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David Guzik :: Juan 8 – La Luz del Mundo

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Juan 8 – La Luz del Mundo

A. Una mujer adúltera es traída a Jesús para ser juzgada.

1. Preguntas textuales en Juan 7:53 al Juan 8:11.


a. En base a evidencia en manuscritos, no es probable que esta porción (Juan 7:53-8:11) sea parte original del Evangelio de Juan, o por lo menos no en este lugar.

· La mayoría de los manuscritos griegos omiten esta sección.

· Muchos de los manuscritos subsecuentes marcan esta sección con asteriscos.

· Un grupo de manuscritos la pone después de Lucas 21:38.

· Unos pocos tienen esta sección después de Juan 21:24, y uno la tiene después de Juan 7:36.

i. Todo esto muestra que los escribas antiguos ignoraban su posición exacta., pero que deseaban retenerla dentro de los registros de los Evangelios. Sabían que pertenecía, pero no sabían exactamente dónde.

b. Algunos Cristianos antiguos (como Agustín y Ambrosio) omitieron esta historia, no tanto por la evidencia del texto, sino porque ellos pensaban que hacía ver a Jesús como que condonaba la inmoralidad sexual.

c. Al mismo tiempo, el carácter de la historia implica que es obvio que es genuina, y la mayoría de los eruditos reconocen que es histórica, basada en hechos. Los primeros escritores Cristianos mencionan este evento al principio del segundo siglo (100 d.C.). Tenemos todos los motivos para creer que esto realmente sucedió y que Juan realmente la escribió.

2. (Juan 8:7:53-8:6a) Una mujer es traída a Jesús, sorprendida en el acto de adulterio.


Y cada uno se fue a su casa, y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle.

a. Le trajeron una mujer sorprendida en adulterio: Le tendieron una trampa a Jesús. Si Jesús decía “Déjenla ir,” entonces hubiera parecido que quebrantaba la Ley Mosáica. Si decía, “Ejecútenla por el crimen de adulterio,” entonces Jesús hubiera parecido muy severo, quebrantando la ley romana porque los romanos habían quitado a los judíos su derecho de oficialmente ejecutar gente por motivos religiosos.

b. En la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres: ¿Realmente ejecutaban a la gente por cometer adulterio en Israel? Es verdad que el adulterio era una ofensa capital bajo la ley judía, pero las reglas de evidencia en casos capitales eran extremadamente estrictas. El acto en sí debía haber sido observado por múltiples testigos quienes debían estar de acuerdo en su testimonio. Así es que de una manera ptáctica, virtualmente nadie era ejecutado por adulterio, ya que este es un pecado privado.

c. Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Estos hombres malvados utilizaron a esta mujer como un arma en contra de Jesús.

i. No les importaba la justicia, porque es evidente que la engañaron. Ellos clamaban estamujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio – sin embargo, no trajeron al hombre culpable ante Jesús. Es posible que el hombre haya sido uno de ellos mismos y simplemente estaban engañando a la mujer usándola como peón en su conflicto con Jesús.

ii. Ellos claramente veían el pecado en otros, pero eran ciegos a su propio pecado.

3. (Juan 8:6b) Jesús los ignora, como si no los hubiese escuchado.


Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

a. Como si no los hubiese escuchado: ¿Por qué los ignoró Jesús? Algunos piensan que fue porque los aborrecía; otros dicen que se sentía apenado por la mujer. Otros dicen que estaba horrorizado por lo que estos hombres le habían hecho a la mujer.

b. Escribía en la tierra con el dedo: ¿Qué fue lo que Jesús escribió? Nadie puede saberlo con certeza. Puede que haya hecho una lista de los pecados de estos hombres; o simplemente garigoleó; puede ser que haya seguido la práctica judicial romana y que escribió Su sentencia antes de pronunciarla.

i. O, pudo haber escrito un pasaje como Éxodo 23:1 No te concertarás con el impío para ser testigo falso.

4. (Juan 8:7-9) Jesús da sentencia a la mujer – y a sus acusadores.


Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

a. En la ley judía, los testigos de la ofensa capital iniciaban el apedreamiento. Cuando Jesús dijo, El que de vosotros está sin pecado sea el primero en arrojar la primera piedra, lo que realmente estaba diciendo era “Está bien, ejecutémosla pero hagámoslo de la manera correcta. Uno de los testigos tiene que tener una mano en su ejecución, así que ¿quién de ustedes es el que presenció el crimen pero que sólo trajo a la mujer y no al hombre?”

i. Jesús lo deja claro – quien quiera que fuera el testigo, quien quiera que haya sido el que tenía el derecho de arrojar la primera piedra, por su hipocresía era tan pecador como la mujer sorprendida en adulterio.

b. Salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: ¿Por qué salieron en este orden? Tal vez el más viejo salió primero porque entendió con mayor facilidad que Jesús se refería a ellos.

i. O, otros piensan que Jesús estaba escribiendo en el piso una relación de sus pecados, empezando por el más viejo al más joven, lo que explicaría el orden de su salida.

c. Acusados por su consciencia: La vergüenza no era más de Jesús, sino de ellos. Si alguien trata de avergonzar a Jesús, serán ellos los que serán puestos en vergüenza.

5. (Juan 8:10-11) Jesús reta a la mujer a no pecar más.


Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

a. ¿Ninguno te condenó? Al irse sus acusadores, no quedaba nadie para condenar a la mujer, y Jesús mismo no la condenó. De la misma manera, no hay condenación para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8-1).

i. Algunos debaten si Jesús realmente perdonó a la mujer. Probablemente no tenga caso discutir este punto, porque Jesús ciertamente mostró misericordia a la mujer y la exhortó al arrepentimiento (vete, y no peques más).

b. Ni yo te condeno: Si la ley de Moisés condenaba a la mujer, ¿qué derecho tenía Jesús de mostrarle misericordia? ¿Iba su demostración de misericordia en contra de la justicia de Dios? Para nada- La misericordia de Jesús para la mujer era justa, porque a pesar de que ella sí cometió pecado, ella era simplemente una víctima en esta intriga contra Jesús.

B. La luz del mundo.

1. (Juan 8:12) Jesús, la luz del mundo.


Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo;el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

a. Yo soy la luz del mundo: La luz era un símbolo importante en la Fiesta de los Tabernáculos. Durante esta fiesta, muchos emblemas y ceremonias recordaban la columna de fuego que alumbró a Israel durante el Éxodo. Ahora, Jesús toma este símbolo tan importante y sencillamente lo aplica a sí mismo: Yo soy la luz del mundo.

b. El que me sigue, no andará en tinieblas: Jesús, al ser la luz del mundo, trae luz a quienes le siguen. Si no permanecemos en Jesús, no estamos en la luz.

i. Otra ilustración importante de luz en la Biblia se refiere a la Palabra de Dios: Lámparaes a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino (Salmos 119:105). Envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán (Salmos 43:3).

ii. Como Jesús es el Verbo (Palabra) (Juan 1:1), tiene perfecto sentido que Él también es la luz.

2. (Juan 8:13-20) La identidad de Jesús, de acuerdo al testimonio de dos testigos.


Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre. Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí. Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais. Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

a. Tu testimonio no es verdadero: Jesús acaba de proclamar que Él es la luz del mundo, pero los fariseos no podían verlo. Cuando no puedes ver la luz, simplemente significa que estás ciego. Un hombre que puede ver, no necesita que alguien le compruebe la luz, sencillamente la ve.

b. Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero: Jesús estaba de acuerdo que bajo circunstancias normales, el testimonio de un hombre sobre sí mismo no se podía considerar como verdadero. Pero Jesús resalta que Él está calificado para dar testimonio de sí mismo.

i. Jesús puede testificar de sí mismo porque Él, no ellos, tiene un panorama de la eternidad. Sé de dónde he venido y a dónde voy.

ii. Jesús puede testificar de sí mismo porque Él, no ellos, juzga con justicia: Vosotrosjuzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.

iii. Jesús puede testificar de sí mismo porque Su testimonio está completamente apoyado por Dios el Padre. Mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo.

c. Jesús tiene más que solo Su testimonio de Sí mismo. Él también tenía el testimonio de Dios el Padre en perfecta armonía. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo; y el Padreque me envió da testimonio de mí.

d. ¿Dónde está tu Padre? La intención de los fariseos con esto era profundamente insultar a Jesús. Ellos se referían a su nacimiento virginal, y los rumores de que su concepción no había sido milagrosa, sino ilícita.

e. Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre: Al referirse al linaje de Jesús, los fariseos pensaban que tenían alguna “inteligencia” especial o que podían provocar un escándalo. Pueden haber pensado, “Miren cómo reacciona cuando revelemos lo que sabemos sobre Él.” Pero Jesús dejó claro que ellos no sabían nada respecto a Él o a Su Padre.

3. (Juan 8:21-24) Dos destinos: Jesús irá a la gloria, ellos (a menos que se arrepientan) morirán en sus pecados.


Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir. Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir? Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

a. Yo me voy…..a donde yo voy, vosotros no podéis venir: Jesús sabía que Él iba al cielo. Debido al odio que ellos sentían contra Él, Jesús podía decir que sus acusadores no irían al cielo. A dónde Él iba, ellos no podían seguir.

i. Si seguimos a Jesús en la Tierra, lo seguiremos en el cielo. Si no mostramos ningún deseo por seguirle en la Tierra, ¿qué nos hace pensar que le seguiremos en el cielo?

b. ¿Acaso se matará a sí mismo? Este es otro insulto contra Jesús. En las enseñanzas judías, los niveles más profundos del Hades era para aquellos que cometían suicidio. Aquí, los fariseos están tratando de cambiar las palabras de Jesús implicando que cometerá suicidio y por lo tanto será condenado.

c. Si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis: Los humanos nacemos en pecado (Salmos 51:5), y si nos aferramos a ese pecado, y no lidiamos con él, moriremos en nuestros pecados. Se debe lidiar con todo pecado, aquellos que mueren en ellos tendrán que pagar por sus pecados en el infierno. Pero si lidiamos con nuestros pecados ahora, de este lado de la muerte, al confiar en quién es Jesús y lo que Él hizo para salvarnos, podremos evitar morir en nuestros pecados.

d. Si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis: Jesús les llamó a creer que yo soy Él. El “Él” en itálicas (en la versión en Inglés) es añadido por los traductores. El título “Yo soy” se refiere a la deidad y si los fariseos iban a ser salvados de morir en sus pecados, ellos debían creer en Jesús y en quién Él realmente es – Dios el Hijo.

i. “Esta expresión está refiriéndose a deidad… La misma expresión griega sucede en 6:20, 18:6, ninguna de las cuales es difícil de entender.” (Morris)

4. (Juan 8:25-30) Jesús proclama Su dependencia en y obediencia a el Padre.


Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo. Pero no entendieron que les hablaba del Padre. Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

a. ¿Tú quién eres? Esta pregunta de los fariseos fue hecha con una combinación de confusión deliberada y rebeldía. Aunque Jesús les había dicho una y otra vez quién era, ellos continúan preguntando hasta recibir una respuesta que puedan usar para condenarlo.

b. Lo que he oído de él, esto hablo al mundo: Una vez más Jesús enfatiza este punto, que Sus palabras son de Dios el Padre. Entonces, si los fariseos tienen problema con Jesús, realmente tienen problema con Dios el Padre.

c. Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre: El “levantado” que Jesús menciona nada tiene que ver con “exaltar” a Jesús; tiene que ver “levantar” a Jesús en la cruz. Cuando Jesús sea crucificado, ellos verán la perfecta obediencia del Hijo hacia el Padre.

d. No me ha dejado solo el Padre: La unidad entre el Padre y el Hijo continúa, y continuará. A pesar de las acusaciones del los fariseos, Jesús está tan cerca de Su Padre como nunca.

e. Yo hago siempre lo que le agrada: Jesús llanamente dice estas cosas a sus adversarios – esencialmente retando a Sus enemigos. Pero sus enemigos guardan silencio! Este es un gran testimonio de Su vida sin pecado

i. Yo hago siempre lo que le agrada: Es fácil decir, “Yo siempre hago la voluntad del Padre” cuando sólo estás debatiendo puntos teológicos. Otra cosa completamente diferente decir, “Yo siempre hago la voluntad del Padre” cuando esto significa ir a la cruz. La cruz prueba la obediencia de Jesús.

f. Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él: El mensaje de Jesús de Su unidad con el Padre fue muy bien recibido por algunos porque Su vida era consistente con el mensaje. Contrario a los fariseos, uno podía ver que Jesús estaba cerca a Dios. Los fariseos cultivaron una imagen de intimidad con Dios, pero era evidente que dicha intimidad no existía.

5. (Juan 8:31-32) Jesús ofrece discipulado y libertad a aquellos que creen en Él.


Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

a. Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos: A Jesús no le interesaba ganar un debate con estos interrogadores. El les quería traer a la salvación – y la única manera en que esto podría suceder es si ellos permanecían en Su palabra.

i. Esto, también, es otra declaración que refleja la unidad entre el Padre y el Hijo. Él podía llamar a los hombres a que permanecieran en Su palabra! En boca de cualquier otro que no fuera Jesús, estas palabras sonarían absurdas.

b. Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos: Si vamos a ser discípulos de Jesús, debemos permanecer en Su palabra. No hay otra manera. Para ser seguidor de Jesús – el verbo (Palabra) echo carne – es permanecer (vivir, residir, hacer tu casa en) Su palabra.

c. Cuando permanecemos en Su palabra, y somos Sus discípulos, entonces conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. La verdad de la que Jesús habla no viene simplemente de buscar la “verdad” académicamente; sino de permanecer en Su palabra y ser Sus discípulos.

i. No hay nada como la verdad que podemos tener en Jesús. Ningún dinero puede comprarla, ningún estatus puede obtenerla, ninguna obra puede ganarla, y nada puede igualarla. Y trágicamente, sólo pocos Cristianos realmente caminan en ella! Nunca puede ser encontrada a menos que permanezcamos en la palabra de Dios y seamos discípulos de Jesús.

6. (Juan 8:33-36) Jesús contesta su declaración de que ellos ya son libres.


Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

a. Jamás hemos sido esclavos de nadie: ¿Libres y siempre lo han sido? Y qué de la cautividad de Israel en Egipto, en Persia, en Siria, y ahora en Roma? “El poder del auto-engaño en el inconverso es infinito.” (Ryle)

b. Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado: Pecado en este pasaje está en un tiempo que indica acción continua y habitual. La persona que habitualmente está en pecado es un esclavo del pecado.

c. El esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre: La esclavitud al pecado es el tipo de esclavitud mas tremenda que existe, porque no hay escape de nosotros mismos. Un Hijo debe liberarnos, y el Hijo de Dios nos libera y nos trae a la casa de Dios.

d. Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres: Si somos hechos libres de nuestra esclavitud al pecado –hechos libres por un Hijo, y hechos libres por permanecer en la palabra de Jesús y ser Su discípulo – entonces somos verdaderamente libres, teniendo una libertad real que contrasta con la “libertad” que los fariseos decían tener en Juan 8:33.

i. Una mujer Cristiana de Hong Kong de 82 años platicó de su vida en China y aún utilizaba mucho del vocabulario que los comunistas usaban al hablar de su revolución – ellos le llamaban “la liberación”. Le preguntaron, “Cuando estaba en China, ¿Era usted libre de reunirse con otros Cristianos para adorar?” “Oh no,” contestó. “Desde la liberación a nadie se le permite reunirse para tener servicios Cristianos.” “Pero seguramente se les permitía reunirse en pequeños grupos y hablar de su fe Cristiana.” “No, tampoco,” contestó la mujer, “Desde la liberación ese tipo de reuniones está prohibido.” “¿Tenían libertad para leer la Biblia? “Desde la liberación nadie tiene la libertad de leer la Biblia.”

ii. El punto está claro: la libertad no consiste en la palabra “libertad,” o en palabras, consiste en una relación con Jesucristo permaneciendo en Su palabra, y siendo Sus discípulos.

7. (Juan 8:37-41a) Ellos se comprueban a sí mismos que no son como su padre Abraham.


Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre. Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.

a. Jesús admitía que eran descendientes de Abraham – pero Abraham no era su padre en el sentido espiritual. Después de todo, cuando vinieron mensajeros del cielo a Abraham, él los recibió (Génesis 18). Pero estos hombres rechazan al que fue enviado del cielo.

i. ¿Qué es lo que específicamente prueba que ellos no eran como Abraham? Mi palabrano halla cabida en vosotros. Una vez más, el énfasis está en permanecer en la palabra de Jesús, y hacerlo porque entendemos Su unidad con el Padre.

b. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre: Jesús les recuerda que lo que Él hace es consistente con Su Padre, y que lo que ellos hacen es consistente con su padre (vosotroshacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre). Pero ¿Quién es su padre? Jesús lo explica más adelante.

c. Nuestro padre es Abraham: Jesús no está de acuerdo. Él está de acuerdo que ellos son descendientes de Abraham, pero no hijos de Abraham porque ellos pretenden matar a Jesús. Ellos están haciendo las obras de vuestro padre.

i. El punto de Jesús es importante. Nuestro linaje espiritual es lo que determina nuestra naturaleza y nuestro destino. Si somos nacidos de nuevo, tenemos a Dios como nuestro Padre, se mostrará en nuestra naturaleza y destino. Pero si nuestro padre es Satanás o Adán, también se mostrará en nuestra naturaleza y destino. – así como se muestra en estos adversarios de Jesús.

8. (Juan 8:41b-47) Jesús revela la identidad de su verdadero padre.


Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

a. Nosotros no somos nacidos de fornicación: Una vez más, ellos intentan insultar el linaje de Jesús. La implicación es, “Nosotros no somos nacidos de fornicación, pero , Jesús, quién sabe.”

b. El asunto, otra vez, tiene que ver con el linaje espiritual: Vosotros sois de vuestropadre el diablo. Ellos hacen lo que hacen – como mentir y asesinar – porque son hijos espirituales del diablo.

c. Cuando habla mentira, de suyo habla: Jesús nos da revelación del carácter de Satanás. La mentira es parte de su naturaleza y es el engañador más peligroso de todos – el engañador que es engañado él mismo.

d. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Una vez mas, Jesús da a sus enemigos – quienes lo odian tanto que quieren matarlo – una oportunidad para adjudicarle algún pecado – pero no pueden! Este es otro testimonio impresionante de la vida sin pecado de Jesucristo.

e. Por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios: Jesús insiste en el punto del linaje espiritual, que es evidente por la manera en que actúan las personas, y que determina el destino de cada quien.

9. (Juan 8:48-50) Jesús contesta la acusación de que está poseído por demonios.


Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.

a. ¿No decimos bien nosotros?: Los enemigos de Jesús están frustrados y exasperados. No han podido lograr hacer ver mal a Jesús y aun más han creído en Él (Juan 8:30). Por lo tanto lanzan su última descarga: Tú eres samaritano (una de las razas mas despreciables para los judíos) y tienes demonio (poseído por un demonio).

b. Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre: El deseo de Jesús de honrar a Dios y Su humildad desmienten cualquier acusación de posesión demoniaca. Ya que aquellos quienes tienen a Satanás como su padre espiritual tienen algunas de sus características, mostrarán una soberbia y egoísmo evidente – cosas que están ausentes en Jesús.

10. (Juan 8:51-59) La unidad de Jesús con Dios el Padre y el testimonio de Abraham al respecto.


De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? !!Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo? Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

a. El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte: Esta es otra declaración impresionante que solamente tiene sentido si Jesús es Dios y es uno con Dios el Padre. Jesús promete vida eterna a aquellos que guardan Su palabra.

b. Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió: Esta declaración alegra a los fariseos que se oponen a Jesús; ellos piensan que al fin lo tienen! ¿Cómo puede Jesús prometer esa vida – nunca sufrirá muerte – cuando ni siquiera Abraham podía haber hecho esa promesa! ¿Está Jesús pretendiendo ser más grande que Abraham? ¿Quién te haces a ti mismo?

c. Mi Padre es el que me glorifica: Jesús sí proclama ser más grande que Abraham – pero no es un honor que toma para sí mismo. Sin embargo, ellos no reconocen este honor, porque vosotros no le conocéis.

d. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi dia; y lo vio, yse gozó: Jesús no nada más es más grande que Abraham, pero Abraham mismo lo reconoció! Esta declaración de Jesús trae a memoria la acusación “¿Cómo sabes que Abraham se regocijó en Ti? ¿Estuviste ahí?” A lo que Jesús contestó, “Sí!”

e. Antes de que Abraham fuese, yo soy: Esta es la tercera vez en este capítulo que Jesús usa la frase yo soy (Juan 8:24, 8:28), y aquí en Juan 8:58.

i. Yo soy: La frase antigua griega es ego emi, que es el mismo término usado en la traducción griega del Antiguo Testamento en los días de Jesús para describir a la Voz de la zarza ardiente.

ii. Al usar la frase Yo soy (Juan 8:24, 8:58, 13:19) Jesús utilizó un título divino perteneciente únicamente a Yahweh (Ëxodo 3:13-14, Deuteronomio 32:39, Isaías 43:10) y fue interpretado como tal por quienes escucharon a Jesús (Juan 8:58-59).

iii. “La frase contiene dentro de sí misma la afirmación más auténtica, audaz y profunda hecha por Jesús acerca de quién era Él.” (Stauffer)

f. La mejor prueba de lo que Jesús quiso decir al proclamar ser el Yo Soy se encuentra al ver la respuesta de quienes le escucharon; Tomaron entonces piedras para arrojárselas. Querían apedrearlo por blasfemia, por proclamar que era Dios.

i. Pero no podía suceder, así como no pudo suceder antes en Juan 7:30, porque su hora aún no había llegado.

g. El impresionante tema a lo largo de todo el capítulo se expresa con fuerza al final: Jesús está en perfecta unidad con Dios el Padre, porque Él mismo es Dios, Aquellos que rechazan a Jesús lo hacen porque su “linaje espiritual” no es de Dios.

i. Nuestro linaje espiritual es sumamente importante – y es demostrado en nuestra respuesta a Jesús. ¿Quién es tu padre espiritual? Lo demuestras con tus acciones así como con proclamarlo con tus palabras.

©2016 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.

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