Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce.
a. Harás también un altar: La idea detrás de la palabra Hebrea para altar es esencialmente un “lugar de muerte.” Era un lugar de muerte y sacrificio, en donde la expiación del pecado se llevaba a cabo y la consagración ante Dios era señalado.
i. “Este era el único lugar de sacrificio en el santuario de Israel en los primeros días como nación; la sangre se untaría en los ‘cuernos’ durante la ceremonia de expiación, y sobre éste los ‘holocaustos’ u ‘ofrendas quemadas’ serían puestas. Las libaciones serían derramadas a un lado, y la sangre sería derramada sobre éste.” (Cole)
ii. Bajo el nuevo pacto nosotros también tenemos un altar: Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo (Hebreos 13:10). Nuestro altar – nuestro “lugar de muerte” – es la cruz, en donde Jesús murió por nuestros pecados y a donde nosotros le seguimos al morir a nosotros mismos para vivir para Jesús.
iii. Derramamos nuestras vidas en el mismo altar: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.…. Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo (Gálatas 2:20 y 6:14)
b. Un altar de madera de acacia… lo cubrirás de bronce: El altar tenía la forma como la estructura de una caja, y debido a que estaba cubierto de bronce éste podía soportar altas temperaturas. El altar tenía 7 pies 6 pulgadas (2.5 metros) de superficie, y 4 pies 6 pulgadas (1.5 metros) de alto.
i. Por años los lados de este altar eran un bronce suave y brillante. Pero en Números 16, el cual describe la Rebelión de Coré, quien retó el liderazgo de Moisés: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos... ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? (Números 16:3). Dios confirmó el liderazgo de Moisés y juzgó a Coré y a sus seguidores haciendo que el suelo se abriera y tragara a todos los rebeldes con Coré. Luego Jehová ordenó a los sacerdotes a tomar los contenedores de bronce de incienso los cuales estaban en posesión de Coré y sus seguidores para que los martillaran hasta que quedaran planos, para cubrir el altar de las ofrendas quemadas con ellos, en recuerdo para los hijos de Israel (Números 16:40).
ii. De allí en adelante, cada vez que alguien llegara al altar de las ofrendas quemadas, ellos notarían el tosco acabado del bronce amartillado – y eran recordados de la rebelión de Coré y del juicio de Dios en contra de él y de aquellos que le siguieron.
c. Harás cuernos en sus cuatro esquinas: Debía de haber cuernos en el altar, para que el altar pudiera “alcanzar” hacia todas direcciones. A los cuernos se les consideraba también una demostración de fuerza y poder. En los sacrificios, la sangre de expiación era aplicada en cada cuerno.
i. Los cuernos eran para “amarrar a las bestias en éstos, los cuales serían asesinados en el sacrificio (Salmos 118:27). Y da significado al poder del sacerdocio de Cristo (Habacuc 3:4).” (Trapp)
Harás también sus calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce. Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. Y la pondrás dentro del cerco del altar abajo; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar. Harás también varas para el altar, varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de bronce. Y las varas se meterán por los anillos, y estarán aquellas varas a ambos lados del altar cuando sea llevado. Lo harás hueco, de tablas; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.
a. Harás también sus calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus garfios y sus braseros: Estos utensilios fueron utilizados para la preparación de las ofrendas y para el mantenimiento de el altar. Cada uno era especialmente hecho para el tabernáculo los cuales eran de bronce y cada uno era apartado para la obra del tabernáculo.
i. Calderos: “Para poner las cenizas mojadas cuando se removían del centro del altar con paletas.” (Kaiser)
ii. Tazones: “Para atrapar la sangre de los animales asesinados a un lado del altar para ser rociado en la base del altar.” (Kaiser)
iii. Garfios: “Tenedores de tres dientes para colocar el sacrificio o retraer la porción del sacerdote (1 Samuel 2:13).” (Kaiser)
iv. Braseros: “Para cargar el fuego del altar del incienso hacia el lugar Santo (Levíticos 10:1; 16:12; 1 Reyes 7:50).” (Kaiser)
b. Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla: El enrejado proveía de un piso para el altar para que las cenizas y lo que quedaba de los restos quemados no cayeran a través de la obra de rejilla. El enrejado también tenía los anillos y las varas con la cual el altar era cargado.
Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado. Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas. Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas.
a. Asimismo harás el atrio del tabernáculo: Una cortina de lino fino delimitaba el atrio, y era de color blanco. Proveía un área de 150 pies (50 metros) por 75 pies (25 metros).
i. “La misma Tienda ocupaba un espacio de un quinceavo [cerca del 7%] de el área del atrio; había mucho espacio.” (Cole)
ii. “Se tenía cuatro propósitos: (1) era una barrera la cual impedía un acercamiento fuera de la ley; (2) era una protección, el cual mantenía alejado a los animales salvajes; (3) era una línea positiva de delimitación entre el mundo y la santa presencia de Dios; y (4) a través de esta única entrada era la única manera de acercarse a Dios.” (Kaiser)
b. Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce: La corta cortina de lino la cual rodeaba el atrio estaba soportado sobre un sistema de columnas de bronce, veinte en el lado largo y 10 columnas en el lado corto del atrio, con forma rectangular, con tres pilares en el lado de la entrada del tabernáculo.
i. Éxodo 27:18 nos dice de que las columnas tenían una altura de 7.5 pies (2.5 metros). Cada uno tenía una base de bronce y una pieza de plata en la parte superior, y un gancho de plata para colgar el lino.
Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.
a. Y para la puerta del atrio: La puerta estaba en el lado este, el mismo lado que la entrada a la tienda del tabernáculo. Estaba entretejido con los cuatro colores utilizados en las cortinas del tabernáculo: azul, púrpura y carmesí, y lino torcido.
b. Una cortina de veinte codos: A pesar de que había sólo una entrada hacia el atrio, esta era amplia – 30 pies (10 metros) de ancho. Esta era la única entrada hacia el atrio de la tienda de reunión.
Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de bronce. La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas de lino torcido, y sus basas de bronce. Todos los utensilios del tabernáculo en todo su servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del atrio, serán de bronce.
a. Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata: Cada columna tenía plata en la parte superior, haciéndola visible y brillante desde lejos en el desierto deslumbrante. Cada columna también tenía basas de bronce, o una base de bronce. Refinado con el fuego se obtiene el bronce.
i. La plata (un metal el cual ilustra redención) era el fundamento para la tienda de reunión. También era el tope – la parte más visible – de las columnas que rodeaban al atrio. Pero la cortina del atrio colgaba de un fundamento de bronce refinado, un metal el cual se asociaba con el juicio debido a que es forjado en el fuego. Uno podría decir que el atrio del tabernáculo estaba basado en el fundamento sobre el juicio que Jesús tomó en nuestro lugar.
b. Las estacas del atrio: Estas ayudaban a anclar las solapas del tabernáculo y de las entradas, y eran hechas de bronce.
c. Todas las columnas alrededor del atrio: El atrio de el tabernáculo o del templo es un tema importante a través del resto del Antiguo Testamento. Esto es principalmente debido a que el mismo templo era inaccesible excepto por algunos pocos sacerdotes. El resto en Israel se encontraba con Dios en el atrio. Podemos decir de que Dios también nos invita a venir a Sus atrios para adorarle.
· Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. (Salmos 65:4)
· Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová. Mi corazón y mi carne cantal al Dios vivo (Salmos 84:2)
· Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad. (Salmos 84:10)
· Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. (Salmos 92:13)
· Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrendas, y venid a sus atrios. (Salmos 96:8)
· Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. (Salmos 100:4)
· Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová. A Jehová pagaré ahora mis votos Delante de todo su pueblo, En los atrios de la casa de Jehová, En medio de ti, oh Jerusalén. Aleluya (Salmos 116:17-19)
· Aleluya. Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de Jehová; Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios. (Salmos 135:1-2)
i. Bajo el Nuevo Pacto nosotros apreciamos este deseo por los atrios de la casa de Dios, pero nosotros no nos debemos de detener allí. Debido al perfecto sacrificio de Jesús y de Su obra terminada en favor de nosotros, nosotros podemos venir – no solamente a los atrios, sino hasta la santa presencia de Dios. Nosotros le damos gracias a Dios por el derecho de venir a sus atrios, pero no debemos de detenernos allí.
d. Todas las columnas alrededor del atrio: Como reseña general, al venir al tabernáculo uno miraba una cerca de lino blanca, con puntos brillantes de plata en los postes los cuales soportaban la cerca y estaba rodeada por miles de tiendas negras, con la columna de nube sobre una tienda sin pretensiones en el medio del atrio cubierta con piel de tejón.
i. Todo el tabernáculo era una tienda – una estructura móvil. Dios quería que Israel supiera que Él estaba con ellos a cualquier lugar que fueran. No era el caso de “Tú ven a Mí”, pera la idea era “Yo he venido a Ti.”
ii. “Los Hebreos debían de sentir que el Dios de sus padres era un peregrino compañero, que en donde ellos se colocaban Él se colocaba, que sus enemigos, dificultades, y las largas marchas cansadas eran de Él.” (Meyer)
Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas. En el tabernáculo de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.
a. Que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado: El aceite para las lámparas del candelero – la única luz de el tabernáculo – provenía de olivas machacadas, no de olivas batidas.
i. “Aceite de oliva batido, así nos dice Mishnah, el cual se refiere al método de producción del mejor aceite.” (Cole)
ii. Dios usa un trabajo de prensado durante la vida de Su pueblo. Nosotros, como Pablo, puede ser que estamos atribulados en todo, mas no angustiados (2 Corintios 4:8) – y Dios utiliza nuestros tiempos de tribulación para Su gloria.
iii. “El virtuoso McCheyne solía decir, cuando urgía a los ministros para prepararse diligentemente para el púlpito: ‘Aceite batido para el santuario.’ Y el se esforzaba para nunca presentar a su pueblo una verdad la cual no había sido batida mediante una cuidadosa y devota meditación.” (Meyer)
iv. “El aceite es uniformemente el símbolo del Espíritu Santo de Dios. Aquí, entonces, es el verdadero valor y significado de este aceite sagrado. Los elegidos para ser luz en el mundo únicamente pueden llevar a cabo su función por el Espíritu Santo.” (Morgan)
b. Las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana: Los sacerdotes debían de poner las lámparas, asegurándose de que las lámparas tuvieran aceite para arder y para que sus mechas estuvieran cortas, para que las lámparas nunca se apagaran – especialmente durante la noche.
i. Dios nunca quiso que las lámparas perdieran el fuego. Solamente debido a una continua provisión de aceite y el cortar las mechas permitiría que el fuego siguiera. Nosotros solamente podemos continuar el estar en fuego para con Dios si tenemos continuamente la provisión del aceite del Espíritu Santo, y cuando somos “podados” por Dios para tener más luz.
ii. En días oscuros tenemos una mayor razón para ser llenos con el Espíritu Santo y para “podar nuestras mechas” para el Señor. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. (2 Corintios 4:6) Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (Efesios 5:8).
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