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Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿Por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
a. Coré hijo de Izhar: Esta rebelión, como todas, tenía un líder y seguidores. Este líder era Coré, descendiente de Cota. Ambos Moisés y Coré eran descendientes de Cota, pero por diferentes hijos (Moisés a través de Amram (Números 26:58-59), y Cota a través de Izhar).
i. Los coatitas tenían el deber más exaltado entre los Levitas; su cargo era llevar las cosas más sagradas del templo, después que Aarón y sus hijos las hubieran cubierto con las coberturas especialmente preparadas (Números 4:15).
ii. El nombre Coré significa “calvicie”. ¡El viejo calvo iba a darle un tiempo muy difícil a Moisés”!
b. ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos: Coré no estaba contento con lo que el Señor lo había llamado a hacer en servir con los otros Levitas de la familia de Cota. Él acuso a Moisés de orgullo y liderazgo excluyente.
i. Era significante que esta acusación fuera hecha en público, en frente de doscientos cincuenta… príncipes de la congregación… varones de renombre. Hombres como Coré siempre están mostrándose a una audiencia, siempre tratando de atraer unos seguidores detrás de ellos – después que Moisés ya había reunido a la nación y los había guiado hasta este punto, ¡por supuesto!
c. ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová: Este fue un ataque astuto. Coré actuó como si él representara al pueblo y peleara por sus intereses. La verdad era que él deseaba seguidores y una posición para él mismo.
i. “Moisés, tú no deberías ser el líder. Deja que todos sean líderes. Dios puede hablarle a todos.” Los rebeldes y las personas divisoras siempre han usado tales palabras para su causa.
ii. Significativamente, Coré proclamo la santidad del pueblo (todos ellos son santos) y considero el duro liderazgo como innecesario (Basta ya de vosotros) ¡en el momento cuando la nación no era santa y desesperadamente necesitaba un liderazgo duro! Coré, como muchos rebeldes y personas divisoras, completamente malinterpreto la declaración de la “grey” – porque él no era un verdadero pastor.
d. ¿Por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?: Coré acuso a Moisés (y Aarón) de orgullo y egoísmo. La verdad era que Moisés no había aspirado para esta posición, que Dios lo había de hecho llamado a él, y Moisés no se veía a él mismo como superior a la nación.
e. Doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre: En un nivel humano, Coré era exitoso porque estos le seguían. Los “Corés” del ministerio son los suficientemente difíciles de tratar, pero las personas que los siguen – los doscientos cincuenta varones… príncipes… varones de renombre – quienes son faltos de discernimiento para oponerse a los “Corés” pueden ser incluso más dolorosos.
Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerqué a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí. Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví. Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?
a. Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro: Moisés oró primero. Siendo un hombre humilde, él probablemente le preguntó a Dios sí sus críticas eran ciertas o tenían algo que enseñarle. Él probablemente le pregunto a Dios que debería hacerse en la situación. Él ciertamente le pidió a Dios que preservara la nación y él le pidió a Dios que no permitiera a estos hombres divisores traer daño permanente al pueblo de Dios.
b. Y habló a Coré y a todo su séquito: Nosotros no sabemos que tanto oró Moisés, pero después de orar él tenía un sentido de la dirección de Dios para esta crisis. Él expuso un reto por el cual Coré y sus seguidores vendrían delante del Señor, y Moisés y Aarón también vendrían, para que el Señor escogiera a Sus líderes.
c. Esto os baste, hijos de Leví: Esto demuestra que Moisés no dudo el resultado de la prueba. Él sabía que Dios probaría que él estaba bien y Coré mal. Por lo tanto, Moisés no tenía miedo de poner esto en una prueba.
d. Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel: Moisés sabía que la rebelión de Coré estaba arraigada en la ingratitud. Ellos no eran agradecidos por el increíble ministerio que Dios les había dado para hacer. Él reprendió el orgullo y egoísmo que estimulaba su desafío.
i. Incluso si Coré estuviera bien, esta era la manera incorrecta de abordar un problema. Una jugada poderosa como esta era la manera incorrecta para remover a un líder como Moisés. Los métodos de Coré (su uso de acusación, intimidación, la reunión de seguidores rivales) revelaban su corazón, rebelde y divisivo.
Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá. ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente? Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.
a. Datán y Abiram: Estos eran coconspiradores con Coré (16:1). Ellos ni siquiera se encontrarían con Moisés, ni responderían su desafío. Ellos decidieron acusar a Moisés en cambio.
b. Venir de una tierra que destila leche y miel: Esto muestra que Datán y Abiram colorearon el pasado. Ellos pensaron de Egipto como una tierra de leche y miel, incluso para los esclavos hebreos. Los rebeldes y las personas divisoras comúnmente crean un pasado de su propia preferencia, un pasado que pone a líderes como Moisés en la peor luz posible.
c. Para hacernos morir en el desierto: Esto muestra que Datán y Abiram asignaron un corazón malvado a Moisés. Ellos hablaron como sí hubieran descubierto el complot de Moisés y Aarón: Guiar a la nación al desierto y después matarlos. La necedad de esto muestra cómo, en contra de toda razón, los rebeldes y las personas divisoras a menudo asignan cada mala intención al corazón de líderes como Moisés.
d. Sino que también te enseñorees de nosotros:Esto muestra que Datán y Abiram se negaron a reconocer el crecimiento en Moisés. Era cierto que Moisés fue en algún momento un príncipe, un hombre confiado en sí que pensaba que podía liberar y dirigir a Israel con su propia mano. Dios lo quebranto de eso con cuarenta años de dirigir la grey de otro hombre en el desierto. Sin embargo Datán y Abiram se lo echaron en cara, como si Dios nunca hubiera lidiado con Moisés en estas áreas.
e. Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel: Esto muestra que Datán y Abiram tenían expectativas injustas de Moisés. Era verdad que Moisés aún no los había traído a la Tierra Prometida, y era verdad que alguna culpa debía recaer en los pies de Moisés porque él estuvo de acuerdo con la demanda del pueblo de enviar espías a la Tierra Prometida (Deuteronomio 1:19-23). Sin embargo, estaba mal culpar completamente a Moisés por esto, o pensar que Coré podría hacerlo mejor.
i. Es increíblemente fácil para los Corés de este mundo sentarse atrás y decir, “Sí yo estuviera dirigiendo la nación al Cades Barnea, yo hubiera hecho esto y aquello.” Pero Coré no estaba dirigiendo la nación, y hombres de su tipo raramente lo hacen. Dios rara vez pone al jugar de ataque del lunes por la mañana, a los entrometidos, en posiciones de verdadero liderazgo – excepto como un castigo, para mostrarles que tan difícil el liderazgo realmente es – y que el liderazgo perfecto, como cualquier cosa perfecta, es imposible.
ii. Los líderes deben esperar ser puestos en altos estándares; pero es evidentemente injusto el mantener a un líder en un estándar perfecto.
f. No subiremos: Esto muestra que Datán y Abiram se consideraban a sí mismos bajo ninguna autoridad. Lo dice, fuerte y claro: “Moisés, no tenemos respeto por tu autoridad. Nosotros escucharemos a Dios, pero no a ti. Tu palabra significa nada para nosotros.” Ellos simplemente no se someterían.
g. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos: Quizás Datán y Abiram no hablaron por todos los 250 líderes, representantes, y varones de renombre. Sin embargo nota de aquellos 250 se escuchó que se elevó una voz de oposición a sus severas acusaciones.
i. Algunos de los 250 pensaron que tal vez Datán y Abiram estaban yendo un poco lejos; pero ellos no tenían su coraje para hablar. Ellos estaban mal porque permitieron a Moisés ser acusado de esta manera con nadie que lo defendiera.
ii. Era fácil para ellos el pararse atrás y decir, “Bueno, no tomare lado. Puedo ser amigo con ambos grupos.” Pero aquí y en muchos conflictos subsecuentes, el silencio es tomado como aprobación. Sí un hombre piadoso o mujer – especialmente un líder – está siendo acusado falsamente, y tú no dices nada, has pecado, porque tu silencio es recibido como aprobación.
Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. Después dijo Moisés a Coré: Tu y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón; y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario. Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón. Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión.
a. Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: Después de las palabras de Datán y Abiram, Moisés estaba molesto – en gran manera. Él sabía que no había hecho nada para merecer tal acusación, y él hizo lo correcto – él dejó la situación a Dios.
i. Recuerda que Moisés era, después de todo, un hombre de poder político; era ciertamente dentro de su capacidad el tener a Coré y sus seguidores (como Datán y Abiram) arrestados y/o ejecutados. En cambio, él dejo la situación a Dios.
ii. Algunas veces las personas se ofenden que un hombre como Moisés se enojócon hombres como Datán y Abiram. Ellos piensan que la respuesta apropiada es amable y amorosa. Tal manera de pensar es comprensible, pero equivocada. Los pastores son amables con las ovejas rebeldes que pueden herirse a sí mismas, pero ellos son apasionados contra los lobos que van a herir a la grey.
b. Ni aún un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal: Esto muestra que Moisés era un hombre de integridad y servicio para el pueblo. Moisés podía descansar en su conciencia limpia delante de Dios.
i. Esto nos recuerda al testimonio de Pablo delante de los ancianos de Efeso en Hechos 20: Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios… Ni playa ni oro ni vestido de nadie he codiciado… En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados (Hechos 20:26-27, 33, 35). Cuando un líder es molestado por rebeldes y personas divisoras, hay algo glorioso acerca de una conciencia limpia.
c. Tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová: Esto especifico el desafío. Dios aprobaría o desaprobaría de estos 250 hombres reunidos con incensarios de incienso delante de la puerta del tabernáculo.
i. Dios usaba los incensarios con fuego e incienso en esta prueba por una buena razón. Un incensarioes una olla de metal usada para quemar incienso, y eran usadas en la adoración sacerdotal de Dios. Desde que Coré y su compañía cuestionaron el derecho de Moisés y Aarón para dirigir la nación y llevar a cabo el sacerdocio, cada grupo debería venir al Señor como sacerdotes adoradores – y Dios mostraría que grupo aceptaba Él.
ii. Moisés hizo a los rebeldes tomar la posición que ellos deseaban – la posición de sacerdocio. Seguido el mejor juicio con los divisores y rebeldes es dejarlos dirigir.
iii. Humanamente hablando, las posibilidades no eran buenas. Eran Moisés y Aarón de pie solos contra toda la congregación. Aun así Dios haría esta decisión, y no la opinión popular.
Entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. Y jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento.
a. Apartaos: Es como sí Dios dijera, “Moisés y Aarón, ¿por favor se moverían? Voy a destruir a todos estos rebeldes en un instante, y no quiero que ustedes salgan lastimados.”
b. Y los consumiré en un momento: Dios decidió hacer Su elección inmediatamente evidente. Algunas veces este no es el caso cuando Dios trata con Corés modernos y sus seguidores.
Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?
a. Y ellos se postraron sobre sus rostros: Este era un amor asombroso de Moisés y Aarón. Sin duda alguna, una de las razones de Dios para permitir un evento tan doloroso en la vida de Moisés era que Dios quería ver este tipo de amor salir de Moisés. Quizás fue solo la oración de Moisés y Aarón que pudo salvar las vidas de estos hombres que trataron de derrumbarlos. Tal amor por el inmerecido muestra que Moisés y Aarón estuvieron creciendo en amor, y siendo transformados en la imagen de Jesús – antes de que Jesús hubiera caminado en la tierra.
i. De nuevo, la importante de la oración es enfatizada. Pareciera como si no hubiera oración, entonces la congregación rebelde sería destruida. Debemos pensar que la oración de Moisés era esencial.
b. Es solo un hombre el que pecó… ¿Por qué airarte contra toda la congregación?: Moisés y Aarón vieron a través de eso. A pesar que muchos estaban involucrados (por lo menos más de 250), un hombre era el centro de todo eso – Coré. Su pecado, su atracción de un grupo después de él, fue la causa de todo este lío.
Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram. Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados. Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron en las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió. Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová. Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas esas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
a. Los ancianos de Israel fueron en pos de él: Esto era glorioso. Dios había fijado ancianos antes en Números 10:16-30, en respuesta a otro ataque al liderazgo de Moisés. Ahí, los ancianos debían ser hombres con el mismo espíritu y visión que Moisés, hombres que le ayudaran a soportar la carga, hombres que estuvieran de pie con Moisés. Aquí ellos hicieron exactamente lo que Dios le señalo que hicieran.
b. Para que no perezcáis en todos sus pecados: Moisés, en respuesta al mandato de Dios de alejarse de las tiendas de los líderes de la rebelión (Coré, Datán, y Abiram), alego con el pueblo de separarse a ellos mismos de las personas divisoras.
i. La misma actitud debería ser entre el pueblo de Dios hoy en día. Ellos deberían mantenerse alejados de las personas divisoras, argumentativas, contenciosas en el cuerpo de Cristo. Tú no quieres estar cerca de ellos sí Dios debe tratar con ellos. Un hombre divisivo, contencioso va a influirte, y tú no quieres ser consumido en sus pecados.
ii. El nuevo testamento también habla según este mismo principio: Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio. (Tito 3:10-11) Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. (Romanos 16:17-18)
iii. Recuerda que una persona divisiva, contenciosa nunca va a clamar ser divisiva y contenciosa – ellos siempre consideran su trabajo una causa noble. Por lo tanto los cristianos necesitan un poco de discernimiento y mirar lo que los otros hacen, no sólo lo que ellos dicen.
c. Por esto conoceréis:Dios le dio a Moisés una visión supernatural para saber un tipo de juicio especial (algo nuevo) habría de venir sobre Coré, Datán, y Abiram. La tierra los tragaría, como evidencia que estos hombres irritaron a Jehová.
d. Se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó: Esta era sólo la manera que Coré, Datán, y Abiram fueron destruidos – junto con sus familias.
i. Nosotros podemos estar inquietos viendo a las familias destruidas también, pero claramente muestra que las familias de las personas rebeldes, divisoras, contenciosas, sufren también – a menudo grandemente.
e. Salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres: Dios tiene juicio reservado para aquellos que caminan en acuerdo con Coré, aunque no tan horrífico como el juicio que Coré mismo recibió. Su adoración no fue recibida.
Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Di a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel. Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.
a. Que tome los incensarios de en medio del incendio… porque son santificados… harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar: Los incensarios fueron batidos y usados para cubrir el altar principal de sacrificio. Los incensarios de los rebeldes fueron santificadosy preservados porque incluso a pesar que Coré y sus seguidores adoraron incorrectamente, ellos adoraron al Dios correcto.
i. “¿Pues imaginarte la escena? Verdaderos sacerdotes están seleccionando entre los cuerpos, carne quemada, hedor, humo, brasas humeantes y partes torcidas. Ellos debían hacer una cuenta. Había 250 incensarios; ninguna debía perderse. Cada uno es grabado, cada uno es limpiado, cada uno santificado.” (Allen)
ii. Al final, cada uno de los 250 fueron identificados completamente con Coré. Quizás eso no era a lo que ellos se referían. “Bueno, no estoy de acuerdo con todo lo que Coré dice, pero él es bueno en algunos puntos.” Pero para Dios todas estas distinciones estaban perdidas. Todos los incensarios están martillados juntos, y colectivamente titulados: Coré y su séquito.
b. Derrame más allá el fuego: El fuego no era santo y era para ser derramado lejos. Era un fuego extraño – no aceptable por el Señor en absoluto.
c. Y los batieron para cubrir el altar, en recuerdo para los hijos de Israel: Los incensarios eran por lo tanto inmortalizados y sirvieron como un importante recordatorio. Dios fija Sus líderes, y nadie debería ser un rebelde divisor como Coré.
i. Sí los cristianos hoy en día encontraran un liderazgo impío, divisivo ellos deberían hacer lo que los 250 seguidores de Coré no hicieron. La cosa correcta por hacer, si es posible, es retirarte a ti mismo de tales líderes sin convertirte en rebelde y divisor. Si eso no es posible déjaselo a Dios para que trate con eso (como David permitió a Dios tratar con Saúl) en lugar de tomar asuntos en sus propias manos.
ii. En la edición en hebreo del Viejo Testamento, Números 16:36 empieza un nuevo capítulo (capítulo 17).
El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová.
a. El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón: ¡Pobre Moisés! Él sin duda esperaba que todo el problema hubiera acabado cuando los rebeldes fueron juzgados. Pero ahora él tiene que lidiar con aquellos que tenían simpatía a las personas divisoras y que sentían lastima por ellos.
b. Habéis dado muerte al pueblo de Jehová: Su acusación contra Moisés era absurda. Moisés ciertamente no los había matado. Cuando la tierra se abre y traga a más de 250 personas, es evidente la mano de Dios, no de Moisés.
Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros.
a. Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento: Dios reacciono de la misma manera hacía los simpatizantes como Él hizo hacía Coré y su séquito. Evidentemente, estas personas merecían ser juzgadas.
b. Y ellos se postraron sobre sus rostros: Esta humildad, reacción desesperada mostró que ellos tomaron la amenaza de juicio seriamente. Ellos entendieron que no era algo pequeño el simpatizar con una persona divisora y contenciosa. Dios lo toma seriamente, y nosotros deberíamos también.
Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.
a. Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos: Dios había prometido juicio en Números 16:45 (y los consumiré en un momento). Por lo tanto, Moisés le dijo a Aarón, como el sumo sacerdote sobre el pueblo de Dios, que inmediatamente ofreciera incienso para hacer expiaciónpor la congregación.
b.Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación: Moisés y Aarón pudieron tener un interés en dejar a Dios consumir a todos aquellos que simpatizaron con aquellos que se rebelaron contra su liderazgo. En cambio, por amor, ellos intentaron detener la plaga.
i. Nosotros no tenemos razón para pensar que Coré o su grupo hubieran mostrado la misma misericordia hacia Moisés. Ellos probablemente hubieran pasivamente dicho, “Bueno Dios, continua y dales lo que se merecen. ¡Yo sabía que ya venía en camino para ellos!” Coré y el séquito no tenían el mismo corazón de pastor por Israel que Moisés y Aarón tenían.
ii. Aarón corrió en medio de la congregación; su sentido de urgencia es caracterizado de verdadera intercesión.
c. Él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo:Un incensario lleno con incienso ardiente fue usado para detener la plaga. El incienso es una imagen de la oración en la Biblia (como en Apocalipsis 8:3-4), porque el dulce aroma del humo de incienso asciende al cielo como nuestras oraciones quisieran. Esta era una imagen dramática de Aarón, como sumo sacerdote, intercediendo por el pueblo de Dios.
d. Y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad: La plaga se detenía donde Aarón oraba. Los intercesores hacen lo mismo hoy en día; ellos se paran entre los muertos y los vivos, suplicando por la misericordia de Dios, conservando y promoviendo vida con sus oraciones.
i. El pararse entre los muertos y los vivos habla de que tan serio es el asunto de la oración; no es una búsqueda casual, ni ejercicio fatalista en auto superación. La oración mueve la mano de Dios, ¡y la mueve para detener la muerte y para dar vida!
ii. ¿Cuándo fue la última vez que oramos como si la vida y la muere dependieran de ello?
e. Los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos: Este es un gran número, pero no comparado al consumo de toda la nación. Incluso ahora, la generación de incrédulos estaba pereciendo en el desierto, entonces una nueva generación de fe y audacia pudo ser levantada para tomar la Tierra Prometida.
i. Lo más importante, el trabajo de Aarón el sumo sacerdote aquí es una imagen de nuestro sumo sacerdote Jesús, y su trabajo a nuestro favor. Éramos pecadores culpables merecedores de juicio, éramos plagados justamente, nuestro Salvador fue enviado en Su misión, Él fue acusado injustamente y atacado, Él oró a nuestro favor, Él “corrió” para salvarnos, Él se paró entre la muerte y la vida por nosotros, y Él es la única oportunidad de salvación, siendo la línea divisora entre muerte y vida.
ii. “Aarón sabiamente se puso a sí mismo en el camino de la plaga. Llegó a reducir todo delante de ella, y ahí parado Aarón el mediador con brazos estirados e incensarios meciéndose hacía el cielo, interponiéndose a sí mismo entre los dardos de la muerte y el pueblo. ‘Sí habían dardos que debían volar,” el parecía decir, “déjenlos atravesarme; o dejen el incienso protegerme a mí y al pueblo.’” (Spurgeon) No hay nada que pueda salvar el alma del hombre excepto Jesucristo parado en medio de esa alma y el juicio de Dios.
iii. “Si Aarón el sumo sacerdote, con su incensario e incienso, pudo desarmar la ira de una Deidad insultada y enojada, para que un pueblo culpable, que merecía nada más que destrucción, pueda ser escatimado; cuánto más eficaz podemos esperar que sea la gran expiación que fue hecha por el Señor Jesucristo, ¡del cual Aarón era sólo el tipo! Los sacrificios de animales vivos señalaron la muerte de Cristo en la cruz; el incienso, su intercesión. A través de su muerta la salvación es comprada para el mundo; por su intercesión se salvan los hijos ofensores del hombre.” (Clarke)
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