David Guzik :: Números 13 – Espías son enviados a Canaán

Números 13 – Espías son enviados a Canaán

A. Los espías fueron escogidos y comisionados.

1. (Números 13:1-3) El envío de los espías.

Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos. Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.

a. Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán: Estos hombres estaban en una misión de reconocimiento; para observar la tierra de Canaán y traer de regreso un reporte a la nación. Como sea, vale la pena preguntar si ellos realmente necesitaban ir en esta misión o si había información útil que les faltaba, lo cual probaría vital tomar Canaán.

b. De cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos: De acuerdo a Deuteronomio 1:20-25, el plan de enviar espías no originaba directamente de Moisés, sino que venía del pueblo. Moisés les dijo simplemente que fueran y tomarán la tierra, y el pueblo sugirió este plan a Moisés (vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis, Deuteronomio 1:22). Además, en Deuteronomio 1:23 Moisés dijo, el dicho me pareció bien.

i. Esta expedición tuvo un resultado inoportuno; muy bien podría ser que Moisés estaba mal en tomar esta sugerencia del pueblo. Quizás las acusaciones de María y Aarón (insignificantes, falsas, y auto-interesadas como eran) hayan hecho a Moisés indeciso de tomar un fuerte liderazgo.

ii. Ya que el pueblo de Israel inicio esta excursión, quizás Moisés solo vino a Dios preguntando como enviar fuera a los espías, no sí él podía enviar fuera a los espías. De cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos describe el método de enviar a los espías.

c. Conforme a la palabra de Jehová: Sin embargo, esto estaba en el plan de Dios. Dios usó el reporte de los espías como una prueba a la fe de Israel.

2. (Números 13:4-16) Los hombres escogidos como espías.

Éstos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur. De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí. De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone. De la tribu de Isacar, Igal hijo de José. De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun. De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú. De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi. De la tribu de José: de la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi. De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali. De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael. De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo Vapsi. De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maquí. Éstos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.

a. Éstos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa de Zacur: Uno era escogido de cada tribu, para que los espías pudieran representar a la nación entera.

b. Y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué: Josué fue escogido como el líder del grupo. Su nombre fue listado primero como Oseas, significando “salvación.” Aun así su nombre vino a ser Ya-hoshea significando, “Yahweh es salvación.”

i. Incluso nos podemos imaginar cuando Moisés conoció por primera vez a Josué, y pregunto quién era él. “Yo soy Oseas” (“Yo soy salvación”), Josué respondería. Moisés debió haber sonreído y contestar, “¡Ya-Hoshea!” (“¡Yahweh es salvación!”). Josué se volvió su nombre – y el nombre del mesías, quien es nuestra salvación.

3. (Números 13:17-20) Moisés comisiona a los espías.

Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte, y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso; cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamento o plazas fortificadas; y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas.

a. Observad la tierra cómo es: La dirección de Moisés a los espías era una sutil manifestación de incredulidad. ¿Él realmente dudaba que la tierra fuera buena? ¿Él dudaba que la tierra fuera rica? ¿Él dudaba que hubiera bosques útiles? ¿Importaba si el pueblo era fuerte o muchos, o si vivían en plazas fortificadas?

i. Esta era una enteramente razonable búsqueda para Moisés, y representante de la curiosidad de la nación entera. Después de todo, ellos nunca habían visto esta tierra, ningún israelita por algunos 400 años.

ii. Dios ya les había dicho como era la tierra. En el llamado de Moisés en la zarza ardiente, Dios le dijo que la tierra de Canaán era una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel (Éxodo 3:8), y Moisés le dijo al pueblo de las bondades de la tierra (Éxodo 13:5).

b. El pueblo que la habita, si es fuerte o débil: Nos preguntamos que es lo que el pueblo de Israel pensó que hubieran hecho si regresaba un reporte negativo. ¿Resolverían el volver a Egipto?

B. El reporte de los espías.

1. (Números 13:21-25) Los doce espías en la Tierra Prometida.

Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat. Y subieron al Neguev, y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto. Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos. Y se llamó aquel lugar el Valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel. Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.

a. Y ellos subieron, y reconocieron la tierra: Mientras estos espías recorrían la tierra, ellos vieron algunas de las personas y el producto de la tierra. Este espectacular producto incluía racimos de uvas tan grandes, que tenían que ser cargados entre dos hombres en un poste.

b. Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días: La misión de reconocimiento tomo cuarenta días. Cuando Dios probó a Su pueblo, Él a menudo usaba un periodo de cuarenta (tal como cuarenta días o cuarenta años).

2. (Números 13:26-29) El reporte de la tierra.

Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra. Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y éste es el fruto de ella. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo, y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, a la ribera del Jordán.

a. Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste: Ellos parecían sentir que estaban más en una misión para Israel que en una misión para Dios; Nosotros quizás ya sentimos que el reporte será dado de acuerdo a la perspectiva humana, no de acuerdo a la perspectiva de Dios.

b. Que ciertamente fluye leche y miel: Lo que Dios había prometido acerca de la tierra era en efecto cierto.

c. Mas: “Sin embargo” significa “A pesar de todo eso.” En ese momento, Moisés, y cada hombre de fe en Israel debió haber clamado y dicho, “¡Sin embargo nada!” ¿Cómo puede decir uno, ‘Fuimos a la tierra, la encontramos bien, y la promesa de Dios es verdad,’ y después decir, ‘a pesar de todo esto…’?”

i. A pesar de la promesa fiel de Dios, el pueblo que habita aquella tierra es fuerte.

ii. A pesar de la promesa fiel de Dios, las ciudades muy grandes y fortificadas.

iii. A pesar de la promesa fiel de Dios, Vimos allí a los hijos de Anac (una tribu de hombres grandes).

iv. A pesar de la promesa fiel de Dios, Amalec habita… el amorreo… el cananeo habita – toda la tierra está ocupada, ¡no hay vacantes!

d. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac: Es difícil imaginarse un reporte más incrédulo e infiel a Dios que este; un reporte que reconozca la fidelidad de la promesa de Dios, la verdad de Su palabra, y todavía decir, “A pesar de todo eso…”

i. Cualquiera que sea la naturaleza exacta de las pruebas de Dios en las mentes y corazones de los doce espías durante los cuarenta días en Canaán, está claro que ellos han, en su totalidad, ¡fallado el examen!

3. (Números 13:30) La fiel objeción de Caleb.

Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.

a. Entonces Caleb hizo callar al pueblo: Caleb – ¡Bendecido por siempre! – mandó al pueblo a inmediatamente (luego) confiar y obedecer a Dios y a tomar la tierra, porque Dios los había hecho capaces.

b. Subamos luego, y tomemos posesión: Tomo gran valor para estos hombres el pararse contra la corriente de incredulidad, de duda y la “A pesar de todo eso” actitud. Caleb tenía el espíritu de Romanos 3:4: Bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso.

4. (Números 13:31-33) La respuesta de los otros espías a Caleb.

Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

a. Mas los varones que subieron con él, dijeron: su respuesta incrédula era una potente combinación de verdad, mentiras y exageración.

i. Era verdad de una perspectiva humana que es más fuerte que nosotros – pero el decir, “No podremos subir contra aquel pueblo” era una mentira.

ii. Era verdad que ellos habían ido a través de la tierra – pero el decir, “es tierra que traga a sus moradores” era mentira.

iii. Cada una de las declaraciones, “todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura” o “gigantes” y “éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas” eran todas terribles exageraciones, mentiras claras y sencillas.

b. La tierra por donde pasamos para reconocerla: La incredulidad a menudo se presenta a sí misma como siendo “factual” o “practica” o “realista.” Sin embargo, la cosa más factual, práctico, y realista que podemos hacer es confiar la palabra del Dios viviente. Su incredulidad no era de acuerdo a los hechos, sino a pesar de los hechos.

i. Significativamente, dos hombres pueden ver las exactas mismas formas – las mismas uvas, el mismo hombre, la misma tierra, las mismas ciudades – uno puede venir cantando en la fe, y el otro es llenado con un sentido de cierta condenación. Por último, la fe o incredulidad no brotan de las circunstancias o ambiente, sino de nuestros corazones, los cuales Dios debe cambiar.

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