David Guzik :: Amós 9 – Levantando Las Ruinas

Amós 9 – Levantando Las Ruinas

A. Juicio trae la ruina.

1. (Amós 9:1-4) El juicio de Dios es inescapable.

Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Derriba el capitel, y estremézcanse las puertas, y hazlos pedazos sobre la cabeza de todos; y al postrero de ellos mataré a espada; no habrá de ellos quien huya, ni quien escape. Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender. Si se escondieren en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; y aunque se escondieren de delante de mis ojos en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá. Y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, allí mandaré la espada, y los matará; y pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien.

a. Vi al Señor que estaba sobre el altar: En esta visión final de Amós, ve a Jehová en el templo mismo, supervisando la obra de juicio. Amós quiere que sepamos que Dios no está desinteresado ni en cuanto a su obra difícil de juicio.

i. “Como el jefe de un equipo de demolición o el comandante de un enemigo invasor, él grita ordenes de desmenuzar el templo y toma responsabilidad personal por asegurarse de traer a juicio hasta el último ofensor.” (Hubbard)

b. Derriba el capitel, y estremézcanse las puertas: Muchas veces el capitel o el umbral es la parte más fuerte de una casa. Si se quiebran las puertas muestra que toda la casa ha caído. Ésta es una manera poética y poderosa de describir la destrucción cabal.

c. No habrá de ellos quien huya, ni quien escape: Ésta es la manera de Dios de decir: “no importa a donde vayas, te encontraré”. Aun si intentaras cavar hasta el Seol o subir hasta el cielo, no puedes escapar de tu responsabilidad ante Dios. Ni una montaña alta (Carmelo), ni las profundidades del mar pueden esconderte del juicio.

d. Pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien: Una parte esencial del viejo pacto era la promesa de bendición o maldición (Deuteronomio 28, Levítico 26) basada en la obediencia de Israel. Si Israel estaba en desobediencia crónica y sistemática, ellos podían esperar que el ojo de Dios hacia ellos fuera para mal, y no para bien.

i. Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios … Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella. (Deuteronomio 28:15,63)

ii. Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino que anduviereis conmigo en oposición, yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados. Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto. (Levítico 26:23-25a)

iii. ¡Cuanto mejor sería vivir bajo la bendición del Nuevo Pacto! La promesa de Romanos 8:31 se queda en pie: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Sabemos que porque estamos parados sobre la gracia por fe, Dios es por nosotros. Todo el mal que merecemos fue derramado perfectamente sobre Cristo Jesús.

2. (Amós 9:5-10) Israel zarandeado entre todas las naciones.

El Señor, Jehová de los ejércitos, es el que toca la tierra, y se derretirá, y llorarán todos los que en ella moran; y crecerá toda como un río, y mermará luego como el río de Egipto. El edificó en el cielo sus cámaras, y ha establecido su expansión sobre la tierra; él llama las aguas del mar, y sobre la faz de la tierra las derrama; Jehová es su nombre. Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros como hijos de etíopes, dice Jehová? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caftor, y de Kir a los arameos? He aquí los ojos de Jehová el Señor están contra el reino pecador, y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice Jehová. Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra. A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No se acercará, ni nos alcanzará el mal.

a. El Señor, Jehová de los ejércitos, es el que toca la tierra, y se derretirá: Ésta no es solo una introducción florida. Cuando Israel recordaba quien es Dios – entendiendo toda su fuerza y gloria – entonces actuaban de una manera que le traía gloria. Constantemente, Amós y los otros profetas nos enseñan que debemos hacer todo basado en entender quién es Dios.

i. Amós usa el título Señor, Jehová otra vez – usado 12 veces en Amós 7-9, enfatizando la soberanía de Dios, “Aquella soberanía es simbolizada en el nombre de Dios que domina esta sección = Señor Jehová.” (Hubbard)

ii. “Lo que cuenta es que la presencia de Dios está en su casa en cada rincón del universo, y aquella presencia es completamente digno de confianza y siempre se puede contar con ella.” (Hubbard)

b. El edificó en el cielo sus cámaras, y ha establecido su expansión sobre la tierra: Este es un pasaje difícil de traducir.

i. “Es difícil capturar la imagen exacta de lo que Jehová está escribiendo en el versículo 6. La construcción celestial podría ser una ‘escalera’ o ‘un desván’… La parte sobre la tierra es aún más difícil de definir completamente.” (Hubbard)

c. He aquí los ojos de Jehová el Señor están contra el reino pecador: Es sorprendente – y terrible – oír llamar a Israel el reino pecador. Dios quiere que todo su pueblo sea profundamente impresionado que no puedan presumir de su misericordia o de su elección.

i. Israel pensaba que los etíopes eran un pueblo lejano e insignificante, así que Dios dice: “¿no me sois vosotros como hijos de etíopes?” Dios también recuerda a Israel: “Sí, te hice subir de Egipto, pero también a los filisteos de Caftor, y de Kir a los arameos. No pienses que eres tan especial que te vuelves orgulloso y presuntuoso. Eres un reino pecador.”

d. Y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones: Dios usará el exilio de Israel entre las naciones para zarandear a su pueblo – no para destruirlo, sino para purificarlo. En todo, no cae un granito en la tierra. El zarandeo de Dios solo elimina tamo, nunca el grano – ni el grano más pequeño. Solamente son todos los pecadores de mi pueblo quienes serán culpables bajo el juicio, ellos quienes se presumen demasiado y nunca se humillan.

i. “Creo que te veo, pobre creyente, echado de una parte a otra como el trigo, para arriba, para abajo, a la izquierda, a la derecha, en la criba, y en el aire, nunca descansando. Quizá sientes que Dios está muy enojado contigo. No, el granjero no está enojado con el trigo cuando lo echa para arriba y para abajo en la criba, y tampoco está enojado Dios contigo; Verás esto un día cuando la luz te mostrará que el amor gobierna en todas tus aflicciones.” (Spurgeon)

B. Israel restaurado para bendición y abundancia.

1. (Amós 9:11-12) Restaurando la casa de David y a Israel.

En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado; para que aquellos sobre los cuales es invocado mi nombre posean el resto de Edom, y a todas las naciones, dice Jehová que hace esto.

a. Yo levantaré el tabernáculo caído de David: Mucho antes del tiempo de Amós, el reino del norte, Israel rechazó la casa real de David. Aquí Dios promete restablecer la línea real de David – fue cumplida en el Mesías, Cristo Jesús, que es del tabernáculo caído de David.

i. Esto es un cambio abrupto del mensaje fuerte de regaño y juicio. “La transición del versículo 10 al versículo 11 es la más abrupta y sorprendente en el libro entero. La espada de juicio cede ante la espátula de la reconstrucción.” (Hubbard)

ii. sin este último pasaje y cambio de tono, el libro de Amós sería incompleta. “Ahora se declara que la razón del juicio divino no es la venganza, sino que es la única manera de entrar en el orden restablecido que el corazón de Dios desea.” (Morgan)

b. Levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado: Dios prometió tomar lo que era arruinado y repararlo y reedificarlo. A veces Dios trabaja en una manera completamente nueva, dejando morir lo viejo y haciendo la obra de una nueva creación (2 Corintios 5:17, Isaías 43:19). Otras veces Dios trabaja para levantar ruinas, y edificar. ¡Ambas son obras gloriosas del Señor!

i. Amós sabía que Israel estaba arruinado, porque habla de restaurar el tabernáculo caído de David en vez de la casa de David. Un tabernáculo es una casa, pero una casa humilde. Esto “representa la ‘casa’ de David que se estaba volviendo una choza arruinada; en el tiempo de Amós la dinastía de David había caído tanto que ya no se podía llamar una casa.” (McComiskey)

c. Y a todas las naciones: Dios anuncia que aun los gentiles sobre los cuales es invocado mi nombre vendrán bajo el tabernáculo caído de David, una promesa cumplida en Jesús.

i. Santiago, el hermano de Jesús, citó Amós 9:11-12 en el concilio en Jerusalén. Usó este pasaje para demostrar que Dios prometió alcanzar los gentiles y traerlos a su reino bajo el mesías, no bajo Israel.

ii. Hechos 15:17 dice Para que el resto de los hombres en vez de lo que tenemos en Amós 9:12 (posean el resto de Edom). Esto es porque la Septuaginta, la traducción antigua del Antiguo Testamento del hebreo al Griego, tradujo Edom como “Adán” – “la humanidad”.

2. (Amós 9:13-15) Restaurando la abundancia de Israel.

He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo.

a. Vienen días: Bajo la inspiración de Dios, el profeta Amós termina el libro con una alta nota de esperanza, viendo hacia un día de gran prosperidad y abundancia en Israel. Bajo el reino de Jeroboam II, ellos tenían abundancia de material, pero no en el Señor. Dios promete restaurar y los a prosperidad de él y en él.

b. En que el que ara alcanzará al segador: Amós describe cuan milagrosa e increíble son la bendición y la restauración de Dios.

i. Cuando Dios suelta bendición y restauración, produce fruto que viene rápidamente. “El que ara y el segador trabajaban por separados… pero cuando se encuentran, que abundante son las cosechas y tan deseosa la tierra de hacer crecer más.” (Hubbard)

ii. Cuando Dios suelta bendiciones y restauración, produce fruto que viene de lugares no esperados. Normalmente, vidas no crecen bien en montañas y cerros altos, pero en los días de la restauración de Israel aun los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.

iii. Cuando Dios suelta bendición y restauración, el fruto viene en gran calidad (en inglés en vez de mosto dice: “vino dulce”).

iv. Cuando Dios suelta bendición y restauración, el trabajo es bendecido – pero todavía es trabajo.

El que ara, el segador, el pisador de uvas, y el que lleva la simiente todavía tienen su trabajo por hacer. Dios no hace todo por ellos, pero bajo la bendición y restauración de Dios el trabajo se hace con energía y gozo. El que ara no solo se queda allí esperando; se pone a trabajar ¡aun si empieza a chocarse con el segador! “Una señal del avivamiento verdadero, y de hecho una parte esencial de ella es la actividad aumentada de los trabajadores de Dios.” (Spurgeon)

v. Aun así, si no es un tiempo de bendición y restauración notables, la obra de Dios todavía merece nuestra energía y esfuerzo. “El deber de la iglesia no puede ser medido por su éxito. El deber del ministro de predicar el evangelio es tan grande en tiempos adversos como en épocas oportunas. No debemos pensar si Dios retiene el rocío, que debemos detener el arado. No debemos imaginarnos que si viene un tiempo infructuoso que debemos cesar de sembrar nuestra semilla. Nuestra parte es la acción no el resultado. La iglesia tiene que hacer su deber, aun si ese deber no le trae ninguna ganancia en el presente.” (Spurgeon)

c. Los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra: Así que los muchos avisos/advertencias del profeta Amós son de la amenaza de la cautividad y exilio venideros. Dios promete restauración, y ve hacia el día cuando Israel nunca más será arrancado de su tierra.

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