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Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de Jehová. Y envió a Eliaquim mayordomo, a Sebna escriba y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías hijo de Amoz, para que le dijesen: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas. Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, a quien el rey de los asirios su señor ha enviado para blasfemar al Dios viviente, y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda. Vinieron, pues, los siervos del rey Ezequías a Isaías.
a. Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio: El rasgar sus ropas y usar cilicio(un material áspero, de tipo yute) eran expresiones de profundo luto, usualmente por la muerte de un ser querido. Ezequías recibió esta noticia sobre el Rabsaces con seriedad, sabiendo qué tan dedicado estaba este enemigo a conquistar por completo a Jerusalén.
i. La reacción inicial de Ezequías fue buena.Vio la situación por lo que realmente era. A menudo, cuando estamos pasando por algún tipo de prueba o dificultad, lo manejamos pobremente porque nunca vemos la situación con precisión. La situación de Jerusalén era desesperada y Ezequías lo sabía.
ii. Había una buena razón por la cual Ezequías era tan humilde delante de Jehová. “Ciudad tras ciudad ha caído frente a Senaquerib y largas líneas de deportados serpentean ya su amargo camino al exilio – ¡y todo por culpa de Ezequías! Él siguió la lunática política de rebelión y fue hechizado por las promesas Egipcias. Para el caso pudo haber vendido a su pueblo él mismo. Siempre se puede confiar en Jehová para defender a su gente.” (Motyer, comentario sobre Isaías)
b. Entró en la casa de Jehová: La segunda reacción de Ezequías fue aún mejor. No permitió que su duelo y su pena lo llevaran a rechazar el poder y la ayuda de Jehová. Él sabía que este era un tiempo aún más necesario que nunca de buscar a Jehová.
i. “La insolente blasfemia de este discurso es inigualable: Ezequías la trató como debía: no fue precisamente hacia él, sino contra Jehová; por lo tanto refiere el asunto al mismo Jehová, quien castiga esta blasfemia de la manera más llamativa.” (Clarke)
ii. Cuando dice, entró en la casa de Jehová, no debemos pensar que el Rey Ezequías entró en el lugar santo, el cual estaba prohibido para todos menos para los sacerdotes. Simplemente significa que Ezequías fue a los patios de la casa de Jehová, para buscar a Dios en el lugar que estaba abierto para él como hombre de Israel.
iii. Un rey de Judá anterior, el Rey Uzías, vio terminar trágicamente su reinado cuando rompió esta orden de Jehová de permanecer fuera del lugar santo del templo. 2 de Crónicas 26:16 dice,Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.En respuesta Dios golpeó a Uzías con lepra y fue un leproso aislado hasta su muerte.
c. Y envió a Eliaquim... Sebna... y a los ancianos de los sacerdotes... al profeta Isaías: La tercera cosa que hizo Ezequías también fue buena. El rey buscó la palabra de Jehová, dada a través del profeta de Jehová.
d. Los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas: Ezequías puso estas palabras en la boca de sus mensajeros para expresarle a Isaías la calamidad total de la situación. Esta era una expresión proverbial para un desastre – una mujer tan exhausta por el parto que no puede completar el nacimiento, por lo que es probable que la madre y el niño mueran.
e. Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces: Ezequías sabía que su única esperanza era que Dios se ofendiera con las blasfemias del Rabsaces y se levantara contra él.
i. “La insolente blasfemia de este discurso es inigualable: Ezequías la trató como debía: no fue precisamente hacia él, sino contra Jehová; por lo tanto refiere el asunto al mismo Jehová, quien castiga esta blasfemia de la manera más llamativa.” (Clarke)
f. Por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda: “Isaías, ora por nosotros. Nuestra nación está devastada por esta invasión Asiria, y solo queda Jerusalén. Ora por el remanente que aún queda.”
E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así ha dicho Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada.
a. Así ha dicho Jehová: Isaías estaba consciente de que hablaba como profeta de Jehová. Sin titubear, habló como si estuviera hablando por Jehová Dios del cielo. Podemos estar seguros de que Isaías no se tomó esto a la ligera. El destino de la nación, y toda su credibilidad como profeta, dependían de lo que dijo
i. Isaías, hablando por Jehová, estaba por hacer una osada predicción. Su profecía sería totalmente “comprobable.” Sucedería o no sucedería; Isaías sería conocido como un verdadero profeta o como un falso profeta en poco tiempo.
b. No temas por las palabras que has oído: Tal vez podemos sentir una gentil reprimenda en estas palabras de Jehová. “Ezequías, es bueno que me busques con tanta pasión. Pero las palabras del Rabsaces son solo palabras. No tengas miedo de ellas.”
c. Con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria: ¡Cómo deben de haber animado a Ezequías estas palabras! Antes tenía la esperanza Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces... para blasfemar al Dios viviente(2 de Reyes 19:4). Ahora, Jehová habló a través del profeta Isaías, diciendo que ciertamente había oído esas palabras. Era evidente que Dios había tomado esta ofensa como personal.
i. Los siervos del rey de Asiria: Siervoses “una expresión totalmente desacreditadora, ‘los chavales/ lacayos del rey de Asiria’.” (Motyer, comentario sobre Isaías) “Él llama al Rabsaces y a otros oficiales del ejército esclavos o siervos – podríamos decir los recaderos– del rey de Asiria.” (Bultema, comentario sobre Isaías)
d. He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada: Aquí, Jehová Dios le aseguró a Ezequías que él lidiaría con el Rabsaces. Él había escuchado su blasfemia, y traería juicio contra él.
i. Significativamente, en este mensaje inicial del profeta, no había mención de la liberación de Jerusalén o de la derrota del ejército Asirio. Dios enfocó este mensaje contra el Rabsaces personalmente.
ii. “Elrumorera, que Tirhaca había invadido Asiria. La ráfaga fue esa que mató aciento ochenta y cinco milde ellos en una noche, ver versículo 35.” (Clarke)
Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo contra Libna; porque oyó que se había ido de Laquis. Y oyó decir que Tirhaca rey de Etiopía había salido para hacerle guerra. Entonces volvió él y envió embajadores a Ezequías, diciendo: Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria. He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas; ¿y escaparás tú? ¿Acaso libraron sus dioses a las naciones que mis padres destruyeron, esto es, Gozán, Harán, Resef, y los hijos de Edén que estaban en Telasar? ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, y el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva?
a. Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo contra Libna: Esto debió de haber parecido a Ezequías como el cumplimiento de la promesa de Jehová a través del profeta Isaías. El Rabsaces dejó Jerusalén y Ezequías debió haber pensado, “Ahora, regresará a su propia tierra y será asesinado, tal como Jehová lo prometió ¡por fin! ¡Gracias Jehová!”
b. Y oyó decir que Tirhaca rey de Etiopía había salido para hacerle guerra: Mientras el Rabsaces estaba lejos, los Asirios se enteraron de que las tropas Egipcias (bajo las órdenes del rey de Etiopía) estaban avanzando por el sur. Esta sería la intervención Egipcia que Asiria temía, y en la que muchos en Judá confiaban. Como Isaías profetizó, no resultaría en nada (Isaías 20:1-6 y 30:1-7).
i. “En realidad Tirhaca solamente era un príncipe en ese tiempo, pero como asumió el trono en el 690A.C., el título ‘rey’ es usado proféticamente.” (Wolf, comentario sobre Isaías)
c. No te engañe tu Dios en quien tú confías: El Rabsaces no estaba en Jerusalén, pero eso no lo detuvo de intentar provocar miedo, desánimo y desesperación en Ezequías. Él envió una carta al rey de Judá para atacarlo desde lejos.
d. Acaso libraron sus dioses a las naciones: Si leemos con un ojo de fe, estas palabras del Rabsaces para Ezequías debieron haber fortalecido la confianza del rey de Judá. Al contar al Dios de Israel entre los dioses de las naciones, el Rabsaces blasfemó contra Jehová e invitó a juicio.
i. El Rabsaces nombró varias ciudades que el ejército Asirio había conquistado, destruido por completo: “La lista de ciudades-estado que habían sido expulsadas (Hebreoherem; ‘exterminadas’ o completamente destruidas,RSV) le recuerda al lector que no solo Israel utilizaba este método en batalla (ver Números 21:2-3; Joshua 6:21).” (Wiseman)
Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová. Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente. Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los destruyeron. Ahora, pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios
a. Subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová: Ezequías hizo exactamente lo que todo hijo de Dios debería hacer con ese tipo de carta. La llevó la casa de Jehová (a los patios de afuera, no al lugar santo), y las extendió...delante de Jehová. En esto, Ezequías osada y eficazmente cumplió el mandamiento que se daría después en 1 de Pedro 5:7:echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
i. “Como un niño llevando su juguete roto a su Padre para reparar, así Ezequías puso sus problemas a la vista de Dios buscando una solución.” (Patterson y Austel)
ii. “En el versículo 14, Ezequías reaccionó a la segunda carta de una manera diferente. No fue con Isaías. Fue al templo y oró solo, llevando su suplica directamente al Señor. Ambos tipos de oración son apropiados para un creyente que está afrontando una crisis.” (Dilday)
iii. “Cuando por lo tanto llegan cartas a usted, anónimas o no, llenas de reproche amargo; cuando historias poco amables y malévolas son esparcidas respecto a usted; cuando todas esperanza de hombre ha perecido, entonces lleve su queja – la carta, el artículo, el discurso, el rumor – y preséntelo delante de Dios. Deje que sus peticiones sean conocidas delante de él.” (Meyer)
iv. Un viejo predicador recibió una carta sin remitente o dirección de envío en un sobre. Cuando lo abrió vio una sola pieza de papel con solo una palabra: “¡Tonto!” La llevó al púlpito el siguiente domingo y dijo: “Recibí una carta inusual esta semana. ¡Nunca antes había recibido una carta donde el remitente firmara su nombre, pero olvidara escribir algo más!”
b. Dios de Israel: Este título para Dios le recordaba a Ezequías – y a Jehová también, en nuestra forma humana de entendimiento – que Jehová Dios era el Dios de pacto de Israel, y que no debía abandonar a su pueblo.
i. Como se registra en Isaías 37:16, Ezequías también uso otro título cuando se dirigió a Dios, clamando “Oh Jehová de los ejércitos.” Este título para Dios básicamente significa, “Jehováde todos los ejércitos.” Ezequías estaba en una crisis que era principalmente militar en naturaleza, por lo que tenía sentido para él dirigirse a Jehová primero según el aspecto de la naturaleza de Dios que era de más utilidad para él. “Jehová de los ejércitos ¡envía algunas tropas a ayudarnos!”
c. Que moras entre los querubines: Aquí, Ezequías vio la gran majestuosidad de Dios. Ciertamente el que mora entre los querubines: nunca permitiría que las blasfemias del Rabsaces quedaran impunes.
i. “Él es nuestro juez, legislador, y Rey, y está por lo tanto atado por la más solemne obligación de salvarnos, o su nombre será manchado.” (Meyer)
d. Sólo tú eres Dios: Dioses un título sencillo para nuestro Jehová, pero tal vez el más poderoso. Si él es Dios, entonces ¿qué no puede hacer? Si él es Dios, entonces ¿Qué puede estar más allá de su control? Ezequías se dio cuenta del hecho más fundamental de toda teología: Dios es Dios, ¡y nosotros no!Dios es Dios, y el Rabsaces y los Asirios no.
e. Tú hiciste el cielo y la tierra: Al reconocer a Jehová Dios como Creador, Ezequías vio que Jehová tenía todo el podery todos los derechos sobre toda cosa creada. ¡Casi podemos sentir la fe de Ezequías elevarse mientras oraba esto!
f. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; Ezequías sabía muy bien que Jehová realmente había escuchado y visto las blasfemias del Rabsaces. Esta es una forma poética de pedirle a Dios que actuara en basea lo que había visto y escuchado, asumiendo que si Dioshabía vistotales cosas, ¡ciertamente actuaría!
g. Oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente: En su oración, el Rey Ezequías describió el contraste entre el Dios viviente y los dioses falsos de las naciones que los Asirios ya habían conquistado. Esos dioses falsos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, así que no fueron capaces de salvarlos de los Asirios. Pero Ezequías oró confiadamente en que el Dios vivientelos salvaría, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios.
Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Lo que me pediste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído. Ésta es la palabra que Jehová ha pronunciado acerca de él: La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece; detrás de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén.
a. Lo que me pediste: La gloriosa respuesta que llena el resto del capítulo vino porque Ezequías oró. ¿Y si no hubiera orado? Entonces debemos pensar que no hubiera llegado ninguna respuesta, y Jerusalén hubiera sido conquistada. La oración de Ezequías realmente fue importante.
i. Deberíamos preguntarnos: ¿Cuántas bendiciones, cuántas victorias, cuántas almas salvadas por la gloria de Jesús, permanecen sin reclamar en el cielo hasta que Jehová pueda decir “ lo que me pediste”?
b. La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece: La idea es que los Asirios habían venido a violar a la hija de Sion, la ciudad de Jerusalén. Pero Dios no iba a permitirlo. “Jerusalén es representada como una joven rechazando con desprecio los avances de un patán.” (Grogan, comentario sobre Isaías)
i. Jerusalén podía ser llamada la virgen hija de Sion por varias razones:
· No estaba contaminada con la repugnante idolatría de los paganos
· Dios la defendería del intento de violación de Senaquerib y los Asirios
· Nunca había sido invadida o conquistada por otro desde los días de David.
¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿y contra quién has alzado la voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel. Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jehová, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes, a lo más inaccesible del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses más escogidos; me alojaré en sus más remotos lugares, en el bosque de sus feraces campos. Yo he cavado y bebido las aguas extrañas, he secado con las plantas de mis pies todos los ríos de Egipto. ¿Nunca has oído que desde tiempos antiguos yo lo hice, y que desde los días de la antigüedad lo tengo ideado? Y ahora lo he hecho venir, y tú serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades fortificadas a montones de escombros. Sus moradores fueron de corto poder; fueron acobardados y confundidos; vinieron a ser como la hierba del campo, y como hortaliza verde, como heno de los terrados, marchitado antes de su madurez. He conocido tu situación, tu salida y tu entrada, y tu furor contra mí. Por cuanto te has airado contra mí, por cuanto tu arrogancia ha subido a mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
a. ¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿Y contra quién has alzado la voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel: Jehová, hablando a través de Isaías simplemente le dijo al Rabsaces, “¿Sabes con quién estás tratando?” El Rabsaces evidentemente no lo sabía.
i. Curiosamente, esta profecía tal vez nunca haya llegado a los oídos del Rabsaces. Después de todo, Isaías no tenía exactamente libre acceso a él. Pero tal vez antes de su terrible final, Dios encontró una manera de hacerle llegar esta profecía. O, tal vez Dios lo tenía para este blasfemo como un mensaje especial en el infierno. Pero por lo menos, esta profecía debió haber sido de gran aliento para Ezequías y todo Judá, incluso si el Rabsaces nunca la escuchó en esta tierra.
ii. Algunas veces Dios habla al enemigo más por el bien de su pueblo que por el del mismo enemigo.
b. Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes: Aquí, Jehová describió el gran orgullo que los Asirios sentían por sus propias conquistas. Pero se olvidaron de que en realidad Jehová estaba a cargo (Y ahora lo he hecho venir, y tú serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades fortificadas a montones de escombros. Sus moradores fueron de corto poder). Incluso si los Asirios no lo sabían, le debían su éxito a Jehová.
i. “Dios entonces confrontó a Senaquerib con aquello que al parecer él no había considerado: Los éxitos de Senaquerib habían sido predeterminados por Dios... Senaquerib no debería jactarse como si lo que había hecho había sido generado o logrado por él mismo.” (Patterson and Austel)
ii. Esto era humillante para los Asirios. Todo el tiempo, pensaron que había sido por su gran poder que habían logrado tanto. Aquí, Dios dejó claro que fue su poder el que lo hizo.
iii. “Con las plantas de mis piesera el alarde de Senaquerib de que había comandado a tantos soldados que cuando marchaban a través de los lechos del río, literalmente secaban los ríos.” (Dilday)
c. He conocido tu situación, tu salida y tu entrada: Dios sabía cómo encontrar a los Asirios. Y como Asiria había ido demasiado lejos en blasfemar al que había hecho todo su éxito posible, yo pondré mi garfio en tu nariz... y te haré volver por el camino por donde viniste. Esta era una afirmación especialmente dramática, porque esta es exactamente la manera en que los Asirios hacían marchar cruelmente a los que forzaban a reubicarse de sus tierras conquistadas. Ellos alineaban a los cautivos, y atravesaban un anzuelo grande por la nariz o el labio de cada cautivo, los ensartaban todos juntos y los hacían marchar: Dios les dijo, “Voy a hacer lo mismo con ustedes.”
i. “La práctica Asiria de llevar a los príncipes extranjeros cautivos con un aro o gancho en la narizse representa en la Estela de Esarhaddon en Zenjirli que lo muestra sujetando a Tirhaca de Egipto y a Ba’alu de Tiro.” (Wiseman)
Y esto te daré por señal, oh Ezequías: Este año comeréis lo que nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellas. Y lo que hubiere escapado, lo que hubiere quedado de la casa de Judá, volverá a echar raíces abajo, y llevará fruto arriba. Porque saldrá de Jerusalén remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
a. Este año comeréis lo que nacerá de suyo: “La invasión no permitió la siembra en el 702A.C., pero cuando la amenaza se fue en el 701 ellos encontrarían suficiente crecimiento para preservar la vida; en el 701 los Asirios que se retiraban aún inhibían la agricultura, sin embargo en el 700 aun así habría suficiente a través del ‘crecimiento accidental’. Así el Señor confirmaría retrospectivamente que fue su mano la que dispersó el ataque.” (Motyer, comentario sobre Isaías)
i. “Cuando en la cosecha del tercer año el pueblo comiera en abundancia, sabrían con toda certeza que Dios había estado en toda la crisis.” (Patterson y Austel)
b. Porque saldrá de Jerusalén remanente: Por más que los Asirios quisieran destruir a Jerusalén y Judá, no podrían hacerlo. Dios preservaría a su remanente.
i. “La doctrina delremanente(vv. 4, 30) dejado por la gracia de Dios a través de los tiempos de pruebas fue demostrada por Isaías, cuyo hijo fue llamado Sear-jasub, ‘el remanente regresará’ (Isaías 7:3; 37:30-32). Los Israelitas huyeron a Judá para que en un sentido Judá también incluyera al remanente de Israel para continuar con el nombre y la obra de Dios.” (Wiseman)
Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.
a. No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella... Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla: Dios clara y sencillamente trazó una línea. Aunque la máquina militar de Asiria estaba a punto de sitiar a Jerusalén y finalmente destruirlos, no lo harían. El rey de Asiria no entraría a esta ciudad porque Dios prometió defenderla.
i. Es difícil para las personas modernas entender el antiguo horror de los sitios, cuando una ciudad era rodeada por un ejército hostil y atrapada dentro de una lenta y dolorosa inanición. El rey Ezequías y el pueblo de Jerusalén vivían bajo la sombra de esta amenaza, pero la promesa de Dios a través de Isaías les aseguraba que Senaquerib y el ejército Asirio no solo fallarían en tratar de conquistar la ciudad, sino que ni siquiera dispararían una saeta o sitiarían Jerusalén. Dios les prometió que ni siquiera iniciarían el sitio.
b. Por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo: Esto explica por qué Dios prometió defender Jerusalén. Dios defendería su propia gloria. A menudo, innecesariamente pensamos que debemos defender la gloria de Jehová. Pero no es realmente el caso. Dios es más que capaz de defender su gloria.
i. Dios también lo hace “ Por amor a David mi siervo.” El Rey David había muerto hace casi 300 años, pero Dios aún honraba su promesa a David (2 de Samuel 7:10-17). Dios defendió a Jerusalén, no por amor a Jerusalén – ¡Jerusalénmerecíajuicio! Sino que lo hizo por amor a sí mismo y por amor a David. De la misma manera, Dios el Padre nos defiende y nos bendice, no por amor a nosotros – a menudo merecemos su juicio – pero a menudo lo hace por amor a sí mismo, y por amor a nuestro Señor Jesucristo.
ii. Yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo: “Jeremías después sostuvo que los que interpretaron esta profecía como que significaba que el templo de Jerusalén nuca sería tomado fueron supersticiosos y presuntuosos (Jeremías 7:1-15).”
Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos.
a. Salió el ángel de Jehová: Simple y poderosamente, Dios destruyó su poderoso ejército en una noche. 185,000 murieron a manos del el ángel de Jehová. Contra todas las probabilidades, y contra toda expectativa a excepción de la expectativa de la fe, el ejército Asirio fue regresado sin siquiera haber disparado una sola flecha sobre Jerusalén. El incontenible fue contenido, el invicto fue derrotado.
i. El profeta Oseas hizo esta misma predicción:Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes. (Oseas 1:7)
ii. “Herodoto, el historiador Griego, registró que una noche el campamento del ejército de Senaquerib fue infestado con ratones (o ratas) que destruyeron las flechas y los escudos de los soldados. Probablemente obtuvo este relato de fuentes Egipcias, y bien podría ser una versión de alguna forma distorsionada de lo registrado aquí.” (Grogan)
b. Todo era cuerpos de muertos: Esto no era algo difícil de hacer para Dios. Por así decirlo, fue mucho más difícil para Jehová poner el corazón y las mentes de su pueblo en el lugar correcto. Una vez que estuvieron ahí, no era nada para Dios el enviar a un ángel a hacer esto.
i. Algunos han especulado que el ángel utilizó un medio natural. “Se ha pensado que fue una disentería bacilar, la cual tenía un periodo de incubación de tres días.” (Wiseman)
Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive, donde se quedó. Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada, y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.
a. Se fue, y volvió a Nínive: Esto sucedió exactamente como Dios dijo que sería. Pero aun así se él se fue lleno de orgullo. Después de su retirada de Judá, Senaquerib comisionó un registro, el cual es preservado en los Anales espectaculares de Senaquerib (el Prisma Taylor), el cual puede ser visto en el Museo Británico. Muestra lo lleno de orgullo que estaba el corazón de Senaquerib, incluso si ni siquiera había podido afirmar que había conquistado Jerusalén.
i. “Ataqué a Ezequías de Judá quien no se había sometido a mí, y tomé cuarenta y seis fortalezas, fuertes y pequeñas ciudades. Me llevé cautivos a 200,150 personas, pequeños y grandes, hombres y mujeres, una multitud de caballos, toros jóvenes, burros, camellos y bueyes. Al mismo Ezequías hice prisionero en Jerusalén, su residencia real; como a un pájaro en una jaula lo rodeé de terraplenes. Las ciudades que había saqueado las separé de su país y se las entregué a Mitini, rey de Ashdod; Padi, rey de Ecrón; y Silibel, rey de Gaza. Reduciendo así su reino. Y le agregué otro impuesto al que ya le había impuesto antes.” (Citado en Bultema, comentario sobre Isaías)
ii. “El relato Bíblico termina con la muy debatida afirmación de que el ejército Asirio fue golpeado de alguna manera durante la noche con pérdidas de vidas considerables, a lo que le siguió la suspensión del sitio... Los Anales Asirios tácitamente están de acuerdo con la versión Bíblica al no afirmar que Jerusalén haya sido tomada, sólo describiendo tributo de Ezequías.” (T.C. Mitchell,La Biblia en el Museo Británico)
iii. “Dios perdonó aSenaquerib, no por misericordia, sino en ira, reservándole una muerte aún más terrible y vergonzosa, a manos de sus propios hijos.” (Poole)
b. Y aconteció: Entre 2 de Reyes 19:36 y 2 de Reyes 19:37, pasaron 20 años. Tal vez Senaquerib pensó que había escapado del juicio de Dios, pero no. Se encontró con el amargo final de muerte por las espadas sostenidas por sus propios hijos.
i. Una antigua leyenda Judía – y nada más que una leyenda – dice cómo fue que los hijos de Senaquerib llegaron a matarlo. Senaquerib estaba afligido por la manera en que Dios parecía bendecir tanto a los Judíos, e intentó descubrir por qué. Alguien le dijo que fue porque Abraham había amado tanto a Dios que estuvo dispuesto a sacrificar a su propio hijo para Jehová. Senaquerib pensó que sería aún más favorecido por Dios, y decidió matar a dos de sus hijos como sacrificio para Jehová, volviéndose así aún más bendecido que Abraham y sus descendientes. Pero sus dos hijos se enteraron del plan y lo mataron antes de que él pudiera matarlos a ellos, cumpliendo así la palabra de Jehová.
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