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Pero los hombres de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a la guerra contra Madián? Y le reconvinieron fuertemente. A los cuales él respondió: ¿Qué he hecho yo ahora comparado con vosotros? ¿No es el rebusco de Efraín mejor que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado en vuestras manos a Oreb y a Zeeb, príncipes de Madián; ¿y qué he podido yo hacer comparado con vosotros? Entonces el enojo de ellos contra él se aplacó, luego que él habló esta palabra.
a. Y le reconvinieron fuertemente: Los hombres de Efraín se unieron a la pelea en contra de Madián cuando Gedeón les llamó (Jueces 7:24-25). Pero ellos estaban enojados debido a que Gedeón no les llamó antes de que empezara la batalla. El llamado inicial de Gedeón por ayuda salió hacia las tribus de Manasés (su propia tribu), Aser, Zabulón, y Neftalí (Jueces 6:35).
i. Parecería que a los hombres de Efraín les importaba más el reconocimiento que el bien global de Israel. En lugar de estar celosos del reconocimiento que otros recibían, ellos debieron estar felices de que el pueblo de Dios fue rescatado, y que tuvieron una parte en la victoria. Los celos a menudo estorban la obra de Dios.
b. ¿Qué he hecho yo ahora comparado con vosotros? Gedeón no retó el orgullo de ellos; sino que el tranquilizó su orgullo al complementarles y al darles el reconocimiento que imploraron. Más importante, él les retó a involucrarse en la obra de Dios que estaba a la puerta. Su respuesta fue una manera sabia para lidiar con la contención cuando hay trabajo de Dios que debe hacerse.
i. Pero parece que Gedeón siguió teniendo una continua controversia con los hombres de Efraín. Su edificación posterior de un efod (Jueces 8: 27) fue un deservicio hacia Israel, y pudo haber sido señalado por una actitud competitiva hacia Efraín.
Y vino Gedeón al Jordán, y pasó él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, mas todavía persiguiendo. Y dijo a los de Sucot: Yo os ruego que deis a la gente que me sigue algunos bocados de pan; porque están cansados, y yo persigo a Zeba y Zalmuna, reyes de Madián. Y los principales de Sucot respondieron: ¿Están ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército? Y Gedeón dijo: Cuando Jehová haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna, yo trillaré vuestra carne con espinos y abrojos del desierto. De allí subió a Peniel, y les dijo las mismas palabras. Y los de Peniel le respondieron como habían respondido los de Sucot. Y él habló también a los de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre.
a. Pasó él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, mas todavía persiguiendo: Podemos imaginarnos lo cansado que estaban. Ellos habían peleado duro y habían perseguido al enemigo sobre una gran distancia.
i. “Si ustedes, queridos hermanos y hermanas, se dan totalmente a la obra de Dios, aunque nunca se cansarán de ello, a menudo se cansarán en ello. Si un hombre jamás se ha cansado a si mismo con la obra de Dios, pensaría que él jamás ha hecho una obra que sea digna de hacerse.” (Spurgeon)
ii. “También sirvamos al Señor cuando cada movimiento sea doloroso, que aun el pensarlo sea fastidioso. Estos hombres estaban cansados. ¿Sabes lo que es para un soldado el estar exhausto? No es ningún disparate, no tiene presencia, es un desmayo real. Pero el seguir corriendo cuando ya estas por desmayar, el mantenerse en el camino cuando estas listo para caer, este es un trabajo muy duro; pero hagámoslo, hermanos, por la gracia de Dios. Algunas personas únicamente oran cuando sienten el orar; pero necesitamos más de la oración cuando sentimos que no podemos orar. Si solamente predicáramos, – algunos de nosotros, – cuando nos sintiéramos como predicar, no predicaríamos a menudo.” (Spurgeon)
b. Ruego que deis a la gente que me sigue algunos bocados de pan: Por medio de Gedeón, el llamado vino al pueblo de la ciudad de Sucot para apoyar a aquellos que pelearon en la batalla. No se les pidió que entraran en la batalla presente, pero que simplemente apoyaran a aquellos enfrente de las líneas.
c. ¿Están ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército? En lugar de ayuda el pueblo de Sucot y Peniel dieron excusas. Ellos no querían apoyar a Israel en la pelea en contra de Madián sino hasta que la batalla ya estuviera ganada.
i. Podemos suponer que esto desanimó a Gedeón y a aquellos que peleaban en la batalla. Ellos no le pidieron al pueblo de Sucot y Peniel que pelearan al frente de las líneas, solamente que apoyaran a aquellos que lo hacían. Aún así ellos no estaban dispuestos y crearon excusas. Cuando nos preparamos para hacer la obra de Dios, a menudo la resistencia a la que nos enfrentamos viene de parte de nuestros amigos. No podemos permitir que esto estorbe o desanime nuestra obra.
d. Cuando Jehová haya entregado... Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre: Con o sin la ayuda de los pueblos de Sucot y Peniel, Gedeón sabía que el ganaría la batalla (al decir cuando, y no sí). Y aún él hizo votos de vengarse en estas ciudades, las cuales se rehusaron a ayudar a Israel en ese momento estratégico.
i. “Algunos han dicho que esto mostró resentimiento y dureza, pero cuando un hombre esta en la guerra, no esta en el hábito de rociar a sus adversarios con agua de pétalos de rosas. La guerra en si mismo es tan grande y malvada que hay muchos otros males que están conectados necesariamente con ello. Me pareciera como si, cuando Gedeón estaba intentando liberar a sus propios compatriotas, éstos se burlaban de él, y no dieron pan a sus soldados en el día que tenían hambre, y éstos merecían ser castigados con gran severidad.” (Spurgeon)
Y Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y con ellos su ejército como de quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente; pues habían caído ciento veinte mil hombres que sacaban espada. Subiendo, pues, Gedeón por el camino de los que habitaban en tiendas al oriente de Noba y de Jogbeha, atacó el campamento, porque el ejército no estaba en guardia. Y huyendo Zeba y Zalmuna, él los siguió; y prendió a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna, y llenó de espanto a todo el ejército.
a. Atacó el campamento, porque el ejército no estaba en guardia: Gedeón, continuando en la audacia de Jehová, dirigió un valiente ataque sorpresa. Esto no era lo mismo como los 300 atacando a un vasto ejército descrito en Jueces 7:12, pero aún era un pequeño ejército en contra de uno más grande.
i. Podemos suponer que Gedeón era lo suficientemente audaz para hacer esto debido a que él vio a Dios hacer grandes cosas en circunstancias similares anteriormente. Las obras previas de Dios le animaron a confiar en Dios para grandes cosas en el presente.
b. Él los siguió... y llenó de espanto a todo el ejército: Esto muestra la persistencia de Gedeón. Él luchó hasta que la batalla fue ganada, y él se lanzó en contra de los líderes de la oposición.
Entonces Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla antes que el sol subiese, y tomó a un joven de los hombres de Sucot, y le preguntó; y él le dio por escrito los nombres de los principales y de los ancianos de Sucot, setenta y siete varones. Y entrando a los hombres de Sucot, dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me zaheristeis, diciendo: ¿Están ya en tu mano Zeba y Zalmuna, para que demos nosotros pan a tus hombres cansados? Y tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos y abrojos del desierto, y castigó con ellos a los de Sucot. Asimismo derribó la torre de Peniel, y mató a los de la ciudad.
a. Y entrando a los hombres de Sucot, dijo: Los hombres de esta ciudad no quisieron ayudar a Gedeón o a su ejército antes de que la victoria estuviera asegurada. Ellos se rehusaron a ayudar a Gedeón por fe, así que Gedeón les castigaría como lo prometió.
b. Tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos y abrojos del desierto, y castigó con ellos a los de Sucot: Aparentemente Gedeón públicamente azotó a los ancianos de la ciudad de Sucot con espinos y abrojos como un método de reprensión pública.
c. Derribó la torre de Peniel, y mató a los de la: El texto no lo pone en claro, pero suponemos que hubo una justificación para esta pena severa. Quizás el pueblo de Peniel eran partidarios significantes de los Madianitas, y traidores en contra de Israel.
Luego dijo a Zeba y a Zalmuna:¿Qué aspecto tenían aquellos hombres que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Como tú, así eran ellos; cada uno parecía hijo de rey. Y él dijo: Mis hermanos eran, hijos de mi madre. ¡Vive Jehová, que si les hubierais conservado la vida, yo no os mataría! Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate, y mátalos. Pero el joven no desenvainó su espada, porque tenía temor, pues era aún muchacho. Entonces dijeron Zeba y Zalmuna: Levántate tú, y mátanos; porque como es el varón, tal es su valentía. Y Gedeón se levantó, y mató a Zeba y a Zalmuna; y tomó los adornos de lunetas que sus camellos traían al cuello.
a. Mis hermanos eran, hijos de mi madre: Aparentemente estos dos reyes Madianitas fueron responsables de la muerte de los hermanos de Gedeón. Gedeón quería saber esto, y quería la confesión antes de ejecutar a estos reyes.
b. Levántate tú, y mátanos: Zeba y Zalmuna sabían que ellos se merecían la muerte, y aún animaron a su ejecutor.
Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián. Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros.
a. Sé nuestro señor: El deseo por un rey humano sobre Israel comenzó temprano en la historia de la nación. Cientos de años después (en los días de Samuel, el profeta y juez), Dios les dio a Israel el rey que pidieron.
i. “Ellos hallaron alivio en los Jueces que fueron levantados por parte de Dios, y comenzaron a anhelar a un gobernante, visible, y de su propia parte. Ellos pensaron que, al asegurar esto, ellos se preservarían de las recurrencias de estos problemas.” (Morgan)
b. No seré señor sobre vosotros: Esta fue una buena respuesta por parte de Gedeón. Él entendía que no era su lugar el tomar el trono sobre Israel, y que el Señor Dios era el rey sobre Israel.
i. “Esa es la verdadera actitud de todos aquellos que Dios levantó para dirigir y librar a Su pueblo. Su liderazgo debe parar nunca por debajo de la soberanía. Su negocio jamás debe de sobrepasar el gobierno Divino; sino el interpretarlo, y el de conducir al pueblo hacia el reconocimiento de ello, y de sujeción hacia ello. Esto es verdadero, no solamente de reyes, sino también de sacerdotes, profetas y predicadores.” (Morgan)
ii. Gedeón definitivamente dio la respuesta correcta cuando él dijo que él no quería ser un rey; pero en el resto del capítulo él actuó como uno. Sus palabras fueron humildes, pero sus acciones no lo fueron. Es más fácil hablar sobre humildad y servicio hacia Dios que el vivir en realidad en ello.
Y les dijo Gedeón: Quiero haceros una petición; que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues traían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas). Ellos respondieron: De buena gana te los daremos. Y tendiendo un manto, echó allí cada uno los zarcillos de su botín. Y fue el peso de los zarcillos de oro que él pidió, mil setecientos siclos de oro, sin las planchas y joyeles y vestidos de púrpura que traían los reyes de Madián, y sin los collares que traían sus camellos al cuello.
a. Que cada uno me dé los zarcillos de su botín: Esto no pareció como una petición grande, pero cuando fue sumado, llegó a ser más de 50 libras (22 kilogramos) de oro. Esto era una buena fortuna.
b. De buena gana te los daremos: El pueblo estaba feliz de dar esto, y es difícil el decir que Gedeón no se merecía esta gran fortuna. Al mismo tiempo era inapropiado, porque le levantó por encima del nivel del pueblo que él dirigiría, y fue a expensas de ellos.
i. Una regla general es que los líderes Cristianos que obtienen su manera de vivir de los regalos del pueblo de Dios deberían de vivir al nivel de su propio pueblo – no por encima ni por debajo.
Y Gedeón hizo de ellos un efod, el cual hizo guardar en su ciudad de Ofra; y todo Israel se prostituyó tras de ese efod en aquel lugar; y fue tropezadero a Gedeón y a su casa.
a. Gedeón hizo de ellos un efod, el cual hizo guardar en su ciudad: Un efod es una prenda que se parece a una camisa la cual es utilizada por los sacerdotes de Israel (Éxodo 28). Esto obviamente estaba mal y no es inmediatamente evidente el porqué Gedeón hizo esto. Es posible que él hizo esta obra en contra del prestigio e influencia de la tribu de Efraín. En ese tiempo el tabernáculo – el centro de adoración de Israel – estaba en Silo, en el territorio de Efraín. Gedeón quizás colocó esto como un lugar rival de la adoración para competir en contra de la tribu que le turbó en la batalla en contra de Madián.
i. “Mientras que, probablemente, esto fue hecho por medio del sentido del fracaso religioso del pueblo, el efecto producido fue inicuo y resultó en el deterioro del carácter de Gedeón mismo.” (Morgan)
ii. “Él no colocó un ídolo, pero él hizo un efod, una imitación de un maravilloso vestido utilizado por el sumo sacerdote. Quizás lo hizo de oro solido, para no ser utilizado, sino para ser visto, simplemente para recordarle al pueblo de la adoración a Dios, y no para que fuera en si mismo adorado. Pero Ah, queridos amigos, vemos aquí que, si vamos medio centímetro más allá de lo que la Palabra de Dios ordena, siempre nos metemos en malicia” (Spurgeon)
b. Y todo Israel se prostituyó tras de ese efod en aquel lugar: El pueblo de Israel disfrutaba esta adoración idólatra. El hermoso y costoso efod fue tropezadero para Gedeón, su familia, y para todo Israel.
i. La belleza artística tiene su manera de impresionarnos y nos da un sentido de asombro, pero no es necesariamente una impresión de asombro piadosa. Muchas veces nos puede distraer de nuestro enfoque hacia el Señor. En contraste con este efod, Dios ordenó que Sus altares fueran hechos de piedras de cantera (Éxodo 20:25), para que la atención de nadie estuviera enfocada en la belleza de la obra de la piedra tallada.
ii. Gedeón fue notablemente obediente y lleno de fe en el momento extremo de la batalla. La rutina de la vida diaria pareció ser una prueba aún mayor para su carácter. Esto es cierto para muchos, y los retos del diario vivir son más difíciles que aquellos de los momentos extremos.
iii. “Quizás sea más fácil el honrar a Dios en una acción valiente en el corto tiempo de una emergencia nacional, que lo que es el honrarle consistentemente en lo ordinario, en la vida de todos los días, la cual requiere una valentía diferente.” (Cundall)
Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y nunca más volvió a levantar cabeza. Y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón. Luego Jerobaal hijo de Joás fue y habitó en su casa. Y tuvo Gedeón setenta hijos que constituyeron su descendencia, porque tuvo muchas mujeres.
a. Así fue subyugado Madián: En cuanto a la seguridad de la nación, el gobierno de Gedeón como juez sobre Israel fue un éxito. Pero en muchos años él fue un fracaso espiritual.
b. Porque tuvo muchas mujeres: Un harén no solamente es un reflejo de la inhabilidad del hombre de controlar su lujuria sexual, es también una manera para que él pueda orgullosamente expresar su riqueza, al decir, “Mira todas las mujeres e hijos que puedo mantener.”
i. El Antiguo Testamento jamás condena la poligamia de una manera directa (aunque el Nuevo Testamento si lo hace en Matthew 19:4-6 y 1 Timothy 3:2). Pero el Antiguo Testamento muestra el fruto amargo de la poligamia. Las historias de familias polígamas en el Antiguo Testamento (como Jacob o David) son las historias de conflicto y crisis.
También su concubina que estaba en Siquem le dio un hijo, y le puso por nombre Abimelec. Y murió Gedeón hijo de Joás en buena vejez, y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas.
a. Le puso por nombre Abimelec: El nombre de Abimelec significa, “Mi padre, un rey.” Es el tipo de nombre que un mismo rey llevaría. Al parecer Gedeón tenía la intención de que su hijo se convirtiera en el líder de Israel después de que Gedeón mismo se fuera.
b. Murió Gedeón hijo de Joás en buena vejez: A través de su carrera, vemos a Gedeón como un hombre que se deslizó de las grandes alturas de la fe hacia un lugar de total apostasía y rebelión en contra de Dios. Podemos decir que Gedeón manejó la adversidad mejor que el éxito. El éxito, las riquezas, y la prominencia le derribaron.
i. No es suficiente para nosotros el comenzar bien con Dios. Debemos de continuar a través de toda nuestra vida Cristiana. Gedeón, en sus últimos días, tuvo que mirar atrás hacia todo lo que Dios había hecho. Todas esas obras estaban en el pasado.
Pero aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse yendo tras los baales, y escogieron por dios a Baal-berit. Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos en derredor; ni se mostraron agradecidos con la casa de Jerobaal, el cual es Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.
a. Cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse yendo tras los baales: En un sentido, Israel sirvió bien a la memoria de Gedeón, especialmente al Gedeón de sus últimos años. Al servir a Baal, Israel dijo,”lo que en realidad importa es el dinero y el éxito,” y con esto siguieron el ejemplo de los últimos años de Gedeón.
b. Y escogieron por dios a Baal-berit: El nombre de Ball-berit significa “Baal del Pacto.” Los Israelitas tristemente tenían a Baal como su dios de pacto.
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