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Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
a. Y le hicieron allí una cena: Antes de una semana de Su crucifixión, Jesús fue a una cena preparada en Su honor en casa de Simón el leproso (Mateo 26:6 y Marcos 14:3). Sus amigos Marta. Lázaro y María estaban allí también.
b. María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús: Durante la cena, María dio a Jesús un regalo singular. No era inusual lavar los pies de un invitado, pero sí era inusual usar perfume de nardopuro, de mucho precio para hacerlo, y singular enjugar los pies con suscabellos.
i. El regalo de María fue extraordinariamente humilde. Cuando un invitado entraba a la casa, usualmente se le lavaban los pies con agua y su cabeza era ungida con una gota de aceite o de perfume. Aquí, María utilizó este delicado perfume y ungió los pies de Jesús. Ella consideró que su delicado perfume era bueno solo para los pies de Jesús.
ii. El regalo de María fue extraordinariamente extravagante. Ella utilizó mucho (una libra) de perfume de nardo puro, de mucho precio. Las especies y perfumes con frecuencia se usaban como inversión porque no ocupaban de mucho espacio, eran portátiles, y fácilmente negociables en el mercado. Judas calculó que este perfume valía 300 denarios (Juan 12:5), que era el equivalente al salario de un año.
iii. El regalo de María fue extraordinariamente desinteresado. No sólo le dio el regalo del perfume muy caro, sino que también enjugó los pies con sus cabellos. Esto quiere decir que soltó su cabello en público, algo que una mujer judía raramente (o nunca) haría.
iv. En todo esto, María nos muestra devoción a Jesús. “La vida de María es como un cuadro en tres pinturas memorables, en cada una de ellas, ella está a los pies de Jesús.” (Eerdman)
Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
a. Judas Iscariote…. el que le había de entregar: En muy poco tiempo, Judas iba a entregar a Jesús, esta traición se ve mucho mas obscura al contrastarla con la luz de la devoción de María hacia Jesús. Era obvio que Judas se opusiera al regalo de María, ya que le remordía la conciencia al ver este sencillo pero poderoso acto de amor.
i. Este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde se menciona a Judas haciendo algo malévolo, aparte de su traición a Jesús, y aun esto fue hecho en secreto. Judas logró, con éxito, esconder las tinieblas de su corazón de los ojos de todos, a excepción de los de Jesús.
ii. Judas nos muestra cómo las apariencias externas pueden ser engañosas. Mucha gente tiene una fachada religiosa en donde esconde pecado secreto.
b. ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios? Judas tenía un sentido muy agudo para el valor de las finanzas, pero no para lo que Dios valoraba. El sentía que esto era mostrarle a Jesús demasiado amor y devoción.
i. Si somos extravagantes en nuestro amor por Jesús, Él no nos criticará; eso fue lo que Judas hizo. ¿Somos como María, extravagantes en nuestro amor por Jesús, o somos como Judas, criticando a los que lo son?
c. Para el día de mi sepultura ha guardado esto: María sabía algo que los discípulos no entendían. Ella sabía que Jesús iba a morir, por lo cual fue movida a ofrecer a Jesús este extravagante regalo de devoción. María tenía más revelación que otros, ya que pasaba tiempo a los pies de Jesús.
i. “Este fue el momento en el que simbólicamente Jesús fue apartado para Su entierro por alguien que realmente entendía lo que estaba sucediendo.” (Boice)
Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos. Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.
a. Los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro: Losprincipales sacerdotes eran en su mayoría saduceos, y los saduceos no creían en la resurrección. Lázaro era un vivo ejemplo de la vida después de la muerte, y tenerlo cerca era una vergüenza para su sistema teológico. Para ellos sólo había una solución para este problema vergonzoso, dar muerte también a Lázaro.
b. A causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían enJesús: Esto empeoró la situación de los principales sacerdotes. Lázaro estaba atrayendo gente hacia Jesús, y en la opinión de estos líderes religiosos, tenía que ser detenido.
El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: !!Hosanna! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey no temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna. Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.
a. !!Hosanna!! Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR! Estas entusiastas multitudes recibieron a Jesús con palabras del Salmo mesiánico 118:25-26. La voz ¡Hosanna! Significaba “salva ahora,” y en este día las multitudes recibieron a Jesús como un Mesías triunfante.
b. El Rey de Israel: Esto muestra que la multitud al gritar “salva ahora” tenía en mente una salvación política que los liberara de la opresión de los romanos. Pero Jesús, al montar un pollino, cumpliendo la profecía (Zacarías 9:9) mostró que su propósito era la paz.
c. Tomaron ramas de palmera: Las ramas de palmera eran un símbolo de nacionalismo judío desde el tiempo de los macabeos. Esta era una manifestación política, las multitudes veían a Jesús como un salvador nacional y político, no como un salvador espiritual.
Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos. Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal. Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
a. Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que élhabía hecho esta señal: Las multitudes adoraban a Jesús porque creían que el haber levantado a Lázaro de los muertos establecía Sus cartas credenciales como el Mesías conquistador.
i. “Uno que podía llamar a un muerto hacia la vida podría con toda certeza liberar a la ciudad santa del yugo del Cesar.” (Bruce)
b. Mirad, el mundo se va tras él! La popularidad de Jesús ofendía a Sus enemigos. Les hacía sentir que no conseguían nada. Nosotros nos alegramos al ver la frustración en los enemigos de Jesús.
Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
a. Señor, quisiéramos ver a Jesús: Jesús ya había dicho que el tiempo no había llegado (Juan 2:4 y 7:6). El tomó el interés de los gentiles como una señal de ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
i. El hecho de que Su hora no había llegado le había librado de violencia anteriormente (Juan 7:30, 8:20). Ahora que hallegado la hora, es el momento que Jesús haga el sacrificio final.
ii. Realmente Jesús nunca respondió a los griegos en este momento, pero lo haría desde el otro lado de la cruz. De esta manera estos griegos, así como otros, podrían recibir la vida que Él ofrecía, por lo tanto, Jesús debe morir (ser glorificado) antes.
b. Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado: Jesús no se refería a que sería glorificado ante los ojos del hombre. Eso solo sucedió en la entrada triunfal. La glorificación a la que Jesús se refiere aquí es a ser glorificado en la cruz. Algo que el mundo sólo podía ver como una penosa humillación, Jesús lo veía como ser glorificado.
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
a. Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere: Así como la semilla nunca llegará a convertirse en una planta a menos que “muera” y sea “enterrada,” la muerte y sepultura de Jesús son necesarias para Su glorificación. Antes de que pueda haber poder de resurrección y fruto, debe de haber muerte.
b. El que ama su vida….el que aborrece su vida: Somos llamados a aborrecer nuestra vida en el sentido de que no le demos tanta importancia, que la entreguemos libremente a Dios. Nuestra vida es preciosa para nosotros, pero sólo porque es algo que podemos entregar a Jesús.
i. Jesús enfoca nuestro aborrecimiento por la vida cuando dice, aborrece su vida en este mundo. También debemos dar poca importancia a nuestra vida en este mundo reflexionando que tan solo somos peregrinos y extranjeros, y que nuestra morada está en el cielo en vez de en la tierra (Hebreos 11:13-16).
c. Si alguno me sirve, sígame: Si somos Cristianos, debemos seguir a Jesús viviendo en el camino centrándonos en los demás, y enfocándonos en el cielo.
i. Este camino nos llevará a llegar a la cruz, pero también nos llevará a la gloria de la tumba vacía.
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre.
a. Ahora está turbada mi alma: Jesús aceptó esta hora crucial, sin embargo le afligía porque sabía las agonías que involucraban estar en la cruz.
b. ¿y qué diré? “¿Padre, sálvame de esta hora? Sabiendo que esta era la hora crucial, Jesús no podía escapar la hora, porque para esto he llegado a estahora. La cruz, que había ensombrecido toda la vida y ministerio de Jesús, sería ahora una realidad en Su vida.
Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.
a. Entonces vino una voz del cielo: Este es el tercer testimonio audible del cielo que indica el estatus de Jesús como Hijo de Dios, después de la voz Divina en Su bautismo y en la transfiguración.
b. No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros: Jesús no necesitaba esta confirmación, era para beneficio de los espectadores, especialmente los discípulos.
Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir. Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre? Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.
a. Ahora es el juicio de este mundo: El sistema mundial fue juzgado por la manera que trató a Jesús en la cruz. La cruz no sólo juzgó al mundo, también venció a Satanás (ahora el príncipe de este mundo será echado fuera). La derrota de Satanás y del mundo fue la victoria de Dios y la victoria del pueblo de Dios.
i. Colosenses 2:14-15 describe vivamente la victoria de Jesús en la cruz: anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
b. Y yo, si fuera levantado de la tierra: El verbo usado para levantado (en griego antiguo, es la palabra hypsothenai) tiene deliberadamente doble significado. Significa elevar literalmente (levantarlo en la cruz) y exaltar (levantar a una posición de honor).
i. Nosotros no “levantamos” a Jesús con nuestra alabanza en el sentido que Él se refiere aquí. Él fue levantado en la cruz, y nosotros proclamamos ese echo al mundo. Nosotros levantamos a Jesús predicando a Cristo (1ª Corintios 1:23)
c. Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre: A la gente sólo se le habían enseñado los pasajes de la ley (el Antiguo Testamento) los cuales hablan del triunfo del Mesías. Ellos prácticamente desconocían los pasajes que hablan de Su sufrimiento (tales como Salmos 22 e Isaías 53).
i. Estas multitudes que recibieron con entusiasmo a un conquistador político no querían considerar su sacrificio y muerte ya que esto no encajaba con su idea de lo que un Mesías debería ser.
d. Aún por un poco está la luz entre vosotros……Entre tanto que tenéis la luz,creed en la luz: Debemos creer en Jesús mientras la luz está aquí, porque no lo estará por siempre. El Espíritu de Dios no siempre contenderá con el hombre (Génesis 6:3), y debemos contestar a Su llamado mientras podamos escucharlo.
Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan, y yo los sane. Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
a. A pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él: Juan responde a la pregunta “¿Si Jesús era tan grandioso, por qué no todos creían en Él?” Juan nos recuerda que esto fue profetizado en Isaías.
b. Por esto no podían creer: Es posible endurecer el corazón al nivel de no poder creer. Por lo tanto, debemos creer mientras aún haya luz.
c. Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón: Llega un momento en que Dios apoya nuestra decisión, ya sea por Jesús o contra Jesús. Al final, delante de Dios, obtenemos lo que queremos, y aquellos que desechan a Jesús no tendrán que pasar la eternidad con Él.
Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
a. No le confesaban: Aunque algunos de los líderes religiosos creían en Él, no lo reconocían públicamente porque tenían miedo de perder su posición. Este amor por la gloria de los hombres es mortal, y priva a muchos de una vida completamente entregada a Dios.
b. Para no ser expulsados de la sinagoga: ¿Es posible ser un seguidor secreto de Jesús? Sólo temporalmente; porque o el secreto apagará nuestra fe, o la fe apagará el secreto.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
a. Jesús clamó y dijo: Estas son las últimas palabras que Jesús dijo en público registradas en el evangelio de Juan. En este último discurso a la multitud, Jesús enfatiza los temas de todas sus predicaciones en Juan.
b. El que me ve, ve al que me envió: Jesús enfatiza Su unidad con Dios el Padre.
c. Yo, la luz, he venido al mundo: Jesús enfatiza su propia veracidad y la necesidad del hombre de seguirle.
d. Yo no le juzgo: Jesús enfatiza Su amor y aceptación del pecador; sin embargo la palabra que he hablado, ella le juzgará– existen consecuencias inescapables por rechazar a Jesús.
e. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta: Jesús enfatiza Su propia sumisión a Dios el Padre. Su autoridad fluía directamente de Su sumisión a Dios el Padre.
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