Y dijo Balac a Balaam: Te ruego que vengas, te llevaré a otro lugar; por ventura parecerá bien a Dios que desde allí me lo maldigas. Y Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor, que mira hacia el desierto. Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros. Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada altar. Cuando vio Balaam que parecía bien a Jehová que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto; y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él.
a. Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros: Como la sugerencia de Balaam, Balac ofreció siete becerros y siete carneros. Hasta ahora, él había ofrecido 21 becerros, más el pago de Balaam. Esto significa que Balac tenía una inversión substancial en ver a Israel maldecido. Esta tercera vez, ellos eligieron otro lugar para hacer la profecía de nuevo.
b. No fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero: Aparentemente, en las dos previas ocasiones, Balaam intento traer a luz una maldición sobre Israel, pero él no pudo. Ahora él se detuvo de usar estas ayudas falsas y artificiales, y sólo dejar al Señor hablarle.
Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, y dijo el varón de ojos abiertos; Dijo el que oyó los dichos de Dios, el que vio la visión del Omnipotente; caído, pero abierto los ojos: ¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel! Como arroyos están extendidas, como huertos junto al río, como áloes plantados por Jehová, como cedros junto a las aguas. De sus manos destilarán aguas, y su descendencia será en muchas aguas; Enaltecerá su rey más que Agag, y su reino será engrandecido. Dios los sacó de Egipto; tiene fuerzas como de búfalo. Devorará a las naciones enemigas, desmenuzará sus huesos, y las traspasará con sus saetas. Se encorvará para echarse como león, y como leona; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren.
a. ¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob!: Esta hermosa profecía habla de la bendita abundancia de Israel, y el dominio sobre las naciones vecinas que Dios le daría a Israel. Más que nada, habla de la bendición perdurable de Dios en Israel, y directamente reprende a Balac por intentar maldecir a Israel(malditos los que te maldijeren).
b. Benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren: Cada una de las primeras tres profecías, se han puesto peor para Balac. En la primera, Balaam falla en maldecir a Israel; en la segunda, él bendice a Israel, y en la tercera, ¡él maldice a Balac! ¿Qué tan peor se puede poner para el rey de Moab?
Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus manos le dijo: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los has bendecido ya tres veces. Ahora huye a tu lugar; yo dije que te honraría, mas he aquí que Jehová te ha privado de honra. Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también a tus mensajeros que me enviste, diciendo: Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, mas lo que hable Jehová, eso diré yo?
a. Yo dije que te honraría, mas he aquí que Jehová te ha privado de honra: Balac dijo que él no le pagaría a Balaam porque Balaam no maldijo a Israel. Esto golpeo a Balaam donde realmente le dolía.
b. Lo que hable Jehová, eso diré yo: Balaam hizo todo lo posible para excusarse a sí mismo, y culpar a Dios. Pero él sabía que el deseo de su corazón (un gran cheque de pago) no sería cumplido, porque él falló en complacer a su empleador.
i. Quizás en ese momento Balaam vio la gran sabiduría de Dios en decirle que no fuera, porque ahora parecía que todo el viaje era un gran desperdicio, y Balaam no conseguiría su dinero.
He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postreros días.
a. He aquí, yo me voy ahora a mí pueblo: No había preparación necesaria para esta profecía. Ya que Balac no le iba a pagar a Balaam, Balaam regresaría a él con una profecía “gratuita”, una que mostraría que tan bendecido sería Israel – tanto ahora como en los postreros días.
Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, dijo el varón de ojos abiertos; Dijo el que oyó los dichos de Jehová, y el que sabe la ciencia del Altísimo, el que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos: Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá Estrella de Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las cienes de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set. Será tomada Edom, será también tomada Seir por sus enemigos, e Israel se portará varonilmente. De Jacob saldrá el denominador, y destruirá lo que quedare de la ciudad. Y viendo a Amalec, tomó su parábola y dijo: Amalec, cabeza de naciones; Mas el fin perecerá para siempre. Y viendo al ceneo, tomó su parábola y dijo: Fuerte es tu habitación; pon en la peña tu nido; Porque el ceneo será echado, cuando Asiria te llevará cautivo. Tomó su parábola otra vez, y dijo: ¡Ay! ¿Quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas? Vendrán naves de la costa de Quitim, y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber; Mas él también perecerá para siempre.
a. Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá Estrella de Jacob, y se levantará cetro de Israel: Este pasaje es una hermosa profecía de la venida del Mesías. Balaam podría verle, mas no ahora.
i. Jesús aquí es proféticamente llamado una Estrella y un cetro; Él es glorioso como una estrella, y tiene toda la autoridad para mandar, como se representa con un cetro.
b. Y destruirá a todos los hijos de Set: El Mesías eventualmente va a mandar sobre todas las naciones que rodean Israel. Aquí Dios habló acerca de las naciones vecinas de Israel (Moab, Edom, Amalec, y los Caneos) y su futuro a través de Balaam.
Entonces se levantó Balaam y se fue, y volvió a su lugar; y también Balac se fue por su camino.
a. Entonces se levantó Balaam y se fue: Sin duda alguna, ambos estaban decepcionados y quizás molestos, cada uno porque Israel no había sido debilitado espiritualmente y por lo tanto estuvo listo para vencer en la batalla. Balac quería que Israel fuera derrotado, y Balaam quería el dinero de Balac, pero cada uno quería a Israel espiritualmente maldecido como una manera para obtenerlo, y Dios no maldeciría a Israel.
b. Y también Balac se fue por su camino: Debemos darle crédito a Balac por una cosa; él sabía de donde era la fuerza de Israel. Él no buscaba vencer a Israel a través de estrategia militar o nuevas armas. Él sabía que era una batalla espiritual, y sí Israel ganaba la batalla espiritual, ellos ciertamente ganarían la batalla militar.
i. Nosotros deberíamos caminar en la misma conciencia. Si lo hiciéramos, le daríamos más tiempo y atención a construir nuestra fortaleza espiritual, en tener un caminar cercano con Jesús. No deberíamos permitir que Balac sea más perceptivo acerca de las cosas espirituales de lo que nosotros somos.
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