Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed
a. Porque ella no es mi mujer: Dios ilustra a Israel como una mujer adultera, quien ya no es digna de ser comparada con una esposa. Esto muestra que la relación esta rota.
i. Israel lascivamente se ofreció hacia otros dioses, de la manera que una mujer, de manera lasciva, se ofrece a si misma a otros amantes. Esto es comunicado por la frase sus adulterios de entre sus pechos. “La referencia a sus ‘pechos’ puede implicar que ella a desnudado su regazo para atraer a sus amantes…Si ella no cambiaba, ella sería desnudada.’ (Hubbard)
b. No sea que yo la despoje y desnude…la haga como un desierto: Dios le advierte a Israel que si ella no deja su manera de ser, como ramera, ella será juzgada. Aunque la relación esta rota, la bendición continúa – pero le será quitada si Israel no se vuelve.
Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución. Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.
a. Ni tendré misericordia de sus hijos: Si Israel, como un todo, es representado por una mujer infiel, entonces sus hijos representan a los individuos de Israel. Si ellos no se vuelven al Señor, ellos personalmente experimentarán Su juicio.
b. Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino: Israel justifica su prostitución porque ella recibe cosas de sus “amantes.” Ella miraba todo lo bueno que parecía que ella obtenía de su pecado, y parecía un buen trato. Israel no entendía que los placeres del pecado pasan(Hebreos 11:25).
Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora. Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.
a. Yo rodearé de espinos su camino: Para traer a Israel hacia el arrepentimiento, Dios promete el colocar un seto de espinos en los lados del camino, para que les provocara dolor cuando fuera que Israel se desviara del camino correcto, y para que el camino equivocado fuera difícil de encontrar.
i. Cuando Dios rodea de espinos nuestro camino, usualmente esto no nos agrada. Algunas veces pensamos que Dios esta en contra de nosotros cuando los espinos hieren y no podemos encontrar el camino equivocado. Pero en realidad es una de las más dulces expresiones del amor de Dios, el rodear de espinos el camino y el cercarnos.
b. Iré y me volveré a mi primer marido: Cuando Dios permite que pasen los placeres pasajeros del pecado, entonces a menudo vemos que tan bueno era el seguir al Señor. En un matrimonio, a menudo el pasto se puede ver más verde con el mejor cónyuge; en nuestro caminar con el Señor nuestros ídolos parecen atractivos hasta que Dios los expone. Entonces, estamos listos para volvernos a nuestro primer marido, el Señor.
c. Ella no reconoció que yo le daba el trigo: Aún cuando Israel se fue en pos de otros dioses, el Señor aún proveía para ella. Esto mostró Su gran amor, sin egoísmo, hacia Israel. Aún cuando Israel tomó lo que Dios les proveía y lo ofrecía a Baal, Él aún los amaba.
i. Cuando Oseas proveyó para Gomer, ella lo gastó en sus amantes adúlteros. Es como si Oseas fuera a la casa del amante de Gomer, donde ella vivía apartada de su marido y en adulterio. Él sabía que este hombre sin vergüenza no podría proveer para Gomer, y que ella vivía en la pobreza y en harapos. Oseas tocaba la puerta. Él hablaba con el hombre que contestaba, “¿Eres tú el hombre que vive con Gomer?” El hombre se preguntaba de que asunto podría estar hablando Oseas; luego él revelaba: “Yo soy Oseas, su marido. He traído estos alimentos y dinero para que ella pueda tener provisión.” Cuando Oseas se iba, Gomer y su amante debieron de haber pensado que él era un tonto. ¡Qué gran cena disfrutaron ellos con la comida que Oseas llevó! Pero así es como el Señor nos ama, prodigando bendiciones sobre nosotros, aún cuando estamos adorando ídolos, proveyéndonos con bendiciones que gastamos en otros dioses.
c. Que ofrecían a Baal: este principio muestra que tan ofensiva es en realidad la idolatría para Dios. Cuando sea que ofrezcamos a un ídolo, lo que damos lo hemos recibido de Dios.
i. Dios le da al hombre los árboles del bosque y el fierro del suelo. Él le da al hombre la capacidad para hacer un hacha y los clavos de ese hierro, y la energía para cortar un árbol, la habilidad para dar forma a la madera en vigas. Dios le da al hombre la inteligencia para hacer un mango de esa madera, y una cabeza del hierro, y combinarlos para que sea un martillo efectivo. Luego el hombre toma las vigas, los clavos, y el martillo y éste clava a Dios en la cruz – donde Dios voluntariamente extendió Sus brazos, muriendo en la cruz para tomar la culpa y la pena que merecía el pecado del hombre – y para hacer una relación nueva, restaurada, entre el Dios y el hombre.
Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez. Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades. Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo. Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.
a. Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo: Dios le dio trigo a Israel, y éste ofreció lo que Él le proveyó en sacrificio a Baal.Así que Dios tomaría esta provisión, y mientras Israel siente su necesidad y privación – quizás éste se volvería al Señor.
b. Se olvidaba de mí: Durante el tiempo de Jeroboam II, Israel disfrutó de gran prosperidad. Pero éste utilizó dicha prosperidad para la idolatría y para placeres impíos, así que Dios tomaría su prosperidad.
Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
a. Yo la atraeré…hablaré a su corazón: Una vez que Israel haya sentido la incomodidad de su privación, entonces éste escucharía la voz de Dios una vez más, y Él la atraería hacia Si mismo.
i. Spurgeon en Yo la atraeré: “Este es un tipo de poder singular: ‘Yo la atraeré;’ no, ‘Voy a llevarla’ ni siquiera, ‘Yo la acercaré,’ o, ‘Yo la arrastraré;’ o ‘Yo la forzaré.’ No, ‘Yo la atraeré.’ Es una palabra notable, y nos enseña que la atracción de amor sobrepasa en poder todas las demás fuerzas.Esa es la forma en la que el diablo nos arruina; él nos tienta con palabras dulces, expresiones dulces, con carnadas de placer y cosas parecidas; y el Señor, en misericordia, determina que, en toda verdad, él hará una mejor oferta que el diablo, y él nos ganará para si mismo por fascinaciones, seducciones, y atracciones, las cuales serán más fuertes que cualquier fuerza de resistencia que podamos ofrecer. Esta es una palabra maravillosamente preciosa: ‘Yo la atraeré.’”
b. El valle de Acor por puerta de esperanza: Acor significa “problema,” así que el valle de Acor es el “Calle de Problemas.” Era un lugar de problemas, donde el pecado de Acán fue descubierto y juzgado (Josué 7:26). La restauración de Dios es tan grande que Él transformará el “Valle de problemas” en una puerta de esperanza.
c. Allí cantará como en los tiempos de su juventud: Cuando Israel sea restaurada, ella será restaurada en alegría. Los placeres pasajeros del pecado son olvidados, y los verdaderos placeres de Dios son restaurados.
En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.
a. Me llamarás Ishi: Con gran anticipación, Dios mira hacia el día cuando la relación sea genuinamente restaurada con Su pueblo. Él quiere una relación íntima de amor con Su pueblo, y anhela el día cuando Su pueblo tendrá un amor y compromiso como de matrimonio hacia su Dios
b. Nunca más me llamarás Baali: Dios no estaba satisfecho con una relación basada en el temor y enfocada en la obediencia para con Su pueblo, donde éstos tenían la idea primordial de Él como un Amo (Baali).
c. Quitaré de su boca los nombres de los baales: En Hebreo, el nombre “Baal” viene de la palabra “Baali” y las dos palabras suenan parecido. Eran los baales, los ídolos de las naciones, quienes querían esta relación de “amo-esclavo” con el hombre. Pero no el Señor Dios; Él quiere una relación basada en el amor, basada en el compromiso, con Su pueblo.
d. Quitaré de la tierra arco y espada y guerra: Finalmente, esta bendición, de una relación restaurada, resultará en una tierra transformada, cambiada tanto ecológicamente (con las bestias del campo, con las aves del cielo) y políticamente. Esta bendición será cumplida en la tierra del milenio, pero podemos llegar a conocer el poder transformador de una relación restaurada justo ahora.
e. Te desposaré conmigo para siempre: Cuando la relación con Jehová sea finalmente restaurada, jamás volverá a ser quebrantada. La relación será restaurada en un cimiento sólido (en justicia, juicio, benignidad y misericordia), y resultará en una relación más y más profunda (conocerás a Jehová).
En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.
a. Responderé: Esta es una gran bendición de una relación real, vibrante, con Dios. Nuestros corazones laten al ritmo del Suyo, y así queremos lo que Él quiere. Así que cuando le pedimos a Dios que haga cosas, ya estamos pidiendo lo que Él quiere que hagamos – así que Él responderá.
i. Este es el mismo principio que Jesús enseñó: Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. (Juan 15:7)
b. La tierra responderá al trigo, al vino y al aceite: Cuando la relación este donde se supone que debe estar, Dios proveerá abundantemente. Este es el mismo principio que Jesús enseñó en Mateo 6:33: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
c. Ellos responderán a Jezreel: El nombre “Jezreel” significa “Dispersos,” y puede ser utilizado en un sentido negativo (como en Oseas 1:4-5).Pero también era la palabra utilizada para describir el buen esparcimiento de la semilla, “Sembrar.” Aquí, el Señor promete una gloriosa redención del nombre Jezreel, el cual fue dado primeramente como un sobrio recordatorio de dispersión en juicio. Ahora se convierte en una profecía de la promesa, “la sembraré para mí en la tierra.” Dios restaurará a Su pueblo hacia la abundancia y misericordia. La dispersión será transformada en siembra.
d. Tendré misericordia de Lo-ruhama: El segundo hijo de Oseas, una niña, fue llamada Lo-ruhama, que significa “Indigna de compasión” (Oseas 1:6). Este nombre, originalmente dado como un marcador de juicio, ahora es transformado en una señal de restauración.
e. Diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío: El tercer hijo de Oseas, un niño, fue llamado Lo-ammi, que significa “pueblo ajeno” (Oseas 1:9). Ese nombre, originalmente dado como una señal de juicio, ahora es transformado en una señal de restauración.
f. Y él dirá: Dios mío: Con esto, la restauración esta completa. El Señor se relaciona con Su pueblo como Su Dios, y Su pueblo se relacionan con Él como Su pueblo. Esta es una relación llena de calor y de amor, y lo que Dios anhela.
i. Piensa en ello: ¿Cuál de los dioses paganos de las naciones alguna vez quisieron el amor de sus seguidores?¿Quién de ellos alguna vez preguntó, “Me amas?”Los dioses falsos no quieren nuestro amor, ellos quieren nuestro temor, nuestra obediencia, nuestro sacrificio y devoción como de esclavo. Pero el verdadero Dios, el Dios vivo, no esta satisfecho con solamente nuestro temor, nuestra obediencia, o nuestra devoción y sacrificio como de esclavo. Él quiere nuestro amor, dado gratuitamente, y disfrutado en una relación con Él. Si nosotros perdemos de vista esto, perdemos de vista el corazón de la obra de Dios en nosotros y por nosotros.
ii. Vemos una restauración completa. Los tres hijos de Oseas, nombrados con marcas de juicio, ahora tienen sus nombres restaurados y hechos en señales de misericordia, de gracia, y de restauración. ¡Dios es así de bueno!
© 2016 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.
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