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Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis.
a. Estas cosas os escribo para que no pequéis: 1 Juan 1:8 deja claro que el pecado es un hecho (por lo menos un hecho ocasional) en la vida del Cristiano. 1 Juan 1:9 deja claro que siempre habrá perdón para un pecado confesado. Sin embargo, Juan pretende también dejar claro que el Cristiano debe estar preocupado por el pecado. Una razón para haber escrito esta carta fue para queno pequéis.
i. Anteriormente Juan rechaza la idea de que podemos llegar a ser perfectos y sin pecado (1 Juan 1:8.) Al mismo tiempo, quiere dejar claro que no tenemos que pecar. Dios no hace que el creyente peque.
b. Para que no pequéis: Este es el deseo de Dios para el creyente. Si el pecado es inevitable, no es porque Dios haya decretado que debemos pecar. Todos los recursos para lograr una victoria espiritual son nuestros en Jesucristo, y esos recursos nunca son retirados.
i. Juan menciona esto por el tema de la comunión con Dios (1 Juan 1:3,) y el hecho de que el pecado puede romper nuestra comunión con Dios (1 Juan 1:6.) Él quiere dejar claro que Dios no ha hecho un sistema en el que debamos romper nuestra comunión con Dios por el pecado.
ii. La debilidad está en nuestra carne, la cual no está consistentemente deseosa de depender en Jesús para lograr victoria sobre el pecado. Dios promete que algún día la carne será perfeccionada por medio de la resurrección.
Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
a. Abogado tenemos: El deseo de Dios es que no pequemos. Sin embargo, si lo hacemos, se ha hecho provisión – un Abogado, un abogado defensor de nuestro lado. Nuestro Abogado es el mismo Jesucristo.
i. Lenski en la antigua palabra para Abogado: “Demóstenes la utiliza para designar a los amigos del acusado quienes voluntariamente vienen y personalmente tratan de convencer al juez para que falle a su favor.”
b. Abogado tenemos: Jesús es nuestro defensor, aun cuando pecamos ahora. Dios no se escandaliza por nuestro comportamiento humano. Él ha visto todo por adelantado. Él no te perdonó una vez para luego decir, “Mira ahora lo que hicieron! Si yo hubiera sabido que iban a hacer eso, nunca los habría perdonado.” Su perdón está disponible para nosotros ahora.
i. Es como si en las cortes celestiales estuviéramos como acusados, delante de nuestro justo juez, Dios el Padre. Nuestro Abogado se levanta para responder a los cargos: “Él es completamente culpable, su señoría. Es más, es más culpable de lo que se le acusa y ahora delante de usted confiesa a todo.” El mazo suena y el Juez pregunta, “¿Cuál debe ser su sentencia?” Nuestro Abogado contesta, “Su sentencia debe ser la muerte, él merece toda la ira de este tribunal.” Durante todo este tiempo nuestro acusador, Satanás, se está divirtiendo mucho con todo esto, Somos culpables! Admitimos nuestra culpa! Podemos ver nuestro castigo! Pero en ese momento nuestro Abogado pide acercarse al Juez. Al irse acercando, simplemente dice, “Papá, éste me pertenece. Yo pagué su precio. Yo llevé el castigo y la ira que él merece.” El mazo suena otra vez, y el Juez clama, “Culpable de los cargos! Castigo cumplido!” Nuestro acusador empieza a enloquecer, “No lo vas a poner aunque sea en libertad condicional?” “No!” el Juez exclama. “El castigo ha sido cumplido en su totalidad por mi Hijo. No hay motivo para ponerlo en libertad condicional.” Después el Juez se dirige a nuestro Abogado y dice, “Hijo, dijiste que éste te pertenece. Lo dejo bajo tu cuidado. Caso cerrado!”
c. Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo: Podríamos pensar que nuestro pecado vuelve a Dios contra nosotros, pero el amor de Dios es tan grande, que en Su amor fue hasta la última medida para que pudiéramos estar de pie de cara frente a Su santa justicia. Por medio de Jesús, Dios puede estar a favor nuestro aun cuando somos pecadores culpables.
i. Un abogado defensor humano argumenta por la inocencia de su cliente, pero nuestro Abogado. Jesucristo, admite nuestra culpa – y después presenta Su petición a nuestro favor como quien ha hecho un sacrificio expiatorio por nuestra culpa.
ii. Jesucristo el justo: significa que Jesús está completamente calificado para ser nuestro Abogado, ya que el es perfecto y sin pecado. Él ha pasado el examen de abogados del cielo, y está calificado para representar clientes en el tribunal de justicia del cielo.
iii. Necesitamos a Jesús como nuestro Abogado porque Satanás nos acusa delante de Dios (Apocalipsis 12:10.) Necesitamos distinguir entre la acusación de Satanás que nos condena y la amorosa convicción del Espíritu Santo.
d. Y él es la propiciación por nuestros pecados: Esto quiere decir que Jesús es quien expía y quita nuestros pecados, y no sólo nuestros pecados, sino los de todo el mundo.
i. Propiciación da la idea de ofrecer presentes a los dioses, como para quitar el enojo de los dioses. Los griegos pensaban en esto en el sentido de que el hombre esencialmente sobornaba a los dioses para que le hicieran favores. Pero en la idea Cristiana de propiciación, Dios mismo se presenta a sí mismo (en Jesucristo) como aquel que quitará su justa ira contra nuestro pecado.
ii. Alford sobre la propiciación: “La palabra implica que Cristo nos ha reconciliado con Dios con nada más que con su muerte voluntaria como un sacrificio: con esto ha apartado la ira de Dios de nosotros.
e. Y no sólo nuestros pecados, sino los de todo el mundo: Aunque Jesús hizo expiación por todo el mundo, no todo el mundo es salvo ni tiene comunión con Dios. Esto es porque expiación no significa perdón. El Día de Expiación del Antiguo Testamento (Levítico 16:34) lo demuestra, cuando el pecado de todo Israel era expiado cada año en el Día de Expiación, sin embargo no todo Israel era salvo.
i. Las palabras ”sino los de todo el mundo” anuncian al mundo que Dios se ha hecho cargo del problema del pecado por medio de la propiciación de Jesucristo. El pecado no tiene que ser una barrera entre Dios y el hombre, si el hombre recibe la propiciación que Dios ha provisto en Jesús.
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
a. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos: La evidencia de que alguien conoce a Dios, y de que tienen comunión con Él, es que guardan susmandamientos. Una sencilla y amorosa obediencia es un resultado natural de una comunión con Dios.
i. Tenemos un clemente Abogado en el cielo. Tenemos una invitación abierta a la restauración a través de la confesión. Sin embargo, estas cosas no hacen que un hombre convertido descuide los mandamientos. Dios cambia el corazón al momento de la conversión y escribe Su ley en nuestro corazón.
ii. “Aquellos hombres que piensan que la gracia de Dios, cuando es predicada completamente, rectamente y francamente, llevará al hombre al pecado, no saben lo que dicen ni lo que afirman…“¿Odiaré a Dios porque es bueno conmigo? ¿Debo maldecirlo porque me bendice? Me aventuro a pensar que muy pocos hombres razonan así.” (Spurgeon)
b. Mentiroso, y la verdad no está en él: La verdad sobre esto es tan cierta que si uno no vive una vida marcada por la obediencia, si dicen que tienen comunión (el conocimiento por experiencia) con Dios, puede dar lugar a duda.
i. “Yo le conozco:” “Distingamos, sin embargo el conocer de Cristo y el conocer a Cristo. Podemos conocer mucho acerca de nuestros grandes hombres, aunque a ellos no los conozcamos. Ahora, nunca un alma será salva por conocer de Cristo. El único conocimiento que tenemos que salva es conocerle, a Él mismo y confiar en Él, el Salvador que vive, quien está ahora a la diestra de Dios.” (Spurgeon)
c. Pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se haperfeccionado: Juan también hace la conexión entre nuestra obediencia y nuestro amor por Dios. Un amor perfeccionado (la idea es maduro) por Dios mostrará obediencia y la presencia de esta obediencia y amor nos da seguridad de que estamos en Jesús (Por esto sabemos que estamos en Él.)
i. Anotemos, cuando alguien se hace Cristiano, hay un cambio en su relación con el pecado. El pecado no es eliminado del creyente hasta que llegue a gloria, pero su relación con el pecado es cambiada cuando realmente se convierte.
· Un Cristiano ya no más ama el pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano ya no más alardea de su pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano ya no más planea el pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano ya no más recuerda su pecado con afecto como antes lo hizo.
· Un Cristiano nunca más disfruta su pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano nunca más se siente cómodo con su pecado habitual como antes lo hizo.
ii. “El Cristiano ya no ama el pecado; es el objeto de un terror severo: ya no más lo considera como una trivialidad, ni juega con él, ni habla de él con despreocupación…. El pecado es abatido en el corazón del Cristiano, aunque no es expulsado. El pecado puede entrar el corazón y pelear por dominio, pero no se puede sentar en el trono.” (Spurgeon)
d. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo: El pensamiento es traído a un círculo completo: cuando permanecemos en Jesús, andaremos como él anduvo – viviremos vidas de amor y obediencia. Cuando queremos andar como él anduvo, tenemos que empezar por permanecer en Él.
i. Andar como él anduvo: No somos llamados a imitar la manera en que Jesús caminó sobre el agua sino a su diario caminar con Dios el Padre. El poder espiritual evidente en la vida de Jesús fluía de una vida fiel, regular y disciplinada de comunión y obediencia.
ii. “El punto aquí es que aquel que conoce a Dios llevará más y más una vida justa, porque Dios es justo. No quiere decir que será sin pecado; Juan ya ha mostrado que cualquiera que diga esto, miente. Simplemente significa que irá moviéndose en la dirección marcada por la justicia de Dios. Si no hace esto, si no está cada vez más insatisfecho con el pecado y angustiado por el pecado, no es un hijo de Dios.” (Boice)
Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
a. Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo…. Os escribo un mandamiento nuevo: El mandamiento del cual escribió Juan era al mismo tiempo antiguo (en el sentido de que les había sido predicado durante todas sus vidas Cristianas) y nuevo (en el sentido de que fue llamado el nuevo mandamiento por Jesús en Juan 13:34)
i. El nuevo mandamiento sobre el amor del que habló Jesús en Juan 13:34 era realmente nuevo por varias razones. Una de las razones más importantes era que Jesús demostró un tipo de amor nunca antes visto, un amor que debemos imitar.
ii. La cruz apunta en cuatro direcciones para mostrar que el amor de Jesús es:
· Suficientemente ancho para abarcar a cada ser humano.
· Suficientemente largo para durar por toda la eternidad.
· Suficientemente profundo para alcanzar a todo pecador.
· Suficientemente alto para llevarnos al cielo.
Este es una nueva clase de amor, un amor que el mundo realmente nunca había visto antes de la obra de Jesús en la cruz.
b. Porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra: El nuevo mandamiento de amor es necesario por la oscuridad que marcaba a la humanidad, especialmente a los gentiles. Esto era antes de que la luz verdadera iluminara la obra terminada de Jesús.
c. El que dice que está en luz y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas: Anteriormente en este capítulo Juan nos examinó de acuerdo a la medida moral de nuestro caminar con Dios. Más adelante nos examinará de acuerdo a la doctrina como medida de nuestro caminar con Dios. Ahora nos examina de acuerdo a nuestro amor por otros Cristianos como medida de nuestro caminar con Dios.
i. Así como nuestra relación con el pecado y la obediencia es una medida de nuestra comunión con Dios, así también nuestro amor por el pueblo de Dios. Si decimos que estamos en la luz pero odiamos a nuestro hermano, entonces nuestra demanda que tenemos comunión con Dios, quien es luz, (1 Juan 1:5) es hueca. Pero el que si ama a su hermano muestra que permanece en la luz y no tropieza.
ii. “Parece claro que la expresión aquí no es la misma que ‘su prójimo’ ya que San Juan está escribiendo a Cristianos y tratando sobre la comunión de unos con otros.” (Alford)
iii. A veces es fácil pensar: “Seguir a Jesús sería fácil si no fuera por todos los Cristianos.” Y muchos Cristianos viven como caminantes heridos, lisiados por las heridas que otros Cristianos les han causado. Aun así, esta medida permanece. Si no podemos amarnos unos a otros, entonces no podemos decir que tenemos un amor real por Dios. Nuestra comunión con Dios se puede medir por nuestro amor para otros Cristianos.
iv. Por un lado, Dios es misericordioso al requerir esto, porque somos medidos conforme amamos a otros Cristianos, no a aquellos que no son Cristianos. Por otro lado, Dios nos da otra medida difícil y particular. Porque nosotros seguido – tal vez justamente – esperamos mucho más de nuestros amigos y conocidos Cristianos.
d. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas: El punto es claro. Si perdemos el amor, lo perdemos todo. No queda nada. Podemos hacer todas las cosas correctas, creer todas las verdades correctas, pero si no amamos a los otros Cristianos, entonces todo se pierde. Las tres pruebas – moral, doctrinal y del amor – se levantan juntas, como un taburete de tres patas.
i. Es muy fácil para las personas el colocar “el ministerio” o “estar bien” por encima del amor en el cuerpo de Cristo. Debemos trabajar un ministerio y debemos estar bien, pero debemos hacerlo todo en amor.
e. Y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos: Conociendo la importancia que Dios le ha dado a nuestro amor unos por otros, Juan va tan lejos como para decir que si aborrecemos a nuestro hermano, estamos caminando en tinieblas, y no podemos ver – hemos sido cegados.
i. Recordemos que el odio también puede demostrarse con indiferencia; el verdadero amor se demostrará a sí mismo de unos para otros.
ii. Podemos estar seguros de que Juan vivió esta vida de amor, pero no siempre fue así. Juan aprendió el amor, cuando era joven, era uno de los que eran llamados “hijo del trueno.” Una vez quiso llamar fuego del cielo para que cayera sobre aquellos que rechazaban a Jesús. (Lucas 9:54)
Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.
a. Os escribo a vosotros, hijitos: Cada uno de nosotros iniciamos nuestra vida Cristiana como hijitos. Cuando espiritualmente estamos en este punto, es suficiente para nosotros conoer y estar maravillados por el perdón de nuestros pecados y por todo lo que se necesitó para que Dios nos perdonara en Jesucristo.
b. Porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre: Esto es algo para regocijarnos. Si no nos regocijamos con esto, algo está mal. Probablemente nos falta ver lo malo de nuestro pecado y lo maravilloso de Su perdón. Cuando podemos ver lo grande que es nuestro pecado, y cuán grande fue el costo para tener ese perdón, nos obsesionamos por agradecer el haber recibido ese perdón.
c. Hijitos: Este perdón es un gozo especial para los hijitos de Dios, porque el perdón de Dios no es dado por niveles. Aún el Cristiano más nuevo tiene un perdón completo, nunca será “más perdonado.” El perdón es un regalo de Dos, no un logro del hombre.
i. Notemos bien, perdonados por su nombre. Las razones del perdón no se encuentran en nosotros sino en Dios.
Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio
a. Os escribo a vosotros, padres: Así como hay hijitos, también hay padres. Estos son hombres y mujeres que tienen una postura espiritual profunda. Tienen ese tipo de caminar con Dios que no se hizo de la noche a la mañana. Estos son como grandes robles en el Señor, que han crecido grandes y fuertes a través de los años.
b. Porque conocéis: Aquí es donde la madurez espiritual tiene sus raíces, no tanto en un conocimiento intelectual (aunque es parte) sino en la profundidad de la relación y comunión que tenemos con Jesús. No hay sustituto para años y años de vivir experiencias con Jesús.
Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno
a. Os escribo a vosotros, jóvenes: Así como hay hijitos y padres, también hay jóvenes. Estos son hombres y mujeres que ya no están pequeños, pero todavía no son padres. Ellos son los que están en “primera línea” en la obra de Dios.
i. El atributo propio de la juventud es llevar a cabo las partes activas de la vida – como soldados, estar comprometidos en un servicio activo. (Alford)
b. Porque habéis vencido al maligno: Ellos están comprometidos en batalla contra el maligno. No enviamos a nuestros hijos pequeños a la guerra, ni enviamos a nuestros ancianos a las primeras filas. El mayor esfuerzo, el mayor costo y la mayor fortaleza se esperan de los jóvenes.
i. Por esta razón, muchos han buscado permanecer en la primera etapa del crecimiento espiritual el mayor tiempo posible. Esto está mal, es como ser un prófugo o un vagabundo. No esperamos que los niños peleen en las guerras y que sean mantenidos por otros, pero no esperamos esto de los adultos.
c. Vencido al maligno: Estos jóvenes han vencido a los enemigos espirituales que buscan destruir su vida espiritual. Ellos saben lo que significa pelear contra Satanás y sus emisarios, haciendo equipo con Dios.
Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
a. Porque habéis conocido al Padre: En esta primera etapa del crecimiento espiritual, arraigamos nuestras raíces profundamente en el cuidado y amor Paternal de Dios. Lo conocemos como nuestro padre quien nos cuida y nos vemos como Sus hijos que dependemos de Él.
i. “¿Y qué no te glorías en Él? Los niños pequeños cuando empiezan a hablar y a ir a la escuela, qué orgullosos se sienten de su papá! Su papá es el hombre más grandioso que jamás existió: nunca hubo alguien como él. Puedes hablarles de grandes gobernantes, o de grandes guerreros o de grandes príncipes, pero todos ellos son “don nadies”: su papá llena todo el horizonte de su ser. Ciertamente así es con nosotros y nuestro Padre Dios.” (Spurgeon)
b. Hijitos: Juan usa diferentes palabras para hijitos en los versículos 12 y 13 (teknia y paidia respectivamente.) Teknia tiene más énfasis en una relación de dependencia del niño con su padre, mientras que paidia tiene un énfasis en la inmadurez del niño y su necesidad de instrucción.
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio.
a. Porque habéis conocido al que es desde el principio: La repetición de la misma idea en 14a muestra que debe ser enfatizado. La relación que la gente tiene con Jesucristo a este nivel de crecimiento espiritual es verdadera y profunda.
b. Os he escrito a ustedes: En ocasiones podríamos preguntarnos, “Bueno, ¿hay algo más? Está bien que estos padres conozcan a Jesús, pero, ¿No deberían ir más allá?” No hay más allá.
i. Pablo, en su carta a los Filipenses dijo que contaba todos los logros espirituales pasados como basura, comparado con la incomparable grandeza de conocer a Jesús. Que yo pueda conocerle es la manera poderosa en que Pablo lo escribió en Filipenses 3:10.
Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
a. Os he escrito a vosotros, jóvenes: Una vez más, el repetir la idea significa énfasis. Los jóvenes no sólo han vencido al maligno, pero lo han hecho por la fuerza que tienen a través de la palabra de Dios. La palabra de Dios es nuestra fuente de fuerza espiritual.
i. ¿Te consideras uno de los jóvenes espiritualmente? Entonces, ¿eres fuerte? ¿Estás usando tu fuerza para algo espiritual? ¿Tomas a mal que tu fortaleza sea probada y desarrollada por Dios?
b. La palabra de Dios permanece en vosotros: Estos jóvenes que habían logrado una medida de madurez espiritual, eran conocidos por el hecho de que la palabra de Dios permanecía en ellos. La palabra de Dios había hecho de sus corazones un hogar.
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
a. No améis al mundo: Juan nos ha dicho que si caminamos en la oscuridad del pecado y decimos tener comunión con Dios, mentimos (1 Juan 1:6). Ahora Juan señala un área específica de pecado que específicamente amenaza nuestra comunión con Dios: lo mundano – el amor al mundo.
b. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo: El mundo en el sentido al que Juan se refiere aquí, no es el globo terráqueo. Tampoco es la masa de humanidad, a quien Dios ama (Juan 3:16) Es la comunidad de humanidad pecadora que está unida en rebelión contra Dios.
i. Uno de los primeros ejemplos de esta idea del mundo en la Biblia nos ayuda a entender este punto. Génesis 11 nos habla de la sociedad humana unida en rebelión en contra de Dios en la torre de Babel. En la torre de Babel había un líder anti-Dios (su nombre era Nimrod). Hubo una rebelión contra Dios organizada (al desobedecer el mandato de dispersarse por todo el mundo) Hubo una directa desconfianza de la palabra de Dios y Su promesa (al construir lo que probablemente era una torre para protegerse de alguna futura inundación.
ii. La historia completa de la torre de Babel nos muestra otro hecho fundamental del sistema del mundo. El progreso, tecnología, gobierno y organización del mundo puede hacer al hombre más rico pero no mejor. Por el hecho de que nos gusta estar mejor económicamente, es fácil enamorarse del mundo.
iii. Finalmente, la historia de la torre de Babel nos muestra que el sistema del mundo – tan impresionante y ganador como parece ser – nunca será mejor que Dios. El Señor acabó con la rebelión en la torre de Babel fácilmente. El sistema del mundo nunca le ganará a Dios.
c. No améis al mundo: No debemos amar ni el sistema del mundo ni su manera de hacer las cosas. Hay una manera secular anti-Dios, o que ignora a Dios, de hacer las cosas que caracteriza a la sociedad humana, y en este sentido es fácil amar al mundo.
i. Notemos lo que el mundo quiere de nosotros: amor. Este amor se expresa en tiempo, atención y costo. Somos animados y persuadidos a dar nuestro tiempo, atención y dinero a las cosas de este mundo en vez de a las cosas de Dios.
ii. Si amas al mundo, tendrás recompensas. Puedes ganarte un lugar de prestigio, estatus, honor o comodidad. El sistema del mundo sabe cómo recompensar a los que le aman.
iii. Al mismo tiempo, estas recompensas que vienen de este mundo duran cuando mucho mientras estemos vivos. El problema es que aunque ganemos prestigio, estatus, honor y comodidad de este mundo, perdemos prestigio, estatus, honor y comodidad en el cielo.
d. Ni las cosas que están en el mundo: Esta no es tanto una advertencia en contra de amar la belleza de la creación de Dios (aunque siempre debemos de amar al Creador y no a la creación). Pero es más bien una advertencia en contra de amar las cosas que caracterizan el sistema del mundo.
i. El mundo compra nuestro amor con las grandes cosas que tiene para ofrecernos. Carros, casas, aparatos y el estatus que viene con todo eso puede realmente hacer que nuestro corazón se sienta como en casa en el mundo.
e. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él: Simplemente, el amor por el mundo es incompatible con el amor al Padre. Por lo tanto, si uno dice que ama a Dios, y sin embargo ama al mundo, hay algo malo en su proclamar que ama a Dios.
i. A través de los siglos, los Cristianos han tenido que lidiar, de diferentes maneras, con la atracción magnética del mundo. En un tiempo se pensó que si realmente eras un Cristiano comprometido y realmente querías amar a Dios en vez de al mundo, dejarías la sociedad humana y vivirías como un monje o una monja en un monasterio desolado.
ii. Esta propuesta, y otras propuestas que buscan sacarnos del mundo, tienen dos problemas. El primer problema es que traemos al mundo con nosotros al monasterio. El otro problema es que Jesús tenía el propósito de que estuviéramos en el mundo pero que no fuéramos del mundo. Vemos esto en Su oración por nosotros en Juan 17:14-18.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
a. Porque todo lo que hay en el mundo: El carácter del mundo se expresa a sí mismo por los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de lavida. Estos deseos buscan alejar nuestra propia carne y llevarla hacia el pecado.
i. La idea detrás de la vanagloria de la vida es alguien que vive por la superioridad sobre otros, mayormente impresionando a los demás con apariencias externas – aun a través del engaño.
ii. Para tener idea de cómo funciona el mundo, piensa en los anuncios comerciales que más recuerdes. Ellos probablemente tienen una poderosa atracción por el deseo de la carne, el deseo de los ojos y la vanagloria de lavida. Muchos de los mejores anuncios atraen a los tres.
b. Los deseos de la carne, los deseos de la vista, y la vanagloria de la vida: Al listar estos tres aspectos del mundo, Juan pudo haber tenido en mente la primera búsqueda del mundo, la de Eva en el Jardín del Edén (Génesis 3:6.)
i. De Eva en el Jardín del Edén, se dice que ella tomó del fruto prohibido cuando vio que el árbol era bueno para comer. Ella pensó en qué tan sabrosa sabría la fruta, cómo satisfaría su carne. Ella fue tras el deseo de la carne.
ii. De Eva en el Jardín del Edén, se dice que ella tomó del fruto prohibido cuando vio que la fruta era agradable a la vista. Ella vio lo hermosa y antojable que estaba, y agradó a su sentido artístico. Ella fue tras el deseo de los ojos.
iii. De Eva en el Jardín del Edén, se dice que ella tomó del fruto prohibido cuando creyó que era deseable para hacerla sabia. El fruto la haría tan inteligente! Cuánto la admiraría su esposo! Ella fue tras la vanagloria de la vida.
c. No proviene del Padre, sino del mundo: Esto explica por qué los deseos dela carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida son pecado, aunque se sientan bien y satisfagan algo en nosotros. Dios sabe que tenemos una naturaleza carnal y un cuerpo así como necesidades físicas que nos hacen sentir bien cuando las satisfacemos. Sin embargo no está en la naturaleza de Dios influenciarnos hacia los deseos de la carne.
i. Dios sabe que tenemos ojos y que la apariencia significa mucho para nosotros. Él hizo un mundo hermoso para agradarnos! Pero Dios siempre ve más allá de la apariencia externa y no está en la naturaleza de Dios influenciarnos hacia los deseos de los ojos.
ii. Dios sabe que tenemos necesidades emocionales y psicológicas de ser queridos y lograr cosas. Él nos hizo de esta manera! Pero no está en la naturaleza de Dios de influenciarnos hacia la vanagloria de la vida.
d. No proviene del Padre, sino del mundo: Con frecuencia raramente apreciamos cómo el mundo domina nuestra manera de pensar y qué tan seguido nuestros pensamientos son más del mundo que del Padre.
i. Generalmente creemos que pensamos más bíblicamente de lo que realmente lo hacemos. Deberíamos rigurosamente medir nuestros hábitos de pensamiento y ver si siguen más al mundo o a Dios nuestro Padre.
· Piensa en tu estándar para el éxito. Es mundano, o de Dios? Considerarías al apóstol Pablo un fracaso o alguien con éxito?
· Piensa en tu estándar de qué es lo que hace a una persona del sexo opuesto atractiva. Es un estándar mundano, o de Dios?
· Piensa en tu estándar de espiritualidad. Es mundano, o de Dios? Existe una espiritualidad mundana allá afuera, y mucha gente cae en ella.
ii. Qué grande es nuestra necesidad de no conformarnos a este siglo, sino de transformarnos por medio de la renovación de nuestro entendimiento. Romanos 12:2.
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
a. El mundo pasa: Esto revela la locura de lo mundano. Lo que invirtamos en el mundo, lo invertimos en lo que no puede durar porque el mundo pasa. Como lo vimos en el ejemplo de la Torre de Babel, el mundo nunca le gana a Dios, aunque en apariencia lo haga.
i. El mundo pasa. No es una oración ni un deseo ni un anhelo que suene espiritual. Es un hechoel mundo pasa y debemos vivir nuestras vidas y pensar nuestros pensamientos conscientes de este hecho!
b. El mundo pasa: Esto se ilustra poderosamente en la vida de Lot en Génesis capítulos 13, 14 y 19. Lot se unió a un verdadero hombre espiritual llamado Abraham. Sin embargo era egoísta y escogió para sí mismo lo que consideró más lucrativo, sin considerar las implicaciones espirituales de lo que estaba haciendo. Financieramente llegó a ser próspero, pero colocó su tienda en una ciudad mundana y malvada – Sodoma. Después de un tiempo estaba sentado a las puertas de la ciudad como uno de los líderes de Sodoma. Él tenía un estatus mundano, influencia, riqueza y comodidad. Sin embargo, todo le fue quitado en un momento cuando el juicio de Dios cayó sobre Sodoma y Gomorra. Lot puso todos sus huevos en la canasta equivocada y padeció porque el mundo pasa.
i. Los antiguos faraones eran enterrados en las pirámides con toda clase de riquezas porque se pensaba que las necesitarían en el mundo a donde iban. Muy conveniente para los asaltantes de tumbas! Los faraones no podían llevarse ninguna de sus cosas mundanas al otro mundo. Nadie se cambia ni pasa las puertas del cielo con un camión lleno de cosas de este mundo. El mundo pasa!
c. El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre: Esto tiene un gran contraste con el mundo que pasa. Porque algunas cosas son para siempre, es mucho más sabio invertir nuestras vidas en aquello que no se perderá, haciendo la voluntad de Dios.
i. Con regularidad estamos en contacto con tres cosas eternas: El Santo Espíritu de Dios, la gente que nos rodea y las eternas palabras registradas en el libro que tienes en tu mano. El invertir tiempo, atención y costo a estas cosas paga dividendos eternos.
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
a. Hijitos, ya es el último tiempo: Juan vivió en constante expectación del regreso de Jesús, considerando su tiempo como el último tiempo. Esta es una expectación que nosotros también deberíamos tener, sabiendo que el regreso del Señor puede venir en cualquier momento.
i. Viendo la naturaleza de nuestros tiempos y lo que la Biblia dice de los últimos tiempos, debemos considerar que estamos en los últimos minutos.
b. El anticristo viene: Juan aquí se refiere a un individuo que ha capturado la imaginación de mucha gente, incluyendo a aquellos que ni siquiera conocen la Biblia. Muchos ignoran sobre esta persona, el anticristo, excepto lo que han aprendido de películas como El Presagio.
i. Es importante entender el nombre anticristo. El prefijo anti puede significar “lo opuesto a” o “en lugar de.” El anticristo es el “opuesto a Jesús,” o el “en lugar de Jesús.”
ii. Mucha gente se ha enfocado en la idea de “opuesto a Jesús.” Esto les ha hecho pensar que el anticristo aparecerá como una persona supremamente maligna. Piensan que así como Jesús anduvo haciendo el bien, él andará haciendo el mal. Que así como el carácter y personalidad de Jesús era hermosa y atractiva, el carácter y personalidad del anticristo será fea y repulsiva. Que así como Jesús hablaba sólo la verdad, él hablará sólo mentira. Esto enfatiza demasiado la idea de lo “opuesto a Jesús.” El anticristo será más bien algo como “en lugar de Jesús” Él se verá de maravilla, será encantador y exitoso. Será el máximo ganador y aparecerá como el ángel de luz.
iii. Algunos se han preguntado si este anticristo será un individuo o un sistema político. Esto es realmente una pequeña diferencia porque en un sentido será ambos, una persona y un sistema político. En gran manera, una persona representa y personifica a todo un gobierno o sistema, cuando pensamos en Alemania en los años 1930 y 1940, las figuras de Hitler como individuo y de la Alemania nazi como un estado son virtualmente lo mismo.
c. El anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos: Hay una diferencia entre el anticristo y muchos anticristos. Está el “espíritu” de anticristo, y este “espíritu” de anticristo encontrará su máximo cumplimiento en el anticristo quien guiará a la humanidad hacia una rebelión de los últimos tiempos contra Dios.
i. En otras palabras, aunque el mundo todavía espera ver la revelación del anticristo, hay pequeños “avances” de este hombre y de su misión. Estos son los anticristos.
d. Por esto conocemos que es el último tiempo: Esto indica que Juan esperaba que la presencia de muchos anticristos – de mucha gente que ofrece un Cristo sustituto y falso – era evidencia de la tardanza antes de la venida de Jesús. Juan escribe que esto era cierto en su tiempo, podemos decir que es aun más cierto en nuestro tiempo.
i. “La palabra ‘anticristo’ aparece en la Biblia sólo en las cartas de Juan y sólo cinco veces en cuatro versículos (1 Juan 2:18, 22, 4:3; 2 Juan 7), pero aunque la palabra no está con frecuencia, la idea del anticristo es frecuente e importante.” (Boice)
ii. Este anticristo tiene muchos títulos:
· El cuerno pequeño en Daniel 7:8
· El rey altivo de rostro en Daniel 8:23
· El príncipe que ha de venir en Daniel 9:26
· El rey que hace su voluntad en Daniel 11:36-45
· El que viene en su propio nombre en Juan 5:43
· El hijo de perdición, el hombre de pecado, el inicuo en 2 Tesalonicenses 2:3 y 2:8.
iii. Esencialmente el anticristo es un dictador mundial quien lleva a la humanidad a lo que parece la era de oro, hasta que se muestra tal como realmente es – y el juicio de Dios cae sobre él y su imperio justo antes del retorno de Jesús.
iv. Debemos tomar nota, porque el escenario del mundo está listo para que se levante un “superman” político y económico, un individuo político que organice una confederación de naciones que domine el mundo entero. Los líderes nacionales hablan de un nuevo orden mundial, pero nadie ha podido realmente definirlo, mucho menos dirigirlo. Sin embargo, este líder vendrá.
v. Este anticristo tendrá el tipo de culto que estamos condicionados a aceptar hoy. No solamente en Estados Unidos practicamos una enfermiza adoración a las celebridades, también alrededor del mundo, naciones con cientos de millones de gente han sido inducidas a adorar a una persona – como Lenin, Stalin o Mao. Esto nos muestra como el culto a la personalidad puede ser tan fuerte cuando el gobierno está apoyando de todo corazón. Todos estos acontecimientos deben hacernos entender que el anticristo está listo para ser revelado cuando el momento sea apropiado.
e. Salieron de nosotros: Esto muestra que muchos de esos muchos anticristos en un tiempo u otro se han identificado con el cuerpo de creyentes. El hecho de que dejaron el cuerpo de Cristo demuestra que nunca fueron denosotros.
i. Juan no está hablando de personas que dejan una iglesia para unirse a otra buena iglesia. Está hablando de aquellos que abandonan la comunidad del pueblo de Dios para siempre. Esto revela que nunca fueron parte del pueblo de Dios.
ii. Podemos imaginarnos la escena. Hay cierta controversia entre la gente de la iglesia y alguien dice, “Estoy cansado de todo esto. Esta iglesia y todas las iglesias, todos son una bola de hipócritas. Yo no necesito esto. Yo puedo seguir a Dios a mi manera.” Y se van, abandonan no solo una iglesia sino cualquier tipo de iglesia. Podemos decir que una persona así no parece ser Cristiana y su apariencia muestra que nunca realmente fue un Cristiano. Solo Dios conoce el corazón, pero la apariencia es que confiaba en la iglesia, o confiaba en sí mismo, pero no estaba realmente confiando en Jesucristo. Si lo hubieran hecho, entonces su confianza en Jesús hubiera sido más grande que cualquier dificultad que pudo haber tenido con otros Cristianos.
iii. Debemos tener cuidado con esas personas que son tan “espirituales” que no se acomodan en ninguna iglesia. Los llegamos a ver de vez en cuando, son tan espirituales, proféticos, con tantos dones, que a toda iglesia que van, o los sacan o se van solos en un santiamén. Finalmente quedan solos, y parecen estar felices así. Comunión con ellos mismos es por lo menos comunión con alguien tan espiritual como ellos! Por supuesto algo anda muy mal con esta supuesta “espiriualidad.”
iv. “Quizás la mayoría de los miembros de la iglesia visibles son también miembros de la iglesia invisible, el cuerpo de Cristo místico, pero no todos lo son. Ellos están con nosotros pero realmente no pertenecen a nosotros. Ellos comparten nuestra compañía terrenal, pero no nuestro nacimiento celestial.” (Stott)
v. La verdad es que muchos de aquellos que ofrecen un Jesús falso u opuesto salieron del verdadero cuerpo de Cristo.
f. Pero salieron para manifestarse que no todos son de nosotros: Una iglesia Cristiana puede limpiarse de gente que hace daño; el cristiano falso no se sentirá cómodo echando raíces en una iglesia saludable – o arreglará su situación con Dios, o se irá.
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
a. Vosotros tenéis la unción: Juan aquí se refiere a una unción común, que pertenece a todos los creyentes. Esta es la unción que hace el discernimiento posible para aquellos que lo buscan en el Señor (y conoceréis todas las cosas.)
i. Cuando en el Nuevo Testamento se habla de la unción, habla de que es algo que pertenece a todos los creyentes. Esto es real aunque no todos los creyentes estén caminando en la unción que Dios les ha dado. El Nuevo Testamento no habla de una unción “especial” otorgada a individuos particulares.
ii. Entre algunos cristianos hoy en día existe en su mente un enfoque mágico o supersticioso en relación a esta idea de la unción, como si la unción fuera un virus o microbio que se propaga con contacto casual infectando a un gran grupo. Generalmente estas personas piensan que cuando alguien “cacha” la unción, se puede notar porque empiezan a actuar extrañamente. Esta no es la idea de unción que da la Biblia.
iii. La idea de la unción es la de ser lleno con y bendecido por el Espíritu Santo. Esto es algo que es una propiedad común de todos los Cristianos, a lo que deberíamos de someternos y responder. “Así como se usaba aceite entre los asiáticos para instalar a una persona en cargos importantes, y este aceite era el emblema de los dones y gracia del Espíritu Santo, sin los cuales las responsabilidades de tales personas no podían ser cumplidas, es puesto aquí por el Espíritu mismo, quien presidía en la iglesia, y de quien fluían todos los dones y gracia.” (Clarke)
iv. Esta idea de la unción – literalmente ser bendecido con aceite – fue la razón de uno de los castigos de Juan durante la persecución. El emperador Romano Domiciano lanzó a Juan en un cazo con aceite hirviendo como para decir, “¿Así que estás ungido? Aquí tienes una unción!” Juan salió del cazo ileso, realmente estaba ungido!
b. Y conocéis todas las cosas: Por la unción a todos los creyentes dada por el Espíritu Santo, ellos tienen los recursos para conocer la verdad. Esto no quiere decir que los maestros no sean necesarios, porque uno de los recursos para conocer la verdad es que maestros como Juan lo recuerden a todos.
i. En el versículo 20, Juan utilizó una palabra diferente para conocéis a las que utilizó la mayoría de las veces. Con anterioridad la utilizó como conocimiento por experiencia; aquí utiliza la palabra como conocimiento por intuición. Por la unción del Espíritu Santo podemos saber algunas cosas por intuición.
c. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? El contexto deja claro que afirmar que Jesús es el Cristo tiene que ver con algo más que sólo decir “Él es el Mesías.” Tiene que ver con entender la relación entre Jesús y Dios el Padre. Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. En otras palabras, alguien podría decir, “Yo creo que Jesús es el Cristo… como yo defino a “Cristo.” Pero debemos de creer que Jesús es el Cristo, el Mesías, como la Biblia define a Cristo – El Mesías, quien es completamente Dios y completamente hombre quien con toda perfección nos reveló a Dios el Padre.
d. Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo: El espíritu de anticristo se identifica a sí mismo al negar a Jesús y al negar al Padre; recordemos que Jesús y el Padre pueden ser negados aun por aquellos que parecen hablar bien de ambos.
i. Podemos negar a Jesús al mismo tiempo que le alabamos con nuestras palabras, podemos negarle ofreciendo un Jesús sustituto, o al ministrar de una manera que niega el carácter de Jesús.
e. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre: Aquí Juan repite una idea que Jesús expresó con frecuencia, como está registrado en el evangelio de Juan, Jesús dijo, El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. (Juan 13:20)
i. Con frecuencia se dice, “Todos adoramos al mismo Dios. Tú le llamas de una manera y yo le llamo de otra, pero eso no importa. Simplemente estamos en diferentes caminos para llegar al mismo Dios, todos tenemos al mismo Dios.” Podemos hacer esta pregunta en esos casos, “¿Tu Dios se reveló perfectamente en Jesucristo?” Si sí, entonces tienen el mismo Dios, si su Dios no se reveló perfectamente en Jesucristo, entonces no tienen al mismo Dios, el de la Biblia.
ii. Existen muchas personas que se ven espirituales o religiosas, sin embargo rechazan a Jesucristo. Aunque su religión o espiritualidad les puede servir de mucho en esta vida – dándoles una base de moralidad y buen comportamiento – no les sirve de nada delante de Dios, porque al rechazar a Jesús, rechazan a Dios.
Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
a. Lo que habéis oído desde el principio: A la luz del peligro del espíritu de anticristo, nos protegemos del espíritu de anticristo, permaneciendo en el mensaje Cristiano original (lo que habéis oído desde el principio) Conforme caminamos en la simplicidad y poder de ese mensaje, no nos desviaremos.
i. Por naturaleza los humanos casi siempre somos atraídos a algo simplemente porque es nuevo. Casi siempre pensamos que nuevo significa mejor. Pero tratándose de la verdad, lo nuevo no es lo mejor. Lo que habéis oído desde elprincipio es mejor.
ii. El apóstol Pablo comunicó la misma idea en Gálatas 1:6-9, donde nos advierte de no irnos tras un evangelio nuevo, y enfatiza la importancia de continuar en el evangelio original que Pablo enseñó.
iii. Esto es difícil ya que somos tentados a ser llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombre que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. (Efesios 4:14) Con frecuencia se nos antoja algo “nuevo” y “emocionante” aun si se aleja de lo que habéis oído desde el principio.
b. Lo que habéis oído desde el principio: Esto no describe la enseñanza que recibe un Cristiano cuando recientemente empieza a seguir a Jesús. El principio, para estos creyentes, describe el tiempo cuando estaban bajo las enseñanzas de los apóstoles, que ahora está registrado para nosotros en el Nuevo Testamento.
i. Sencillamente, permanecemos en lo que es desde el principio cuando nos quedamos cerca de nuestras Biblias. Si ese era tu entorno cuando eras un joven Cristiano, excelente, pero si no lo fue, ubícate en ese entorno ahora.
c. Permanece en vosotros: Esto no significa únicamente saberlo, sino vivirlo. Cuando estamos viviendo en la simplicidad de la verdad de Jesucristo, entonces permaneceremos en el Hijo y en el Padre.
i. Nuestro mundo está lleno de gente que está buscando a Dios, algunos sinceramente y otros no. Pero si alguien realmente quiere vivir en Dios, Juan nos dice cómo. Permite que el mensaje de los apóstoles (que habéis oído desde elprincipio) viva en ti.
ii. Juan no dijo, “Si conoces la palabra de Dios conoces a Dios,” porque se puede tener un conocimiento inteligente de la palabra de Dios. Pero Juan dijo, “Si la palabra de Dios vive en ti, Dios vive en ti.” Podemos tener una comunión con Dios viviente y creciente a través de Su palabra.
d. También vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre: Esto es absolutamente necesario para la vida Cristiana. Juan usará esta palabra permanecer seis veces en estos cuantos versículos, y la idea se repite a lo largo del Nuevo Testamento.
i. Permaneciendo en Jesús (viviendo en Jesús) no es algo pasivo; es algo activo. Debemos entregarnos mental y espiritualmente a vivir en Jesús. “Permanecemos en Él, no por una ley física, como una masa de hierro permanece en la tierra; sino por una ley mental y espiritual mediante la cual la grandeza de un amor divino y la bondad nos retiene en el Señor Jesús.” (Spurgeon)
ii. Sin embargo, no solo somos llamados a permanecer en Él; pero sabemos que Él también permanece en nosotros. Es una relación de dos sentidos. “Tienes que cuidar el permanecer en Cristo tanto como si dependiera de ti, sin embargo puedes ver la promesa del pacto y darte cuenta que la verdadera razón de permanecer en Cristo se encuentra en su amor y gracia que nunca cambian.” (Spurgeon)
Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
a. Esta es la promesa: Cuando Su verdad (lo que escuchamos desde el principio) vive en nosotros, Dios vive en nosotros. Cuando Dios vive en nosotros, tenemos una promesa. En este tipo de vida, la promesa de vida eterna es real.
b. Vida eterna: Esto no es nada mas inmortalidad. Cada ser humano, hecho a la imagen de Dios, es inmortal, en el sentido de que nuestras almas vivirán por siempre, ya sea en el cielo o en el infierno. Entonces vida eterna no solo significa “una vida que dura por la eternidad.” Describe el tipo de vida que Dios, el eterno, tiene en sí mismo.
i. Por lo tanto, mientras la idea de vida eterna hace referencia a la vida más allá del mundo presente, no comienza cuando morimos. Si no obtenemos vida eterna ahora, no la obtendremos cuando muramos.
ii. Es por esto que es tan importante tener la promesa de la vida eterna ahora. Y tenemos esta promesa si el amor de Dios permanece en vosotros ypermanecemos en el Hijo y en el Padre.
iii. Por lo tanto, permanecer es nuestro fundamento de esperanza con Dios. Tenemos la promesa de vida eterna conforme permanecemos “Debes estar viviendo una amorosa y duradera unión con el Hijo de Dios, de lo contrario no estás en un estado de salvación.” (Spurgeon)
Os he escrito esto sobre los que os engañan. Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
a. Os he escrito esto: Juan sabía que había engaño entre estos Cristianos, y le preocupaba. Él tenía una pasión por mantenerlos consistentes con el mensaje de verdad de Dios.
b. La unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros: Esta unción y permanencia es lo que les permite continuar en la verdad.
i. Juan se refirió a la unción por primera vez en 1 Juan 2:20. Esta unción no es propiedad particular de algunos Cristianos especiales y espectaculares. Todos los Cristianos tienen la presencia del Espíritu de Dios dentro de ellos.
c. No tenéis necesidad de que nadie os enseñe: Justo como lo dijo en 1 Juan 2:20 (sabéis todas las cosas), Juan nos vuelve a decir que la unción que recibimos de Dios nos quía a la verdad. Somos guiados a la verdad de una manera personal y Dios lo confirma en nuestros corazones.
i. Una vez más, el mensaje de Juan es sencillo. Por la unción del Espíritu Santo dada a todos los creyentes, ellos poseen las herramientas para conocer la verdad. No es que los maestros sean innecesarios, porque uno de los recursos para conocer la verdad es cuando maestros como Juan nos lo recuerdan.
d. Permaneced en él: Esta unción que nos guía a la verdad también nos guiará más cerca a Jesús.
Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.
a. Permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, paraque en su venida no nos alejemos de él avergonzados: Permanecer en Jesús significa que no debemos estar temerosos o avergonzados cuando Jesús regrese. Esto es porque le hemos conocido íntimamente y por eso podemos sentirnos seguros confiados por Su venida.
i. Juan presenta una idea que ofrece un reto. Cuando Jesús regrese, algunas personas tendrán miedo porque nunca conocieron a Jesús. Pero entre los que le conocieron, algunos no tendrán miedo, estarán avergonzados delante de Él. Se darán cuenta que estuvieron viviendo una vida mundana, sin fruto. En un momento les agobiará el comprender que aunque lograron algo en la vida, no permanecieron en Él como podían haberlo hecho.
ii. El apóstol Pablo habla de aquellos que fueron “apenas salvos”: él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. (1 Corintios 3:15) Hay aquellos para quienes, aunque sea por un momento, la venida de Jesús será una desilusión en lugar de gloria.
iii. Es importante para nosotros considerar estas cosas cuidadosamente, porque es difícil medir la distancia entre “apenas salvo” y “casi salvo.” Es peligroso contemplar preguntas como, “¿qué es lo menos que puedo hacer y aun así ir al cielo?” o “¿Qué tanto me puedo alejar del Pastor pero seguir siendo parte del redil?” En lugar de eso debemos ser cuidadosos de no avergonzarnos delante deSu venida.
iv. ¿Cómo prepararse para la venida de Cristo? ¿Estudiando las profecías? Sí, si estás suficientemente instruido para entenderlas. ‘Para estar preparado para la venida del Señor,’ dirían algunos entusiastas, ‘¿no sería mejor pasar un mes en retiro y alejarme de este mundo malvado?’ Puedes, si quieres, y seguramente lo harás si eres flojo, pero la única receta en las Escrituras para prepararse para Su venida, es ésta, ‘Permaneced en Él.” Si tu permaneces en Su fe, tomándote de Su verdad, siguiendo Su ejemplo y haciéndolo tu morada, tu Señor puede venir en cualquier momento y tu le darás la bienvenida.” (Spurgeon)
b. Para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida nonos alejemos de él avergonzados: Nunca seremos más grandes que nuestra necesidad de permanecer y encontrar nuestra confianza en permanecer en Jesús. El que Juan haya usado “tengamos” en lugar de “tengan,” nos indica que él también necesitaba esta confianza.
c. Permaneced en él: Esta es la manera de estar seguros cuando Él venga. Cuando tú permaneces en Él, estás listo para que Jesús venga en cualquier momento.
i. La idea de vivir en Jesús es muy importante en la Biblia. Jesús prometió en Juan 14:23: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
ii. Pablo expresó esta idea en su oración por los Efesios en Efesios 3:17 Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones. Existen dos palabras griegas que conllevan la idea de “vivir en.” Una es la idea de vivir en un lugar como extraño, y la otra es la idea de establecerse en un lugar y hacerlo tu hogar permanente. Habitar en Efesios 3:17 utiliza la palabra griega para un hogar permanente. Jesús quiere establecerse en tu corazón, no solamente visitarlo como un extraño.
iii. Tú, ¿permaneces en él? O ¿sólo visitas a Jesús de vez en cuando? Permanecer en Jesús nos da confianza, porque sabemos que no cambiaríamos nuestras vidas sustancialmente si de alguna manera supiéramos que Jesús viene la próxima semana. Estaríamos ya morando en Él.
d. Todo el que hace justicia es nacido de él: Permanecer en Él significa que practicaremos la justicia en nuestras vidas porque somos nacidos de Él. El haber nacido de nuevo ha cambiado nuestras vidas de una disposición hacia el pecado a una disposición hacia la justicia.
i. Esta es una prueba de nuestro permanecer en Él, el mismo tipo de prueba que Juan mencionó en 1 Juan 1:6, 2:4 y 2:9. Hay algo malo si alguien declara que es nacido de él pero no practica la justicia.
ii. Cuando alguien nace de alguien más, casi siempre hay un parecido familiar. Dices, “Mira, tiene los ojos de su mamá,” o “tiene la nariz de su papá.” Bueno, los hijos de Dios tienen un parecido con su Padre en el cielo. Él es justo, así que aquellos que nacen de él también practican la justicia. “Dios no tiene hijos que no se le parecen o que no tienen su imagen.” (Poole)
iii. Él no perfeccionará la justicia hasta que seamos glorificados con Jesús; pero podemos practicar la justicia ahora mismo ya que somos nacidos de él.
iv. En este capítulo hay tres preciosas declaraciones para cada Cristiano. Le conozco (1 Juan 2:4,) permanezco en él (1 Juan 2:6) y estoy en la luz (1 Juan 2:9). Juan quiere que sepamos que si estas declaraciones son reales, se mostrará en nuestras vidas, especialmente en nuestro amor por hermanos y hermanas en Jesús.
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