David Guzik :: Amós 5 – Las Ofrendas Que Dios Odia

Amós 5 – Las Ofrendas Que Dios Odia

A. Busca al Señor en un tiempo de juicio inminente.

1. (Amós 5:1-3) Exilio y cautividad venideros.

Oíd esta palabra que yo levanto para lamentación sobre vosotros, casa de Israel. Cayó la virgen de Israel, y no podrá levantarse ya más; fue dejada sobre su tierra, no hay quien la levante. Porque así ha dicho Jehová el Señor: La ciudad que salga con mil, volverá con ciento, y la que salga con ciento volverá con diez, en la casa de Israel.

a. Cayó la virgen de Israel: Amós ve a Israel como una joven trágica que cayó y fue dejada, nadie viene a ayudarla. En rebelión contra Dios, Israel está tan indefensa como una joven entre hombres violentos.

i. La palabra: virgen, “muestra la vulnerabilidad de Israel y la tristeza especial que acompaña su muerte, como si debiera haber tenido toda una vida de amor y fructuosidad, por delante.” (Hubbard)

b. La ciudad que salga con mil, volverá con ciento: Amós predice que las cosas serán tan mal para Israel que cuando viene el enemigo, una ciudad que antes hubiera enviado mil soldados, ahora solo enviará cien. “Solo un puñado de hombres andrajosos, y cansados de la guerra, quedarán del orgulloso ejército de Israel.” (McComiskey)

2. (Amós 5:4-9) Una invitación de buscar a Jehová.

Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis; y no busquéis a Bet-el, ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha. Buscad a Jehová, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague. Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra, buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre; que da esfuerzo al despojador sobre el fuerte, y hace que el despojador venga sobre la fortaleza.

a. Buscadme, y viviréis: Cuando Israel estaba maduros para el juicio, la clave de la supervivencia era simplemente buscar al Señor. Pero, no podemos buscar al Señor, a menos, que no busquemos lugares de desobediencia y voluntad propia (ej. Bet-el y Gilgal, otros centros rivales de adoración).

i. Bet-el, Gilgal, y Beerseba en un tiempo eran lugares asociados con gran privilegio y heredad espiritual. Bet-el era el lugar donde Dios vino al encuentro con Jacob (Génesis 28:11-19, Génesis 35:1-7). Gilgal era el lugar donde se quitó el reproche de Israel en los días de Josué (Josué 5:1-12). Beerseba estaba relacionada con Abraham, Isaac, y Jacob (Génesis 21:22-23; 26:23-33; 46:1-5). Ahora, éstos eran lugares de adoración vacía y vana.

ii. Aquí hay un juego de palabras porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha. No aparece en la traducción en español pero en Hebreo hay un ingenioso juego de palabras.

b. Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra: Amós confronta otra vez al sistema legal corrupta. Juicio había sido completamente corrompido, y la justicia estaba ya por morir.

c. Hace las Pléyades y el Orión: Amós explica porque Dios es digno de ser buscado, y porque puede librar Israel de su perdición inminente. Él puede hacerlo porque él es el Dios suficiente poderoso y sabio para hacer y sostener a las constelaciones de estrellas en el cielo, y puede “controlar” la creación.

i. Esto significa que Dios es suficientemente fuerte para salvar, pero también lo bastante fuerte para traer juicio (que da esfuerzo al despojador sobre el fuerte, y hace que el despojador venga sobre la fortaleza). Si el fuerte y la fortaleza no pueden quedarse de pie ante el poder de Dios, nadie puede.

3. (Amós 5:10-15) La causa, la maldición, y la cura.

Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto abominaron. Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas. Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jehová Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José.

a. Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad: Amós nos cuenta la causa del juicio venidero – la manera terrible en que se tratan el pueblo de Israel, especialmente como se aprovechan de los débiles. Los débiles no tenían voz en la puerta, y fueron robados por los impuestos opresivos. Los ricos se aprovechan con sobornos y usan el dinero para hacer perder su causa a los pobres.

i. La puerta era la tribuna en las ciudades antiguas. Los tribunales de Israel estaban tan corruptos que ellos silenciaban a los pobres y justos. El efecto de esta cultura de injusticias fue que el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo – personas piadosas y justas no hablaron por miedo a retribuciones o saber que no harían bien.

ii. “Decisiones judiciales para cada comunidad fueron hechos en la puerta de la ciudad, donde las cabezas de familia y otros ancianos se reunían para escuchar a testigos, para arbitrar discusiones, decidir controversias y repartir justicia en general. El espacio dentro de la puerta junto con los cuartos o huecos en la área de la puerta se usaban como si fueran tribunal.” (Hubbard)

b. Edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis: Amós nos dice que la maldición de Dios para la pecaminosidad de Israel. Aunque los impíos de Israel ganaban casas y viñas de su opresión de los pobres, y esquivamiento de justicia, las ganancias solo eran temporales. Dios los desahuciará de sus casas y viñas ganadas por medios deshonestos.

c. Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros: Amós proclama la cura de Dios para el pecado de Israel. Ellos deben sencillamente buscar lo bueno, y no lo malo. Ellos deben transformar sus tribunales corruptos y establecer una justicia con un buen juicio.

B. Llanto y aflicción sobre Israel.

1. (Amós 5:16-20) Llanto y ayes sobre Israel en el día de Jehová.

Por tanto, así ha dicho Jehová, Dios de los ejércitos: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que sepan endechar. Y en todas las viñas habrá llanto; porque pasaré en medio de ti, dice Jehová. ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?

a. Al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que sepan endechar: Esto se refiere a la práctica judía de contratar endechadores profesionales para hacer llanto en un funeral. Amós describe un juicio tan ancho que faltaban personas que sepan endechar, así que tenían que llamar el labrador a lloro.

i. Porque el profeta Amós era un granjero, muchas veces relaciona los juicios de Dios a cómo afectan a los granjeros de Israel.

b. ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz: En sus ritualismos religiosos, el pueblo de Israel aun decían que anhelaban el día de Jehová. Amos les avisa, con razón, que ellos no saben que están pidiendo, porque el día de Jehová les traerá juicio, y no misericordia. Ellos terminaran peor que antes, serán como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso.

i. “La parábola ilustrativa lo hace claro que las tinieblas y la luz no hablan aquí del pecado y la justicia, sino del desastre y la seguridad.” (Hubbard)

2. (Amós 5:21-27) Las ceremonias religiosas de Israel no los salvarán del llanto y ayes que están por venir.

Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo. ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto en cuarenta años, oh casa de Israel? Antes bien, llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis. Os haré, pues, transportar más allá de Damasco, ha dicho Jehová, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.

a. Aborrecí, abominé vuestras solemnidades: Esto hubiera asombrado – y ofendido –a los de Israel que oyeron a Amós decir esto. Ellos se decían que en realidad estaban honrando a Dios y agradándole con su perseverancia de las solemnidades (fiestas ) y asambleas sagradas, pero Dios fue ofendido por sus rituales religiosos, desconectado de sus corazones y de la justicia entre ellos.

i. Amós expresa la misma idea que Jesús expresaba en Mateo 5:23-24: Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Israel pensaba que sus solemnidades (fiestas), sus asambleas, sus holocaustos, sus ofrendas, y sus cantares no eran nada mientras no había juicio o justicia en su trato entre sí.

b. Corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo: Es tan fácil de separar nuestras ceremonias religiosas de la manera que tratamos a los demás, pensar que Dios debe de estar feliz si le damos lo “debido” sin considerar el juicio y la justicia hacia otros. Dios no lo aceptará. Él dice: “Quédate con tus fastidiosos ceremonias religiosas, y deja que corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.”

i. “Un flujo momentáneo del juicio y de la justicia no bastará; estas virtudes son para mantener en el orden social como una rivera que no se seca con el calor de verano.” (McComiskey)

c. Antes bien, llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis: i. El NVI traduce tabernáculo y Quiún como santuario y pedestal. Sencillamente es un pasaje difícil de traducir. Una traducción tiene Sicut en vez de Moloc. El Septuaginta tiene Rephan (una deidad relacionada con el planeta Saturno) en vez de Quiún.

d. Os haré, pues, transportar más allá de Damasco (en inglés dice: a la cautividad): El pecado extremo merecía nada menos que un exilio y cautividad.

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