Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente a Jericó. Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel. Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab.
a. Partieron los hijos de Israel: Israel estaba, en este punto, en movimiento. Ellos habían esencialmente terminado su exilio de 38 años en el desierto, y después progresaron hacía la Tierra Prometida. Ellos continuaron más hacia la Tierra Prometida de lo que la previa generación de incrédulos había.
i. Ellos también tenían la bendición de victoria, Dios preparándolos para luchar contra los poderosos Cananeos por una serie de batallas en contra de pueblos menores: los Cananeos del Neguev (Números 21:1-3), los Amonitas (Números 21:23-24), y los amorres (Números 21:33-35).
b. Se angustió Moab a causa de los hijos de Israel: Mientras Israel avanzaba hacía Moab, Balac, el rey de Moab Se angustió. Esto era por el tamaño de Israel y porque ellos habían derrotado a las naciones vecinas.
c. Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo: En un sentido, el miedo de Balac era completamente lógico. En la otra mano, sí él solo hubiera sabido y conocido la palabra de Dios, él no hubiera tenido nada a que temer. Dios ordeno a Israel el no hostigar a Moab, porque Él no tenía la intención de darle a Israel la tierra de los Moabitas (Deuteronomio 2:9).
Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al rio en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.
a. Envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor: Un hombre llamado Balaam repentinamente aparece en el libro de Números. Nosotros no sabemos cómo él vino a ser estimado como profeta o un hombre con poderes espirituales, pero Balac ciertamente conocía su reputación.
i. Mientras la cuenta continua, sería claro que Balaam tenía un conocimiento del verdadero Dios, el Dios de Israel, no de alguna vaga, demoniaca conexión espiritual (tal como la especifica mención del Señor en Números 22:8). Cómo él vino a conocer al verdadero Dios es incierto; él es (en referencia a esto) como Melquisedec (Génesis 14:18) y Jetro (Éxodo 18), hombres que no eran Israelitas, pero llegaron a cierto conocimiento del Dios verdadero.
b. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo: Balac quería que Balaam maldíceme a Israel, para paralizarlos espiritualmente para que pudieran ser derrotados en batalla. Balac parecía conocer la fuerza en la que Israel estaba espiritualmente arraigado, y ellos debían cortar desde su fuente de poder sí ellos iban a ser conquistados.
i. Balaam era conocido como un hombre poderoso en cosas espirituales. Hasta donde Balac estaba preocupado, cuando Balaam maldecía o bendecía a un hombre o pueblo, sucedía.
Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dadivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac. Él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablaré. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
a. Con las dadivas de adivinación: Esto sugiere una dadiva estándar por el trabajo de un profeta. Ellos tomaban esta dadiva estándar en mano y se acercaron a Balaam.
b. Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta: El primer compromiso de Balaam era evidente cuando él invito a los hombres a Reposad aquí esta noche, para que él pudiera escuchar de Dios respecto a su oferta.
i. Era claramente incorrecto – entonces y ahora – ser un profeta por alquiler. Balaam dijo esencialmente, “Déjenme buscar a Dios acerca de esto” respecto a un asunto que era claramente pecado y la voluntad de Dios era clara. Él se preocupaba mucho más acerca de las dadivas que de la voluntad de Dios.
ii. Inmediatamente, el corazón de Balaam fue revelado. A pesar que él era obviamente un hombre con importantes dones espirituales, él no era un hombre con un corazón genuino después de Dios. Él estaba “buscando la voluntad de Dios” de acuerdo a algo que claramente no era Su voluntad.
iii. Balaam comenzó un curso peligroso – entreteniendo, planeando, ajustando su corazón a algo que él sabía que era pecado, y buscó por una excusa espiritual para perseguir el pecado. Por su amor por el dinero, Balaam esencialmente trato de manipular a Dios otorgándole una excepción especial.
Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo? Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es.
a. Y vino Dios a Balaam: Dios no tiene obligación de responder un corazón que obviamente busca para sí mismo como el de Balaam. Pero en misericordia Él sí respondió, advirtiendo a Balaam que no tuviera nada que ver con estos hombres.
b. ¿Qué varones son estos que están contigo? Dios sabía la respuesta a esta pregunta, y Él la pregunto porque Balaam no lo sabía. Sin embargo, Balaam sí sabía que estos eran hombres malvados que venían por un propósito malvado, pero Balaam no actuó como corresponde.
c. No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es: Esta específica palabra de Dios a Balaam es tan clara como el cristal. Él dijo, “Balaam, no vayas, y no maldigas.”
Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros. Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros;
a. Jehová no me quiere dejar ir con vosotros: Esto lleva el sentido que Balaam quería ir, pero Dios no lo dejaría. Nosotros podemos fácilmente imaginar a Balaam diciéndolo justo de esta manera a los mensajeros de Balac. “Realmente me gustaría ir con ustedes, pero Dios no me deja.”
i. Era como si Balaam estuviera diciendo, “Dios no quiere que haga esto, pero puedo ser persuadido.” Balac aprovecharía esta invitación.
b. Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros: Es claro que este es el entendimiento que los mensajeros de Balac tomaron de vuelta a su rey, porque él envió hombres más honorables (y más ricos, sin duda) a persuadir a Balaam.
Los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí; porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo.
a. Sin duda te honraré mucho: Ya no solamente llevaron con ellos la dadiva de Números 22:7; ahora ellos también trajeron una promesa de grandes riquezas.
b. Ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo: Balaam se negó a decisivamente poner lejos la tentación la primera vez que vino. Ahora la tentación regreso a él más fuerte de como era antes.
Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande. Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová.
a. Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro: Sólo podemos imaginarnos el tono de voz de Balaam y expresión cuando él dijo esto. Él probablemente con melancolía sugirió una gran oferta de estos ricos mensajeros de Balac.
b. No puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande: Sin embargo, Balaam conocía el carácter de la verdadera profecía. No venía de su propia iniciativa, sino del Señor. Aunque él quería hacer lo que ellos pedían, él no podía.
c. Os ruego,… que reposéis aquí esta noche: Esta es una prueba que Balaam continuo de entretener este pecado. No había necesidad de buscar a Dios nuevamente, cuando la voluntad de Dios era clara tanto como de su conciencia moral (la cual le preocupaba desde el principio) y de la clara revelación de Dios (hablado en Números 22:12).
d. Para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová: Esto suena tan espiritual. “Déjenme buscar al Señor acerca de esto” – pero era completamente carnal. Balaam era como un niño que, habiendo escuchado una vez la respuesta del padre, preguntara de nuevo, esperando que la voluntad del padre pudiera cambiar.
Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga. Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab.
a. Levántate y vete con ellos: Dios no cambio Su mente. Balaam ahora no estaría en la voluntad de Dios sí el fuera con los mensajeros de Balac.
i. Podemos decir que Dios no cambio Su voluntad. Él había claramente declarado Su voluntad, y Balaam la había rechazado decisivamente. Ahora Dios preparo a Balaam para el juicio, tanto para la prueba y revelar la maldad del corazón de Balaam.
ii. Sabemos que en ocasiones, Dios dice “no” a las oraciones de Su pueblo, porque Él los ama. Pero también, algunas veces Dios dice “si” a los deseos de los impíos, porque Él va a juzgarlos.
b. Balaam se levantó por la mañana: No hay duda, él se despertó al amanecer. Él no podía esperar a hacer el mal que su corazón deseaba, ¡y él es tan feliz que Dios está “bendiciendo” al permitirle ir!
i. Podemos imaginarnos a Balaam todo taciturno y deprimido cuando Dios dijo “no” a través de ambas, conciencia y palabra clara. Después él estaba feliz y emocionado, creyendo que había convencido a Dios de decir “si” – sin idea alguna de lo que Dios iba a hacer realmente.
Y la ira del Señor se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna vio el ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla. Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo.
a. La ira del Señor se encendió porque él iba: Algunos podrían pensar que esto era injusto, viendo que Dios dijo a Balaam que fuera y después se enojó porque fue. Pero Balaam sólo fue porque él primero había rechazado la voz de Dios, tanto en conciencia y en mandato claro, y Dios debería estar enojado acerca de eso.
b. El asna vio el ángel de Jehová: El asna era más perceptiva espiritualmente que el profeta. El asna no tenía dones espirituales, pero por lo menos reconocía a su Creador. El profeta tenía maravillosos dones espirituales, pero también un corazón y caminar desobediente.
c. Se apartó el asna del camino: El asna, respondiendo al ángel de Jehová, se movió a un lado, luego al otro, después finalmente se sentó para evitar el juicio. El profeta desobediente sufrió en el camino, y también hizo al asna sufrir.
i. El asna es una imagen perfecta de un simple, nada espectacular, sin embargo obediente seguidor de Dios – Sensible a la dirección de Dios, una espina al desobediente, y una víctima de la ira del desobediente.
d. Viendo el asna el ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam: Las inusuales difíciles circunstancias de este viaje pudieron haber sugerido a Balaam que este viaje no era de Dios. Sin embargo Balaam probablemente lo tomó todo como siendo atacado por el enemigo, y usó las circunstancias para fortalecer esta esperanza que Dios lo quería que trabajara como un profeta por alquiler.
i. Esto muestra la gran dificultad de juzgar la voluntad de Dios por las circunstancias. Muchas circunstancias pueden ser interpretadas de dos maneras – si no es que más.
Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿He acostumbrado a hacerlo así contigo? Y él respondió: No.
a. Entonces Jehová abrió la boca al asna: Dios milagrosamente le dio al asna la habilidad de hablar, y lo hizo; y ella reprendió al profeta por su impío castigo a ella (¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?).
i. No conocemos el mecanismo actual por el cual Dios le dio a laasna la aparente mente y voz para hablar, pero era ciertamente entre la capacidad del Creador.
b. Y Balaam respondió al asna: Balaam era tan irracional y furioso que él respondió de vuelta sin hesitar. Él parecía no estar impresionado por la asna que llevaba una conversación inteligente con él.
i. Estas eran crueles palabras de un profeta impío. Esto es un escalofriante recordatorio de lo que los impíos han hecho a menudo a los verdaderos profetas quienes podrían dificultar sus caminos perversos.
c. Y él respondió: No: Balaam admitió que la asna saco lo mejor de él en esta conversación. Balaam debía humillarse a sí mismo delante de la asna, admitiendo que ella no había sido de esta manera antes, así que quizás había una buena razón para ella de ser de esta manera ahora.
Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Y él ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mi estas tres veces; y sí de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva.
a. Al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano: Esto hizo la voluntad de Dios muy clara en cuestión. Dios le dijo a Balaam, tan fuerte y claro cómo pudo haberse dicho, “No vayas, regrésate ahora.” Pero Balaam no escucharía.
b. Tu camino es perverso delante de mí: El ángel del Señor reprendió a Balaam por su mal trato a su asna, pero especialmente porque el camino de Balaam era perverso. La palabra perverso sostiene la idea de “ir en el camino equivocado en una manera imprudente.” Este era exactamente el problema de Balaam.
i. Desde que este es el ángel de Jehová, y que él ángel de Jehová le dice a Balaam que su pecado es en contra de Él personalmente (Tu camino es perverso delante de mí), eso indica que esta es una aparición del Antiguo Testamento de Dios el Hijo – el Segundo Miembro de la Trinidad, Jesús, antes de Su encarnación como un bebe en Belén. Jesús apareció temporalmente en algún tipo de forma humana, por un específico propósito Divino.
Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré. Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, ésa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
a. He pecado: Esto suena lo suficientemente humilde, pero era obvio y fácil de decir cuando el ángel del Señor se para delante de Balaam con espada desnuda en mano.
b. Si te parece mal, yo me volveré: Balaam parecía indeciso en cuanto a si él realmente estaba desagradando a Dios. Él pregunto, “Si te parece mal.” Dios hizo clara Su voluntad a Balaam muchas veces, sin embargo Balaam aún tomaba la respuesta que él quería de Dios, y Balaam hacía evidente que él no quería lo que Dios ya había claramente revelado.
i. 2 Pedro 2:15-16 muestra exactamente donde estaba el corazón de Balaam: Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.
ii. La raíz del pecado de Balaam era el amor por el dinero. Judas 11 lo llama el error de Balaam. Es aleccionador de entender que no hay pecado que los hombres no cometan sólo por el hecho del dinero.
iii. Un hombre distintivo estaba hablando a una mujer distintiva, y le pregunto: “¿Dormirías conmigo por un millón de dólares?” La mujer cuidadosamente pensó sobre eso, y dijo que lo haría. Después él pregunto, “¿Dormirías conmigo por cincuenta dólares?” La mujer se ofendió grandemente, y dijo “¿Piensas que soy algún tipo de prostituta?” El hombre respondió, “Señora, ya hemos establecido que eres una ramera. Ahora sólo estamos regateando sobre el precio.” La misma actitud ha llevado a muchos lejos de Jesús, Vendiéndolo por el bien de más dinero o más cosas.
c. Ve con esos hombres: En respuesta al corazón duro de Balaam, Dios dio a Balaam sobre su deseo pecaminoso. Nuevamente, Dios no cambió Su mente. Por causa del corazón duro de Balaam, Dios envió a Balaam en un camino de juicio.
Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio. Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte?¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte? Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, ésa hablaré. Y fue Balaam con Balac, y vinieron a Quiriat-huzot. Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él. El día siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, y desde allí vio a los más cercanos del pueblo.
a. ¿No puedo yo honrarte? Aquí, dos corazones parecidos se encuentran. La cálida promesa de Balac de recompensa sonaba como música para los oídos de Balaam.
b. Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal: Después de un poco de sacrificio, Balac llama sobre Balaam para hacer por lo que lo contrató – para maldecir a Israel, para robarles su fuerza espiritual, así ellos podrían ser vencidos en la batalla.
c. La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré: Balaam de nuevo protesto que esto no estaba en sus manos. Quizás él realmente creía y entendía esto, o quizás esta era la manera de protegerse a sí mismo en caso de que fallara. Entonces él podría decir que era la culpa de Dios, y no suya.
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