Click here to view listing below for Lev 10:7
Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
a. He aquí que ellos no me creerán: No fue erróneo de Moisés el preguntar primeramente, ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón? (Éxodo 3:11); esta era una pregunta lógica considerando la gran tarea que se tenía. Y Dios respondió a esta pregunta más que adecuadamente en Éxodo 3:12: Yo estaré contigo. Después de eso, y en este pasaje, la pregunta de Moisés demostró incredulidad en lugar de una búsqueda sincera.
b. He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz: En Éxodo 3:13, Dios prometió que los líderes de Israel escucharían a Moisés. Él dijo: Y oirán tu voz. Cuando Moisés hizo esta protesta él pudiera bien haber dicho: ¿Pero qué si te equivocas Dios?
i. Estuvo bien cuando Moisés no tenía confianza en la carne; pero estuvo mal de que el desconfiara de Dios. En vista de la zarza ardiente, la voz de Dios, y el encuentro divino, no había lugar para que Moisés dijera, “Pero”.
ii. “Nunca estamos preparados para cuando Dios nos llama a servir en algo importante, al decir “pero” y al introducir frases de las dificultades como las vemos.” (Morgan)
Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
a. ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Esto refleja un precioso principio en cuanto a Dios se refiere en cómo usa a la gente – Dios uso lo que Moisés tenía en su mano. Los años que Moisés pasó atendiendo ovejas no fueron en vano. Esos años depositaron en la mano de Moisés cosas que él podría usar para la gloria de Dios. Dios no usó el cetro que estaba en la mano de Moisés cuando el vivía en Egipto, pero Él sí uso la simple vara del pastor.
i. A Dios le gusta usar lo que tenemos en nuestra mano.
· Dios usó lo que Samgar tenía en su mano (Jueces 3:31)
· usó lo que estaba en la mano de David (1 Samuel 17:49)
· Dios usó la quijada de un burro en la mano de Sansón (Jueces 15:15)
· Dios uso cinco panes y dos peses de la mano de un muchacho (Juan 6:9)
b. Y él respondió: Una vara: La vara de Moisés partiría el Mar Rojo. Golpearía una roca de la cual saldría agua. Sería levantada sobre una batalla hasta que Israel ganara. Sería llamada la vara de Dios. (Éxodo 4:20 y 17:9).
c. Y se hizo una culebra: No solamente la vara de Moisés se convirtió en una culebra; se convirtió en una culebra real que era lo suficiente aterradora para que hiciera que Moisés huyera de ella.
d. Extiende tu mano, y tómala por la cola: Vemos la fe de Moisés cuando él extendió su mano para tomar a la culebra justo como Dios se lo mandó. La cola es la parte más peligrosa al momento de tomar una culebra; aún así Moisés salió ileso.
i. En este pequeño incidente Moisés aprendió el cómo hacer lo que Dios le decía que hiciera aún cuando fuera incómodo.
e. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres: Este milagro haría que los hijos de Israel se dieran cuenta de que el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob estaba con ellos y de que el Dios de pacto no se había olvidado de ellos.
Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.
a. He aquí que se había vuelto como la otra carne: Las dos primeras señales tenían que ver con una transformación. Algo bueno y de buen uso (una vara o una mano) fue hecho en algo maligno (una culebra y una mano leprosa), y significativamente fueron transformados a su estado original.
i. Había un verdadero mensaje en las dos primeras señales. En la primera dijo: Moisés, si me obedeces, tus enemigos no tendrán poder. En la segunda señal dijo: Moisés, si me obedeces, tu contaminación puede ser hecha pura. Dudas en cualquiera de estas áreas le estorbaban a Moisés, y antes de que esas señales le hablaran a los demás, ellas le hablaron a Moisés. Este es el patrón con todos los líderes de Dios.
ii. “La palabra Hebrea para lepra cubría un rango más amplio de enfermedades de lo que lo hace la palabra ‘cáncer’ de nuestros tiempos.” (Kaiser)
b. Se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.: La tercera señal era simplemente una señal de juicio. Aguas limpias y puras fueron hechas sucias y sangrientas a través del trabajo de Dios y éstas no volvieron a su estado original. Esto muestra que si los milagros de transformación no cambiaba los corazones de la gente, entonces quizás la señal del juicio lo haría. Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz muestra que la señal de juicio solamente se mostraba cuando persistía la incredulidad a pesar de los milagros de transformación mostrados delante de ellos.
Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay,Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.
a. ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra: Después de estas extraordinarias y persuasivas señales, Moisés aún daba objeciones al llamado de Dios. Moisés reveló de que él no estaba confiado con su habilidad para hablar – soy tardo en el habla lo cual literalmente se traduce a “de boca pesada.”
b. Soy tardo en el habla y torpe de lengua: Al parecer la excusa de Moisés no estaba justificada. Claramente, hace 40 años antes de esto, Moisés no era tardo en el habla y torpe de lengua. En los Hechos 7:22 dice que: Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y su obra.
i. Esos años de elocuencia en Egipto terminó 40 años antes de esto. Por 40 años, al parecer Moisés solamente le hablaba a las ovejas. Su confianza en si mismo se había ido; pero él necesitaba la confianza de Dios.
ii. El reclamo de Moisés no era sobre el tener una articulación defectuosa, sino en su incapacidad de tomar el mando de los Hebreos y Egipcios (cf. Ezequiel 3:5, donde ‘lengua difícil’ = la dificultad con una lengua extranjera…).” (Kaiser)
Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
a. ¿Quién dio la boca al hombre? El hecho de que Moisés creyera de que él no era elocuente estaba completamente fuera de base. El Dios que creó a las bocas más elocuentes que han vivido estaba de su lado.
b. ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Esta es una declaración dramática la cual revela la soberanía de Dios, y Dios lo revela en un contexto la cual es una invitación para confiar en Dios y el de trabajar con Él.
i. No hay el más mínimo sentido de fatalismo en esta declaración de la soberanía de Dios. Nunca es: “Dios es tan poderoso que nosotros no podemos hacer nada,” pero siempre es: “Dios es tan poderoso que Él puede obrar a través de nosotros si es que nosotros nos hacemos disponibles.”
c. hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego: Algunos piensan que esto es cruel de parte de Dios. Sin embargo el punto no es el de analizar el origen del mal, sino el de mostrar que Dios es tan poderoso que Él puede llamar al mudo, al sordo y al ciego para hacer Su obra. Las insuficiencias percibidas por Moisés no importaban para nada.
i. Si Moisés era un orador insuficiente, ¿esto era noticias nuevas para Dios? ¿Tiene Dios problemas en rastrear quien es sordo, quien es ciego, y quien es mudo? ¿Pensará Moisés verdaderamente que Dios cometió un error?
ii. Si Moisés era un orador sin habilidad, eso no importaba – el Dios poderoso dijo, “yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.” Por extenso, Dios es suficiente para nosotros, no importa que insuficiencias reales o imaginarias tengamos.
Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios. Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.
a. Envía, te ruego, por medio del que debes enviar: Finalmente Moisés terminó con las excusas y expuso lo que realmente había en su corazón. Simplemente, él preferiría que Dios enviara a alguien más. Su problema no era en realidad una falta de habilidad; era una falta de disposición.
i. “Es común para el hombre dar razones fingidas que el de dar la razón real.” (Benjamin Franklin)
b. Entonces Jehová se enojó contra Moisés: Dios no estaba enojado cuando Moisés pregunto, ¿quién soy yo? (Éxodo 3:11). Él no estaba enojado cuando Moisés pregunto, “¿quién diré que me envió? (Éxodo 3:13). Él no estaba enojado cuando Moisés mostró incredulidad a la palabra de Dios y dijo, “He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz” (Éxodo 4:1). Él ni siquiera estaba enojado cuando Moisés falsamente declaró que él no era ni había sido elocuente (Éxodo 4:10) – pero Dios se enojó cuando Moisés simplemente mostró indisposición.
i. Podría haber cientos de razones desentendidas del porqué Moisés estaba indispuesto, y algunas de ellos podrían tener mucho sentido. Posiblemente Moisés en realidad quería servir, pero estaba indispuesto debido al rechazo en el pasado. Sin embargo, la verdad básica era de que Moisés estaba indispuesto, y no que era incapaz.
c. ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien?: Cuando Dios trajo a Aaron para ayudar a liderar con Moisés, fue una expresión de Su castigo a Moisés, no de Su aprobación o de ceder ante Moisés. Aarón fue más un problema para Moisés que una ayuda.
i. Aaron si se convirtió en una fuente de problemas para Moisés. Aaron instigó la adoración al becerro de oro, moldeando al becerro él mismo y edificó también el altar (Éxodo 32:1-6). Los hijos de Aarón blasfemaron contra Dios al traer ofrendas impuras (Levíticos 10:1-7). En cierto tiempo, Aarón abiertamente llevó a cabo un motín en contra de Moisés (Números 12:1-8).
ii. Mientras estos episodios se desenvolvían, Moisés seguramente vio atrás y se pregunto el porqué el Señor le dio a Aarón como compañero – debido a que Dios estaba enojado contra la indisposición de Moisés.
d. Que él habla bien: Aaron era un buen orador, pero un hombre con carencia de contenido. Moisés tendría que poner la palabra de Dios en la boca de Aarón (Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras). En un sentido, Aarón era como un reportero, quien no hace nada más que leer lo que otros han escrito para que él lo lea.
i. Aaron no era el portavoz de Dios; él era el portavoz de Moisés. Dios no necesita a líderes como éste. No es la manera de Dios el tener un hombre con un ministro de palabras elocuentes y el cual no este calificado para el liderazgo. Dios quiere combinar los cargos de “orador” y “líder”.
Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz.
a. Así se fue Moisés: Cuando el fuego se disipó de la zarza ardiente y cuando la voz de Dios se mantuvo en silencio a través del desierto, entonces le correspondía a Moisés el obedecer, y el hacer lo que Dios le había dicho que hiciera. Más de una persona a tenido una experiencia espectacular con un parecido al de la zarza ardiente y después de ello se han involucrado en sus vidas como si nada hubiera pasado.
i. ¿Tendría idea Moisés en lo que se estaba metiendo cuando él estuvo de acuerdo en tomar el llamado del Señor? ¿Podría ver el ejército de los Egipcios acercarse, mientras Dios partía el Mar Rojo mediante la mano de Moisés? ¿Podría él ver la canción de victoria, el agua de la roca, el maná del cielo, las batallas ganadas a través de la oración? ¿Podría ver la visión de Dios en el Monte Sinaí, la voz de Dios desde el cielo, las tablas de piedra, el becerro de oro? ¿Podría ver el tabernáculo construido, a los sacerdotes consagrándose? Podría ver a los espías enviados a Canaán, la respuesta de incredulidad, y a una sentencia de treinta y ocho años de vagar por el desierto? ¿Podría ver un solitario ascenso a la cumbre de Pisga, donde el moriría contemplando la tierra prometida? ¿Podría él ver el honor de sentarse al lado del Señor en el Monte de la Transfiguración? Tendría Moisés una idea de donde él se estaba metiendo?
b. Iré ahora: Moisés fue un buen ejemplo en verdad, pues al servir a Dios no significa el ser negligente con tu empleador. Moisés se aseguró de que estuviera todo en claro para que él pudiera salir.
i. “Aún el llamado de Dios no quitó la necesidad de la cortesía humana y el de respetar a su suegro.”(Kaiser)
c. Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven: También Moisés no le dijo en realidad a su suegro la historia detrás de su deseo de regresar a Egipto. Quizás él sintió que era demasiado fantástico, y mejor dejaría que Dios demostrara Su Palabra a través del cumplimiento de la misma.
i. Es más importante – y más benéfico – que otros vean el fruto de la guía de Dios en tu vida que el escuchar tus explicaciones de como crees en todo lo que Dios te ha dicho.
Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano. Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo. Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.
a. Han muerto todos los que procuraban tu muerte… Yo endureceré su corazón: Dios sabía que Moisés estaba seguro en Egipto, y le dio reposo a su mente de la ansiedad; pero Dios también sabía que Él endurecería el corazón de Faraón, y que tomaría la muerte de su primogénito antes de que Faraón estuviera de acuerdo en liberar a los hijos de Israel.
i. Algunas veces dice que Dios endureció el corazón de Faraón (Éxodo 4:21). Otras veces dice que Faraón endureció su propio corazón (Éxodo 8:15). Otras veces simplemente dice que el corazón de Faraón estaba endurecido, no se dice quien lo endureció (Éxodo 7:13).
ii. ¿Quién fue quien endureció el corazón de Faraón? Podríamos decir que fue Dios y Faraón; pero siempre que Dios endurecía el corazón de Faraón, Él nunca lo hacía en contra de la voluntad de Faraón. Faraón nunca dijo, “Oh, yo quiero hacer lo que es correcto y bueno y yo quiero bendecir al pueblo de Israel” y Dios le respondería, “¡No, pues Yo endureceré tu corazón en contra de ellos¡” Cuando Dios endureció, Él permitió al corazón de Faraón hacer lo que el Faraón quería hacer – Dios entrego a Faraón a sus propios pecados. (Romanos 1:18-32).
iii. “Dios no endurece a los hombres al colocar la maldad en ellos, sino al no darles misericordia.” (Augustine)
b. Israel es mi hijo, mi primogénito: A manera de retrato, Dios consideró a Israel como a Su primogénito y Dios sabía que habría un intercambio entre Su primogénito (Israel) y el primogénito de Egipto.
Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión.
a. Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo: Este es un evento misterioso; pero al parecer Dios esta confrontando a Moisés – de una manera fuerte – debido a que Moisés no había aún circuncidado a su hijo. Dios demanda que esto se haga de la manera correcta antes de que Moisés entrara a Egipto y empezara a cumplir el llamado de Dios.
i. Muy a menudo existe un punto de confrontación en la vida del líder donde Dios demanda que él deje de lado un área de compromiso, y no les permitirá progresar más hasta que ellos lo hagan.
ii. “No debe de haber duda de que por alguna razón, la cual no se registró, Moisés falló en llevar a cabo la instrucción divina concerniente a la circuncisión … de una obediencia completamente establecida todo se mueve hacia adeltante.” (Morgan)
b. A la verdad tú me eres un esposo de sangre: Quizás Séfora se opuso al rito de la circuncisión. Ella no era Israelita y quizá pensaba que era una costumbre barbárica. Quizás esta era la razón por la cual Dios hacía responsable a Moisés (por no hacer lo que era correcto, aún cuando a su esposa no le gustara), pero incapaz Moisés de hacerlo entonces Séfora tuvo que hacer la circuncisión ella misma.
i. Algunos se preguntan el porqué la esposa de Moisés se muestra amargada aquí. Quizás fue la primera vez que ella reconoció la seria naturaleza del llamado de su esposo y de lo importante que era que toda la familia caminara en los caminos del Señor.
ii. “Instrumentos afilados de piedra [cuchillos de piedra] eran retenidos para propósitos de rito aún mucho después de la introducción de implementos de metal.” (Kaiser)
Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado. Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.
a. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios: Dios le dijo a Moisés que Él enviaría a Aarón hacia él (Éxodo 4:14), y ahora estaba sucediendo. Dios le estaba mostrando a Moisés que Él guarda Sus promesas.
i. “Aarón, quien fue a encontrarse con Moisés, podía hablar bien; pero el era un hombre débil, cuya alianza con Moisés causo a su noble hermano menor mucha ansiedad y dolor.” (Meyer)
b. Y el pueblo creyó: Sucedió como Dios lo había dicho. Dios había prometido entonces de que ellos escucharían su voz (Éxodo 3:18), y el pueblo de Israel lo hizo – y su emoción era real pues anticipaban la liberación de la nación.
c. Y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel: Unos años atrás cuando Moisés se ofreció para liberar a Israel, ellos le rechazaron. Ahora el tiempo y las circunstancias eran las correctas, y el destino de Dios para la vida de Moisés empezaría cumplirse.
© 2012 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.
The Blue Letter Bible ministry and the BLB Institute hold to the historical, conservative Christian faith, which includes a firm belief in the inerrancy of Scripture. Since the text and audio content provided by BLB represent a range of evangelical traditions, all of the ideas and principles conveyed in the resource materials are not necessarily affirmed, in total, by this ministry.
Loading
Loading
Interlinear |
Bibles |
Cross-Refs |
Commentaries |
Dictionaries |
Miscellaneous |