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“En toda la literatura del Antiguo Testamento no hay un capítulo más trágico o lleno de solemne y dura advertencia como éste.” (G. Campbell Morgan)
Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.
a. Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra: En aquella parte del mundo, las guerras normalmente no se peleaban durante los meses de invierno porque las lluvias y el clima helado dificultaban los viajes y las campañas militares. Los combates se reanudaban en la primavera.
b. David envió a Joab... pero David se quedó en Jerusalén: David debió haber salido a pelear pero se quedó atrás. En 2 de Samuel 10 Joab y el ejército de los valientes prevalecieron sobre los Sirios y los Amonitas, pero no ganaron una victoria decisiva. La victoria decisiva vino cuando David dirigió la batalla al final de 2 de Samuel 10. Tanto por costumbre como por experiencia Dios le dijo a David, “Necesitas ir a la batalla.” Pero David se quedó en Jerusalén.
i. El principio de Gálatas 5:16 parece genuino: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Si David hubiera tenido su atención donde Dios la quería, nunca la hubiera puesto donde Dios no la quería. “Mientras que Joab está ocupado acechando a Rabá, Satanás lo está con David, y pronto prevaleció.” (Trapp)
ii. Sin embargo, es erróneo pensar que esto inició la cadena de eventos que David siguió hasta culminar en asesinato y adulterio. David mostró su indiferencia hacia el plan de Dios para el matrimonio muchos años antes cuando tomó a más de una esposa (1 de Samuel 25:42-43, 2 de Samuel 3:2-5). El hábito de David de seguir tomando esposas mostró una falta de control romántico e indulgencia sobre sus pasiones. Esta semilla corrupta, sembrada mucho tiempo atrás, creció sin supervisión por tiempo suficiente y dará un amargo fruto.
iii. “Mientras pienso sobre lo sucedido, estoy seguro de esto, que no sucedió todo al mismo tiempo. El asuntó de Betsabé simplemente fue el clímax de algo que había estado sucediendo en su vida por veinte años.” (Redpath)
iv. Por lo tanto, quedarse en casa en medio de la guerra simplemente proveyó de una oportunidad para que la larga falta de control romántico e indulgencia sobre las pasiones se mostrara.
Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.
a. Se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado: El verbo hebreo para la palabra paseaba sugiere que David caminaba de un lado a otro por el terrado. No podía dormir y estaba intranquilo – intranquilo porque no estaba donde Dios quería que estuviera.
b. Vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando: Hay pocas dudas de que esta mujer (llamada después por el nombre de Betsabé) actuó indecorosamente. Aunque era tarde y aparentemente el tiempo en que la mayoría de las personas estaban dormidas, ciertamente ella sabía que su baño era visible desde el terrado del palacio. Cualquier indecoro de parte de Betsabé no justifica al pecado de David, pero ella seguía siendo responsable por su propio pecado.
i. Nunca debemos ser ocasión de pecado para otros, incluso en la manera en la que vestimos. El mensaje de Pablo en 1 de Timoteo 2:9 es relevante aquí: Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia.
c. Vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando: El pecado de David no fue ver a Betsabé. Es poco probable que él esperara o planeara verla. El pecado de David fue elegir mantener sus ojos en una imagen sensual aún después de que la perdió de vista.
i. Los Cristianos – hombres, especialmente – deben aprender a nunca dejar que sus ojos (o su mente) se asienten sobre imágenes sensuales a excepción de lo que les “pertenece” en matrimonio. Nuestros ojos deben de “rebotar” de las imágenes sensuales que se nos atraviesen.
ii. Las muchas esposas de David no podían satisfacer su lujuria. Esto es porque usted no puede satisfacer la lujuria de la carne, porque son principalmente afirmaciones rebeldes del yo. No era tanto que David deseara a Betsabé; era que no se sentía satisfecho con lo que Dios le había dado.
iii. Este principio será ilustrado de una manera exagerada en la vida de Salomón, el hijo de David. Salomón tuvo 700 esposas y 300 concubinas. David y Salomón nos muestran que si una mujer no es suficiente, 1000 mujeres tampoco lo serán.
d. La cual era muy hermosa: La gran hermosura de Betsabé hizo la vista bastante tentadora. Pero la verdadera fuerza de la tentación a menudo no yace en la calidad del objeto de la tentación, sino en el estado del corazón y la mente del que está siendo tentado. David había sido cuidadosamente “preparado” para tropezar justo en este punto. Aún así, esta tentación no era demasiado fuerte para David, sin importar que tan hermosa fuera Betsabé.
i. Por ejemplo, José fue tentado más seriamente a cometer inmoralidad sexual que David aquí, pero él huyó de la tentación.
ii. David miró a Betsabé y dijo “belleza” pero Dios vio esto como feo. Los placeres del pecado nos engañan como la carnada esconde al gancho. Debemos llamarlo como Dios lo llama – pecado. Queremos llamarlo “aventura” pero Dios lo llama “adulterio.” Queremos llamarlo “amor” pero Dios lo llama “lujuria.” Queremos llamarlo “sexy” pero Dios lo llama “pecado.” Queremos llamarlo “romántico” pero Dios lo llama “ruina.” Queremos llamarlo “destino” pero Dios lo llama “destrucción.”
Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.
a. Envió David a preguntar: David pudo haber abandonado la tentación dejando la escena en ese momento, incluso después de haber entretenido la tentación por un rato. En vez de eso, David se puso a sí mismo en una situación aún más tentadora.
b. Aquella es Betsabé hija de Eliam: De esto, David se entera de que Betsabé venía de una familia eminente. Ella era de las clases altas. Su padre era Eliam, uno de los valientes de David (2 de Samuel 23:34). Su abuelo era Ahitofel – uno de los consejeros principales de David (2 de Samuel 23:34, 2 de Samuel 15:12).
c. Mujer de Urías heteo: De esto, David se enteró que Betsabé estaba casada, y era esposa de otro de los valientes de David (2 de Samuel 23:8, 39). También se enteró de que el esposo de esta mujer estaba lejos en la batalla contra los Amonitas. Esta información hizo la situación aún más tentadora. David comenzó a pensar, “Podría salirme con la mía.”
i. David cometió adulterio en su corazón desde el terrado. Ahora sabe que tiene la oportunidad de cometer adulterio en la práctica. El adulterio en la mente y el corazón es malo; el adulterio en la práctica es aún peor.
ii. David debió haber recibido las noticias de la identidad de la mujer como una advertencia. Se enteró de que esta mujer estaba relacionada con hombres que eran cercanos a él. Al tomar a Betsabé, David pecó contra Urías, Eliam y Ahitofel – cada uno de estos hombres era cercano e importante para David.
Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.
a. Y envió David mensajeros, y la tomó: En esto el hombre conforme al corazón de Dios fue contra su propio corazón, siguiendo a un impulso lujurioso. David ignoró toda advertencia y forma de escape que Dios había puesto frente a él.
i. “En la expresión la tomó, y vino a él no hay ninguna insinuación de que David llevó a Betsabé a su palacio con artimañas o violencia, sino más bien que ella fue como le fue solicitado sin dudas, y no ofreció resistencia a sus deseos. Por lo tanto, Betsabé no debe ser considerada como libre de culpa.” (Keil and Delitzsch)
ii. “No escuchamos nada de su reticencia, y no hay evidencia de que haya sido tomada a la fuerza.” (Clarke)
b. Él durmió con ella: David sabía que esto estaba mal, sin embargo, lo hizo. Es difícil explicar la forma de pensar de David aquí, porque no estaba pensando. Actuó basado en sentimiento e impulso en vez de razonamiento.
i. Si David pensó sobre todo esto, vería que el costo fue mucho más grande de lo que quiso considerar en ese momento. Si tan solo David hubiera sabido que esta búsqueda ilícita de placer iba a resultar indirecta o directamente en:
· Un embarazo no deseado
· El asesinato de un confiable amigo
· Un bebe muerto
· Su hija violada por su hijo
· Un hijo asesinado por otro hijo
· Una guerra civil dirigida por uno de sus hijos
· Un hijo que imita a David en su falta de autocontrol, llevándolo a él y a una buena parte de Israel lejos de Dios.
ii. El mismo tipo de ruina resulta del adulterio hoy en día. Pensamos en todos los niños que fueron a la cama sin un papá en casa debido al terrible ataque en Estados Unidos el 11 de Septiembre de 2001. Pero muchos más niños van a la cama cada noche sin un papá en casa debido al adulterio.
iii. En ese momento David estuvo de acuerdo con el entendimiento del mundo sobre el propósito del sexo, viéndolo primariamente como la búsqueda de una experiencia placentera. Con muchas esposas, David tal vez nunca haya entendido el propósito de Dios para el sexo: ser el “pegamento” que ayuda a unir a una relación de una sola carne.
c. Luego ella se purificó de su inmundicia: Esto confirma que Betsabé había tenido recientemente su periodo menstrual y no estaba ya embarazada cuando David cometió adulterio con ella.
i. Parecía que David “se salió con la suya” con este pecado. Pero él y nosotros solo podríamos pensar eso si hubiéramos creído que el pecado era algo bueno de lo que Dios quería limitar a David. David hizo algo dañino y destructivo para sí mismo y para otros, y daño y destrucción le vendrían como resultado. Solo porque David no fue atrapado en el momento no significa que se salió con la suya sin consecuencias.
Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta.
a. Concibió la mujer: David y Betsabé no planeaban esto. Estaban aterrorizados ante el problema del embarazo en sí y ante el hecho de que significaba que su adulterio saldría a la luz.
b. Y envió a hacerlo saber a David: Su mensaje “involucró una apelación para que él tomara las medidas necesarias para evitar las terribles consecuencias de su pecado, ya que la ley requería que tanto el adúltero como la adúltera recibieran como castigo la muerte (Levítico 20:10).” (Keil y Delitzsch)
Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y Joab envió a Urías a David. Cuando Urías vino a él, David le preguntó por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y por el estado de la guerra. Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real. Mas Urías durmió a la puerta de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa. E hicieron saber esto a David, diciendo: Urías no ha descendido a su casa. Y dijo David a Urías: ¿No has venido de camino? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu casa? Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa.
a. Envíame a Urías heteo: Cuando David escuchó las nefastas noticias del embarazo de Betsabé, debió haberlas usado como una oportunidad para arrepentirse. En vez de eso, hizo lo que la mayoría de los pecadores que no se han arrepentido hacen: tratar de esconder su pecado. Quería traer a Urías a casa para que tuviera relaciones con Betsabé para dar una razón de su embarazo.
i. Todo el concepto de esconder el pecado es engañoso. Nuestro pecado nunca está oculto delante de Dios y solo se oculta con dificultad de nuestra conciencia. Nuestro pecado oculto estorba nuestra comunión con Dios y con otros y es una barrera para la vida y el poder espiritual.
ii. “La verdadera pregunta para todos nosotros es: ¿Estamos preparados para enfrentar el pecado? No discutir el pecado de alguien más, sino enfrentar el propio.” (Redpath)
iii. La respuesta al pecado oculto es la confesión y el arrepentimiento. ¿A quién debemos confesarle? La respuesta está en la pregunta, “¿Contra quién hemos pecado?” “Si usted peca secretamente, confiéselo secretamente, admitiendo públicamente que usted necesita la victoria pero conservando los detalles para usted. Si usted peca abiertamente confiese abiertamente para eliminar los obstáculos de aquellos a los que ha estorbado. Si usted ha pecado espiritualmente (sin oración, sin amor, e incredulidad así como su respectivo fruto, crítica, etc.) entonces confíeselo a la iglesia para la cual usted ha sido de estorbo.” (J. Edwin Orr)
iv. “Tan pronto como estemos conscientes de pecado, lo correcto no es comenzar a razonar con él, ni esperar hasta que nos hayamos llevado a un estado del corazón apropiado, sino inmediatamente ir y confesar la transgresión al Señor, en ese lugar, en ese momento.” (Spurgeon)
b. David le preguntó por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y por el estado de la guerra: Este era el torpe intento de David de fingir que no pasaba nada. David dio toda la impresión de que las cosas estaban como siempre cuando delante de Dios nada estaba como siempre ni bien.
c. Desciende a tu casa: “El plan de David, era que Urías debía ir y estar con su esposa, y que el hijo concebido pasara como de él, el honor de Betsabé sería protegido, y su propio crimen oculto. En este momento no tenía ningún plan para el asesinato de Urías, ni de tomar a Betsabé como esposa.” (Clarke)
d. El arca e Israel y Judá están bajo tiendas: Esto muestra que Urías tenía pasión por la gloria de Dios, a pesar de que era Heteo y no un Judío nativo.
e. ¿Y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer?: Esto muestra que Urías era un hombre de gran integridad. Él era un verdadero “colaborador” que no quería disfrutar de las comodidades del hogar mientras sus compañeros soldados soportaban la adversidad en el campo de batalla.
i. “David tenía la expectativa y la esperanza de que Urías probaría ser como él; en vez de eso, probó ser un hombre de integridad, cuya lealtad principal era hacia los intereses del rey en vez de hacia sus propios placeres.” (Baldwin)
Y David dijo a Urías: Quédate aquí aún hoy, y mañana te despacharé. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente. Y David lo convidó a comer y a beber con él, hasta embriagarlo. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos de su señor; mas no descendió a su casa.
a. Quédate aquí aún hoy, y mañana te despacharé: David le mintió a Urías, sabiendo que él quería regresar al frente de batalla lo más pronto posible. David esperaba que Urías tratara a la noche que se aproximaba como si fuera su última antes de regresar a la batalla y estuviera con Betsabé.
b. Y David lo convidó a comer y a beber con él: David esperaba que al embriagar a Urías debilitaría su determinación de identificarse con sus compañeros soldados. Sin embargo Urías no descendió a su casa, negándose a disfrutar lo que sus compañeros soldados no podían mientras la batalla continuara.
i. Urías es un buen ejemplo de cómo los Cristianos deben conducirse como compañeros soldados en la batalla espiritual. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros (Romanos 12:15-16).
ii. David estaba ebrio de lujuria cuando durmió con Betsabé; él esperaba embriagar a Urías con vino para que produjera el mismo resultado.
c. Mas no descendió a su casa: Algunos comentadores creen que Urías sospechaba de alguna infidelidad en Betsabé y la evitaba por celos. “Es como si él hubiera olido algo.” (Trapp)
Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano de Urías. Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera. Así fue que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. Y saliendo luego los de la ciudad, pelearon contra Joab, y cayeron algunos del ejército de los siervos de David; y murió también Urías heteo.
a. Escribió David a Joab una carta: Meyer se imagina a Joab diciendo, “Mi amo puede cantar salmos con los mejores, pero cuando quiere que se haga una pieza de trabajo sucio, debe venir a mí.”
b. Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla: Al haber fallado en cubrir su pecado, David quiso a Urías muerto. Muchos adúlteros secretamente desean que la muerte los libere para casarse con el objeto de su adulterio. Este es el mismo corazón de asesinato incluso si el hecho nunca llega a realizarse. David tenía el poder de actuar en base a su deseo.
c. La cual envió por mano de Urías: David confiaba tanto en la integridad de Urías que lo hizo mensajero involuntario de su propia sentencia de muerte.
i. “Esta fue la suma de la traición y la villanía. Hizo que el hombre más noble cargara las cartas que describían el modo en el que iba a ser asesinado.” (Clarke)
d. Para que sea herido y muera: David le ordenó a Joab que arreglara la muerte de Urías. Aunque fue oculto bajo la furiosa batalla, Urías fue asesinado con tanta certeza como si el mismo David lo hubiera matado en su propia casa.
i. “Si un hijo estaba por nacer, los labios de Urías, por lo menos, no deberían ser capaces de negarlo.” (Meyer)
ii. “David fue mejor cuando siervo que cuando rey; porque al ser un siervo, temió matar a Saúl su adversario, pero al convertirse en rey, vilmente asesinó a su más fiel amigo y diligente súbdito.” (Trapp)
iii. “Aunque nos lamentamos por el pecado de David, aún así agradecemos a Dios que haya sido permitido, porque si no hubiera caído no hubiera sido capaz de ayudarnos cuando estamos consientes de transgresión. No hubiera podido describir nuestro dolor con tanta minuciosidad sino hubiera sentido lo mismo. David vivió, en este aspecto, para otros así como para sí mismo.” (Spurgeon)
e. Murió también Urías heteo: Joab hizo exactamente lo que David le ordenó. Él sabía que estaba mal pero simplemente siguió las órdenes y asesinó a Urías por orden de David.
i. Si no se confronta inmediatamente, un pecado puede tomar un curso desdichado. David fue indulgente con su lujuria y sensualidad por muchos años e ignoró las advertencias y las formas de escape de Dios. Permitió que la tentación se convirtiera en lujuria y que la lujuria se convirtiera en adulterio. Cuando las consecuencias de su adulterio amenazaron con exponer su pecado, primero lo cubrió con engaño y después con asesinato. Satanás nunca habría podido tentar a David con todo el paquete al mismo tiempo, pero lo engaño con él pedazo a pedazo.
Entonces envió Joab e hizo saber a David todos los asuntos de la guerra. Y mandó al mensajero, diciendo: Cuando acabes de contar al rey todos los asuntos de la guerra, si el rey comenzare a enojarse, y te dijere: ¿Por qué os acercasteis demasiado a la ciudad para combatir? ¿No sabíais lo que suelen arrojar desde el muro? ¿Quién hirió a Abimelec hijo de Jerobaal? ¿No echó una mujer del muro un pedazo de una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis tanto al muro? Entonces tú le dirás: También tu siervo Urías heteo es muerto. Fue el mensajero, y llegando, contó a David todo aquello a que Joab le había enviado. Y dijo el mensajero a David: Prevalecieron contra nosotros los hombres que salieron contra nosotros al campo, bien que nosotros les hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta; pero los flecheros tiraron contra tus siervos desde el muro, y murieron algunos de los siervos del rey; y murió también tu siervo Urías heteo. Y David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: No tengas pesar por esto, porque la espada consume, ora a uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la rindas. Y tú aliéntale.
a. ¿Quién hirió a Abimelec hijo de Jerobaal?: Esta es una referencia a Jueces 9:50-57, donde Abimelec murió por acercarse demasiado a los muros de la ciudad sitiada. La idea es que Joab sabía que era un mal movimiento militar acercarse tanto a los muros, pero lo hizo de todas formas por órdenes de David.
b. Y murió también tu siervo Urías heteo: David escuchó con alivio estas palabras. Pensó que ahora podría casarse con Betsabé y dar una explicación razonable de su embarazo.
c. La espada consume, ora a uno, ora a otro: Este era un proverbio sobre las fortunas de la guerra. Era una manera de decir, “Estas cosas pasan.” David dijo esto para su propia conciencia culpable tanto como para Joab.
Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido. Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová.
a. Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto: No tenemos ninguna razón para creer que Betsabé sabía que David había arreglado la muerte de su esposo. Es probable que David le haya ocultado esto a Betsabé. Al mismo tiempo, se sintió parcialmente aliviada de escuchar que su esposo había muerto.
i. “Hay pocas dudas al respecto, de que ella se sintió contenta en el fondo de su corazón, considerando el peligro de ser castigada por adúltera, y sus esperanzas de ahora poder ser hecha reina. (Trapp)
b. y fue ella su mujer: Esto no era nada nuevo para David. Ya había agregado esposas a su colección antes, así que ahora simplemente agregó otra.
i. “David ahora es una especia de héroe, a los ojos del pueblo. Ha integrado a su harem, a la pobre esposa embarazada, viuda de uno de sus capitanes caídos en batalla, para que la gente diga, “¡Miren la manera en que respalda a sus hombres! Cuida de sus viudas cuando son muertos en batalla. ¡Qué rey tan maravilloso!” (Smith)
c. Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová: Esta es la primera mención de Dios en este capítulo. Dios atestiguó cada evento y leyó la intención de cada corazón, pero su desagrado solo es mencionado hasta esta declaración específica.
i. El estado del corazón de David en el intervalo de ese año es reflejado en Salmos 32:1-5: Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
ii. El Salmo 32 muestra que David se encontró bajo intensa condena durante ese tiempo y que todo el gozo de su vida se evaporó. David conoció el estrés y la agonía de vivir una doble y falsa vida. No encontró alivio hasta que se arrepintió y se puso a cuentas con Dios otra vez. “Mientras mejor sea el hombre más caro es el precio que debe de pagar por un corto periodo de placeres pecaminosos.” (Meyer)
iii. David estaba en una terrible posición donde tenía demasiado pecado en él como para estar feliz con Dios, pero demasiado de Dios en él como para estar feliz en el pecado. Como David era un hombre conforme al corazón de Dios, Dios llevó a David al arrepentimiento y a la restauración.
iv. “Cuando mayor es la necesidad de confesión, a menudo se da la mayor tardanza en llevarla a cabo... Creo que puedo ver porque no él no pudo ir directamente del pecado a la confesión, pues el pecado impidió la confesión – el pecado cegó al ojo, atrofió la conciencia, y atrofió a toda la naturaleza espiritual de David.” (Spurgeon)
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