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David Guzik :: Juan 11 – Jesús resucita a Lázaro

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Juan 11 – Jesús resucita a Lázaro

A. La muerte de Lázaro.

1. (Juan 11:1-3) Una petición es traída a Jesús.


Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos. Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.

a. María….Marta su hermana… hermano Lázaro: Jesús tenía una relación cercana con esta familia, y se esperaba que si Él milagrosamente había atendido las necesidades de muchos otros, también atendería la necesidad de éstos, sus amigos.

b. Señor, he aquí el que amas está enfermo: Realmente no solicitan nada, pero no es necesario que lo hagan. Cuando hay un verdadero lazo de amor, no es necesario pedir favores; es suficiente con dar a conocer la necesidad.

2. (Juan 11:4-6) Jesús responde con un retraso.


Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.

a. Esta enfermedad no es para muerte: Lázaro ya estaba muerto cuando Jesús dijo esto; pero Él sabía que el resultado final sería la gloria de Dios, no muerte.

b. Se quedó dos días más: En el evangelio de Juan, hay tres ocasiones en las que alguien querido y cercano a Jesús le pide algo (los otros dos son Su madre en Caná, y Sus hermanos camino a Jerusalén). En cada uno de estas tres ocasiones Jesús responde de la misma manera.

i. Primeramente se rehusó a otorgarles lo que pedían, después lo hizo dejando claro que Él hace las cosas de acuerdo al tiempo y voluntad de Dios, no del hombre.

ii. A través de Sus acciones, Jesús demostró que sus retrasos no eran negativas. Ellos traerían mayor gloria a Dios.

3. (Juan 11:7-10) Jesús valientemente decide ir a Judea y Jerusalén.


Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.

a. Vamos a Judea otra vez: Jesús pudo haber resucitado a Lázaro a la distancia. Sin embargo, Jesús quería ir a Judea para ministrar a Lázaro y su familia, a pesar de que era peligroso ir para allá. Jesús caminaba con la seguridad de alguien que realmente confía en Dios.

b. ¿No tiene el día doce horas? Los discípulos de Jesús estaban sorprendidos de que Jesús fuera a regresar a la región de Judea en donde lo acechaban. Pero Jesús aclara que aun tiene trabajo por hacer. Las doce horas probablemente se refieren al tiempo asignado por el Padre para el ministerio de Jesús en la Tierra.

c. El que anda de día, no tropieza: Durante estas horas, no vendría daño a Jesús o a sus discípulos, por ahora deben trabajar antes de que llegue la noche de la pasión de Jesús.

4. (Juan 11:11-15) Jesús les habla francamente de la muerte de Lázaro.


Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.

a. Lázaro ha muerto; y me alegro: Jesús se podía alegrar, aun en la muerte de un querido amigo, porque estaba seguro del desenlace.

5. (Juan 11:16) La audaz fe de Tomás.


Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.

a. Vamos también nosotros, para que muramos con él: Tomás expresa lo que verdaderamente significa ser un discípulo de Jesús. Él está dispuesto a ir con Jesús aunque esto signifique morir con Él. Tal vez Tomás no lo comprendía en ese momento, pero nosotros sabemos ahora que si morimos con Él seguramente seremos resucitados y glorificados con Él.

i. Tomás, al igual que los otros discípulos, no entendía todo lo que Jesús decía. Pero lo que sí entendía era suficiente para estar dispuesto a morir con y por Jesús. “Aquí está una regla suficiente para caminar, ya sea que nuestra fe sea difusa o clara; mayormente, muestra lealtad.” (Loyd)

b. Tomás, llamado Dídimo: La tradición de la iglesia dice que a Tomás le llamaban “Dídimo” (gemelo, en Inglés) porque se parecía a Jesús, lo cual lo ponía en riesgo. Si alguien entre los discípulos era blanco de persecución, era alguien que se parecía a Jesús.

B. Jesús se encuentra con Marta y María.

1. (Juan 11:17-22) Marta recibe a Jesús cuando llega a Betania.


Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.

a. Hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro: ¿Por qué esperó cuatro días? Jesús hizo esto a la luz de una superstición judía de aquel tiempo en la cual se decía que el alma permanecía cerca de la tumba por tres días, esperando regresar al cuerpo. Por lo tanto, se entendía que después de cuatrodías no había ninguna esperanza de resucitación.

b. Señor, si hubieses estado aquí, me hermano no habría muerto: Marta claramente expresa su desilusión por la tardanza de Jesús. A pesar de que ella no muestra total confianza en Jesús, hasta este momento, su honestidad con Jesús es estimulante.

c. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará: Marta no tiene confianza de que Jesús levantará a su hermano, mas bien ella dice que todavía confía en Él a pesar de su decepción. ¿Podemos nosotros decir lo mismo?

2. (Juan 11:23-27) Yo soy la resurrección y la vida.


Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

a. Yo soy la resurrección y la vida: Con esta declaración, Jesús echa abajo todo lo que conocemos de la ley de la entropía y la manera en que las cosas funcionan en este mundo. Durante mucho, mucho tiempo, la muerte ha regido sobre el hombre como un tirano. Esta no es la tierra de los vivientes, sino la tierra de los moribundos.

i. Los humoristas y filósofos han entendido el miedo a la muerte, y el básico dilema de la muerte. “Ni en los corazones del hombre, ni en la sociedad habrá realmente una paz perdurable hasta que logremos ilegalizar a la muerte.” (Albert Camus) “No quiero alcanzar la inmortalidad a través de mi trabajo. Quiero alcanzarla a través de no morirme.” (Woody Allen)

b. El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá: Jesús es el campeón sobre la muerte. Mientras que los antiguos temían a la muerte, los Cristianos pueden temer únicamente el momento de morir. El creyente nunca morirá, simplemente hará una transición instantánea de una vida vieja a una vida nueva.

i. Pensemos qué tan grande es esta declaración de Jesús, Yo soy la resurrección y lavida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. ¿Quién sino sólo Dios puede decir algo como esto?

c. ¿Crees esto? Jesús reta a Marta no a un debate intelectual, sino a que crea.

3. (Juan 11:28-32) El pesar de María


Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.

a. Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano: Lázaro tenía dos hermanas, María y Marta. Marta ya ha hablado con Jesús en relación a la muerte de Lázaro, pero ahora María habla por primera vez. Sus palabras son muy parecidas a las de Marta (Juan 11:21).

b. No habría muerto mi hermano: Esta es una de las partes de la Biblia donde quisiéramos poder escuchar el tono de voz y ver las expresiones faciales. Esta podría ser una noble declaración de fe, diciendo que si Jesús hubiera estado allí, ellas no tenían duda alguna que Jesús hubiera podido sanar a Lázaro. Por otro lado, puede verse como una crítica de la supuesta tardanza de Jesús.

C. Lázaro es levantado.

1. (Juan 11:33-38a) Un Jesús muy conmovido viene al sepulcro.


Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro.

a. Se estremeció en espíritu y se conmovió: Al venir a la escena del sepulcro de Lázaro, Jesús se estremeció grandemente. En el griego antiguo, esto literalmente significa “resoplar como un caballo,” dando a entender furia e indignación.

i. Significa que Jesús no estaba realmente triste con la escena alrededor del sepulcro. Es más correcto decir que Jesús estaba enojado. Jesús está enojado e indignado por los estragos del gran enemigo del hombre: la muerte. El no tolerará este dominio de la muerte por mucho tiempo.

ii. Pero, “Cristo no llega al sepulcro como un espectador solamente, sino como un luchador preparándose para la batalla. Por lo tanto no nos extraña que se estremece nuevamente, ya que la violenta tiranía de la muerte que Él vino a vencer, está delante de sus ojos.” (Calvin)

b. Jesús entonces, al verla llorando…Jesús lloró: El contraste entre las lágrimas de Marta y María y las lágrimas de Jesús es algo perspicaz. Llorando (la palabra usada para María en Juan 11:33) es una palabra que describe fuertes gemidos. Lloró (la palabra que describe la expresión de dolor de Jesús en Juan 11:35) es otra palabra que denota un llorar calmado. Jesús está profundamente conmovido, pero no fuera de control.

c. Jesús lloró: Esto muestra que Jesús tenía sentimientos, pero que con gran sentimiento se prepara para golpear a la muerte, el enemigo de Dios y del hombre. Jesús es un apasionado enemigo de la muerte.

i. Para la mente del griego antiguo, la característica primaria de Dios era apatheia: la total inhabilidad de sentir ninguna emoción. Los griegos creían en un Dios que estaba aislado y sin compasión. Ese no es el Dios de la Biblia. Ese no es el Dios que realmente es.

2. (Juan 11:38b-40) Jesús ordena que la piedra sea removida.


Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

a. Quitad la piedra: Todo mundo pensó que esta era una petición muy extraña. Después de todo, Marta sabía Señor, hiede ya. La gente pensó que Jesús estaba tan triste y dolido que quería ver por última vez a su querido amigo Lázaro.

b. Señor, hiede ya: De cualquier manera, la condición del cuerpo de Lázaro es confirmación irrefutable de que Lázaro está muerto.

c. Si crees, verás la gloria de Dios: Jesús perfectamente puede hacer este milagro sin que Marta y María crean. Pero si no hubieran creído, entonces nunca verían la gloria de Dios. Podrían haber visto el resultado final y estar felices con ello, pero se hubieran perdido la gloria de trabajar junto con Dios para realizar Su plan.

3. (Juan 11:41-44) Jesús levanta a Lázaro de los muertos.


Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: !!Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

a. Clamó a gran voz: ¡¡Lázaro, ven fuera!! Jesús simplemente llama; otros a los que Dios usó para levantar cuerpos muertos en las Escrituras, usaron procedimientos más elaborados.

b. ¡Lázaro, Ven fuera! Jesús le habla a un cuerpo muerto como si Lázaro estuviera vivo porque Él es Dios, quien da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. (Romanos 4:17).

i. Así es como Jesús puede llamar a la persona muerta y vencida por el engaño y el pecado a una nueva vida en Él. Él continúa llamando a los muertos para que salgan de sus tumbas hoy!

c. Y el que había muerto, salió: Jesús luchó contra la muerte en la tumba de Lázaro y saqueó la tumba, tomando en cuenta que pronto Él la conquistaría por completo. Esto era una “atracción por venir” de lo que sucedería en la tumba vacía de Jesús.

d. El rostro envuelto en un sudario: Lázaro fue levantado de los muertos, no resucitado. Se levantó atado en tela, y las necesitaría otra vez; Jesús dejó Sus telas en la tumba, porque nunca jamás tendría que volverlas a usar.

e. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir: Jesús no desapareció milagrosamente las ataduras de Lázaro, pero pidió a alguien que lo desataran. Él hizo lo que solamente Dios podía hacer y buscó el apoyo de hombres para la completa liberación de Lázaro.

D. Dos reacciones.

1. (Juan 11:45) La reacción de fe: muchos de los judíos…creyeron en Él.


Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.

a. Muchos de los judíos…..vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él: Esto era innegablemente un impresionante trabajo de Dios y a muchos, al ver lo que había hecho, les ayudó a poner su confianza en quien Jesús decía que era.

2. (Juan 11:46-57) La reacción de incredulidad.


Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho. Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. Así que, desde aquel día acordaron matarle. Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a Jerusalén antes de la pascua, para purificarse. Y buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se preguntaban unos a otros: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta? Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno supiese dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.

a. Todos creerán en él; y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar: Estos temores revelan un completo malentendido de los motivos de Jesús, quien no tenía ninguna ambición política.

b. Vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación: Un hecho irónico, este rechazo hacia Jesús resultó ser la ruina política y destrucción final de la nación.

c. Nos conviene que un hombre muera por el pueblo y no que todala nación perezca: Caifás inconsciente e involuntariamente da una profecía, pero es atribuida al régimen, no al hombre (sumosacerdote aquel año, profetizó).

d. Desde aquel día acordaron matarle: Con anterioridad, quienes querían a Jesús muerto eran oficiales de menor rango; pero ahora, hombres con gran poder político han decidido matar a Jesús. Queda poco tiempo para el fin – o el principio, si así lo ves.

e. Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos: Una vez mas, Jesús no hacía esto por temor, sino porque Su hora no había llegado (Juan 7:30). La hora no había llegado todavía, pero estaba por llegar.

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