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Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.
a. Toda la congregación gritó, y dio voces: Los hijos de Israel fueron confrontados con dos reportes referentes a la Tierra Prometida. Dos de los doce espías (Caleb y Josué) dijeron Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos. (Números 13:30), pero los otros diez espías dijeron “lo que Dios prometió acerca de la tierra es cierto; sin embargo, los nativos de esa tierra son muy poderosos, y no podremos vencerlos, a pesar de lo que Dios ha prometido.”
i. Nosotros no debemos olvidar que los doce espías fueron enviados uno de cada tribu (Números 13:2); en esta manera, ellos verdaderamente representaban al pueblo de Israel, y la falta de fe de la mayoría de los espías es una falta de fe en nombre de la nación entera.
ii. Nosotros también debemos recordar los detalles de cómo y por qué los espías fueron enviados; la idea de enviarlos no originaba con Moisés o con Dios, sino con el pueblo (Deuteronomio 1:19-25); Moisés imprudentemente accedió, y Dios meramente les dijo cuántos espías enviar y que ellos deberían representar a la nación entera.
iii. ¿Pero por qué fueron enviados los espías? No había información militar necesaria; Dios les había prometido victoria sobre sus enemigos. Quizás una lectura del terreno hubiera sido útil, pero Moisés les dijo que vieran si la tierra era buena, y que vieran si el pueblo y las ciudades eran débiles o fuertes (Números 13:17-20) – ¡y esta información indirectamente los guio a un mal reporte de los diez espías!
b. Y el pueblo lloró aquella noche: La incredulidad de los diez espías verdaderamente representaba el corazón incrédulo de la nación. Israel lloró aquella nocheal enterarse que los enemigos en Canaán eran formidables. Esta lamentación tenía un carácter distinto.
i. Era lamentación porque Dios no lo haría todo “fácil.” Nosotros a menudo de alguna manera esperamos eso de Dios, y resentimos la adversidad en nuestras vidas, olvidando el ejemplo de Jesús, quien la tuvo “más difícil” que cualquiera de nosotros – y por Quien no estamos encima.
ii. Era lamentación llena con una actitud resentida hacia Dios, culpándolo por su “problemas” – negando que Él es un Padre amoroso que se preocupa por Sus hijos.
iii. Era lamentación que se rindió en el sentimiento de incredulidad y miedo; lamentación que permitió a los sentimientos gobernar en la vida de uno en lugar de fe en el Dios viviente. Aquí, su aferramiento a los sentimientos de miedo y lamentación son simple pecado y rebelión, y sus sentimientos por nada justificaban su rebelión. Aferrarse a los sentimientos puede ser pecado.
iv. Esta era una lamentación sobre una perdida. Usualmente nosotros lloramos porque algo ha muerto. Aquí, Dios estaba intentando causar que algo muriera – la carne, la naturaleza pecaminosa, el viejo hombre (tanto como se pudiera en un sentido del Antiguo Pacto); e Israel lloraba porque ellos querían que viviera el viejo hombre, no que muriera.
c. Y el pueblo lloró aquella noche: Así que aquí, Israel estuvo apenas un año fuera de Egipto, en el límite de la Tierra Prometida. A lo largo de los primeros diez capítulos de Números ellos han sido completamente preparados para caminar como pueblo de la Tierra Prometida – ellos han sido ordenados y organizados; limpiados y purificados; apartados y bendecidos; enseñados de cómo dar y cómo funcionar como sacerdotes; se les había hecho recordar la excepción del juicio y la liberación que trajo; y se les había dado la presencia de Dios como guía y las herramientas necesarias para dirigir al pueblo.
i. Ahora Dios los invito a tomar la tierra – y ellos se rebelaron debido a su lamento. La incredulidad los hizo pensar en las bondades de Dios para ellos (el regalo de la Tierra Prometida) como algo malvado.
Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa?
a. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel: Su lamento era dirigido primero hacia Moisés y contra Aarón, pero ya que ellos eran los líderes de Dios, ellos se lamentaron en contra del Señor. La visión de Moisés y Aarón (de guiar a este pueblo hacia la Tierra Prometida) es la visión del Señor. Sus quejas son contra el Señor, incluso si ellos querían ocultarlo al dirigirlo a Moisés y Aarón.
i. Probablemente alguna persona falsamente “espiritual” entre los murmuradores dijo, “Oh no, confiamos en el Señor. Amamos al Señor. Nunca nos rebelaremos contra el Señor. Es Moisés y Aarón los que no nos agradan.”
ii. Pero Josué y Calen sabían: Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová (Números 14:9), y el Señor mismo sabía: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? (Números 14:11)
b. Ojalá muriéramos: El desafío de fe ante el pueblo parecía ser muy grande – y muy grave – que ellos preferirían haber muerto que seguir con lo que el Señor tenia para ellos.
i. Trágicamente para esta generación, Dios les daría lo que sus corazones rebeldes, incrédulos querían.
c. ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada?: Aquí, ellos directamente acusaron al Todopoderoso con pecado y maldad hacia ellos. Ellos estaban enojados con Dios, acusándolo de planear el asesinato de ellos y sus mujeres y nuestros niños.
i. Este era un profundo estado de rebelión. Dios, quién no puede hacer maldad, con Quien no hay sombra de vuelta, fue llamado malvado y un asesino por Su propio pueblo.
ii. Algunos aconsejan que es una cosa saludable por la cual estar molestos con Dios, y dejar todo salir, para que Dios y tú puedan reconciliarse, como una especie de cosa en terapia de consejería. Si bien es verdad que uno puede estar molesto con Dios, y debe tomar cada sentimiento a Dios, está mal alguna vez asumir o implicar que tales sentimientos son justificados. Si estamos enojados con Dios, nosotros estamos en pecado, porque Dios nunca ha hecho algo que merezca que estemos enojados. Deberíamos honestamente traer tal pecado delante de Dios, pero nunca por un momento sintiendo que es justificado.
d. Y que nuestras mujeres y nuestros hijos sean por presa: Los incrédulos entre Israel justificaron su incredulidad en base a su preocupación por sus mujeres y nuestros hijos. Trágicamente, por su incredulidad ellos morirían en el desierto y sus hijos– una nueva generación de fe – heredarían la tierra prometida.
¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.
a. ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Esto no era mejor. En los primeros diez capítulos de Números, Dios guio a Israel a través de un proceso destinado a cambiarlos de una mente de pueblo esclavo a ser un pueblo de la “tierra prometida”. Aquí ellos completamente revirtieron de vuelta a su mentalidad de esclavos, prefiriendo la esclavitud bajo crueles, patrones asesinos que el caminar de fe que Dios tenia para ellos.
i. No te equivoques; lo que Israel rechazó aquí era un caminar de fe. Sí Dios iba a guiarlos dentro de una confianza más profunda de la que tenían antes, ellos no querían ninguna parte en eso. Sí Él lo hacía todo fácil, estaba bien con ellos – pero ellos no querían un caminar de fe.
b. Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto: Esta era rebelión pura. Ellos dijeron que no querían el plan de Dios, ellos no querían a los líderes de Dios, y ellos no querían la tierra de Dios. Ellos creían que ellos sabían mejor que Dios.
i. Nota que tan centrada en el hombre estaba su rebelión: decían el uno al otro(la decisión fue hecha entre ellos mismos, creyendo que su voto mayoritario tenía más sabiduría que Dios). Designemos(a ellos no les gustaba la selección de Dios, así que ellos querían un líder que realmente los representaría – en toda su rebelión contra Dios).
Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
a. Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros: Moisés y Aarón eran más grandes y sabios y por lo tanto sabían que tan mala era la situación. Ellos simplemente se postraron en oración, y no dijeron una palabra al pueblo (sabiendo que no haría bien), pero ellos sabían que ellos debían clamar a Dios por un milagro si Israel habría de ser salvada.
b. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone: Josué y Caleb, los dos espías fieles, eran más jóvenes y más optimistas, así que intentaron persuadir al pueblo.
i. Ellos rompieron sus vestidos, mostrando tristeza absoluta y lamentación; actuando como si alguien hubiera muerto – o estuviera a punto de morir.
ii. La tierra… es tierra en gran manera buena; ellos le recordaron al pueblo de la fidelidad de la promesa de Dios. Él prometió que la tierra sería buena, y lo era – ellos la vieron con sus propios ojos. Si Dios prometió que podríamos tomar posesión de ella, ellos podrían confiar en esa promesa también.
iii. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo… con nosotros está Jehová: Su miedo e incredulidad era rebelión voluntaria. Por lo tanto Josué y Caleb apelaron a la voluntad del pueblo, pidiéndoles que decidieran renunciar a su rebelión y volver al Señor. El pueblo de Israel no debía darse a sus sentimientos de miedo, de ira al Señor, de incredulidad. Por la gracia de Dios ellos podían escoger someterse a Él y confiar en Él.
Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel.
a. Toda la multitud habló de apedrearlos: Esta fue la respuesta del pueblo. Hombres rebeldes, carnales no pueden soportar al hombre de fe, que viene con el desafío de fe. Ellos matarían a Josué y Caleb por llamarlos a dejar su incredulidad y confiar en Dios.
i. Nada puede ser más irritante, más agraviante para los hijos de Dios en rebelión que otros hijos de Dios que son llenos de fe y sumisión a Dios – y que tiene consejo santo.
b. La gloria de Jehová se mostró: Esta fue la respuesta del Señor. Todavía no se nos ha dicho que es lo que hará la gloria del Señor, pero no es difícil de averiguar. Sus acciones y sentimientos no eran consistentes con la gloria del Señor.
Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.
a. Jehová dijo a Moisés: Dios ni siquiera habla con la nación; Él sabe que ellos están más allá de escucharlo. Él va a hablar a Moisés, y sólo a Moisés.
i. Muchos de los hijos de Dios en rebelión se preguntan porque ellos ya no escuchan la voz de Dios; ¿Por qué deberían? Ellos están rechazando lo que Dios ya dijo, ¿Ellos piensan que pueden ser abiertos a algo más que Él pudiera decir?
b. ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? Dios ha sido únicamente bueno con Israel, y ha demostrado Su fuerza amorosa hacia ellos incontables veces. El rechazo de Israel a Dios no tiene sentido.
c.Yo los heriré… y los destruiré… y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos: Esta es una oferta dramática a Moisés; Dios dice que le dará a la rebelde Israel lo que merece – juicio (en realidad, lo que ellos decían que querían – ¡morir en el desierto! |14:2|), y Él cumplirá Sus promesas de una tierra, nación, y bendición para Abraham, Isaac y Jacob ¡por medio de Moisés!
i. Esto era materia pesada para Moisés; se le es ofrecida la posición de “patriarca” – para volverse un padre para Israel en la misma manera que Abraham, Isaac, y Jacob fueron. Moisés sabia de sus grandezas y fama – ¡él fue usado por Dios para compilar sus historias en el libro de Génesis!
ii. Debemos considerar esto como una real “oferta” de Dios; el Señor no habla palabras fantasiosas. Sí Moisés no iba a hacer nada, este plan de Dios entraría en vigor – la nación perecería, y de alguna manera, Dios empezaría desde cero otra vez con Moisés – ¡y la nueva nación sería mejor (mayores y más fuertes) que la actual!
iii. Moisés tuvo una “oferta” similar de Dios atrás en Éxodo 32:7-14; ¿Moisés reaccionara en la misma manera ahora como entonces?
Pero Moisés respondió a Jehová: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder; y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego; y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo: por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto.
a. Pero Moisés respondió a Jehová: Moisés no entretuvo la oferta de Dios por un momento. En cambio, él abogo por la nación y los amó a pesar de su rebelión, y él era celoso por la gloria de Dios.
b. Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder: El celo de Moisés por la gloria de Dios era evidente. Él sabía que si Dios borraba la nación actual y empezaba otra vez con Moisés, sería una marca negra en Su reputación delante de las naciones – especialmente Egipto.
i. Quizás entonces las naciones podrían clamar que no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra. Podría ser dicho que el pecado y rebelión del hombre era más grande que el poder y la bondad de Dios.
c. Les había jurado: Moisés trajo la promesa de Dios delante de Él. Él rogó a Dios que no le diera ninguna oportunidad a las naciones de pensar que Dios no había sido fiel a Su palabra.
Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste, diciendo: Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos. Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
a. Sea magnificado el poder del Señor: Moisés se gloría en el poder de Dios, pero pide que Dios use Su poder al mostrar misericordia y paciencia al Israel rebelde.
b. Como lo hablaste: La lista de Números 14:18-19 es casi una cita de las palabras de auto-revelación que Dios hablo a Moisés en el dramático encuentro que Moisés tuvo con Dios en Éxodo 34:6-8.
i. Tardo para la ira… grande… perdona iniquidad y la rebelión… de ningún modo tendrá por inocente al culpable… misericordia: Cada una de estas son mencionadas primero en Éxodo 34:6-8
ii. Moisés básicamente dijo: “Señor, te has revelado a ti mismo a mí por Tu palabra. Tu palabra declara Quien eres. Ahora Señor, por favor actúa hacia Israel de acuerdo a quien Tú mismo te has declarado ser en Tu palabra.”
c. Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia: Moisés conocía el poder de Dios, y apelo a él; Moisés conocía la promesa de Dios y apeló a ella, y Moisés conocía la gloria de Dios y apeló a ella. Este era un espectacular ejemplo de intercesión.
i. Lo que hizo esta intercesión espectacular no era primitivamente el método de Moisés (apelando a la gloria de Dios, poder, y promesa); sino el corazón de Moisés. Aquí, Moisés está totalmente centrado en otros, no concentrado por su propia gloria, sino sólo por Israel. Él muestra él comparte el corazón de Dios hacia Su pueblo, y eso es lo que hizo la intercesión de Moisés espectacular.
ii. Esto, por supuesto, era la intención de Dios desde el principio: El desarrollar y sacar de Moisés este tipo de corazón, transformando a Moisés a la imagen de Su hijo (Romanos 8:29), mucho antes del tiempo de Jesús.
Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho.
a. Yo lo he perdonado: El corazón de Moisés y su método de intercesión fueron exitosos. Estas son palabras dulces de escuchar para cualquier pecador.
b. Conforme a tu dicho: Esto significa que la oración de Moisés importo. Algunos pueden preguntarse si la oración es algún juego elaborado, donde Dios amenaza con hacer algo que Él nunca haría de cualquier manera, y nosotros oramos, pretendiendo creer que Dios hará lo que Él había amenazado, y cuando Dios nos escucha orar, Él olvida Su vana amenaza y hace lo que Él iba a hacer de cualquier manera. La oración definitivamente no funciona de esa manera.
i. Nosotros no entendemos la relación entre el eterno, soberano plan de Dios y nuestras oraciones; pero nosotros sabemos que no es un juego. Dios nunca quiso que Moisés pensara de eso como un juego, y quería que Moisés por lo menos pensara que sus oraciones habían afectado directamente el resultado: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho.Deberíamos orar como si la vida y muerte, cielo e infierno, ¡se decidirían por nuestras oraciones!
Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión. Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el Valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo.
a. Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra: La respuesta de Dios a Israel sería llena de y reflectora de Su gloria. Él mostraría misericordia y perdón, pero en una manera consistente con Su gloria.
b. No verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá: Por lo tanto, aquellos que pusieron a Dios a prueba y se rebelaron contra Su promesa, no verán la Tierra Prometida. Pero los fieles como Caleb heredaran la tierra.
i. Mira el alto elogio a Caleb: Mi siervo Caleb… hubo en él otro espíritu… (él) decidió ir en pos de mí… le meteré en la tierra. La postura de fe de Caleb parecía fútil cuando Israel lo rechazó; pero fue ricamente recompensada por Dios.
c. Volveos mañana, y salid al desierto: Dios los trajo al límite de la Tierra Prometida, pero ellos se rebelaron contra Él, y no entraron – así que Dios los enviara de vuelta al desierto.
i. Israel ha demostrado que ellos aún tienen mentalidad de esclavo; ellos no piensan como pueblo de la Tierra Prometida. Tomará más preparación en el desierto hasta que ellos sean un pueblo listo ¡para vivir en la Tierra Prometida!
Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan? Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí. Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo. Yo Jehová he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán.
a. Los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba: Dios dio el mensaje a la nación – esta generación debe morir en el desierto y nunca vera la Tierra Prometida. Era como si Dios les dijera, “Ustedes no lo quisieron cuando se les ofreció, así que ahora nunca lo tendrán.”
i. Ellos dijeron, ¡en este desierto ojalá muriéramos! (Números 14:2). Dios no les va a dar su deseo. Sí ellos prefirieron muerte a un camino de fe, Dios haría eso su destino.
b. Exceptuando a Caleb… y a Josué: Estos hombres de fe eran las gloriosas excepciones. Ellos entrarían a la tierra de promesa porque ellos tenían corazones y mentes de hombre nuevo.
i. Ni siquiera Moisés y Aarón fueron exentos. Ellos tampoco entrarían a la Tierra Prometida, cada uno por sus propias razones. Pero nosotros recordamos que Moisés no era libre de culpa en toda esta tragedia, habiendo acordado a la petición del pueblo de enviar espías en lugar de solo tomar audazmente la tierra por fe.
c. Pero a vuestros niños: Cuando excusan su incredulidad, Israel había reclamado preocupación por sus hijos (Números 14:3), acusando a Dios de querer asesinarlos. Ahora, irónicamente, sus hijos heredarían la tierra, mientras ellos perecerán en el desierto.
d. La tierra que vosotros despreciasteis: Podemos imaginarnos muchos en Israel objetados diciendo, “Nosotros no despreciamos la tierra. La queríamos. Sólo estábamos asustados.” Pero ellos sí la despreciaron, porque tanto como cualquier cosa, era una tierra de fe para el pueblo de fe, y los incrédulos y rebeldes despreciaron la tierra.
e. Cuarenta años… cuarenta días: Los espías, representando la nación, fallaron en la prueba de 40 días. Ahora la nación sería probada 40 años – y ellos vendrían progresivamente purificados, listos para heredar la Tierra Prometida, pero sólo después que el hombre de incredulidad y rebeldía haya perecido en el desierto.
i. El hombre viejo, el hombre aun mentalizado esclavo al pecado, nunca puede entrar a las promesas de Dios; el hombre viejo debe morir – y Dios hará lo que sea necesario para hacerlo suceder.
ii. Este momento crucial en la historia de Israel es una lección esencial para cada creyente, y es pregonada a nosotros en Salmos 95:7b-11: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo.
iii. Pero aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra, antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz de Jehová. Por tanto, alzó su mano contra ellos para abatirlos en el desierto, y humillar su pueblo ente las naciones, y esparcirlos por las tierras. (Salmos 106:24-27)
iv. Mas ellos y nuestros padres fueron soberbios, y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos. No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. (Nehemías 9:16-17)
v. Hebreos 3:7 - Hebreos :16 lo hace claro: Dios tiene un lugar de descanso y promete a cada creyente el entrar ahí, y solo se puede entrar por fe. El hombre de incredulidad, auto-dependencia, y auto-enfoque nunca podrán entrar al descanso de Dios y abundancia.
Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país, aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová. Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.
a. Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra… murieron de plaga delante de Jehová: Sí la muerte de la generación incrédula tomaría algunos 38 años (el número de años restantes para hacer el tiempo total del Éxodo de cuarenta años), la muerte de los diez espías infieles sería inmediata.
b. Murieron de plaga delante de Jehová: Dios tiene una prescripción para el hombre viejo, y la carne: matarla. No puede ser reformada. No somos llamados a cambiar de página por Dios. El hombre viejo muere, y sólo entonces el nuevo hombre puede ser modelado después de Jesucristo, puede heredar la tierra de descanso y promesa de Dios.
Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho. Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado. Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien. No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos. Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por eso no estará Jehová con vosotros. Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento. Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.
a. Y el pueblo se enlutó mucho:Ellos estaban en efecto arrepentidos; muchas personas están arrepentidas por la consecuencia de su pecado. Pero ellos no estaban tan arrepentidos como para voltear sus corazones a una confianza genuina en el Señor.
b. Se levantaron por la mañana… subieron a la cumbre del monte… Henos aquí para subir… porque hemos pecado:Ellos querían hacerlo todo mejor con un poco de obras religiosas y palabras pero sus corazones no estaban cambiados. Todo esto estaba en su iniciativa, como una forma de hacer la voluntad de Dios a su manera, y esperando recoger las mismas bendiciones. No podría funcionar. Moisés hablo correctamente: Esto tampoco os saldrá bien.
c. El cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma:No salió bien porque Dios no estaba con ellos. Ellos hicieron un fútil intento en la carne para completar lo que ellos habían rechazado por fe, y terminó en derrota. Ahora era de regreso al desierto.
i. Cuando Dios estaba con ellos, ellos no pensaban que era suficiente; ahora que Dios no está con ellos, ellos pensaron que podían hacerlo.
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