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David Guzik :: Romanos 8 – Una Nueva y Maravillosa Vida en el Espíritu

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Romanos 8 – Una Nueva y Maravillosa Vida en el Espíritu

A. Vida en el Espíritu contrastada con la vida en la carne.

1. (Romanos 8:1) No condenación.


Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

a. Ahora, pues, ninguna condenación hay: La simple declaración de ninguna condenación viene a aquellos que están en Cristo Jesús. Ya que el Padre no condena a Jesús, tampoco Él condenará a aquellos que están en Él. Ellos no están para ser condenados, y ellos no pueden ser condenados.

i. El Ahora, pues de Pablo es importante. Dice que lo que él habla viene de un argumento lógico. Es como si Pablo comenzara, “Puedo probar lo que digo aquí.” Esto es lo que él prueba: si somos uno en Jesús y Él es nuestra cabeza, nosotros no podemos ser condenados. No puedes absolver a la cabeza y condenar la mano. No puedes ahogar al pie mientras la cabeza permanezca fuera del agua. Únete a Él, y escuchamos el veredicto: “ninguna condenación.”

ii. En Cristo: “Esta frase trata sobre que hay una unión mística y espiritual entre Cristo y los creyentes. Esto es expresado algunas veces como Cristo estando en ellos … y aquí al estar ellos en Cristo. Cristo esta en los creyentes por Su Espíritu, y los creyentes están en Cristo por fe.” (Poole)

iii. El veredicto no es “menos condenación.” Ese es el lugar en donde muchos de nosotros estamos – pensamos que nuestra posición a mejorado en Jesús. No ha mejorado, ha sido transformada completamente, cambiada a ninguna condenación.

iv. Quizás debiéramos de considerar el otro lado de la moneda: Si no estás en Cristo Jesús, entonces para ti hay condenación. “No es una tarea placentera que debamos hablar de este asunto; ¿pero quiénes somos nosotros para pedir tareas placenteras? Lo que Dios ha atestiguado en la Escritura es la suma y substancia de lo que los siervos del Señor deben de testificar a las personas. Si no estás en Cristo Jesús, y estás caminando en pos de la carne, no has escapado de la condenación.” (Spurgeon)

b. Ninguna condenación: Este lugar de confianza y paz vienen después de la confusión y conflicto marcados en Romanos 7. Ahora Pablo ver a Jesús y el encuentra su permanencia en Él. Pero este capítulo es mucho más que la respuesta de Romanos 7; une pensamientos desde el comienzo de este libro.

i. Romanos 8 comienza con ninguna condenación; termina con ninguna separación, y en medio no hay derrota.

c. Los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu: Estas palabras no se encuentran en los manuscritos primitivos del Libro de los Romanos y estas no están de acuerdo con el flujo del contexto de Pablo. Quizás fueron añadidas por un escribiente el cual lo colocó por error o quizás pensó que él podría “ayudar” a Pablo al traer estas palabras de Romanos 8:4.

i. Ya que es cierto que aquellos que están en Cristono deberían y no andarían consistentemente, conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, y esta no es una condición para su estatus de ninguna condenación. Su posición en Jesús es la razón de su posición de ninguna condenación.

ii. “Los hombres más eruditos nos aseguran que no es parte del texto original. Ahora yo no puedo adentrarme en las razones de esta conclusión, pero son razones muy buenas y sólidas. Las copias más antiguas no la contienen, las versiones no la sostienen, y los padres que citaron abundantemente la Escritura no citan esta oración.” (Spurgeon)

d. Nosotros recibimos esta gloriosa declaración desde la corte de Dios: “ninguna condenación.” No la recibimos debido a que no merezcamos la condenación. La recibimos porque Jesús llevó la condenación que merecíamos, y nuestra identidad ahora se encuentra en Él. Ya que Él no es condenado otra vez, tampoco nosotros.

2. (Romanos 8:2-4) El contraste entre la vida en el Espíritu y la vida en la carne.


Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

a. La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte: La ley del pecado y de la muerte era una ley fuerte y aparentemente absoluta. Cada pecado que cometemos y cada cementerio que vemos lo comprueba. Pero la ley del Espíritu de vida en Cristo es aún más fuerte, y la ley del Espíritu nos libera de la ley del pecado y de la muerte.

i. Somos hechos libres de la ley del pecado. A pesar de que él, inevitablemente lo hace, el Cristiano no tiene que pecar, porque él ha sido libre del dominio del pecado. Somos libres de la ley de la muerte; la muerte ya no tiene poder permanente en contra del creyente.

ii. Romanos 8:1 nos dice que somos libres de la culpa del pecado. Romanos 8:2 nos dice que somos libres del poder del pecado.

b. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne: La ley puede hacer muchas cosas. Nos puede guiar, enseñarnos, y decirnos el carácter de Dios. Pero la ley no puede dar energía (poder) a nuestra carne; nos puede dar el estándar, pero no puede darnos el poder para vivir agradando a Dios.

i. Morris, citando a Manson: “La ley de Moisés tiene derecho pero no poder; la ley del pecado tiene poder pero no derecho; la ley del Espíritu tiene ambos, derecho y poder.”

ii. “La ley es débil para nosotros, debido a que somos débil para ella: el sol no le puede dar luz a un ojo ciego, no porque sea impotente, sino simplemente por la incapacidad del sujeto de ver el brillo que cae sobre él.” (Poole)

c. Por cuanto era débil por la carne: La ley es débil debido a que habla a nuestra carne. Viene a hombres carnales y les habla como hombres carnales. Pero la obra del Espíritu nos transforma por la crucifixión del viejo hombre e imparte al nuevo hombre – un principio más excelente que la carne.

i. “Una vid no produce uvas por una Enmienda del Parlamento; éstos son el fruto de la propia vida de la vid; así que la conducta que se conforma al estándar del Reino no se produce por ninguna demanda, ni siquiera por la de Dios, sino que es el fruto de la naturaleza divina de Dios el cual da como resultado de lo que él ha hecho en y por Cristo.” (Hooke)

d. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo: La ley no podía derrotar al pecado; solamente podía detectar el pecado. Solamente Jesús puede derrotar al pecado, y Él lo hizo a través de Su obra en la cruz.

i. Enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado: A fin de poder derrotar al pecado, Jesús debía de identifica a aquellos atados por el pecado, al venir en semejanza de carne de pecado. Bajo la inspiración del Espíritu Santo, Pablo cuidadosamente eligió sus palabra aquí, indicando que Jesús no estaba en el pecado de la carne, pero que Él se identificaba con la carne en su totalidad.

ii. No podemos decir que Jesús vino en la carne de pecado, ya que Él no tenía pecado. No podemos decir que Jesús vino en la semejanza de la carne, porque Él en realidad era humano, y no solamente como un humano. Pero si podemos decir que Jesús vino en semejanza de carne de pecado porque, a pesar de que Él era humano, Él no tenía pecado en Si mismo.

iii. Condenó al pecado en la carne: El pecado se condenó en la carne de Jesús cuando Él cargó la condenación que nosotros merecíamos. Y ya que estamos en Cristo, entonces ya hemos tenido esa condenación la cual vino y paso sobre nosotros.

e. Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros: Debido a que Jesús cumplió la justicia de la ley, y ya que estamos en Cristo, entonces nosotros cumplimos la ley. La ley es cumplida en nosotros en cuando a la obediencia, ya que la justicia de Jesús es destacada por nosotros. La ley es cumplida en nosotros en cuanto al castigo, porque cualquier castigo demandado por la ley fue derramado sobre Jesús.

i. Pablo no dice que nosotros cumplimos la justicia de la ley. Él dice cuidadosamente que la justicia de la ley es cumplidaen nosotros. No es cumplida por nosotros, sino en nosotros.

ii. Puesto de una manera simple, Jesús es nuestro sustituto. Jesús fue tratado como un pecador para que nosotros pudiéramos ser tratados como justos.

f. En nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu: Las personas que disfrutan esto son aquellas que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Su vida esta marcada por la obediencia a el Espíritu Santo, y no en la obediencia de la carne.

i. Dios quiere que el Espíritu gobierne sobre nuestra carne. Cuando permitimos que la carne reine sobre el Espíritu, entonces nos hallamos atados por los patrones de pecado y la desesperación que marco la vida de Pablo en su lucha de “Romanos 7”. Nuestro andar – el patrón de nuestra vida – debe ser conforme al Espíritu, no conforme a la carne.

ii. Andando en el Espíritu significa que el curso, la dirección, el progreso de la vida de uno es dirigida por el Espíritu Santo. Es un movimiento continuo y progresivo.

iii. “Observe cuidadosamente que la carne esta allí: él no anda en pos de ella, esforzándose y haciendo guerra, fastidiando y entristecida, y allí seguirá hasta que sea llevada al cielo. Esta allí como un extranjero y una fuerza detestable, y no esta allí para tener dominio sobre él. Él no anda tras él, ni le obedece. Él no la acepta como su guía, ni permite que le conduzca hacia la rebelión.” (Spurgeon)

3. (Romanos 8:5-8) Lo inútil de tratar de agradar a Dios en la carne.


Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

a. Piensan en las cosas de la carne: Pablo nos da una manera fácil de saber si caminamos en el Espíritu o caminamos en la carne – el ver simplemente en que cosas piensan nuestras mentes. La mente es el campo de batalla estratégico en donde la carne y el Espíritu pelean.

i. No debemos de pensar que aquellos que piensan en las cosas de la carne sean pecadores notorios. Podrían ser personas nobles las cuales tienen buenas intenciones. Pedro tenía una buena intención al decirle a Jesús que evitara la cruz. Jesús le respondió a Pedro con estas palabras fuertes: no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. (Matthew 16:23)

b. Porque el ocuparse de la carne es muerte: Cuando nuestras mentes están puestas (piensan) en las cosas de la carne (ocuparse de la carne) traemos muerte a nuestras vidas. Pero el andar en el Espíritu trae vida y paz.

i. Debemos, en cambio, guardarnos de una espiritualidad falsa para ver que Pablo esta hablando de la carne hasta este punto como un instrumento de rebelión en contra de Dios. Pablo no esta hablando de las necesidades normales físicas y emocionales de las cuales podemos pensar, solamente en la gratificación pecaminosa de esas necesidades.

c. Los designios de la carne son enemistad contra Dios: La carne batalla en contra de Dios, debido a que no quiere ser crucificado ni se quiere rendir al Señor Jesucristo. No quiere vivir Gálatas 5:24: Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. En esta batalla para domar la carne, la ley no tiene poder.

i. Pablo no dijo que la mente carnal esta en enemistad con Dios – él hizo un énfasis aún más fuerte. Los designios de la carne son enemistad contra Dios. “No es negro, sino oscuridad; no esta en enemistad, pero en si mismo es enemistad; no esta corrompida, es corrupción; no esta rebelde, es la rebelión; no es malo, es maldad en si misma. El corazón, a pesar que es engañoso, es positivamente engañoso; es maldad en concreto, pecado en esencia, es la destilación, la quintaesencia de todas las cosas que son viles; no tiene envidia en contra de Dios, es envidia; no es un enemigo, es enemistad real.” (Spurgeon)

d. Porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden: Podemos intentar hacer bien en la vida sin estar sujetosa la ley de Dios. Podemos esperar poner a Dion “en deuda” hacia nosotros a través de hacer buenas obras, poniendo a Dios bajo una obligación para nosotros. Según la carne no pueden agradar a Dios, aun cuando la carne este haciendo cosas religiosas las cuales sean admiradas por los hombres.

i. Newell en Romanos 8:7: “Quizás ningún otro texto de la Escritura expresa de una forma más completa el horrendo estado de perdición del hombre en pos de la carne.”

4. (Romanos 8:9-11) Los Cristianos tienen autoridad para vivir en el Espíritu.


Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

a. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros: Debido a que el Espíritu Santo es dado a cada creyente cuando nacen de nuevo, cada Cristiano tiene dentro de ellos mismos un principio más alto y poderoso que el principio de la carne.

i. “Muchos personas sinceras aún están bajo el ministerio de arrepentimiento de Juan el Bautista. Su estado es prácticamente de la batalla de Romanos Siete, en donde Cristo ni el Espíritu Santo son mencionados, pero únicamente una alma estimulada pero sin liberar en batalla bajo el ‘deber’, y no en el sentido de una entera aceptación de Cristo con el sello del Espíritu Santo.” (Newell)

b. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él: Esto significa que cada creyente tiene el Espíritu Santo. Es una denominación errónea el dividir a los Cristianos como “llenos del Espíritu” y los que “No son llenos del Espíritu.” Si una persona no esta llena con el Espíritu Santo, entonces no son Cristianos.

i. Sin embargo, muchos si fallan en vivir la vida Cristiana en la plenitud constante del Espíritu porque ellos no están constantemente siendo llenados con el Espíritu Santo, el cual Pablo manda en Efesios 5:18. Ellos no tienen experiencia de lo que Jesús habló cuando Él describió los ríos de agua viva que brotaban del creyente (Juan 7:37-39).

ii. ¿Cómo sé que tengo al Espíritu? Has estas preguntas:

· ¿Te ha llevado el Espíritu a Jesús?

· ¿El Espíritu ha puesto en ti el deseo de honrar a Jesús?

· ¿Te conduce el Espíritu a ser más como Jesús?

· ¿Esta obrando el Espíritu en tú corazón?

c. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado:Ya que Jesús vive en nosotros, el viejo hombre (cuerpo) esta muerto, pero el Espíritu vive y reina, y vivirá Su salvación aún por medio de nuestro cuerpos mortales por la resurrección.

i. No solamente nosotros estamos en Cristo (Romanos 8:1), pero Él también está en vosotros, y ya que Dios no puede morar en un hogar con pecado, el cuerpo (viejo hombre) tuvo que morir cuando Jesús entró.

B. Nuestra obligación: vivir en el Espíritu

1. (12-13) Nuestra deuda es hacia el Espíritu, no hacia la carne.

Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis

a. Deudores somos – a la carne, para que vivamos conforme a la carne: La carne (otra vez, en el sencillo hecho de una carne pecaminosa en rebelión en contra de Dios) no nos deja nada bueno. Así que no tenemos ninguna obligación para obligarnos a ella o consentirla. Nuestra deuda es hacia el Señor, no a la carne.

b. Porque si vivís conforme a la carne, moriréis: Pablo nos recuerda constantemente que el vivir tras la carne termina en muerte y necesitamos ser recordados porque muy seguido somos engañados al pensar que la carne nos ofrece vida.

c. Por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne: Cuando hacemos morir las obras de la carne (forzamos a la carne pecaminosa a someterse al Espíritu), debemos de hacerlo por el Espíritu. De otra manera nos haremos como los Fariseos, orgullosos espiritualmente.

i. Pablo nos dice que no somos únicamente salvados por la obra del Espíritu, pero que también debemos de caminar por el Espíritu si queremos crecer e ir tras la santidad en el Señor. No podemos ser como algunos de los que se mencionan en Gálatas quienes pensaban que ellos podían comenzar en el Espíritu y luego encontrar la perfección espiritual por la carne (Gálatas 3:3).

2. (Romanos 8:14-15) El vivir en el Espíritu significa vivir como un hijo de Dios.


Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

a. Es adecuado que los hijos de Dios deban ser guiados por el Espíritu de Dios. Sin embargo, no debemos de pensar que el ser guiados por el Espíritu es una condición previa a ser un hijo de Dios. En lugar de eso, nos volvemos hijos primero y luego el Espíritu de Dios nos guía.

i. Pablo no dijo, “Cómo muchos de los que van a la iglesia, estos son los hijos de Dios.” Él no dijo, “Cómo muchos de los que leen la Biblia, estos son los hijos de Dios.” Él no dijo, “Cómo muchos que son patrióticos Americanos, estos son los hijos de Dios.” Él no dijo, “Cómo muchos de los que participan en la comunión, estos son los hijos de Dios.” En este texto, la prueba para ver si eres hijo es la que una persona sea o no guiada por el Espíritu de Dios.

ii. ¿Cómo nos guía el Espíritu Santo?

· Somos guiados con dirección

· Somos guiados al acercarnos

· Somos guiados por un gobierno de autoridad

· No somos guiados para cooperar con el líder. “No dice, ‘Cómo muchos que son conducidos por el Espíritu de Dios.’ No, el diablo es alguien que conduce, y cuando el entra, en los hombres o perros, él los conduce con violencia. Recuerden como todo el ato corrió violentamente hacia el barranco que daba al mar. Cuando veas a un hombre fanático y salvaje, sea cual fuere el espíritu que este en él, no es el Espíritu de Cristo.” (Spurgeon)

iii. ¿A dónde nos conduce el Espíritu Santo?

· Nos lleva al arrepentimiento

· Nos lleva a pensar poco en nosotros y mucho en Jesús

· Nos lleva a la verdad

· Nos lleva al amor

· Nos lleva a la santidad

· Nos lleva a ser útiles

b. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción: El vivir como un hijo de Dios significa que se tiene una relación íntima, de gozo, con Dios, no como la esclavitud y temor los cuales son demostrados por la ley. Un hijo de Dios tiene una relación con Dios, de una manera tan cercana, que ellos pueden clamar, ¡Abba, Padre! (¡Papi!).

c. clamamos: ¡Abba, Padre! Es fácil para nosotros ver a Jesús relacionándose con el Padre con esta confianza bienaventurada, pero podemos vernos a nosotros mismos como indignos para hacerlo. Sin embargo, recuerde que estamos en Cristo – tenemos el privilegio de relacionarnos con el Padre de la manera que Cristo Jesús lo hace.

i. “En el mundo Romano del primer siglo D.C., un hijo adoptado era un hijo adoptado de forma deliberada por su padre adoptivo para perpetuar su nombre y heredar sus bienes; no era inferior en estatus en comparación con la de un hijo que le nacía de manera natural.” (Bruce)

ii. Bajo la adopción Romana, la vida y posición del hijo adoptado cambiaba completamente. El hijo adoptado perdía todos sus derechos en su familia anterior y ganaba todos los nuevos derechos de su nueva familia; la vieja vida del hijo adoptado era borrada completamente, con todas las deudas canceladas, con nada de su pasado que pudiera contársele en su contra.

3. (Romanos 8:16) La evidencia de que somos hijos de Dios: el testimonio del Espíritu Santo.


El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

a. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios: En términos llanos, Pablo dice que aquellos que son hijos de Dios, nacidos de nuevo por el Espíritu de Dios, conocen su estatus debido a que el Espíritu Santo le testifica a nuestro espíritu que así es.

i. Esto no quiere decir que no son los que erróneamente piensan o asumen que son hijos de Dios aparte del testimonio del Espíritu. También hay Cristianos que en su mente, en medio de una niebla de ataques espirituales constantes, empiecen a creer la mentira de que al final de todo no son hijos de Dios. Sin embargo, el testimonio de el Espíritu aún esta allí.

b. Somos hijos de Dios: No debemos de preguntarnos si en verdad somos Cristianos o no. Los hijos de Dios saben quienes son.

i. La ley Judía establecía que de la boca de dos o tres testigos todo debía de ser establecido (Deuteronomio 17:6). Hay dos testigos de nuestra salvación: nuestro propio testimonio y el testimonio del Espíritu Santo.

4. (Romanos 8:17) Los beneficios y responsabilidades de ser hijos de Dios.


Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

a. Y si hijos, también herederos: Debido a que estamos en Cristo, tenemos el privilegio de relacionarnos con el Padre de la manera que lo hace Jesús – por lo tanto, somos herederos de Dios y coherederos con Cristo.

i. El ser un hijo de Dios también significa tener una herencia. En Lucas 18:18 el hombre principal le preguntó a Jesús, ¿Qué haré para heredar? Pero el hombre principal perdió de vista el punto porque la herencia no es cuestión de hacer, es una cuestión de ser – el estar en la familia correcta.

b. Si es que padecemos juntamente con él: Debido a que estamos en Cristo, también somos llamados a compartir Su padecimiento. Los hijos de Dios no están inmunes al sufrimiento.

c. Si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados: De hecho, el compartir los padecimientos presentes es una condición de nuestra glorificación futura. En lo que a Dios concierne, todo es parte del mismo paquete de ser sus hijos, no importa cómo nuestra carne quiera tener la herencia y la gloriasin el padecimiento.

C. La vida en el Espíritu nos habilita a entender y soportar el padecimiento.

1. (Romanos 8:18) El análisis de Pablo del padecimiento presente y de la gloria futura: no se pueden comparar la una a la otra.


Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

a. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables: Pablo no estaba ajeno o ciego a las aflicciones de la existencia humana; él experimentó muchas más que la mayoría de nosotros pueda experimentar hoy. Pero él aún consideraba que la gloria futura sobrepasaba por mucho a las presentes aflicciones.

b. La gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse: Sin una esperanza celestial, Pablo consideraba a la vida Cristiana como necia y trágica (1 Corintios 15:19). Pero a la luz de la eternidad, es más sabio y es la mejor elección que alguien pueda hacer.

c. Que en nosotros a de manifestarse: Esta gloria que viene no solamente será revelada a nosotros, pero en realidad será manifestadaen nosotros.

i. Dios ha puesto esta gloria en el creyente desde ahora mismo. Cuando estemos en el cielo, la gloria simplemente será manifestada. “La gloria será manifestada, no creada. Esto implica que ya esta en existencia, pero que no es aparente.” (Morris)

2. (Romanos 8:19-22) Toda la creación esta en espera y anticipando esta gloria venidera.


Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;

a. El anhelo ardiente de la creación es el aguardar: Pablo considera que la creación misma esta aguardando la manifestación de los hijos de Dios; debido a que la creación fue sujetada a vanidad debido al pecado del hombre, y se beneficiará de la redención definitiva del hombre.

i. Isaías 11:6-9 describe esta redención de la creación en ese día: Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.

b. Sino por causa del que la sujetó en esperanza: Sólo Dios pudo sujetar a la creación en esperanza. Esto, al final, no fue obra del hombre ni de Satanás.

c. La promesa de la libertad gloriosa de los hijos de Dios no solo beneficia a los hijos de Dios, sino a toda la creación. Hasta ese día, la creación gime a una, y a una está con dolores de parto.

d. La manifestación de los hijos de Dios: Ciertos grupos con una mentalidad “súper Cristiana” han tomado la idea de la manifestación de los hijos de Dios para decir que toda la creación esta esperando por su grupo particular de Cristianos súper espirituales para ser manifestados de una manera poderosa e increíble. Esto es una fantasía egoísta.

e. Toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora: “La creación no esta llevando dolores de muerte … sino dolores de parto.” (Morris)

3. (Romanos 8:23-25) Nosotros también gemimos y aguardamos por la gloria venidera.


y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

a. Nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu, se nos ha dado a probar esa gloria que vendrá. ¿Se nos puede culpar si anhelamos el cumplimiento de lo que hemos recibido en las primicias?

b. Esperando la adopción: Estamos esperando nuestra adopción; aunque ya hay un sentido en el cual nosotros ya somos adoptados (Romanos 8:15), también esta el sentido en el cual nosotros esperamos por la consumación de esa adopción – la redención de nuestro cuerpo.

i. Dios no ignora a nuestros cuerpos físicos en Su plan de redención. Su plan para estos cuerpos es llamado resurrección, porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. (1 Corintios 15:53)

ii. El cuidado de Dios sobre nuestros cuerpos físicos aquí y ahora son reflejados en pasajes como 1 Corintios 6:19-20: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

c. Con paciencia lo aguardamos: El cumplimiento de nuestra redención es algo que todavía está distante, pero nosotros esperamos por ello con fe y paciencia, confiando en que Dios es fiel a Su palabra y la gloria prometida será una realidad.

i. Morris en paciencia: “Es la actitud del soldado el cual en lo duro de la batalla no desmaya pero pelea con firmeza sin importar las dificultades.”

4. (Romanos 8:26-27) Las ayuda de Dios por el Espíritu esta disponible para nosotros el día de hoy.


Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

a. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad: Cuando somos débiles, y no sabes exactamente por lo que hemos de orar, Dios mismo (por medio del Espíritu Santo) nos ayuda haciendo intercesión por nosotros.

b. La ayuda que el Espíritu Santo trae para expresar nuestros gemidos indecible podría incluir el orar en el don del espíritu de la lengua (1 Corintios 14:2, 14-15), pero es cierto que la limitante no es el hablar en una lengua extraña.

i. La idea es simplemente el comunicar algo que nosotros no somos aptos para expresar – estos gemidos profundos dentro de nosotros, los cuales no podemos articular sin la obra de intercesión del Espíritu Santo.

ii. Esto, por supuesto, es el propósito del don de lenguas – el habilitarnos comunicarnos con Dios de una manera que no este limitada a nuestro propio conocimiento o habilidad de articular nuestro corazón delante de Dios. El propósito de las lenguas no es para probar que estamos “llenos del Espíritu” o que somos especiales espiritualmente.

c. La ayuda del Espíritu Santo en la intercesión es perfecta porque Él escudriña los corazones de aquellos que Él ayuda. Él es capaz de guiar nuestras oraciones conforme a la voluntad de Dios.

5. (Romanos 8:28-30) La ayuda de Dios es una promesa que perdura; Él tiene la capacidad de obrar todas las cosas para bien y nos ve como un medio para glorificación.


Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

a. Y sabemos que … todas las cosas les ayudan a bien: La soberanía y capacidad de Dios de manejar cada aspecto de nuestras vidas es demostrada por el hecho de que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, aunque debemos de enfrentarnos a las aflicciones del tiempo presente (Romanos 8:18). Dios es capaz de incluso hacer de esas aflicciones que obren para bien para nuestro bien y para Su bien.

b. Dios es capaz de obrar todas las cosas, no algunas cosas. Él las obra para bien, y no obra de manera aislada. Esta promesa es para aquellos que aman a Dios dentro del marco del entendimiento Bíblico del amor, y Dios maneja los asuntos de nuestra vida debido a que somos llamadosconforme a su propósito.

c. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo: La cadena eterna de la obra de Dios es vista en la conexión entre los que antes conoció, predestinó, llamó, justificó, y glorificó. Dios no comenzó una obra en los Romanos simplemente para abandonarlos en medio de su presente aflicción.

i. “Pablo esta diciendo que Dios es el autor de nuestra salvación, y eso desde el principio hasta el fin. No debemos de pensar que Dios puede tomar acción solamente cuando nosotros le damos permiso para obrar.” (Morris)

ii. “Claro que creo en la predestinación, ya que es claramente enseñada en las Escrituras. La doctrina puede asumirse, aún cuando la palabra no hubiera sido utilizada explícitamente. Es una verdad estremecedora el cual no altera para nada. El hecho de que Él me eligió a mí y que comenzó la buena obra en mí prueba que Él continuará en hacerla. Él no me traería hasta aquí para deshacerse de mi.” (Smith)

d. Para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo: Sin embargo, nuestra participación en este plan eterno es esencial, reflejado en su meta: que nosotros podamos ser conformes ala imagen de su Hijo; y este es el proceso que Dios hace con nuestra cooperación, no solamente algo que Él “hace” a nosotros.

e. La razón para este plan esta expresado en que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Dios nos ha adoptado en Su familia (Romanos 8:15) para el propósito de hacernos como Cristo Jesús, similares a Él en la perfección de Su humanidad.

D. La victoria triunfante de la vida en el Espíritu

1. (Romanos 8:31) Pablo comienza su conclusión en esta sección: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?


¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

a. Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Si todo lo que tuviéramos fueran los primeros pocos capítulos de Romanos algunos podrían creer que Dios estaba contra nosotros. Ahora que Pablo ha mostrado todo lo que Dios atravesó para salvar al hombre de Su ira y de equiparle para tener victoria sobre el pecado y la muerte, ¿quién podría dudar de que Dios es por nosotros?

i. “Nuestros débiles corazones están propensos al legalismo y la incredulidad, y reciben estas palabras con gran dificultad: Dios es por nosotros … Ellos le han fallado a Él; pero Él es por ellos. Ellos son ignorantes; pero Él es por ellos. Ellos aún no han traído mucho fruto; pero Él es por ellos.” (Newell)

ii. Casi todos los hombres dicen o piensan que Dios es por ellos – los terroristas comenten horribles crímenes pensando que Dios es por ellos. Sin embargo, el Espíritu Santo mantiene esta declaración con un “si,” para que podamos saber que solamente por que un hombre piense que Dios esta con él no significa que así sea. Dios es solamente por nosotros si nosotros estamos reconciliados a Él por medio de Cristo Jesús.

b. ¿Quién contra nosotros? Igualmente, a pesar de los sufrimientos que enfrentan los Cristianos, si Dios es por ellos, ¿qué importa si otros están en contra de ellos? Una persona más Dios hacen una mayoría inconquistable.

c. En verdad podemos ser engañados en pensar que Dios es por nosotros cuando en realidad Él no lo está (como lo hacen los ocultistas y aquellos como ellos). Pero no se puede negar que para aquellos que están en Cristo Jesús, ¡Dios es por ellos!

2. (Romanos 8:32) Evidencia de que Dios es por nosotros: el don de Cristo Jesús.


El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

a. El que no escatimó ni a su propio Hijo: Si el Padre ya había dado Su regalo más sublime, ¿cómo hemos de pensar que Él no nos dará los regalos más pequeños?

3. (Romanos 8:33-39) La seguridad del creyente en el amor de Dios.


¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

a. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Estamos seguros de cualquier cargo en contra de nosotros. Si somos declarados “no culpable” por el juez más alto, ¿quién puede traer un cargo adicional?

b. ¿Quién es el que condenará? Estamos seguros de toda condenación. Si Jesús mismo es nuestro abogado, promoviendo nuestro beneficio, entonces, ¿quién puede condenarnos?

c. De hecho, ninguna de las aflicciones del tiempo presente pueden separarnos del amor de Dios. No importa cual sea la circunstancia, somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

i. Newell en nos amó: “Es este evangelio del tiempo pasado el cual el diablo odia … Dejen que el predicador diga continuamente, ‘Dios te ama, Cristo te ama’, y él y su congregación luego perderán de vista su pecaminosidad y de la expiación sustituta de la cruz, en donde el amor de Dios y de Cristo de una vez y para siempre y de una manera suprema expusieron.”

ii. Earle en desnudez: “Este término el día de hoy sugiere indecencia en un desfile. En aquel entonces significaba una falta de ropa o simplemente porque alguien no tenía los medios o la manera de conseguirla.”

iii. Espada: Esta palabra implica ejecución. Es el único objeto de la lista la cual Pablo no había experimentado personalmente aún en el curso de su vida por Jesús y en la predicación del evangelio (1 Corintios 4:11 y 15:30).

d. Más que vencedores: ¿Cómo es el Cristiano más que vencedor?

· Él vence con un poder más grande, el poder de Jesús

· Él vence con un motivo más grande, la gloria de Jesús

· Él vence con una victoria más grande, sin perder nada aún en la batalla

· Él vence con un amor más grande, conquistando enemigos con amor y convirtiendo a los enemigos con paciencia

e. Ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro: Nada que aparente ser bueno o nada que aparente ser malo puede separarnos del amor de Dios.

i. Spurgeon habla de la confianza que grandes hombres y mujeres de Dios tuvieron en el amor de Dios en las épocas pasadas: “Ellos no hablaron del amor de Cristo como si se tratara de un mito que debiera de ser respetado, una tradición que debiera de ser reverenciada; ellos la miraban como una realidad bendita, y ellos echaban toda su confianza sobre ella, dejando ser persuadidos de que esto les elevaría como con alas de águila, y que les llevaría durante todos sus días; descansando en la confianza de que la roca sería para ellos el fundamento, en contra de la cual la olas podrían golpear, y los vientos soplar, pero la habitación de su alma estaría firme con seguridad si ésta estaba fundada sobre ella.”

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