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Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
a. Teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos: El autor visualiza a estos antiguos campeones de la fe como espectadores desde el cielo, que nos animan mientras nos esforzamos para superar el desánimo presente, como en una competencia atlética.
i. La idea de los héroes de la fe del pasado como espectadores mientras vivimos vidas de fe ha hecho a algunos pensar que en el cielo, la gente puede observar lo que pasa en la tierra. Este pasaje puede sugerir esto, pero no es concluyente para probarlo.
ii. Nosotros pensamos (y es correcto) que el cielo es un lugar donde las personas son siempre felices y no tiene preocupaciones; sería difícil pensar que las personas en el cielo pudieran ser felices y estar despreocupados si vieran lo que está pasando en la tierra. Así que, es difícil creer que la gente en el cielo en verdad nos está observando.
iii. Otros consideran que estos testigos no son testigos de cómo nosotros conducimos nuestras vidas. Sino que son testigos (testimonio)para nosotros de fe y perseverancia.
iv. “Tanto los Griegos como los Latinos a menudo usaban el término nube, para expresar un gran número de personas o cosas.” (Clarke)
b. Despojémonos de todo peso y del pecado: El pecado puede evitar que avancemos. Pero también hay otras cosas que no son pecado (todo peso) sino simples estorbos que pueden impedir que sigamos corriendo efectivamente la carrera que Dios tiene para nosotros.
i. Nuestras decisiones no siempre son entre lo correcto y lo incorrecto, sino entre algo que pudiera estorbarnos y otra cosa que no. ¿Hay algún peso en su vida del que necesite despojarse?
c. Que nos asedia: Asedia es la traducción de una difícil palabra griega antigua (euperistaton), la cual puede ser traducida de cuatro maneras diferentes: “fácil de evitar” “admirado”, “asediar” o “peligroso.”
i. Algunos pecados pueden ser fácilmente evitados, pero no lo son. Algunos pecados pueden ser admirados, sin embargo deben ser hechos a un lado. Algunos pecados nos asedian y son especialmente dañinos. Y algunos pecados son más peligrosos que otros. ¡Despojémonos de todos ellos!
ii. Si estos pecados que nos asedian en verdad fueran el resultado de posesión demoniaca o influencia demoniaca en el cristiano ¿no sería éste el mejor momento para que el Espíritu Santo tratara este tema? Sin embargo nunca se nos da una razón por la cual podamos culpar a los demonios de nuestro pecado; el llamado es simplemente para nosotros también: en el poder del Espíritu Santo, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia.
d. Corramos con paciencia: Lo que necesitamos es paciencia, para terminar lo que hemos empezado en Cristo Jesús – la carrera que tenemos por delante.
i. Dios ha puesto ante usted una carrera. Usted debe correrla, y está requerirá esfuerzo y compromiso. El sólo ser pasivos nunca ha corrido una carrera. Dios quiere que corramos la carrera, ¡y que la terminemos bien!
ii. En Hechos 20:24, Pablo se ve a sí mismo como un corredor que tiene una carrera por terminar, y nada podría impedir que Pablo terminara la carrera con gozo. En este pasaje, Pablo habla de mi carrera – el tenía su carrera que correr, nosotros tenemos la nuestra – pero Dios nos llama a terminarla con gozo, y eso solo sucederá si tenemos paciencia.
e. Carrera es la palabra del griego antiguo agona, una palabra usada para conflictos o luchas de muchos tipos, y es una de las palabras favoritas de Pablo (Filipenses 1:30, Colosenses 2:1, 1 Tesalonicenses 2:2, 1 Timoteo 6:12, 2 Timoteo 4:7).
i. La Paciencia es necesaria para correr esa carrera. Pacienca traduce la palabra del griego antiguo hupomone, “la cual no habla de la paciencia que se sienta y acepta las cosas, sino de la paciencia que domina las cosas… Es una determinación, que no apresura, sin embargo no retrasa, la cual avanza firmemente y se niega a ser desviada.” (Barclay)
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
a. Puestos los ojos en Jesús: Esta versión de la Biblia lo traduce de una forma hermosa: puestos los ojos en Jesús. Solo podremos correr esta carrera mientras veamos a Jesús, y tengamos nuestra mirada fija en él. Él es nuestro centro, nuestra inspiración y nuestro ejemplo.
i. En el antiguo Griego, Puestos los ojos en Jesús usa un verbo que lleva implícito un definitivo desviar la mirada de otras cosas y un presente poner los ojos en Jesús.
ii. Debemos cuidarnos de ver a Jesús como sólo un ejemplo; El fue y es mucho más. Pero también sigue siendo el máximo ejemplo de la paciencia Cristiana.
b. El autor y consumador de la fe: Jesús no solamente es el autor de nuestra fe; Él también es el consumador de ella. La idea de: el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6) en verdad es reconfortante para estos desanimados cristianos.
c. El cual por el gozo puesto delante de él: Jesús no consideraba a la cruz como un gozo. Pero Él podía ver más allá del horror de la cruz y disfrutar del gozo más allá de ella. La misma mentalidad permitiría a estos judíos cristianos (y a nosotros mismos) resistir.
d. Menospreciando el oprobio: Uno de los elementos más notables de la tortura de la cruz era su extremo oprobio. Jesús no le dio la bienvenida a este oprobio- ¡Él lo menospreció! – sin embargo, al mismo tiempo resistió durante el oprobio.
i. Éste es un obstáculo para muchos, ellos harían casi cualquier cosa por Jesús, excepto soportar el oprobio o la vergüenza. Spurgeon habló osadamente a los cristianos que no podían soportar el oprobio que viene del mundo por seguir a Jesús: “sin embargo usted es un cobarde. Sí, anótelo en inglés: usted es un cobarde. Si alguien le llamara así usted se podría rojo; y tal vez usted no sea cobarde en ningún otro aspecto. Qué cosa tan vergonzosa es que mientras usted es audaz en todo lo demás, usted es cobarde respecto a Jesucristo. ¡Valiente para el mundo y cobarde para las cosas de Cristo!
e. Y se sentó a la diestra del trono de Dios: Esto habla de la glorificación de Jesús. La misma promesa de ser glorificados después de haber padecido oprobio (aunque en un sentido diferente) es verdadera para un cristiano.
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
a. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado: Estos cristianos judíos estaban muy desanimados porque estaban empezando a padecer una persecución social y económica significativa (aunque no todavía hasta la sangre).
b. Pero ellos deberían considerar a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, y ser animados, no desanimados, sabiendo que están siguiendo los pasos de Jesús. Como Pablo escribió, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados (Romanos 8:17).
c. Para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar: Saber que Jesús no nos pide más de lo que él mismo experimentó, y que Él conoce exactamente por lo que estamos pasando permite que nuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
a. Hebreos 12:5-11 trata con la cuestión de “por qué Dios permite que pasemos por tiempos difíciles como lo estamos viviendo.” Esta es una pregunta que se hace a menudo en tiempos de desaliento.
b. Debemos admitir que Dios sí permite todo lo que sucede; así que Él debe al menos aprobarlo pasivamente, porque definitivamente tiene el poder para detener las cosas malas que suceden.
i. Claro que Dios nunca será autor de la maldad. Pero si permite que otros escojan el mal, y él puede usar la decisión de hacer mal de otra persona para lograr sus buenos propósitos, aunque sea para demostrar su justicia y su rectitud en contraste con el mal.
c. La discusión que sigue sobre la disciplina no debe ser tomada como la única razón por la que Dios permite tiempos difíciles, pero si es una razón importante. Por ejemplo, sabemos que Dios permite tiempos difíciles para que podamos, más adelante,ser de apoyo para alguien más así como Dios nos confortó a nosotros en momentos de crisis (2 de Corintios 1:3-7).
Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
a. Y habéis ya olvidado: Un gran motivo para el desánimo que había entre estos cristianos judíos era que ellos no veían por qué razón Dios permitiría que se presentaran tiempos difíciles. Pero habían olvidado los principios acerca de la disciplina del Señor.
i. ¿Cuántas de las dificultades en nuestra vida cristiana pueden remontarse a estas tres palabras: ¡habéis ya olvidado! Tal vez sea un principio que recordamos con nuestras mentes, pero lo hemos olvidado en nuestros corazones – ¡y debemos recordarlo otra vez!
b. La exhortación que como a hijos se os dirige: Esta cita de Proverbios 3:11-12 nos recuerda que la disciplina de Dios nunca debe ser tomada como una señal de rechazo. Es más bien una señal de que nos trata como sus hijos.
i. Sólo el cristiano más orgulloso afirmaría que ellos nunca tienen necesidad de la disciplina de Dios. Nadie está por encima de este tipo de entrenamiento.
c. La disciplina de Dios puede venir en muchas formas diferentes; y lo que puede ser la disciplina de Dios para ser soportada en la vida de un creyente, pudiera ser un ataque satánico para ser resistido en la vida de otro.
i. Es por eso que Santiago nos recomienda que hagamos una oración por sabiduría en el contexto de soportar las pruebas (Santiago 1:2-5). Necesitamos saber cómo reaccionar de diferentes formas cuando Dios hace diferentes cosas.
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
a. Dios os trata como a hijos: Muchas personas dicen que no pueden relacionar a Dios como un Padre amoroso, porque nunca conocieron a un padre amoroso con su propia experiencia. Sin embargo, incluso ellos todavía pueden recibir el amor de Dios el Padre.
i. No todos hemos conocido por experiencia lo que es un padre modelo, pero todos sabemos por intuición lo que es un buen padre. Dios es un padre perfecto, y nos ha dado esa intuición.
b. Dios os trata como a hijos: La corrección de Dios nunca es para castigarnos, ni para hacernos pagar por nuestros pecados. Eso fue hecho una vez y para siempre en la cruz. Su corrección es solamente motivada por su amor, no por su justicia; el nos disciplina sin ira.
c. Pero si se os deja sin disciplina… entonces sois bastardos, y no hijos: Aquellos que creen estar “más allá” de la disciplina de Dios se marcan a sí mismos como bastardos, y no hijos de Dios.
d. Dios demuestra su ira cuando ignora nuestro pecado, dejándolo pasar sin corrección. Su inactividad nunca es por ignorancia o por falta de iniciativa, como puede ser el caso de los padres humanos.
Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
a. Los venerábamos: Deberíamos ser más sumisos y respetuosos con la corrección de nuestro Padre celestial que con la corrección de nuestro padre terrenal.
b. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Por lo tanto, nunca debemos despreciar a Dios por su disciplina, aunque sea desagradable. Cuando nos resentimos, nos consideramos virtualmente iguales a Dios, en vez de vernos como sus hijos.
i. Es humillante y causa amargura el ser disciplinado por un igual, pero no por alguien que es legítimamente nuestro superior. El resentimiento contra la disciplina muestra cómo vemos a Dios y cómo nos vemos a nosotros.
c. Pero éste para lo que nos es provechoso: Los padres humanos, incluso con la mejor intención, sólo pueden disciplinar imperfectamente, porque carecen del conocimiento perfecto. El Dios que todo lo sabe puede disciplinarnos perfectamente, con mejores y más duraderos resultados que los que pueda lograr incluso el mejor padre terrenal.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
a. Pero después da fruto apacible de justicia: Nuestro autor no está tratando de negar la naturaleza desagradable de unas “nalgadas celestiales” (ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo) sino que quiere que veamos más allá del proceso, que veamos el resultado.
b. Fruto apacible de justicia: ¿Es este fruto evidente en su vida? La razón por la que muchos viven una vida “crisis tras crisis” es porque se ciegan a la disciplina de Dios o porque la resisten. No han sido ejercitados, por lo que el fruto apacible de justicia no es evidente..
i. Ellos nunca experimentan el fruto apacible de justicia porque nunca han sido ejercitados por la disciplina de Dios.
ii. Ejercitados en el antiguo lenguaje Griego es una palabra del mundo del atletismo, así como el atleta es ejercitado en cierta agonía, así lo somos nosotros – como “Atletas espirituales” de Dios.
c. Dios tiene un propósito para ejercitarlo a usted. Piense en David después de haber sido atacado por un león cuando sólo era un joven que apacentaba ovejas. “¿Por qué permitió Dios que me sucediera algo tan terrible?” El pudo haber pensado “apenas escapé” Pero si tan solo David pudiera ver más adelante, el vería que Dios tenía un gigante llamado Goliat al que estaba destinado a enfrentarse, y que la batalla con el león lo preparó con anticipación. Dios siempre tiene un propósito. Podemos confiar en Él.
Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
a. Por lo cual, levantad las manos caídas: Casi como un entrenador o un oficial militar, el autor le dice a las “tropas” que lo superen. Ya les ha dado muchas razones para ser fortalecidos en el Señor y deshacerse del desánimo, así que ahora es el tiempo de hacerlo.
b. Las imágenes aquí (manos y rodillas levantadas, pies “enderezados”) hablan de disposición para trabajar y moverse para el Señor. Esta disposición es la primera en irse cuando uno se rinde ante el desánimo.
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
a. Arréglese tanto con los hombres (Seguid la paz con todos) como con Dios (y la santidad). El desánimo nos hace descuidados y despreocupados en nuestras relaciones personales.
i. Sobre la santidad, se nos ha dicho que sin la cual nadie verá al Señor. La falta de santidad es un obstáculo crítico para una relación íntima con Dios.
b. No sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios: Debemos arreglarnos con la gracia de Dios. Así que busque diligentemente el cuidarse a usted y a otros de regresar al legalismo, ya sea de una forma externa o en una actitud interna que nos impida alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe.
i. “Una raíz de amargura es una raíz que da un fruto amargo… Así que es posible que una semilla de amargura sea sembrada en una comunidad, y que aunque no haya fruto inmediato aparentemente, con el tiempo aparecerá el inevitable fruto.” (Morris)
ii. Muchos han sido corrompidos porque la amargura que sienten contra alguien los ha dañado, ¡y se aferran a esa amargura con una increíble necedad! Lo que ellos deben hacer es recordar la gracia que Dios les extendió y empezar a extender esa gracia a otros – amar a los que no lo merecen.
iii. Una actitud legalista siempre producirá amargura que contaminará a muchos; su énfasis en lo que nosotros debemos hacer por Dios en vez de lo que Él ha hecho por nosotros en Jesús nos pone (y en aquellos que nos rodean) en una terrible trampa.
c. No sea que haya algún fornicario, o profano: Arréglese con su conducta moral; recuerde que hay bendiciones reservadas solo para los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mateo 5:8).
i. Como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura: Muchos cristianos hoy en día venden su derecho a la intimidad con Dios tan barata como Esaú vendió su primogenitura. (Génesis 25:29-34 y 27:30-40).
ii. Aunque la procuró con lágrimas: La primogenitura de Esaú no fue restaurada solo porque deseó recuperarla. Nunca podría ser recuperada porque la menospreció.
Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
a. Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego: Éxodo 19:10-25 explica cómo fue cuando Israel se acercaba al Monte Sinaí. La montaña estaba cercada, no se podía pasar, bajo pena de muerte. Se les ordenaba lavar sus ropas y abstenerse de tener relaciones sexuales. Hubo truenos, relámpagos, y una densa nube. Hubo un sonido de trompeta, que llamaba a la nación a encontrarse con Dios. Había más humo, como en un horno, y terremotos; entonces la trompeta hacía un sonido prolongado – hasta que Moisés habló, y Dios mismo respondió. Dios habló a Israel desde el Sinaí, pero les advertía de todas las formas posibles que se mantuvieran lejos.
b. La cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más: La reacción de Israel era comprensible; ellos estaban aterrorizados (Éxodo 20:18-21). Ellos querían que la experiencia terminara, no que continuara.
i. ¿Logró este miedo promover la santidad entre el pueblo de Israel? ¿Cambió el corazón de Israel? 40 días después, adoraron a un becerro de oro ¡diciendo que había sido él quien los sacó de Egipto!
c. Pero nosotros estamos en un lugar diferente. Porque no os habéis acercado al monte: Nuestra relación con Dios no fue hecha como la experiencia de Israel en el Monte Sinaí. Nosotros venimos al otro monte de Dios: Sion, el nombre de la colina donde se encuentra Jerusalén.
d. El contraste entre el Monte Sinaí y el Monte Sión.
i. El Monte Sinaí fue marcado por el miedo y el terror. El Monte Sion es un lugar de amor y perdón.
ii. El Monte Sinaí está en el desierto. El Monte Sion es la ciudad del Dios viviente.
iii. El Monte Sinaí habló de cosas terrenales. El Monte Sion habla de cosas celestiales.
iv. En el Monte Sinaí, sólo a Moisés le era permitido acercarse a Dios. En el Monte Sion, una compañía de muchos millares, una congregación, era invitada a acercarse.
v. El Monte Sinaí fue caracterizado por hombres culpables con miedo. El Monte Sion cuenta con justos hechos perfectos.
vi. En el Monte Sinaí, Moisés era el mediador. En el Monte Sion, Jesús es el mediador.
vii. El Monte Sinaí trajo el Antiguo Pacto, el cual era ratificado con sangre de animales. El Monte Sion trae un Nuevo Pacto, el cual es ratificado con la sangre del precioso hijo de Dios.
vii. En el Monte Sinaí todo es sobre la exclusión, manteniendo a la gente alejada de la montaña. En el monte Sion todo es sobre la invitación.
ix. En el Monte Sinaí todo es sobre la ley. En el Monte Sion todo es sobre la gracia.
e. Sino que os habéis acercado al monte de Sion: La lección es clara. No deberíamos venir al monte Sion como si fuéramos al Monte Sinaí. Así que deje de titubear, ¡sea valiente y acérquese a Dios!
i. Claro que la idea de la superioridad del Nuevo Pacto se vuelve a repetir ¿Cómo podrían estos cristianos judíos siquiera considerar regresar y preferir la religión del Monte Sinaí sobre la relación del Monte Sion?
f. y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel: La sangre de Abel no se refiere a la sangre que derramó cuando fue martirizado. Más bien habla de la sangre del sacrificio que hizo – el primer sacrificio registrado en la Biblia del hombre para Dios. La sangre de Jesús habla mejor que la sangre de los sacrificios animales, la sangre de Abel.
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.
a. Mirad que no desechéis al que habla: Si nos rehusamos a levantarnos, arreglarnos, y a ser valientes, no debemos mantenernos ignorantes de las consecuencias.
b. No escaparon aquellos: Hubo consecuencias por rebelarse en el Monte Sinaí. ¿Cuánto más debe haber consecuencias por resistirse a la obra superior de Dios en Sion?
c. La voz del cual conmovió entonces la tierra… y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo: Dios está sacudiendo el orden presente, y estos asediados cristianos judíos lo sentían. Pero las cosas de Dios y el pueblo de Dios permanecerán.
d. Recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud: El reino no será conmovido, así que nos corresponde alcanzar la aprobación inmerecida de Dios en Jesús, que nos ayuda a que sirvamos a Dios agradándole.
i. Muchos sostienen erróneamente que “demasiada” gracia nos da licencia y provoca falta de respeto hacia Dios. En realidad, la gracia nos da temor y reverencia. Tal vez aquellos que piensan que la gracia les da licencia para pecar en realidad no están caminando con la gracia.
e. Nuestro Dios es fuego consumidor: Puesto que Dios es, de hecho, un fuego consumidor, lo mejor es que nos acerquemos a él en sus términos. Estos son los términos de la aprobación inmerecida en Jesús. El consumirá todo lo que este fuera de este ámbito.
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