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David Guzik :: 1 Samuel 2 – La Oración de Ana, Los Hijos Malvados de Elí

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1 Samuel 2 – La Oración de Ana, Los Hijos Malvados de Elí

A. La oración de Ana.

1. (1 de Samuel 2:1-2) Acción de gracias y adoración


Y Ana oró y dijo:
Mi corazón se regocija en Jehová,
Mi poder se exalta en Jehová;
Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos,
Por cuanto me alegré en tu salvación.
No hay santo como Jehová;

Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro.

a. 1 Samuel 1:28 termina: y adoró allí a Jehová. Aquí está la adoración que ofreció Ana, y lo que ofreció el día que dejó a su pequeño hijo – su único hijo – en el tabernáculo, el cual nunca volvería a vivir en su casa.

b. Mi corazón se regocija en Jehová: Aquí, Ana muestra un profundo compromiso y amor a Dios que nos humilla. En el día en el que hace el más grande sacrificio que hará en toda su vida, ¡se regocija en Jehová!

i. Sin embargo, note que ella se regocija en Jehová. Ella no se regocija ni puede regocijarse en dejar a su hijo. Pero puede, y lo hace, regocijarse en Jehová. En las situaciones más desesperadas, cuando no tenemos nada más en que regocijarnos, podemos regocijarnos en Jehová.

c. Mi poder se exalta en Jehová: El poder es a menudo utilizado como una imagen de fortaleza en la Biblia (Salmos 75:4-5). En la versión en inglés se utiliza la palabra horn, traducida como cuerno (N. del T.). Esto es debido a que la fuerza de un buey o de un cabestro puede ser expresada en su cuerno. Ana está hablando de su fortaleza y poder siendo exaltados en Jehová.

i. “Hemos visto con frecuencia que la palabra cuerno significa poder, fuerza y dominio. Es usada constantemente en la Biblia, y también lo fue entre los paganos.” (Clarke)

d. Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos: Ana tiene un fuerte sentido de vindicación sobre su rival, Penina, la otra esposa de. Penina había entristecido cruelmente a Ana (1 de Samuel 1:6-7), pero ahora Ana podía regocijarse porqué Jehová la había levantado.

e. No hay santo como Jehová: En este versículo, Ana muestra una forma clásica de poesía hebrea – un paralelismo repetitivo. Decir que Jehová es santo es decir que Él es totalmente apartado; que Él es único, y como ningún otro. Así que, cuando ella continua en el mismo verso diciendo, “Porque no hay ninguno fuera de ti,” ella está diciendo lo mismo que “No hay santo como Jehová,” sólo que con diferentes palabras. Cuando ella dice, “Y no hay refugio como el Dios nuestro,” está diciendo una vez más la misma cosa pero con diferentes palabras.

i. En esto, la poesía hebrea no rima las palabras por sonido, tanto como rima las ideas. Las ideas de las primeras tres líneas de 1 de Samuel 2:2 todas riman juntas, teniendo palabras diferentes sin embargo “sonando” iguales.

ii. Más allá de la estructura literaria, se le da énfasis a la idea: Dios es tan grande, no hay nadie – no lo hay en todo el universo – que se compare con Él. No es que Él tenga del mismo poder, sabiduría y pureza que nosotros tenemos, pero más de todo. No, su poder, sabiduría y pureza son de un orden diferente de nosotros, más allá de los nuestros.

2. (1 de Samuel 2:3) Una advertencia a los orgullosos y arrogantes.


No multipliquéis palabras de grandeza y altanería;
Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Jehová,
Y a él toca el pesar las acciones.

a. No multipliquéis palabras de grandeza y altanería: Ana ciertamente tiene en mente a su rival, su “compañera esposa” Penina aquí. Pero de alguna forma, ella ve a Penina como sólo una representación de toda la gente orgullosa y arrogante en el mundo. Ana sabiamente le dice a los orgullosos que no multipliquéis palabras de grandeza y que Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca. El orgullo puede ser expresado de muchas maneras, pero normalmente es expresado por nuestras palabras. ¡Los orgullosos estarían mucho mejor si no hablaran tanto!

b. Porque el Dios de todo saber es Jehová: Esto es, claro, el mejor motivo para abandonar el orgullo. Comparados con Dios, ninguno sabemos nada, y como todos estamos muy lejos de Dios, todos estamos muy lejos del conocimiento. Él nos conoce, y a él toca el pesar las acciones.

3. (1 de Samuel 2:4-8a) Ana le da la gloria al Dios que frecuentemente humilla al fuerte y exalta al débil.


Los arcos de los fuertes fueron quebrados,
Y los débiles se ciñeron de poder.
Los saciados se alquilaron por pan,

Y los hambrientos dejaron de tener hambre;
Hasta la estéril ha dado a luz siete,
Y la que tenía muchos hijos languidece.
Jehová mata, y él da vida;
El hace descender al Seol, y hace subir.
Jehová empobrece, y él enriquece;
Abate, y enaltece.
El levanta del polvo al pobre,
Y del muladar exalta al menesteroso

a. En su canto, Ana ha hecho una advertencia sobre el orgullo. Aquí, ella da más razones por las cuáles todos debemos ser humildes ante Jehová(¡especialmente aquellos como Penina, su rival!).

b. Deberíamos ser humildes delante de Dios porque Él sabe como humillar al fuerte: Los arcos de los fuertes fueron quebrados... Los saciadosahora están rogando, y ella quien tenía muchos hijos languidece. Si somos fuertes ahora, o exaltados, debemos ser humildes, porque Jehová pude cambiar nuestra posición rápidamente.

c. Debemos ser humildes delante de Dios porque él sabe como exaltar al débil. Los débiles se ciñeron de poder... los hambrientos dejaron de tener hambre... Hasta la estéril ha dado a luz siete. Si ahora somos débiles, o estamos en un lugar bajo, deberíamos esperar humildemente en Dios y dejar que el nos levante.

i. En Lucas 14:7-11, Jesús dijo que cuando tengamos la oportunidad de establecernos en una posición alta, deberíamos tomar en su lugar una posición baja. Entonces, cuando alguien nos pone en un mejor lugar, será una experiencia agradable. Pero si nos ponemos un lugar alto, alguien puede llegar y ponernos en un lugar más bajo, y seremos avergonzados. Jesús concluyó diciendo, Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.

d. Ana sabía conocía esto íntimamente en su vida. Ella era estéril porque Jehová no le había permitido tener hijos (1 Samuel 1:6). Ella sabía que Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece. Dios la había puesto en un lugar bajo al principio, y luego la levantó. Ella podía ver la mano de Jehová en todo aquello.

4. (1 de Samuel 2:8b-10) La confianza de Ana en el futuro es realmente confianza en Jehová.


Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él afirmó sobre ellas el mundo. El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su propia fuerza. Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos; Jehová juzgará los confines de la tierra, Dará poder a su Rey, Y exaltará el poderío de su Ungido.

a. Porque de Jehová son las columnas de la tierra: Ana está confiada en la capacidad de Dios para humillar al fuerte y exaltar al débil porque Dios está en control. Si Dios no estuviera en control, entonces tal vez los fuertes podrían hacer lo que quisieran y Dios no podría hacer nada al respecto. Pero Ana sabía que el fundamento de la tierra misma (las columnas de la tierra) pertenece a Jehová.

b. Dios usa su poder para corregir las cosas: Porque nadie será fuerte por su propia fuerza. Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios. No es suficiente que creamos que Dios tiene este poder; debemos saber que Él lo usará para su gloria y justicia.

c. Dará poder a su Rey, y exaltará el poderío de su Ungido: En este tiempo, Israel no tenía un rey, y parece que ni siquiera quería uno. Así que cuando Ana habla de su rey, ella está viendo al futuro Mesías, quien finalmente vendrá a corregir las cosas. Él es su ungido.

i. Ésta es la primera vez en la Biblia en la que se refiere a Jesús como el Mesías. “Ella aplicó en Él por primera vez el famoso epíteto Mesías en Hebreo,Cristo en Griego, y Ungido en Inglés, el cual fue adoptado por David, Natán, Etán, Isaías, Daniel, y los profetas que siguieron en el Antiguo Testamento; y por los apóstoles y escritores inspirados del Nuevo.” (Hales, citado en Clarke)

ii. Zacarías, el padre de Juan el Bautista, cita a Ana en Lucas 1:69, cuando proféticamente llama a Jesús el cuerno de la salvación, citando a 1 de Samuel 2:10. María, la madre de Jesús, en su hermosa oración que se encuentra en Lucas 1:46-55, parece citar la canción de Ana con frecuencia.

8. (1 de Samuel 2:11) Samuel ministra para Jehová.


Y Elcana se volvió a su casa en Ramá; y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí.

a. Y Elcana se volvió: Lo hicieron. Fue difícil hacerlo, dejar a su pequeño hijo, pero lo hicieron porque le habían prometido a Dios que lo harían.

b. Y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí: Aunque era joven, Samuel podía tener un ministerio para Jehová. Nuestros jóvenes pueden adorar a Dios, agradarle y alabarle, y con frecuencia es un gran avance en su caminar con Dios cuando ellos experimentan a Dios en adoración.

i. La Nueva Traducción viviente lo traduce bien: y el niño servía al Señor. Hay maneras en las que incluso los niños pueden servir a Dios y ministrarle.

B. Los malvados hijos de Elí, el sumo sacerdote.

1. (1 de Samuel 2:12) El carácter corrupto de los hijos de Elí.


Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.

a. Los hijos de Elí eran hombres impíos: Literalmente, el Hebreo los llama hijos de Belial. Belial era un Dios pagano, y la frase hijos de Belial hacía referencia a hombres malvados y despreciables. Este era un problema grande, porque los hijos de Elí iban a sucederlo como sumo sacerdote, y ya estaban ejerciendo el sacerdocio.

b. No tenían conocimiento de Jehová: A pesar de que su padre Elí conocía a Jehová, ese conocimiento no pasó genéticamente a los hijos de Elí. Ellos tenían que conocer a Jehová personalmente.

i. Puede ser muy difícil para los niños llegar a tener un conocimiento verdadero y genuino de Jehová cuando han crecido en un hogar Cristiano. Ellos simplemente parecen asumir que conocen a Jehová porque papá y mamá lo conocen. Pero los jóvenes necesitan tener un compromiso apasionado para conocer al Señor personalmente. Y saber sobre el Señor no es suficiente; debemos conocerlo nosotros mismos, en una relación personal.

2. (1 de Samuel 2:13-17) Su primera ofensa: robar lo que fue ofrecido a Dios.


Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes, y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo. Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza. Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

a. Era costumbre de los sacerdotes con el pueblo: Con muchos de los sacrificios que eran llevados al tabernáculo, una porción era ofrecida a Dios, otra porción se le daba al sacerdote, y otra porción se la quedaba el que traía la ofrenda. Según otros pasajes del Antiguo Testamento, el sacerdote debía recibir una porción del pecho y el hombro. Pero ahora, unos cuatrocientos años después de que fue dada la Ley de Moisés, la costumbre sacerdotal había cambiado – ellos no tomaban la porción señalada del pecho y el hombro, sino que tomaba lo que sea que el garfio sacara del caldero.

i. “No satisfechos con el pecho y el hombro, que les fueron designados por Dios, Éxodo 29:27-28; Levítico 7:31, también tomaban una parte de lo que le correspondía al que ofrecía la ofrenda.” (Poole)

ii. Era suficientemente malo que el sacerdocio en general cambiara su práctica de lo que Dios había dicho en su palabra. ¡Pero los hijos de Elí fueron incluso más allá!

b. La porción que le correspondía a Dios siempre debía ser ofrecida primero, así que estaba mal que se tomara la porción del sacerdote antes de que quemar la grosura.

i. La grosura era considerada la mejor y más lujosa parte del animal, así que eso le era entregado a Dios. La idea era que Dios siempre debía recibir lo mejor, y que Dios debía recibir su porción primero. Pero en su orgullo, los hijos de Elí tomaban su porción antes de quemar la grosura.

c. Porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda: ¿Por qué querían los hijos de Elí carne cruda? Tal vez era para poder prepararla como se les antojara; o aún más probable, era porque la carne cruda era más fácil de vender, y así venderían la carne y ganarían dinero.

i. “La carne cocida no los satisfacía. Pero no le corresponde a un siervo del Señor ser esclavo de su paladar. Cristo les dijo a sus apóstoles que cuando llegaran a una casa, ‘coman lo que se les ponga enfrente, si es saludable, aunque casero.... Comúnmente un diente descontrolado es el precursor de lujos descontrolados. La gula es la galería a través de la cual camina la lascivia.” (Trapp)

d. No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza: La avaricia de los hijos de Elí era tan grande, que no dudaron en usar violencia y amenazas para obtener lo que querían.

i. El criado del sacerdote: Como es el caso de muchos hombres influyentes, tienen a alguien más que haga el trabajo “sucio”. Los hijos de Elí no amenazaban ni intimidaban personalmente a los que traían las ofrendas a Jehová, pero le ordenaban a sus siervos que intimidaran y amenazaran a los adoradores. En esto, ellos sentían que podían estar por “encima” de su propia corrupción. Sin embargo, el texto dice era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes. Claro, Dios no se agradaba de los siervos de los sacerdotes. Pero Dios sabía que este pecado era de los dos jóvenes hijos de Elí más que de los criados del sacerdote.

e. Porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová: Lo más grande del pecado de los hijos de Elí se encontraba en esto – que ellos, a través de su codicia, violencia e intimidación, hacían que otros no quisieran venir a presentar ofrendas a Jehová. Era suficientemente malo lo que estaban haciendo; pero el mayor pecado de los hijos de Elí fue cómo lastimaron a otras personas.

i. “Conforme vieron que los sacerdotes no tenían piedad, y que actuaban como si no hubiera Dios; ellos despreciaron el servicio a Dios, y se convirtieron en infieles. ¿Que son demonios, pero que alguna vez fueron ángeles de luz?” (Trapp)

ii. Jesús dijo que cualquiera que ofendiere a uno de sus pequeños, sería mejor para él que se colgara una piedra de molino de asno (una piedra muy pesada) al cuello y se arrojara al océano (Mateo 18:6-7). Nuestros pecados autodestructivos son lo suficientemente malos; es mucho peor cuando destruimos a alguien más.

iii. Pasa lo mismo en la actualidad con los ministros corruptos y codiciosos, que hacen que otros odien las ofrendas de Jehová. ¡Dios los juzgará con un estándar muy alto! (Santiago 3:1)

3. (1 de Samuel 2:18-21) La pureza y el servicio de Samuel y su familia es un contraste con el carácter malvado de los hijos de Elí.


Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino. Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado. Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa. Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.

a. Y el joven Samuel: A pesar de lo malvados que eran los hijos de Elí, Samuel era diferente. ¿No es por esto que Dios levantó a Samuel, debido a la corrupción de los hijos de Elí? Dios sabía cómo eran los hijos de Elí, así que guió toda una serie de acontecimientos que resultaron en la llegada de Samuel al tabernáculo. Si los hijos de Elí no iban a ser unos sucesores dignos, entonces Dios levantaría a alguien más.

i. En última instancia, los ministros corruptos no detienen – ni siquiera obstaculizan – la obra de Dios. Oh, pudiera parecer que sí; pero cada vez que hay hombres como los hijos de Elí, Dios levanta a alguien como Samuel. La obra de Dios no se detiene cuando los ministros se corrompen.

ii. ¿Por qué Samuel era un joven consagrado y los hijos de Elí no? Sería fácil decir que Samuel creció en un hogar consagrado y los hijos de Elí no. Pero Elí no parece haber sido particularmente un mal padre, aunque evidentemente hizo algunas cosas mal (como se indica en el resto del capítulo). No, estaría mal culpar a Elí por todas la culpa de sus hijos, o darle todo el crédito a Ana por Samuel. Hay una medida significativa que, después de toda la crianza, se le deja a la libre voluntad del niño.

b. Vestido de un efod de lino: Samuel, incluso desde que era niño, se distinguió en su servicio a Jehová. Su servicio fue lo suficientemente excepcional que le fue dado un efod de lino, el cual era una prenda sacerdotal (Éxodo 39:27-29).

i. ¿Qué hacía Samuel? “Hacía pequeños encargos, tal como preparar las luces, guardar las vestiduras, aprender música, y cosas similares.” (Trapp)

c. Joven: Aunque era un niño, Samuel servía a Jehová mejor, y de una manera más grande, que los hijos de Elí. Lo que el hombre ve en el servicio a Dios a menudo no es lo que Dios ve.

d. Y le hacía su madre una túnica pequeña: ¡Qué hermoso! Sólo alguien que estuvo ahí pudo haber descrito un detalle tan pequeño. Aunque Ana entregó a su pequeño hijo a Dios, ¡nunca dejó de amarlo!

e. Y visitó Jehová a Ana: ¡Ciertamente lo hizo! ¡Tres hijos más, y dos hijas! Dios nunca le deberá a nadie. Ana nunca podría decirle a Jehová, “te di a mi hijo, ¿pero qué me diste tú?” porque Dios le dio mucho.

f. Sobre Samuel crecía delante de Jehová: “No sólo delante de los hombres, los cuales pueden ser engañados, sino en la presencia del Dios que todo lo ve.” (Poole)

4. (1 de Samuel 2:22) La segunda ofensa de los hijos de Elí: Inmoralidad sexual.


Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

a. Pero Elí era muy viejo: Este pasaje está más centrado en el mismo Elí que en sus hijos. Ya era viejo, y no estaba en condiciones de tomar el tipo de liderazgo que Israel necesitaba de él como sumo sacerdote. Oía de todo lo que sus hijos hacían: Elí escuchaba sobre las malvadas acciones de sus hijos; ¿pero que haría al respecto?

b. Dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión: Esto significa que los hijos de Elí estaban cometiendo inmoralidad sexual con las mujeres que venían a adorar al tabernáculo. Es una versión antigua del “escándalo sexual de predicador” moderna.

i. Los dos grandes pecados de los hijos de Elí eran que le robaban al pueblo de Dios (1 de Samuel 2:12-17) y que cometieron inmoralidad sexual con las mujeres que iban a adorar al tabernáculo. Ambos mostraron el corazón de un mercenario, de un pastor infiel que se interesa más por lo que puede obtener del pueblo de Dios que por lo que puede dar al pueblo de Dios. En este sentido, los pecados de codicia e inmoralidad sexual no están muy separados, a menudo van de la mano como la evidencia de egocentrismo y abuso de poder.

ii. Es posible que las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo fueran de alguna forma trabajadoras de la casa de Dios. Éxodo 38:8 se refiere a las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

8. (1 de Samuel 2:23-26) La vana e ineficaz reprimenda de Elí para sus hijos.


Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir. Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres.

a. ¿Por qué hacéis cosas semejantes?Es una pregunta comprensible, pero innecesaria. ¿A quién le importa por qué? ¿Será que pudiera existir alguna razón que justifique? Ellos no pueden excusar su conducta pecaminosa, al contrario, tenían que hacerse responsables por ella.

i. Elí prácticamente hizo la peor cosa que un padre puede hacer al tratar de corregir a sus hijos: sólohablar. Lo único que hizo fue quejarse de que lo que estaban haciendo estaba mal, pero nunca tomó las acciones necesarias para corregir el problema. Los padres estarían mejor si gritaran menos, sermonearan menos, y tomaran medidas sensatas más a menudo, dejando a los niños ver las consecuencias de su desobediencia.

ii. Escribiendo desde el Siglo 17, John Trapp aconseja a Elí sobre lo que debió haber hecho: “acérquense, hijos de la brujería, semilla del adúltero y de la prostituta… prole degenerada e hijos de Belial, y no de Elí; crías de perdición insondable... es una nada extremadamente maloliente lo que escucho, y me acongoja que todavía vivo para oírlo; hubiera sido mejor que hubiera muerto hace tiempo, o que ustedes hubieran sido enterrados vivos, que esto de vivir y heder sobre la tierra.” ¡Esees un sermón de papá!

b. Hacéis pecar al pueblo de Jehová: Una vez más, éste fue el gran pecado de los hijos de Elí. Era suficientemente malo que robaran y se dejaran llevar por sus propias lujurias; pero también, por su conducta corrupta, hicieron que personas odiaran la adoración a Dios con sus ofrendas en el tabernáculo (1 Samuel 2:17), y guiaron a las mujeres adoradoras a la inmoralidad sexual.

c. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? “Todas las diferencias entre hombre y hombre pueden ser resueltas por el juez adecuado; pero si un hombre peca contra el Juez Supremo, Dios mismo, ¿quién podrá reconciliarlo con su Creador?” (Clarke)

i. Afortunadamente, 1 de Juan 2:1 contesta la pregunta de Elí: y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. ¡Alabado sea Dios, hay alguien que interceda por nosotros cuando pecamos contra Jehová!

d. Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir: Esta sorprendente declaración pudiera parecer injusta para algunos. Ellos se imaginan a los hijos de Elí queriendo arrepentirse, queriendo prestar atención a la voz de su padre, pero Dios evitándolo. Este definitivamente no es el caso. El arrepentimiento es un regalo de Dios, y si Dios decide no otorgar el regalo, la gente nunca querrá arrepentirse. Dios juzgó a los hijos de Elí de esta manera: Dios les dio exactamente lo que querían. Ellos no querían arrepentirse, y Dios no trabajó el arrepentimiento en sus corazones.

i. Pero ¿qué sobre las palabras, Jehová había resuelto hacerlos morir? Dios vio que eran hombres corruptos y quería juzgarlos. Todo lo que hizo Dios fue correcto y justo. ¿Está mal desear justicia? Cuando Jehová había resuelto hacerlos morir, simplemente significa que Dios deseó justicia para los hijos de Elí.

e. Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres: ¡Qué contraste con la maldad de los hijos de Elí! Esto muestra que aunque Elí estaba lejos de ser un padre perfecto, no era un mal padre crónico, porque él básicamente fue un padre para Samuel y Samuel creció para ser un hombre consagrado.

i. No podemos leer 1 de Samuel 2:26 sin pensar en Lucas 2:52, el cual describe la niñez de Jesús: Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. ¡Samuel estaba en buena compañía!

C. El anuncio del juicio de Dios contra la casa de Elí.

1. (1 de Samuel 2:27-33) Un varón de Diosdesconocido pronuncia juicio contra Elí: su familia será cortada del oficio del Sumo Sacerdote.


Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso, y llevase efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. He aquí, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa. Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel; y en ningún tiempo habrá anciano en tu casa. El varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril.

a. Y vino un varón de Dios: No sabemos quién fue este hombre; este varón de Dioses uno de los maravillosos personajes anónimos de la Biblia. Pero en realidad no importa quién es; él es un varón de Dios, y Dios lo levantó para hablarles a Elí y a toda su familia en este tiempo importante.

b. No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre: El padre al que se refiere es Aarón, quién fue el primer Sumo Sacerdote. Como el Sumo Sacerdocio era un oficio hereditario, Elí era un descendiente de Aarón, a quien Dios se le había revelado.

c. 1 de Samuel 2:28 es un resumen maravilloso de algunas de las tareas del sacerdocio en Israel.

i. Por mi sacerdote: Antes que nada, el trabajo del Sumo Sacerdote era ministrar delante de Jehová. Antes de servir al pueblo, el era un siervo de Dios. No era primero el sacerdote del pueblo (aunque también lo era), primero era el sacerdote de Dios.,

ii. Que ofreciese sobre mi altar: El sacerdote debía traer sacrificios para expiación y adoración. El altar era el lugar donde la sangre expiatoria era derramada y aplicada, sangre que purificaría del pecado. El altar también era el lugar a donde se traía “el sacrificio de alabanza”.

iii. Quemase incienso: Quemar incienso siempre fue una imagen de oración, porque el humo y el aroma del incienso ascendían a los cielos. El sumo sacerdote debía guiar a la nación en oración, y orar por la nación.

iv. Y llevase efod delante de mí: El sacerdote era vestido con prendas específicas, para honra y hermosura (Éxodo 28:2). Él debía representar la majestuosidad, dignidad, gloria y belleza de Dios al pueblo.

v. Todas las ofrendas: El sacerdote también era cargado con la responsabilidad de recibir las ofrendas del pueblo de Dios y hacer buen uso de ellas.

c. Por qué habéis hollado mis sacrificios: Hubiera sido fácil para Elí decir, “¡yo no lo estoy haciendo! ¡Son mis hijos!” Pero Elí tenía doble responsabilidad por sus hijos; como padre (aunque esto disminuía porque los hijos eran adultos), y como Sumo. Sus hijos “trabajaban” para él como sacerdotes, y Elí era un mal “jefe.”

d. Has honrado a tus hijos más que a mí: Como Elí no corregía a sus hijos como debía, ni como padre ni como cabeza sobre ellos, básicamente estaba prefiriéndolos a ellos antes que a Dios. Si él hubiera tenido más miedo de ofender a Dios, y menos miedo de ofender a sus hijos, los hubiera corregido.

i. Eric Liddell fue uno de los más grandes atletas Ingleses, y después entregó su vida por Jesús en el campo misionero. En 1924 tenía que correr por Inglaterra en los Juegos Olímpicos, cuando se reveló que las pruebas preliminares para su mejor evento, los 100 metros, se llevarían a cabo en Domingo. Discreta pero firmemente, Liddell se negó a correr. El día de la carrera de los 400 metros llegó, y cuando se dirigía a los bloques de salida, un hombre desconocido deslizó un pedazo de papel en su mano que citaba 1 de Samuel 2:30: yo honraré a los que me honran. Ese día Eric Liddel estableció un record mundial en los 400 metros.

e. Cortaré tu brazo: No literalmente, pero como el brazo era una imagen de fuerza y poder en el pensamiento Hebreo (Salmos 10:15, 77:15, 89:10), esto estaba diciendo que la casa de Elí perdería su fuerza y poder.

f. Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Aquí Dios promete que la línea sacerdotal no se quedaría con Elí y sus descendientes, pero pasaría a otra línea de descendientes de Aarón. Esta se cumplió muchos años después, en los días de Salomón; Abiatar (de la familia de Elí) fue depuesto como Sumo Sacerdote y fue reemplazado por Sadoc (que venía de otra familia).

i. 1 de Reyes 2:27 dice, Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.

ii. ¿Estaba Dios retractándose de su palabra cuando dijo “Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová? Para nada. La promesa referida es una promesa para Aarón en pasajes como Éxodo 29:9. Dios no removió el sacerdocio de la línea de Aarón, pero lo removió de la línea de Elí. La promesa implícita hecha a Elí era condicional, y él falló en cumplir con las condiciones.

g. En ningún tiempo habrá anciano en tu casa... y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril: Esta idea se repite tres veces en estos pocos versículos. Dios quiere hacer énfasis en que no bendecirá a los descendientes de Elí con una vida larga.

i. Será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor: Los descendientes de Elí que sí vivan un poco más no tendrán vidas bendecidas. Serán dolorosas de observar.

2. (1 de Samuel 2:34-36) La señal y la promesa: ambos hijos morirán en el mismo día.


Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día. Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días. Y el que hubiere quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él por una moneda de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me agregues a alguno de los ministerios, para que pueda comer un bocado de pan.

a. Y te será por señal esto: Como el cumplimiento de la promesa sería muchos años después (en los días de Salomón), Dios le dio a Elí una señal inmediata para demostrar su veracidad. Ambos hijos de Elí morirán en un día, y Elí verá esto, y sabrá que el juicio de Dios ha llegado contra su casa, y que un día el sacerdocio será removido de su familia.

i. Sólo porque algo no haya sucedido aún no significa que sea falso. La promesa de Dios era algo seguro, y Él quería que Elí lo supiera.

b. Y yo me suscitaré un sacerdote fiel: ¿quién es el sacerdote fiel que aquí se predice? Él fue un gran sacerdote, porque hizo conforme al corazón [de Dios] y al alma[de Dios]. Él fue un sacerdote bendecido, porque Dios dijo yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días.

i. Esta promesa se cumplió parcialmente en Samuel, porque el sirvió como un sacerdote consagrado, reemplazando eficazmente a los malvados hijos de Elí.

ii. Esta promesa se cumplió parcialmente en Sadoc, en los días de Salomón, porque reemplazó a la línea de la familia de Elí en el sacerdocio.

iii. La promesa fue finalmente cumplida en Jesucristo, porque él es un sacerdote por siempre según la orden de Melquisedec (Hebreos 7:12-17).

iv. La lección ha sido acentuada durante este capítulo. Dios siempre tiene sus sacerdotes. Siempre que haya sacerdotes débiles (como Elí) o sacerdotes corruptos (como Ofni y Finees), Dios levantará sacerdotes grandes y consagrados para reemplazarlos.

c. Y el que hubiere quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él por una moneda de plata: Este es un juicio apropiado, ya que mucho del pecado de los hijos de Elí fue avaricia y que le robaron al pueblo de Dios. En vez de recibir las porciones sacerdotales que eran suyas por derecho, la familia de Elí un día sería reducida a rogar.

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