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Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor. Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de cilicio. Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.
a. Rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza: Aunque Mardoqueo estaba angustiado por esto, recordamos también que su integridad había ocasionado esta situación. Él clamó con grande y amargo clamor, pero no podría hacerlo cambiar de opinión, arrastrarse a los pies de Amán para salvarse a sí mismo o a su pueblo.
i. Esto no era solo por la integridad personal de Mardoqueo, sino también porque él conocía el carácter de las leyes de los persas – que no podían ser cambiadas una vez decretadas (Ester 1:19.)
b. Tenían los judíos gran luto: La reacción de Mardoqueo fue imitada a lo largo de todo el Imperio Persa con expresiones públicas de lloro y lamentación.
Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron. Entonces la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio; mas él no los aceptó. Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, con orden de saber qué sucedía, y por qué estaba así. Salió, pues, Hatac a ver a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta del rey. Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos.
a. Vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron: Ester, viviendo en aislamiento en el palacio, no se había enterado de este decreto. Antes de saber del decreto, ella no podía entender por qué su primo Mardoqueo estaba haciendo tal espectáculo.
b. La plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos: Mardoqueo sabía muy bien del motivo económico que había movido al rey Asuero a aceptar este plan malévolo.
a. A fin de que la mostrase a Ester y se lo declarase: Después de entregar a Ester una copia del decreto a través de un mensajero, Mardoqueo la retó para que intercediera delante del rey por su pueblo.
b. Cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir: Ester explicó cuán difícil esto era – ella solo tenía permitido venir al rey cuando él la llamaba, y si ella venía por voluntad propia, podría ser ejecutada por el atrevimiento de acercarse al rey sin haber sido invitada.
i. Aparentemente la vida de una reina de Persia no era una vida de gran intimidad con el rey. Ester dijo, “Yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta días” – lo cual significaba que no había visto a su esposo por un mes completo.
Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
a. No pienses que escaparás: Mardoqueo recordó a Ester que ella no podría permanecer sin ser afectada por este decreto más que nadie más.
b. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos: La confianza de Mardoqueo estaba en la fidelidad de Dios, no en la fidelidad de Ester. El sabe que Dios no abandonará a Su pueblo, aun cuando los individuos lo abandonen a Él.
c. Mas tú y la casa de tu padre pereceréis: Mardoqueo recordó a Ester que aunque el destino del pueblo de Dios dependía de Dios y no de ella, su propio destino dependía de su propia fidelidad a Dios.
d. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Mardoqueo sabía que Dios había promovido a esta huérfana en exilio por una propósito – y Ester debía de tener el valor y la sabiduría para caminar en él y cumplirlo.
i. Este principio también aplica a nosotros. Dios nos promueve o nos coloca en algún lugar por una razón, y necesitamos el valor y la sabiduría para encontrar esa razón y caminar en ella.
ii. “Has estado deseando otro puesto para hacer algo por Jesús: no desees eso, sino sírvele ahí donde estás.” (Spurgeon)
iii. “Yo creo que en tiempos de tinieblas Dios está haciendo lámparas para quitar la penumbra. Martín Lutero está sentado junto a la hoguera en el bosque cuando el Papa está vendiendo sus indulgencias: él saldrá pronto y detendrá el canto del gallo del Pedro que negó a Cristo. Juan Calvino está estudiando en quietud cuando la doctrina falsa abunda más, y será escuchado en Geneva. Un joven está aquí esta mañana – no se de dónde sea, pero pido al Señor que este sea un sermón de ordenación para él, para que dé inicio a su trabajo de vida. Siento como si yo fuera Samuel en Belén, buscando a David, para ungirlo con aceite en el nombre del Señor.” (Spurgeon)
Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca. Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester.
a. Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí: Tomando la determinación del Señor, Ester decidió aparecerse valientemente delante del rey, pero sólo si era apoyada con oración y ayuno.
i. Jesús nos recordó que las batallas espirituales complicadas en ocasiones requieren de preparación especial con oración y ayuno. En relación a un caso de posesión demoníaca complicado, Él dijo Este género no sale sino con oración y ayuno. (Mateo 17:20)
b. Entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley, y si perezco, que perezca: Ester tuvo una actitud de valentía hacia su misión. Ella estaba decidida a ser obediente, no importaba el costo.
i. Jesús nos exhortó a tener la misma actitud: No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar (Mateo 10:28.) Pablo también fue un ejemplo de esta actitud: El vivir es Cristo y el morir es ganancia (Filipenses 1:21.)
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