo hayan hecho de la manera correcta.
Aconteció que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con tan gran júbilo que la tierra tembló.
a. Todo Israel gritó con tan gran júbilo que la tierra tembló: Alguien que pasara por el campamento Israelita hubiera pensado que algo tremendo estaba sucediendo. Ciertamente esto hubiera sido considerado un gran culto en la Iglesia, y muchos hubieran pensado que en verdad estaban confiando en Dios. Pero a pesar de las apariencias, en realidad no era nada. Todo su ruido y emoción no significaron nada porque no estaban basados en la verdad de Dios.
i. Los Israelitas probablemente sintieron que eran mejor que los Filisteos porque estos eran paganos que adoraban a dioses falsos. Sin embargo, los Israelitas estaban pensando y actuando como paganos, pensando que podían manipular a Dios, y forzarlo a hacer lo que ellos querían.
ii. “Si se hubieran humillado, y hubieran orado con devoción y fervor por éxito, hubieran sido escuchados y salvados. Sus gritos probaron su vanidad y su irreligión.” (Clarke)
b. “Ahora, amados, cuando ustedes adoran a Dios, griten si están llenos de gozo santo. Si el grito viene de tu corazón, no te pediría que lo refrenaras. ¡Dios no quiera que juzguemos la adoración de cualquier hombre! Pero no sean tan tontos como para pensar que porque hay un fuerte ruido también debe haber fe. La fe es un agua sin gas, que fluye profundo. La verdadera fe en Dios puede ser expresada con saltos y gritos; y es ocasión de alegría cuando lo hace: pero también sentarse y estar queta delante del Señor, y tal vez sea aún más motivo de alegría.” (Spurgeon)
Cuando los filisteos oyeron la voz de júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es esta en el campamento de los hebreos? Y supieron que el arca de Jehová había sido traída al campamento. Y los filisteos tuvieron miedo, porque decían: Ha venido Dios al campamento. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fue así. ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de estos dioses poderosos? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto. Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros; sed hombres, y pelead.
a. Deberíamos felicitar a los Filisteos por su comprensión del arca del pacto (ellos sabían que representaba la presencia de Dios), y por su conocimiento de la historia de Israel.
i. Sabían que era inusual – incluso inaudito – que los Israelitas llevaran el arca a la batalla (pues antes de ahora no fue así).
ii. Ellos sabían que el Dios de Israel había derrotado a los Egipcios (que hirieron a Egipto con toda plaga).
b. Estos dioses poderosos: A pesar de que no entendían mucho sobre Dios, los filisteos reconocieron la superioridad del Dios de Israel. Sin embargo, no se someterían a Dios, sino que simplemente determinaron luchar contra Él. Si en verdad creyeron que sus dioses eran más grandes que el Dios de Israel, no debieron haberse preocupado. Si creyeron que el Dios de Israel era más grande que sus dioses, debieron haberse sometido a Él.
i. Nosotros, como ellos, a menudo sabemos que Dios es más grande y merece nuestra sumisión. Sin embargo, con frecuencia nos resistimos a Él. El conocimiento no fue su problema. Lo fue la sumisión a Dios.
c. Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres: La presencia del arca no hizo que los Filisteos sintieran ganas de rendirse. Al contrario, les ha hecho sentir que deben pelear con mucha más fuerza para poder superar los obstáculos. Mostrarán el coraje que viene de la desesperación.
i. Los Filisteos sin Dios pueden enseñarnos algo. Los Cristianos necesitan mostrar más de este coraje. En vez de rendirse cuando las cosas se ven mal ¿por qué no, confiando en el señor, pelear con más fuerza? ¿Por qué no entregarse por completo en sumisión a Dios? ¿Por qué no decidir, Dios dándole la fuerza, que no se rendirá? El coraje y la persistencia le han ganado a muchos la victoria, incluso algunas victorias para el mal. ¿No deberíamos mostrar nosotros el mismo tipo de coraje y persistencia para Jehová?
Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees.
a. Israel fue vencido: Hubo tres razones para esta gran derrota. Primero, los Filisteos pelearon con el coraje de quién no tiene nada que perder. Segundo, los Israelitas sintieron que la batalla sería fácil porque tenían con ellos al arca del pacto, y no pelearon con tanta fuerza. Finalmente, Dios no bendijo la creencia supersticiosa de Israel en el poder del arca en vez de en el poder de Dios.
i. Nosotros cometemos con frecuencia el mismo error que los Israelitas cometieron. Creemos que si Dios está con nosotros, no necesitamos esforzarnos tanto. Pensamos que si Dios está de nuestro lado, el trabajo será fácil. ¡Esto puede ser totalmente falso!
ii. Y resultó que Dios no se sintió obligado a bendecir a los Israelitas solo porque llevaron el arca a la batalla. Él no permitiría que su brazo se torciera por las supersticiones de los Israelitas. Dios es una persona, no un genio que puede ser invocado a la voluntad del hombre. Usted no puede manipular a Dios.
b. Cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie: Israel no solo perdió, sino que su derrota fue mucho peor que la que tuvieron antes de llevar el arca a la batalla. La pérdida que los llevó a tomar el arca, fue de cuatro mil hombres caídos (1 de Samuel 4:2). Aquí, fueron asesinados más de siete veces esa cantidad de hombres de Israel.
i. A finales de 1970, se encontró una inscripción de cinco líneas en un silo de grano en las ruinas de Izbet Sartah. Una vez descifradas, se encontró que contenía un reporte filisteo de esta batalla, la captura del arca, incluso mención del sacerdote Ofni. Esta es la referencia extra-bíblica más temprana de un evento del Antiguo Testamento.
c. ¿Se puede poner peor? Si. El arca de Dios fue tomada. ¡La misma “cosa” que pensaron que les daría la victoria en la batalla les fue arrebatada! Israel había hecho del arca un ídolo, y a menudo Dios rompe nuestra idolatría quitando el ídolo.
i. Podemos hacer ídolos de cosas buenas. No había nada de malo con el arca misma. Dios les ordenó que la hicieran. Era importante para Israel. Él les dijo que pusieran las tablas de la ley, el maná, y el bastón de Aarón que floreció, en el arca. Sin embargo, incluso una cosa buena como el arca puede ser convertida en un ídolo, y Dios no tolerará nuestros ídolos.
ii. El arca de Dios fue tomada. Pero el Dios del arca aún estaba en su trono en el cielo, y guiando estas circunstancias para su gloria. Israel pensó que podía ignorar al Dios del arca y encontrar salvación. Pero Dios mostró que Él era más grande que el arca.
d. ¿Podía ponerse peor? Sí. Muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees. Los sacerdotes que se suponía que supervisarían el arca fueron asesinados en la batalla. Dios prometió que los dos hijos de Elí morirían el mismo día como prueba de su máximo juicio contra la casa de Elí. (1 de Samuel 2:34). Ahora ha llegado la prueba del juicio.
i. “Aparentemente murieron de la misma forma en que vivieron, en acto mismo de deshonrar a Dios.” (Blaikie)
Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza; y cuando llegó, he aquí que Elí estaba sentado en una silla vigilando junto al camino, porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Llegado, pues, aquel hombre a la ciudad, y dadas las nuevas, toda la ciudad gritó. Cuando Elí oyó el estruendo de la gritería, dijo: ¿Qué estruendo de alboroto es este? Y aquel hombre vino aprisa y dio las nuevas a Elí. Era ya Elí de edad de noventa y ocho años, y sus ojos se habían oscurecido, de modo que no podía ver. Dijo, pues, aquel hombre a Elí: Yo vengo de la batalla, he escapado hoy del combate. Y Elí dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío? Y el mensajero respondió diciendo: Israel huyó delante de los filisteos, y también fue hecha gran mortandad en el pueblo; y también tus dos hijos, Ofni y Finees, fueron muertos, y el arca de Dios ha sido tomada.Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y se desnucó y murió; porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años.
a. Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo: La batalla había sido librada cerca de Afec (1 de Samuel 4:1), y había por lo menos una distancia de 20 millas entre Afec y Silo. El mensajero tenía un largo camino por recorrer, la ruta iba en su mayoría cuesta arriba, y llevaba muy malas noticias.
i. Debido a que las noticias eran muy malas, cuando llegó tenía rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza. Estas eran algunas de las señales tradicionales de luto. El mensajero trajo malas noticias, y dejó que su apariencia reflejara lo malas que estas eran.
ii. Según una tradición Judía sin fundamentos, este mensajero anónimo de la tribu de Benjamínera un joven Saúl.
b. Elí estaba sentado en una silla vigilando junto al camino, porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios: Elí esperaba ansiosamente en el tabernáculo por noticias de la batalla. Elí estaba más preocupado por el destino del arca que por el de sus hijos.
i. ¿Por qué estaba tan nervioso? El podía haber estado tontamente confiado, al igual que los soldados de Israel, cuando el Arca del Pacto llegó al campamento (1 Samuel 4:5). Pero en vez de eso, Eli sabe que ha dejado ir al arca en una empresa insensata y supersticiosa, y su conciencia le hace temer que terminará en un desastre.
c. Cuando Elí escucha el alboroto en la ciudad acerca de la derrota en batalla, los sacerdotes, y el arca, pide información, y el mensajero le cuenta la historia de lo malo a lo peor a lo peor que peor a lo peor de lo peor: Israel huyó delante de los filisteos (malo) fue hecha gran mortandad en el pueblo (peor). También tus dos hijos, Ofni y Finees, fueron muertos (peor que peor) y el arca de Dios ha sido tomada (lo peor de lo peor).
d. Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y se desnucó y murió: Elí calló hacia atrás y murió cuando escuchó las noticias del arca (cuando él hizo mención del arca de Dios). Lo que lo mató, no fueron las noticias de la derrota en batalla de Israel, ni la masacre del ejército, ni siquiera la noticia de la muerte de sus propios hijos. Fueron las noticias de que el arca del pacto había sido capturada.
i. “Ninguna espada de Filisteo hubiera podido asesinarlo tan poderosamente; tampoco se puede decir si fue su cuello o su corazón lo que se rompió primero.” (Trapp)
ii. Dios había prometido que los dos hijos de Elí morirían en el mismo día como señal del juicio sobre la casa de Elí (1 de Samuel 2:34). Dios no había anunciado la promesa de que Elí también moriría el mismo día. Dios nos dice mucho a través de profecías, pero no todo. Algunas cosas solo se ven en su totalidad hasta que han sucedido.
Y su nuera la mujer de Finees, que estaba encinta, cercana al alumbramiento, oyendo el rumor que el arca de Dios había sido tomada, y muertos su suegro y su marido, se inclinó y dio a luz; porque le sobrevinieron sus dolores de repente. Y al tiempo que moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni se dio por entendida. Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. Dijo, pues: Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido tomada el arca de Dios.
a. ¡Pobre esposa de Finees! ¡Estando embarazada, escucha de la muerte de su esposo, su cuñado, su suegro, una masacre entre los soldados de Israel, una batalla perdida, y la captura del Arca del Pacto en un día! La angustia es demasiado grande, y le sobrevinieron sus dolores de repente.
b. Y llamó al niño Icabod: Para una mujer Judía, las noticias del nacimiento de un niño eran grandes noticias. Pero no para la esposa de Finees en este día. Para reflejar su angustia, y la tragedia nacional sobre Israel, ella llama a su hijo Icabod, que significa, “Traspasada es la gloria de Israel.”
i. Mas ella no respondió, ni se dio por entendida: Su pena era tan grande, que superó a su gozo maternal en el nacimiento de su hijo. Para ella, la pérdida era total, e incluso perdió el deseo de vivir.
c. Traspasada es la gloria: La gloria de Dios, mostrada por su presencia en el Arca del Pacto, ha dejado a Israel. Ahora la tenían los Filisteos.
i. ¿En verdad había sido traspasada la gloria de Dios? En un sentido, sí. La gloria se fue cuando Israel dejó de arrepentirse y confiar en Dios y empezó a confiar supersticiosamente en el arca. “Ciertamente la gloria de Dios los había dejado, pero no porque el arca de Dios hubiera sido capturada, pues la gloria ya los había abandonado.” (Ellison)
ii. Trágicamente, lo mismo puede ser dicho de muchas iglesias, muchos ministerios, y muchas vidas Cristianas: traspasada es la gloria. Aún hay sacerdotes, aún hay tabernáculo, pero Dios no está sentado en su gloria entre ellos. Hay una forma de piedad sin el poder (2 de Timoteo 3:5). ¡Usted podría escribir Ichabod sobre muchas iglesias, muchos ministerios, y muchas vidas Cristianas!
iii. ¿Cómo podía Dios permitir que sucediera algo tan terrible? Primero, lo permitió como un juicio justo sobre Israel como nación y sobre la familia de Elí. Ellos simplemente recibieron lo que merecían. Segundo, Dios lo permitió como corrección para la nación, para que no confiaran en el arca de Dios. Finalmente, aunque parecía algo terrible para el hombre, ¿fue tan terrible para Dios? En ese momento, ¿le estaban sudando las manos a Dios en el cielo, preocupado por cómo resultarían las cosas? ¿Preocupado por sus propia reputación? Viéndolo de esta forma, la gloria no había sido traspasada ni siquiera un poco. Al contrario, Dios apenas estaba comenzando a mostrar su gloria.
iv. Muchas circunstancias que nosotros consideramos como calamidades, Dios las usa para glorificarse a sí mismo de una manera maravillosa. Israel tenía razón en entristecerse por la pérdida de vidas y el arca en un solo día. Pero debieron haber tenido confianza, sabiendo que Dios era perfectamente capaz de cuidarse a sí mismo.
v. “Así como Dios no había perdido nada en este evento, tampoco los Filisteos había ganado nada; e Israel, considerando todas las cosas, había recibido más bien que daños, como lo veremos más adelante.” (Poole)
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