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David Guzik :: Hebreos 10 – Manteniéndonos firmes con un Sacrificio Perfecto

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Hebreos 10 – Manteniéndonos firmes con un Sacrificio Perfecto

A. El sacrificio definitivo de Jesús.

1. (Hebreos 10:1-4) El sacrificio bajo el Antiguo Pacto no podía quitar el pecado realmente.


Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

a. Teniendo la sombra de los bienes venideros: La idea de que el Antiguo Pacto (la ley) es solamente una sombra de la sustancia del Nuevo Pacto también es mencionada en Colosenses 2:17 y Hebreos 8:5. Sombra significa que la ley comunicaba el esquema y la figura del cumplimiento en Jesús, pero no era la imagen misma de las cosas.

i. La Sombra no es algo malo. Algunas veces una sombra puede decirte mucho. Pero la sombra no es la sustancia. El Antiguo Pacto y su ley no eran por sí mismas malas o perjudiciales, simplemente son incompletas einsuficientes para lograr la purificación total del pecado y salvar. La sombra…nunca puede… hacer perfectos a los que se acercan.

b. De otra manera cesarían de ofrecerse: El autor de Hebreos repite un argumento conocido: la repetición de un sacrificio muestra su inherente debilidad. Si el sacrificio animal hubiera “solucionado” el problema del pecado, entonces hubieran cesado de ofrecerse.

i. pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados: Cada repetición del sacrificio era en memoria de los pecados. Traía conciencia de pecado a las personas una y otra vez. ¡Pero la obra de Jesús en la cruz elimina el pecado!

c. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados: El sacrificio de animales en el Antiguo Pacto podía cubrir el pecado. La palabra hebrea para expiación es kophar, que literalmente significa “cubrir.” Pero el sacrificio animal nunca podría quitar los pecados. Sólo Jesús, el sacrificio perfecto del Nuevo Pacto, quita el pecado.

2. (Hebreos 10:5-10) Un fundamento profético para el sacrificio perfecto de Jesús bajo el Nuevo Pacto.


Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

a. Dice: Esta cita es tomada de la versión Septuaginta del Salmo 40:6-8 (La Septuaginta es la traducción griega del Antiguo Testamento, que era la Biblia más comúnmente utilizada en el primer siglo). Muestra que Jesús declaró proféticamente el carácter insuficiente del sacrificio del Antiguo Pacto y declaró su voluntad de ofrecer un sacrificio perfecto bajo el Nuevo Pacto.

i. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron: Más sacrificios animales, hechos bajo la ley, no agradarían a Dios

ii. Mas me preparaste cuerpo: En vez de eso, lo que agrada a Dios solo podía venir a través de Jesús, el Hijo encarnado de Dios.

iii. He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad: La sumisión de Jesús ante la voluntad del Dios Padre tuvo su máximo cumplimiento en su obediencia en la cruz. Este deseo de hacer la voluntad de Dios fue mostrado en el huerto de Getsemaní (Lucas 22:39-44).

b. He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad: El sacrificio de Jesús fue predestinado antes de la fundación del mundo (1 de Pedro 1:20; Apocalipsis 13:8). Pero aún era un acto voluntario el someterse a la cruz en el tiempo designado y en esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo.

i. Nuestra santificación – nuestro ser apartado para Dios – se funda en la voluntad de Jesús, no en nuestra voluntad. Está fundada en ofrenda de Jesús, no en nuestras ofrendas o sacrificios para Dios.

c. Una vez para siempre: Éstas son palabras importantes de este pasaje, y el autor de Hebreos repite la frase una y otra vez: una vez para siempre.

3. (Hebreos 10:11-18) La obra terminada de Jesucristo.


Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:
Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.

a. Todo sacerdote está día tras día ministrando: Los sacerdotes tenían que estar de pie continuamente en su trabajo. Su trabajo continuaba diariamente y se tenían que ofrecer sacrificios muchas veces. ¡Los sacerdotes nunca podías sentarse! Pero Jesús se ha sentado a la diestra de Dios, habiendo terminado su trabajo de sacrificio por el pecado.

i. La postura de Jesús sentado es importante. Muestra que su trabajo está terminado. Él no necesita estar de pie día tras día y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios como lo tenían que hacer los sacerdotes en el Antiguo Pacto. Jesús aún ministra en el cielo – Él tiene un ministerio de intercesión por su pueblo. Pero ese ministerio fluye de su obra terminada, por lo que Él puede adoptar una postura de descanso – Él se ha sentado a la diestra de Dios.

b. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados: Esto deja claro quela obra de Jesús es efectiva solo para los santificados. La obra de Jesús puede salvar a todo ser humano, pero solo es efectiva en salvar a los santificados (apartados para Dios).

c. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo…dice el Señor: En este pasaje, al autor de Hebreos claramente identifica que el Espíritu Santo es igual al Señor, Jehová en el Nuevo Testamento. Cuando el Espíritu Santo habla, el Señor habla.

d. Este es el pacto: En este pasaje citado de Jeremías, el autor de Hebreos toma nota de las promesas del Nuevo pacto, instituido por el Mesías.

i. Que haré con ellos después de aquellos días: El Nuevo Pacto es nuevo. Vino después de aquellos días.

ii. Pondré mis leyes en sus corazones: El Nuevo Pacto tiene que ver con una transformación interior. Dios cambia el corazón del hombre, y escribe su ley en sus corazones.

iii. Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones: El Nuevo Pacto ofrece perdón total. ¡El perdón es tan completo que Dios puede decir que ni siquiera se acordará de nuestros pecados a la luz del Nuevo Pacto!

iv. Los cristianos deben esforzarse por hacer con su pecado exactamente lo que Dios ha hecho: olvidarse de él. De la misma manera, esto nos recuerda que el creyente de ninguna forma está a prueba. Ante Dios, su pecado pasado ya no tiene relevancia.

e. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado: Donde el pecado ha sido realmente olvidado y perdonado (remisión de éstos), ya no debe haber una ofrenda por el pecado.

B. Dando ánimo a los desanimados a la luz del sacrificio perfecto de Jesús.

1. (Hebreos 10:19-22) Sabiendo que Jesús ha abierto el camino, acerquémonos a Dios.


Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

a. Teniendo libertad: Se nos ha dado acceso para acercarnos a Dios con libertad. El punto es sencillo: debemos tomar ventaja de este acceso, y tomarlo con libertad. En el Día de la Expiación, el Sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo con temor y temblor, pero nosotros podemos entrar en el Lugar Santísimo con libertad.

i. Podemos tener libertadporque entramos en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo. Si entráramos como lo hacia el sumo sacerdote en el Antiguo Pacto, con la sangre de animales, no tendríamos libertad. Pero con la sangre de Jesús dándonos un camino nuevo y vivo que él nos abrió, en verdad podemos venir ante la presencia de Dios con libertad.

b. A través del velo: El velo separaba al Lugar Santísimo del Lugar Santo. Para entrar al Lugar Santísimo, uno tenía que pasar a través del velo. Pero este velo que separaba al hombre de la presencia íntima de Dios es abierto completamente por la eternidad, al ser rasgado en dos, de arriba abajo. (Mateo 27:51)

i. Esto es, de su carne: El autor de Hebreos hace una analogía entre el velo que se interponía entre Dios y los hombres y el cuerpo de Jesús. El cuerpo de Jesús fue “rasgado,” y también lo fue el velo, cada uno indicando que ahora podemos acercarnos a Dios con libertad.

c. Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios: Tenemos un Sumo Sacerdote que preside sobre las cortes celestiales para asegurarse de que el creyente tenga acceso total.

d. Acerquémonos: Con la purificación perfecta disponible para nosotros, limpiando a nuestro hombre interior (purificados los corazones) y a nuestro hombre exterior (lavados los cuerpos) podemos acercarnos a Dios de una manera que nunca estuvo disponible para alguien bajo el Antiguo Pacto. La obra de Jesús nos hace capaces de acercarnos en plena certidumbre de fe.

e. Así que varios problemas han sido resueltos. El problema del Sumo Sacerdote perfecto ha sido resuelto. El problema de la contaminación moral y espiritual ha sido resuelto. Así que ahora ¡acerquémonos!

i. No se nos alentaría a acercarnos a menos de que fuera necesario. Los desalentados cristianos tenían un problema con acercarse. Este era su verdadero problema: ellos habían perdido su relación íntima con Jesús, y nada de lo demás estaba saliendo bien

ii. Ellos pudieron haber pensado que tenía muchos, muchos problemas – persecución, relaciones difíciles, tiempos difíciles económica y culturalmente. Pero el verdadero problema era que su relación con Dios no estaba bien. Ellos no se acercaban a Dios sobre la base de lo que Jesús había hecho.

iii. ¿Está usted pasando por tiempos difíciles? Muchas personas han pasado por peores situaciones y han tenido una mejor actitud, y más gozo que usted en este momento ¿cuál es la diferencia? ¡Ellos sabían cómo acercarse!

iv. Otra cosa que es igual de importante, es que se les recuerda que ellos nunca podrán recuperar esa intimidad a través de las instituciones del Antiguo Pacto.

2. (Hebreos 10:23) Mantengámonos firmes a la verdad.


Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

a. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza: El desánimo los hizo fluctuar de la verdad. Una renovada confianza en la grandeza de Jesús y en el Nuevo Pacto los hará mantenerse firmes en la fe.

b. Porque fiel es el que prometió: La razón por la que podemos mantenernos firmes es porque fiel es el que prometió: Es mucho mejor confiar en su fidelidad que en la nuestra

3. (Hebreos 10:24-25) Busquemos la comunión con el pueblo de Dios.


Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

a. Y considerémonos unos a otros: El desaliento los había hecho evitar la comunión en el momento en que más la necesitaban. Jesús nos pide que nos consideremos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas.

b. No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre: Dejar de congregarnos es una manera segura de dar cabida al desánimo. Este desánimo empieza a enconar cuando en el pueblo de Dios no se exhortan unos a otros.

i. Muchas personas van a la iglesia si sienten que lo “necesitan” en ese momento. Pero nuestra motivación para el compañerismo debe ser el obedecer a Dios y el dar a otros. Podemos ir a la iglesia buscando alentar a otros a no rendirse contra una oleada de desánimo.

c. Y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca: Mientras el día del regreso de Jesús se acerca, deberíamos estar más comprometidos con el compañerismo con el pueblo de Dios, no dejando de congregarnos.

C. Otra advertencia para resistir.

1. (Hebreos 10:26-31) El peligro de rechazar voluntariamente el sacrificio perfecto de Jesús por nosotros.


Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

a. Porque si pecáremos voluntariamente: pecar voluntariamente se define en Hebreos 10:29. Habla de alguien que ha pisoteado al Hijo de Dios, y tiene por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, y hace afrenta al Espíritu de gracia. Es un rechazo deliberado y consiente de la gran obra de Jesús por nosotros en la cruz.

i. Pecáremos voluntariamente: En un sentido, todo pecado es un “pecado voluntario”. Pero aquí el autor de Hebreos habla de algo mucho más grave y relevante para estos desalentados cristianos judíos que contemplaban la idea de retirarse de un cristianismo distintivo y regresar al judaísmo y a su sistema de sacrificios. Esto es darle la espalda a Jesús.

b. Ya no queda más sacrificio por los pecados Si el sacrificio de Jesús por los pecados es rechazado, no queda ningún otro sacrificio que pueda limpiar.

c. Cuánto mayor castigo: Si alguien rechaza el sacrificio de Jesús, un juicio temible es seguro, incluso más seguro de lo que era bajo el Antiguo Pacto.

d. Cuando pecamos voluntariamente al rechazar que el trabajo de Jesús en la cruz fue suficiente, nosotros hemos:

i. Pisoteado al Hijo de Dios: Lo hemos deshonrado al rechazar su más grande obra. Lo menospreciamos al menospreciar lo que hizo.

ii. Tenido por inmunda la sangre del pacto: Hemos considerado que la sangre de Jesús no tiene mayor importancia que la sangre de los innumerables animales que fueron sacrificados bajo el Antiguo Pacto.

iii. Hecho afrenta al Espíritu de gracia: Ofendemos al Espíritu Santo, cuyo propósito es presentarnos a Jesús y a su sacrificio por nosotros (Juan 16:8-15), cuando rechazamos a Jesús y su obra completada por nosotros. Cuando rechazamos el regalo de Dios de la gracia y buscamos justificarnos por la Ley.

e. Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo: ¡En verdad es horrendo tener que enfrentar un día al Dios al que usted rechazó y ofendió grandemente!

2. (Hebreos 10:32-34) Cobre valor en su desánimo, y recuerde cómo se sostuvo por Dios en tiempos difíciles en el pasado.


Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.

a. Pero traed a la memoria los días pasados: Estos cristianos habían padecido por Jesús, siendo rechazados de su comunidad judía, e incluso tal vez hasta siendo dados por muertos. Esto vino después de que ellos confiaron en Jesús (después de haber sido iluminados).

b. La persecución llegó de diferentes maneras, pero fue un gran combate de padecimientos. Ellos fueron hechos espectáculo, con vituperios y tribulaciones. Ellos fueron compañeros de los que estaban en una situación semejante – incluyendo al mismo autor de Hebreos (Porque de los presos también os compadecisteis). También habían enfrentado persecución económica (el despojo de vuestros bienes). Pero el punto es que ellos habían enfrentado esas cosas, y se habían sostenido. Ellos podían echar un vistazo a su resistencia pasada, y animarse a mantenerse firmes en el futuro.

c. Sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos: Ellos salieron adelante en el tiempo de la persecución al mantener una perspectiva celestial. El punto del autor de Hebreos es claro: usted también puede salir adelante en este tiempo presente de desánimo.

3. (Hebreos 10:35-39) Apóyese en su experiencia pasada para cobrar fuerza y resistir para el futuro.


No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

a. No perdáis, pues, vuestra confianza: Estos desalentados cristianos estaban en riesgo de perder su confianza en Jesús, y recaer en una relación con Dios como la del Antiguo Pacto.

b. Porque os es necesaria la paciencia: A ellos, y a nosotros, nos es necesaria la paciencia para recibir la promesa de Dios después de que hayamos hecho la voluntad de Dios. Las pruebas más difíciles y desalentadoras son cuando somos llamados a seguir la voluntad de Dios cuando el cumplimiento de su promesa se ve tan lejano. Por eso es que necesitamos paciencia. La Fidelidad que usted muestra en el tiempo en que la promesa parece no cumplirse, es la medida de su obediencia y de su madurez espiritual.

i. Esta paciencia es construida a través de las pruebas, la prueba de nuestra fe. (Santiago 1:2-4).

c. Mas el justo vivirá por fe: Necesitamos seguir los pasos del justo quien vivirá por fe, y resistirá para ver el cumplimiento de la promesa.

i. Cada palabra de Habacuc 2:4 es importante, y el Señor lo cita tres veces en el Nuevo Testamento para resaltar la importancia y la totalidad de lo que significa.

ii. En Romanos 1:17, cuando Pablo cita este mismo pasaje de Habacuc 2:4, hace énfasis en la fe: “Mas el justo por la fe vivirá.”

iii. En Gálatas 3:11, cuando pablo cita este pasaje de Habacuc 2:4, hace énfasis en el justo: “El justo por la fe vivirá.”

iv. Aquí en Hebreos 10:38, cuando el autor de Hebreos cita este mismo pasaje de Habacuc 2:4, el énfasis es en vivirá: “Mas el justo vivirá por fe.”

d. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición: Esta es una conclusión llena de confianza. Nosotros seremos aquellos que perseveren y alcancen la promesa de Dios. No somos de los que retroceden a las antiguas tradiciones o a la relación con Dios del Antiguo Pacto – ¡o a cualquier otra cosa que reemplace a Jesús!

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