Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.
a. A los quince días del segundo mes: Esto era un mes después de dejar a Egipto, ya que se fueron el día quince del mes anterior (Éxodo 12:18).
b. Al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí: Ellos salieron de Elim, un oasis de descanso y confort (Éxodo 15:27). Ellos se dirigieron hacia el Sinaí, un lugar para encontrarse con Dios y para recibir su ley. Entre Elim y Sinaí estaba el desierto de Sin.
i. En el texto original el nombre de “desierto de Sin” no tiene nada que ver con pecado (debido a que sin en inglés se traduce a pecado) y podría traducirse fácilmente al desierto de Zin. Pero al ver como la historia se desarrolla vemos como este desierto tiene mucho que ver con el pecado.
Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
a. Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto: Ellos murmuraron debido a que no tenían suficiente comida. Las provisiones que llevaban con ellos desde Egipto empezaban a acabarse, y ellos tenían que sostenerse en el desierto.
i. Al parecer el hambre estaba más anticipada que experimentada. En otras palabras, ellos no vivieron a través de semanas y semanas de hambruna, ni tampoco vieron a su familia y amigos morir por mala nutrición, ni tampoco tuvieron que matar a todo su ganado por comida. Pero ellos empezaron a sentir hambre y anticiparon esa hambre.
ii. Ellos pasaron de cantar a murmurar rápidamente.
b. Cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos: Israel selectivamente recordó el pasado y pensaban que su tiempo en Egipto era un buen tiempo. Ellos perdieron de vista el futuro de Dios para ellos, y también tergiversaron el pasado para respaldar su murmuración. Esta forma de pensar es común entre aquellos que murmuran.
c. Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud: Esta es otra práctica común entre aquellos que murmuran. Ellos insistían que Moisés y Aarón tenían inicuas o malas intensiones. Por supuesto que Moisés y Aarón no tenían interés en matar al pueblo de Israel, pero esta era una horrible acusación. Pero para un corazón que murmura se le hace fácil el acusar a la persona con la que se quejan de tener las peores intensiones.
i. “La naturaleza humana nunca puede ser reducida a un estado más miserable en este mundo que aquella en la cual el cuerpo es cautivada por una esclavitud política, y el alma queda degradada por la influencia del pecado. Estos pobres Hebreos eran esclavos y pecadores, y eran por lo tanto capaces de los hechos más malvados y vergonzosos”. (Clarke)
Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día.
a. He aquí yo os haré llover pan del cielo: Esta era una promesa extraordinaria. El pan normalmente no llueve del cielo. Aún Dios prometió que Él proveería para Israel de una manera inesperada.
i. Esto nos recuerda de que Dios puede proveer recursos que nosotros no sabíamos que existían. Algunas veces Él provee recursos conocidos, y algunas veces recursos desconocidos.
ii. El Israel que murmuraba llamó a este pan del cielo “maná” (Éxodo 16:31). Dios casi siempre le llama pan del cielo (Nehemías 9:15, Salmos 78:24 y Salmos 105:40) o algunas veces era llamado alimento de nobles (Salmo 78:25).
b. El pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día: Dios prometió el enviar pan del cielo, pero Él no prometió el enviarlos a sus bocas. Ellos todavía necesitaban salir y recoger lo que necesitaban para cada día
c. Para que yo lo pruebe: La bendición del pan del cielo venía con la responsabilidad de la obediencia. Esta responsabilidad probaría a Israel y mediría su obediencia. La prueba venía en el sexto día, cuando ellos salieran a recoger el doble, para que en el séptimo día pudieran descansar.
Entonces dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto, y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.
a. En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto: Uno podría pensar que la experiencia de las plagas, la Pascua, y la liberación en el Mar Rojo harían que Israel conociera que Jehová los sacó de Egipto. Aún con estás experiencias, y grandes experiencias, no cambian el corazón de la manera que nosotros por lo regular pensamos.
b. Y a la mañana veréis la gloria de Jehová: Ellos no verían la gloria de Dios en Su trono de gloria radiante; pero en Su gran y amorosa provisión para Su pueblo. Esa es una verdadera demostración de la gloria de Dios.
i. La gloria de Jehová: “El puro peso, solemnidad (kabed, el cual significa ‘tener peso,’ y luego ‘el glorificar’) de su divina presencia”. (Kaiser)
ii. Una manera en que Dios mostraba Su gloria era a través de la demostración de misericordia y bondad. Dios no les mandó el infierno del cielo; en lugar de eso Él les mandó pan. Tampoco Él demandó que se detuvieran de murmurar antes de que ellos comieran. Justo como Jesús luego nos ordenara. Dios amó y alimentó a aquellos que actuaron como Su enemigo.
c. Él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová… vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él… Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová: El pueblo pensó que estaban murmurando en contra de Moisés y de Aarón (Éxodo 16:2). Pero en realidad ellos estaban murmurando en contra de Jehová.
d. Jehová os dará en la tarde carne para comer: En Éxodo 16:4, Dios prometió el dar pan del cielo en la mañana. Aquí Él también promete el dar carne para comer en la tarde.
Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová, porque él ha oído vuestras murmuraciones. Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.
a. Y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube. Y Jehová habló a Moisés: Es difícil el saber si todos escuchaban a Jehová hablar a Moisés, o si solamente Moisés le escuchaba. Pero ciertamente todos sabían que Dios hablaba a Moisés debido a la demostración de gloria, pero no podemos saber si ellos podían escuchar lo que Jehová le decía a él.
b. Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel: Ya que Moisés sabía esto (basado en Éxodo 16:4-5), estas palabras le tenían más peso debido a que Dios lo dijo públicamente, y más para el beneficio de Israel que para el beneficio de Moisés.
Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento. Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra.
a. Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento: De una forma milagrosa, Dios proveyó a Israel con mucha carne en el desierto. Esta era una demostración significante de la misericordia de Dios. Cuando Israel murmuró Dios pudo haber contestado con juicio o disciplina, y Él les dio en lugar de eso carne.
i. Las codornices que se mencionan aquí “migraban regularmente entre el sur de Europa y Arabia a través de la península de Sinaí. Estos son pequeños, pájaros con cabeza de bala, los cuales vuelan rápidamente pero a baja altura, y usualmente pasan la noche en el suelo o en los pequeños arbustos al anochecer. Cuando están cansados éstos serían incapaces de … volar. Los pájaros son deliciosos para comer, y eran el manjar favorito de los Egipcios.” (Cole)
b. Una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra: El pan del cielo llegaba con el rocío de cada mañana, como un tipo de residuo del rocío. Era una cosa menuda, redonda y como una escarcha sobre la tierra. Por lo tanto, no era fácil de recolectar. Tenía que ser barrido de la tierra.
i. Éxodo 16:31 describe más de este pan del cielo como semilla de culantro (como del tamaño de una semilla de ajonjolí), y era dulce como la miel. Números 11:7 dice que era del color del bedelio (un color parecido a la perla). Y éste se tostaba o hervía (Éxodo 16:23).
ii. Números 11:8 dice que el pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo.
iii. Las leyendas Judías supuestamente nos hablan del sabor que supuestamente tenía este pan del cielo. “Uno simplemente debía de desear un cierto platillo, y no mucho después de haberlo pensado, entonces el maná tenía el sabor del platillo deseado. La misma comida tenía un sabor diferente de aquellos que la compartían, de acuerdo con su edad; a los niños pequeños sabía como leche, a los jóvenes fuertes como pan, a los hombres mayores como miel, a los enfermos como cebada remojada en aceite y miel.” Pero ellos también escribieron que el maná era amargo en la boca de los gentiles. (Ginzberg)
iv. Las leyendas Judías supuestamente también nos dicen de como lo podían barrer del piso del desierto sin que tuviera tierra. Estas leyendas dicen que cuando Dios enviaba el maná, Él primero mandaba un viento del norte para barrer el piso del desierto y luego una lluvia para limpiarlo. Luego el maná descendía en tierra limpia.
c. Una cosa menuda, redonda: Es difícil el identificar precisamente que era esta cosa. Algunos investigadores lo identifican con lo que algunos Árabes llaman hoy mann, el cual se forma cuando “Un pequeño insecto pincha la corteza del árbol de tamarisco, bebe la savia, y luego suda un líquido claro que luego se solidifica en un glóbulo de azúcar al llegar al suelo. Cuando sale el sol, se derrite rápidamente y desaparece”. (Buckingham)
i. Aunque el pan del cielo pudo haber sido similar al mann de hoy en día en la Península de Sinaí, no era la misma cosa. El mann de hoy en día nunca aparece en grandes cantidades, no dura rondando un año, y esta confinado a una pequeña zona geográfica.
d. Como una escarcha sobre la tierra: El propósito para dar el pan del cielo no era sólo para proveer para las necesidades materiales de Israel, pero también para enseñarles la lección eterna de la dependencia de Dios. Esto se demuestra en pasajes como Deuteronomio 8:3: Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Cuando Dios nos pone en un lugar de necesidad, Él quiere hacer más que satisfacer la necesidad. Él nos quiere enseñar lecciones eternas.
i. Alimentar a Israel a través del pan del cielo fue un ejemplo de la manera que Dios coopera con el hombre. Israel no podría traer el maná y Dios no lo rejuntaría por ellos. Cada cual debía hacer su parte.
ii. “A los animales muy a menudo se les instruye a través del alimento. Cuando no se les podía instruir por ninguna otra manera, entonces se les instruía a través de de su necesidad, por su alimentación.” (Spurgeon)
Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.
a. Se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? El nombre de maná (el cual se da después en Éxodo 16:31) significa, “¿Qué es esto?” y el nombre viene de la pregunta que se hace en este versículo.
b. Porque no sabían qué era: Dios les proveyó, pero ellos no reconocieron lo que se les proveyó. Cuando la provisión de Dios llega, muy seguido no la reconocemos. Dios atendió la necesidad de Israel pero Él lo hizo de la manera que ellos no lo esperaban.
Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.
a. Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer: El pan del cielo era recolectado de una manera individual o por familia. Dios no ordenó la creación de una tribu que se dedicara a recolectar y distribuir el maná. Cada familia debía de proveer para si misma, y una familia rica no podía contratar a una familia humilde para hacer el trabajo por ellos.
b. Un gomer por cabeza: Un gomer podía ser tanto como un galón, especialmente en la historia posterior de Israel. Pero en este punto de la historia de Israel pudo haber significado solamente una taza llena. Es una medida imprecisa.
Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.
a. Mas ellos no obedecieron a Moisés: Ellos claramente escucharon el mandato de Dios. Pero por alguna razón ellos sintieron que no debían de obedecer el mandato de Dios. Hubo un castigo duro por su desobediencia – lo que habían recogido en desobediencia crió gusanos, y hedió.
b. Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer: La mala experiencia de su desobediencia los llevó de mala gana a su obediencia.
c. Y luego que el sol calentaba, se derretía: Aparentemente el pan del cielo debía de ser recolectado y preparada muy de mañana. Esta era la manera gloriosa de Dios de forzar una ética de trabajo sobre la nación de Israel.
En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.
a. En el sexto día recogieron doble porción de comida: Dios prometió el proveer doble porción en el sexto día, y Él lo hizo así. Quizás esto llegó por sorpresa al pueblo de Israel, porque sintieron que debían de reportarlo a Moisés. (vinieron y se lo hicieron saber a Moisés).
b. Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová: Esta fue la primera vez que Dios habló a Israel sobre el día de reposo. Dios esencialmente forzó al pueblo a honrar el día de reposo al no proveer pan del cielo en el día de reposo. (hoy no hallaréis en el campo).
Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Así el pueblo reposó el séptimo día.
a. Algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger: A pesar de lo que Dios dijo, algunos salieron a buscar por el pan del cielo cuando Él dijo que no habría. Algunos solamente aprenderán por experiencia propia.
b. Y no hallaron: La palabra de Dios fue cierta y ellos no encontraron nada. Esta era una lección poderosa, la cual enseña a Israel a confiar en lo que Dios dijo antes de que ellos lo comprobaran por experiencia.
i. Hoy las personas aún buscan la realización de su existencia en lugares donde Dios les dijo que no habría nada.
Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes. Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés. Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. Y un gomer es la décima parte de un efa.
a. Y la casa de Israel lo llamó Maná: Esto significa ¿Qué es esto? y esta basado en la pregunta hecha en Éxodo 16:15.
b. Era como semilla de culantro, blanco: Esto se refiere al pequeño tamaño de las partículas del pan del cielo. Y esto significaba que debía de ser recogido humildemente y con cuidado.
c. Su sabor como de hojuelas con miel: Dios le dio a Israel alimento con buen sabor. Él no les dio avena pastosa o engrudo sin sabor. Puesto que podía ser horneado como pan o pastel (Éxodo 16:23), el comer maná era como comer pan dulce cada día.
d. Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes: Esta olla llena del pan del cielo fue después puesta en el arca del pacto, el cual es referida aquí como el Testimonio (Hebreos 9:4).
e. Maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán: Tan importante como era para Dios el proveerles el pan del cielo, también era importante para Dios el parar de proveerlo. Era esencial de que Israel estuviera de nuevo en la posición de recibir la provisión normal de Dios, a través de trabajo duro – el cual es en si mismo una bendición de Dios.
i. “Aquellos que siguieron la nube estaban confiados de su sustento. Donde la nube se detenía el maná caía.” (Meyer)
ii. Este maná, este pan del cielo, es una poderosa imagen del mismo Jesús. Después de alimentar a los 5,000, Jesús tuvo una discusión con personas que querían que Él siguiera alimentándolos con Su milagroso poder. Ellos querían que Jesús les proveyera justamente como a Israel se les proveyó de maná en el desierto. Esto es lo que contestó Jesús:
De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo (Juan 6:32-33).
iii. Jesús es el pan del cielo, y nosotros debemos de recibirle de la forma que Israel recibió el maná:
· Conscientes de nuestra necesidad, hambrientos
· Cada uno para si mismo, familia por familia
· Cada día
· Humildemente – quizás aún en nuestras rodillas
· Con gratitud, sabiendo que no lo merecemos
· Comiéndolo, tomando el regalo adentro, en lo interior de nuestro ser.
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