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a. La estructura de Hebreos es diferente de la de otros libros del Nuevo Testamento; empieza como un ensayo, continua como sermón y termina como una carta.
b. Evidentemente, el escritor trataba de llegar a los judíos; pero también está escrita para la actitud mental del griego con su análisis de Jesús como la realidad máxima. Ese acercamiento a la naturaleza de Jesús habla de la forma de pensar encontrada en la filosofía griega.
a. La primera declaración sobre la autoría de Hebreos viene de Clemente de Alejandría, quien dijo que Pablo lo había escrito y que Lucas lo había traducido al griego (Eusebio, Historia 6.14.12). Pero muchos analistas coinciden en que es poco probable que Pablo haya escrito este libro.
i. Dods cita a Farrar: “El escritor cita de una manera diferente que San Pablo; escribe diferente; argumenta diferente; declama diferente; construye y une las oraciones de una forma diferente; construye sus párrafos sobre un modelo totalmente diferente… Su estilo es el estilo de un hombre que piensa tan bien como escribe en griego, mientras que Pablo escribió en griego pero pensaba en Siriaco.”
ii. Bruce cita a Calvin: “Su estilo y forma de enseñanza son muestras suficientes de que Pablo no fue el autor, y el mismo escritor confiesa en el segundo capítulo (Hebreos 2:3) que él fue uno de los discípulos de los apóstoles, lo cual es algo muy diferente de lo que Pablo decía de sí mismo.”
b. El antiguo comentador Tertuliano (quien escribió a principios de los 200) dijo que Bernabé escribió Hebreos, pero no hay ninguna otra cosa que apoye a esta teoría más que el hecho de que Bernabé era levita (Hechos 4:36) y que era un hombre de consolación (Hechos 4:36).
c. Martín Lutero creyó que Apolo escribió el libro de Hebreos, porque Hechos dice que Apolo era elocuente y tenía gran dominio del Antiguo testamento (Hechos 18:24).
d. Adolf Harnack pensó que Priscila (con su esposo Aquila) escribió Hebreos, y que permaneció anónima para ocultar lo controversial de su autoría femenina. Pero cuando el escritor habla de sí mismo en Hebreos 11:32, la gramática masculina del pasaje discute la idea de que la carta haya sido escrita por una mujer.
a. La referencia a Timoteo (Hebreos 13:23) lo coloca en una época bastante temprana.
b. La falta de persecución presente (Hebreos 12:4) lo sitúa en una época bastante temprana.
c. La falta de referencia a la destrucción del templo probablemente lo sitúa antes del 70 d.C. cuando Jerusalén y el segundo templo fueron destruidos. Dado que el escritor de los Hebreos está tan preocupado por la transición del Antiguo Pacto, parece poco probable que hubiera omitido la destrucción del templo si ésta hubiera sucedido antes de que escribiera la carta.
a. Hebreos tiene 29 citas y 53 alusiones al Antiguo Testamento, un total de 82 referencias. Cabe señalar que Hebreos no hace referencia ni una sola vez a los libros apócrifos.
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo
a. Dios: Así es como comienza el libro. No hay ningún intento de probar la existencia de Dios; sino que es simplemente evidente por sí misma. Hebreos empieza con una idea que es básica en la Biblia: Dios existe, y Él habla al hombre; o como lo describe el título del libro de Francis Schaeffer: Dios está presente y no está callado.
b. Habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro: La revelación dada a través de los profetas fue dada de muchas maneras – algunas veces a través de parábolas, narrativa histórica, confrontación profética, presentación dramática. Salmos, proverbios y otros similares.
i. La idea es que los profetas hablaron a los padres de muchas maneras; no que Dios habló a los profetas de muchas maneras (aunque eso también es verdad).
ii. Dios habló a Moisés a través de una zarza ardiente (Éxodo 2), a Elías por una voz suave y apacible (1 Reyes 19), a Isaías por una visión celestial (Isaías 6), a Oseas por su crisis familiar (Oseas 1:2) y a Amós por un canastillo de frutas (Amós 8:1).
iii. Dios habló en un espectro en el Antiguo Testamento; Jesús es un prisma que junta todas esas bandas de luz y las concentra en un rayo de luz puro.
c. En estos postreros días se refiere a la era del Mesías. Puede que sea un periodo largo, pero sigue siendo el último periodo.
d. Nos ha hablado por el Hijo: No es tanto que Jesús haya traído un mensaje del Padre, sino que Él es el mensaje del Padre.
i. La revelación de Jesús mismo fue única, porque no solamente era el mensaje de Dios (como es el caso de cualquier otro escritor inspirado) sino que también era la personalidad de Dios a través de la cual llegó el mensaje.
ii. “Si los hombres no pueden aprender sobre Dios por el hijo, ninguna cantidad de voces y acciones proféticas los convencerá.” (Guthrie)
e. El Hijo no habla en Hebreos; El Padre habla acerca del Hijo. El libro de Hebreos es el Padre diciéndonos todo lo que es el Hijo.
A quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
a. Él es el heredero de todo – lo cual va de acuerdo con su condición de primogénito sobre toda la creación (Colosenses 1:15).
b. Él hizo el universo.
c. Él es el resplandor de su gloria (la de su Padre). Resplandor es apaugasma, lo que “demuestra que irradia el brillo que resplandece de la fuente de la luz”; Filón también utilizó el término del Logos.
i. Jesús es el “rayo” que irradia la gloria de Dios; Nosotros nunca hemos visto al sol, solo los rayos de su luz cuando llegan a nosotros. De la misma forma, nunca hemos visto al Padre, pero lo hemos visto a través de los rayos del “Hijo”.
d. Él es la imagen misma de su sustancia: La idea es una semejanza tan exacta como si hubiera sido hecha por un sello.
e. Él es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, pero sustenta es mejor conocido como “mantener”. La palabra no lleva la idea de sostener algo pasivamente (como el mítico Atlas sosteniendo la tierra), sino activamente sustentando, nutriendo.
i. En su ministerio terrenal, Jesús demostró constantemente el poder de su palabra. El podía sanar, perdonar, expulsar demonios, calmar la furia de la naturaleza con la expresión de una palabra.
f. Él efectuó la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo: Aquí, se introduce la importante idea de una purificación externa de nuestros pecados. Esto dista bastante de la idea de que nosotros podemos purificarnos a nosotros mismos (como lo creían los fariseos).
g. Él se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas: Su sola posición es suficiente para ponerlo por encima de todos los ángeles.
Hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
a. Hecho tanto superior a los ángeles: ¿En qué sentido fue hecho Jesús mejor que los ángeles? ¿No ha sido él eternamente mejor que los ángeles?
i. Sin duda Jesús es eternamente superior a los ángeles. Pero fue hecho superior en el sentido de que Él fue hecho perfecto (completo como nuestro redentor) por aflicciones (Hebreos 2:10) – algo que ningún ángel ha hecho nunca.
b. Más excelente nombre que ellos: La condición superior de Jesús es demostrada por la superioridad de su nombre (el cual no es solamente un título, sino una descripción de su naturaleza y carácter).
a. Porque a menudo entendemos mejor las cosas cuando se ponen en contraste con otras.
b. Porque el Antiguo Pacto vino a Moisés por manos de los ángeles, pero un mejor pacto llego a través de un ser superior, Jesús. Pudo haber sido fácil para los judíos del primer siglo desechar el evangelio, pensando que llegó por manos de simples hombres – los apóstoles. Pero aquí vemos la llegada Divina (superior a lo angelical) del evangelio.
c. Porque había una tendencia peligrosa a adorar a los ángeles, que se estaba desarrollando en la Iglesia primitiva (colosenses 2:18, Gálatas 1:8), y Hebreos demuestra que Jesús está por encima de cualquier ángel.
d. Porque había una idea herética de que Jesús mismo era un ángel, un concepto que degrada su gloria y su majestad.
e. Porque entender que Jesús es superior a los ángeles nos ayuda a entender cómo él es mejor que cualquier otro que “compita” contra él en nuestras vidas.
i. En este sentido, el propósito de Hebreos es como el propósito de la transfiguración. Cada uno de ellos pudiera gritar y decir, Este es mi hijo amado; a él oíd. (Marcos 9:7)
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?
a. El nombre más excelente de Hebreos 1:4 es el de Hijo; A pesar de que los ángeles hayan podido ser llamados colectivamente “hijos de Dios” (Job 1:6), ningún ángel recibió nunca ese título individualmente.
b. Yo te he engendrado hoy: Engendrado habla de la igualdad de sustancia y esencia natural entre el Padre y el Hijo; significa que el Padre y el hijo comparten el mismo ser.
c. Debemos evitar la tendencia de promover la deidad de Jesús a expensas de su humanidad. La encarnación significa que Él es completamente Dios y completamente hombre; ningún libro hace más hincapié en ambos temas que el libro de Hebreos.
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.
a. Primogénito era tanto un concepto como una designación para el que había nacido primero; como el primogénito era el “primero en la línea” y recibía la posición de favor y honor, el título “primogénito” podía ser dado para indicar que alguien tenía el más alto honor y posición.
i. A muchos de aquellos no nacidos primero se les ha dado el título de “primogénito”. David es un ejemplo de esto (Salmo 89:27) y también Efraín (Jeremías 31:9).
ii. De acuerdo con el Rabino Bechai, que es citado por Lightfoot, los antiguos Rabinos llamaban al mismo Yahveh “el primogénito del mundo”. Éste era un título, no una descripción de origen.
iii. Los Rabinos usaban la palabra primogénito específicamente como un título Mesiánico. Un antiguo Rabino escribió. “Dios dijo, Como yo hice primogénito a Jacob (Éxodo 4:22), también haré al Rey Mesías un primogénito (Salmos 89:28).”
b. Adórenle todos los ángeles de Dios: Jesús es superior porque Él es objeto de la adoración angelical, no un adorador angelical. Ellos lo adoran; él no adora entre ellos.
i. Apocalipsis 5 nos da un vistazo de la adoración a Jesús por parte de los ángeles.
c. Además, Jesús es el Señor de los ángeles. Ellos son sus ángeles y sus ministros.
Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
a. Tu trono, oh Dios: Con la simple forma de dirigirse a él es suficiente; el Padre llama al hijo Dios.
i. Algunos argumentan que hay muchos en la Biblia llamados “dioses”, como Satanás (2 de Corintios 4:4), y jueces terrenales (Salmos 82:1 y 6). Por lo que dicen, “¿y qué si Jesús es llamado ‘dios’?”
ii. Pero esos otros son supuestos dioses, que pretenden el trono. Si Jesús no fuera el Dios verdadero, Él es un dios falso, como Satanás y los jueces perversos del Salmo 82.
iii. Pero si Jesús es el Dios Viviente y Verdadero, llamado aquí de esa manera por el Padre, y también por Juan en 1:1, por Tomás en Juan 20:28, y por Pablo en Tito 2:13 y 3:4.
b. Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo: Este pasaje muestra la increíble interacción entre las Personas de la Trinidad. Dios, el Dios tuyo habla del Padre, y su posición y autoridad sobre la segunda persona de la trinidad; Te habla del Hijo; ungió tiene en mente el ministerio y la presencia del Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad.
c. El Hijo no solo es llamado Dios, sino Señor (Yahveh) también (Hebreos 1:10), y el Hijo es descrito con atributos que solo Dios tiene.
i. Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, es el Creador (oh Señor, en el principio fundaste la tierra)
ii. Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, es auto-existente (Ellos perecerán, mas tú permaneces).
iii. Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, es soberano (Y como un vestido los envolverás, y serán mudados).
iv. Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, es inmutable, invariable (tú eres el mismo), y eterno (Y tus años no acabarán).
Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
a. Siéntate a mi diestra: Cualquiera que se siente en la presencia divina muestra que tiene todo el derecho de estar ahí; no hay asientos cerca del trono de Dios para los ángeles, porque siempre están alabando a Dios y sirviéndole.
b. No es bueno estar demasiado cómodo en la presencia de la majestad. Hay una historia acerca de un hombre llamado Lear que fue contratado para dar clases de arte a la Reina Victoria. Las cosas estaban yendo bien, y Lear empezó a sentirse como en casa en el palacio. Él disfrutaba de estar frente al fuego, apoyándose en la chimenea y calentándose relajadamente, pero cada vez que lo hacía, uno de los asistentes de la Reina lo invitaba a ver algo del otro lado de la habitación, haciéndolo que se moviera. Nadie se lo explicó, pero después de un tiempo comprendió la idea: los buenos modales dictaban que estaba mal que un sujeto tuviera una actitud tan relajada en la presencia de su Reina.
c. A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestraDe la misma manera, los ángeles no se relajan en la presencia de Dios. Ellos “permanecen de pie” ante el Padre, pero el Hijo se sienta- porque Él no es un súbdito, Él es el soberano.
i. Los ángeles son espíritus ministradores, no espíritus gobernantes; su llamado es servicio, no dominio.
ii. Ángeles, en ese aspecto, son como los juguetes que nunca paran; ellos tienen que seguir trabajando, mientras que el Hijo puede tomar una postura de descanso, porque Él es el Hijo.
iii. Jesús también es llamado siervo y ministro, pero es parte de su humillación voluntaria, no su esencia natural – como es el caso de los ángeles.
d. Un concepto interesante: Los ángeles trabajan para nosotros (herederos de la salvación).
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