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David Guzik :: 1 Juan 1 – Comunión con Dios

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1 Juan 1 – Comunión con Dios

La mayoría de la gente entiende que las cosas más importantes de la vida no son cosas – son las relaciones que tenemos. Dios ha puesto en cada uno de nosotros un deseo de relacionarnos, un deseo para relacionarnos con otras personas, pero principalmente que encontráramos ese deseo satisfecho en una relación con Él. En esta notable carta, Juan nos dice la verdad en cuanto a las relaciones – y nos muestra cómo tener relaciones que son reales para ahora y para la eternidad.

A. El propósito de la carta: llevarte a tener una comunión con Dios.

1. (1 Juan 1:1-2) Juan inicia con el centro de la comunión: Jesucristo.


Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó)

a. Lo que era desde el principio: El principio al que se refiere Juan no es el principio de este mundo, tampoco es el principio de la creación. Es el principio de Génesis 1:1 y Juan 1:1, el principio que había antes de que existiera nada, cuando lo único que existía era Dios.

i. El principio de Génesis 1:1 es sencillo: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. El principio de Juan 1:1 es profundo: En el principio era la palabra y la palabra estaba con Dios y la palabra era Dios. Juan nos lleva a este tiempo en la eternidad del pasado para encontrarnos con Aquel quien era desde el principio.

ii. De quien quiera o lo que fuera que haya escrito Juan, se refiere a que es eterno – por lo tanto se refiere a Dios, ya que existe desde antes que nada existiera y es la fuente y la base de la existencia de todas las cosas.

b. Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemoscontemplado, y palparon nuestras manos: Esto indica que este ser eterno – quien era desde el principio – vino a la tierra, y Juan (entre otros) había personalmente experimentado a Aquel que era eterno.

i. “No pronunciamos nada por rumores, nada por tradición, nada por conjeturas, hemos tenido completa certidumbre de todo lo que escribimos y predicamos.” (Clarke) La idea de que este sujeto de quien Juan habla haya sido escuchado audiblemente, visto físicamente, estudiado con intención (lo hemos contemplado,) y tangiblemente tocado (palparon nuestras manos) tendría enormes implicaciones para sus lectores.

ii. Enormes porque dijo que este Dios eterno se hizo accesible al hombre de la manera más elemental, una manera con la que todos se pudieran relacionar. Aquel eterno que puede ser conocido y se ha revelado a sí mismo a nosotros.

iii. Enormes porque prueban que las palabras de Juan tienen el peso de evidencia testimonial. Él no habló de un mito ni contó un ingenioso cuento. Él cuidadosamente estudió a Aquel que es eterno, y sabía de quién estaba hablando.

iv. Enormes porque desenmascara engañosas enseñanzas que se estaban infiltrando en las iglesias conocidas como Gnosticismo. Parte de la enseñanza del Gnosticismo era que aunque Jesús era Dios, no era realmente un hombre físico, sino algo así como un pseudo fantasma físico – Pero Juan dice, “Yo lo escuché! Yo lo vi! Yo lo estudié! Yo lo toqué!”

c. El Verbo de vida: Juan identificó a este Ser que existía eternamente. Quien estaba físicamente presente con Juan y con otros (nótese como habla en plural, no en singular) como el Verbo de vida – el mismo Logos al que se refirió en Juan 1:1.

i. La idea de Logos – del Verbo – era enorme para Juan, para el mundo griego de su tiempo y para el mundo judío de su tiempo. Para el judío, se usaba la expresión Palabra para referirse a Dios, porque sabían que Dios perfectamente se revelaba a Sí mismo en Su palabra. Para el griego, por siglos sus filósofos habían hablado del Logos – la base para la inteligencia y organización en el universo, la Razón Esencial que controla todas las cosas.

ii. Es como si Juan dijera a todo el mundo, “Este Logos del que han estado hablando y escribiendo por siglos – bueno, le hemos escuchado, visto, estudiado y tocado! Permítanos platicarles de Él.”

d. La vida fue manifestada: Esta vida fue manifestada, o sea fue realmente física. Juan solemnemente testificó como testigo (la hemos visto y testificamos) que este era el caso. Este no era un cuento, un “había una vez.” Esto era real y Juan nos lo platica como un testigo.

e. La vida eterna, la cual estaba con el Padre: Al llamar a Jesús la vida eterna, no sólo estaba Juan recordando las palabras de Jesús en Juan 5:26, 6:48, 11:25, 14:6, sino que también repitió la idea expresada en sus primeras palabras: Que Jesús es eterno, y por lo tanto es Dios.

i. Decimos que las personas son eternas y que la Palabra de Dios es eterna, pero decimos esto entendiendo que nos referimos a eterno en un sentido futuro – nunca perecerán, siendo inmortales (Isaías 40:8, Juan 5:29) Sin embargo, las personas no son eternas en el sentido pasado; decir que algo es eterno en el sentido pasado es lo mismo que decir que es igual a Dios o a la Palabra de Dios.

ii. La existencia eterna de Jesús es declarada en Miqueas 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. La palabra eternidad aquí literalmente significa “más allá del punto de desaparición.”

f. La cual estaba con el Padre: Esto se refiere a la relación eterna entre el Padre y el Hijo. Existía una eterna relación de amor y compañerismo entre el Padre y el Hijo. Jesús se refirió a esto en Juan 17:24: “porque me has amadodesde antes de la fundación del mundo.”

i. Esta relación eterna está claramente descrita en las Escrituras, pero también podríamos entenderla con simple lógica. Si Dios es amor (1 Juan 4:8) y Dios es eterno (Miqueas 5:2,) entendemos que un amor en aislamiento no tiene sentido. El amor necesita un objeto, y como hubo un tiempo en que nada había sido creado, hubo un tiempo en el que el único amor en el universo era entre los miembros de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

g. Estaba con el Padre: La palabra con indica que este ser, que es eterno, y es la vida eterna misma, es distinto al Padre. Juan edifica el entendimiento de la Trinidad en el Nuevo Testamento – que existe un Dios en tres Personas, iguales en una, sin embargo distintas en su persona.

i. La Biblia une los nombres del Padre, Hijo y Espíritu Santo de una manera que es inimaginable para otras personas. Leemos, Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28:19) Nunca diríamos, Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y de Miguel el Arcángel.”

ii. Leemos La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros, (2ª Corintios 13:14) Pero nunca diríamos, “La gracia del Señor Jesucristo, el amor del Apóstol Pablo, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.”

iii. Leemos, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo, (1 Pedro 1:2) Nunca diríamos “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu Santo, para obedecer y ser rociados con la sangre del Apóstol Pedro.”

2. (1 Juan 1:3) Una invitación a una relación.


Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

a. Para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comuniónverdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo: El propósito de esta declaración de Juan con relación a quien es eternamente existente, físicamente presente, Palabra de Vida quien es Dios, y sin embargo distinto al Padre, es atraer a sus lectores a una relación tanto con el pueblo de Dios como con Dios mismo.

i. Puedes disfrutar de esta relación aun cuando no entiendas todas las complejidades de la Trinidad. Tu puedes usar tus ojos aunque no conozcas cada detalle de cómo funcionan. Tú puedes conocer a Dios y creer en Él como se ha revelado, aunque no puedas entender todo sobre su persona o naturaleza.

b. Comunión: La idea de la comunión es una de las ideas más importantes en esta carta de Juan. Es la antigua palabra griega koinonia que habla de compartir, de una comunión, de una conexión común y de vida. Habla de una relación con otra persona que está viva, que respira, que comparte, que es gentil.

i. “Esta es una de las grandes declaraciones del Nuevo Testamento, y se puede decir sin peligro, que su grandeza es creada por la riqueza de la palabra que es la palabra viz, comunión.” (Morgan)

ii. “La palabra griega koinonia se deriva de la palabra koinos, que muy literalmente significa común, en el sentido de ser compartido por todos.” (Morgan) El uso de la palabra en Hechos 2:44, es muy útil: Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas. La palabra común es la antigua palabra griega koinonia.

iii. Aquellos que tienen comunión unos con otros, son aquellos que comparten los mismos recursos, y están unidos por las mismas responsabilidades. La idea es casi abrumadora cuando se aplica a la relación que los creyentes tienen con el Padre y con Su Hijo Jesucristo …. El Padre, Su Hijo Jesucristo y todos los creyentes tienen todas las cosas en común. Todos los recursos de cada uno en esta maravillosa relación están a la disposición de los otros. Tal es la gracia de nuestro Dios y de Su Hijo.” (Morgan)

c. Comunión… con el Padre y con Su Hijo Jesucristo: Esta sencilla y audáz declaración significa que uno puede tener una relación con Dios. Esta idea sorprendería a muchos de los lectores de Juan, y debería sorprendernos a nosotros también. La mentalidad griega reconocía altamente la idea de la comunión, pero era restringida a los hombres. – la idea de una relación íntima con Dios era revolucionaria.

i. Jesús inició ese tipo de revolución entre los judíos cuando invitó a los hombres a dirigirse a Dios como Padre (Mateo 6:9) Realmente podemos tener una relación viva con Dios el Padre y con Jesucristo. Él puede ser no sólo nuestro Salvador sino también nuestro más cercano amigo.

ii. Siendo honestos, para mucha gente esto no es nada atractivo. A veces es porque ellos no saben quién es Dios y una invitación “a tener una relación personal con Dios” es tan atractivo como decirle a un adolescente de 2º se secundaria que “puede tener una relación personal con el director.” Pero cuando conocemos la grandeza, la bondad y la gloria de Dios, queremos tener una relación con Él.

iii. Otras personas se alejan de una relación con Dios porque se sienten distantes de Él. Quieren una relación, pero se sienten tan descalificados, tan distantes. Necesitan saber lo que Dios ha hecho para que este tipo de relación sea posible.

d. Comunión… con el Padre y con Su Hijo Jesucristo: El tipo de relación que Juan describió solo es posible porque Jesús es quien Juan dice que es en 1 Juan 1:1-2. Si alguien te invitara a tener “una relación personal” con Napoleón o con Alejandro el Grande o Abraham Lincoln – o aun Moisés o el Apóstol Pablo – pensaríamos que es una tontería. Nadie puede tener una genuina relación “espiritual” con alguien que está muerto, pero con el Dios eterno que se hizo hombre, podemos tenerla.

i. La palabra comunión tiene no solo la idea de una relación, sino de compartir una vida común. Cuando tenemos comunión con Jesús, llegamos a ser más como Él.

ii. Los discípulos no tuvieron una cercana comunión con Jesús cuando Él caminó sobre la tierra con ellos. Como Jesús dijo a Felipe durante sus últimos días de Su ministerio ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? (Juan 14:9) Su comunión verdadera no era creada por una cercanía material con el Jesús material, sino por la obra del Espíritu Santodespués de la obra consumada por Jesús en la cruz. Por lo tanto nosotros podemos venir a tener la misma relación con Dios que los apóstoles tuvieron.

e. Nuestra comunión es con el Padre, y con Su Hijo Jesucristo: Tenemos el potencial de una relación de vida compartidacon el Padre y con Su HijoJesucristo. Es como si el Padre y el Hijo están de acuerdo en admitirnos en su relación de amor y comunión.

i. Esta idea de una vida compartida es esencial. Esto no significa que cuando Jesús viene a nuestra vida nos ayuda a hacer mejor lo que hacíamos antes. No añadimos a Jesús a nuestra vida. Entramos a una relación de vida compartida con Jesús. Compartimos nuestra vida con Él, y Él comparte la suya con nosotros.

f. Para que también vosotros tengáis comunión con nosotros: Pudiéramos pensar que es curioso que Juan primero considera la relación con el pueblo de Dios; pero generalmente así es como la gente llega a experimentar una relación con Dios; encuentran a Dios por primera vez a través de la relación que tienen con el pueblo de Dios.

i. “Cuando la relación es tan dulce, tu deseo es que otros puedan tener esa relación contigo; y cuando realmente tu relación es con el Padre y con su Hijo Jesucristo, seriamente deseas que toda la hermandad Cristiana comparta esta bendición contigo.” (Spurgeon)

g. Con el Padre y con Su Hijo Jesucristo: Aquí Juan finalmente nombra a este ser – eterno, presente físicamente, Palabra de Vida, Dios pero distinto del Padre – Dios el Hijo, que se llama Jesús, y es el Cristo (Mesías.)

3. (1 Juan 1:4) El resultado de la comunión.


Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.

a. Que vuestro gozo sea cumplido: El resultado de la comunión es llenura de gozo. Este gozo es un sentir permanente de optimismo y felicidad basados en Dios, contrario a alegría, que es un sentir de optimismo y felicidad basados en las circunstancias.

i. Juan repitió una idea que Jesús presentó a Sus discípulos la noche antes de Su crucifixión. Él quería llenura de gozo para ellos – aun sabiendo que la cruz estaba directamente frente a ellos.

· Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Juan 15:11

· Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre;pedid y recibiréis, para quevuestro gozo sea cumplido. Juan 16:24

· Pero ahora voy a ti, y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. Juan 17:13

b. Para que vuestro gozo sea cumplido: La llenura de gozo es absolutamente posible para el Cristiano, pero de ninguna manera es certero. Juan escribió con el deseo de que los creyentes tuvieran llenura de gozo – pero si fuera inevitable o muy fácil de obtener, no habría escrito esto.

i. El gozo del Cristiano es importante, y atacado por muchos frentes. Circunstancias externas, humor, emociones, o pecado puede todo llevarse nuestro gozo. Sin embargo el gozo del Cristiano no se encuentra en las cosas de este mundo, tan buenas que parezcan. Cuando Juan hablo de estas cosas, se refirió a esta relación y comunión y amor que podemos compartir con Dios el Padre y con Su Hijo Jesucristo.

ii. Demasiados Cristianos están pasivos en cuanto a la pérdida de su gozo. Deben darse cuenta que es una gran pérdida y hacer lo necesario para acercarse a Dios y reclamar esa llenura de gozo. “El gozo del Cristiano debe ser buscado, si alguno de ustedes ha perdido el gozo del Señor, yo oro para que no crean que es una pérdida pequeña.” (Spurgeon)

4. Observaciones en esta primera parte del libro, la cual es una larga oración en el manuscrito original.


a. Juan inició con el principio – el Dios eterno que es antes de todas las cosas.

b. Nos dijo que este Dios se manifestó físicamente y que él y otros podían ser testigos oculares de esto.

c. Nos dijo que este Dios es la Palabra de Vida, el Logo.

d. Nos dijo que este Dios es distinto de la persona de Dios Padre.

e. Nos dijo que podemos tener comunión con este Dios, y que generalmente somos introducidos a esta comunión con Dios a través de una comunión con el pueblo de Dios.

f. Nos dijo que este Dios eterno, la Palabra de Vida, quien estaba físicamente presente con ellos y presente para tener comunión, es Dios el Hijo, cuyo nombre es Jesucristo.

g. Nos dijo que una comunión con Jesucristo nos lleva a una vida llena de gozo.

h. Pudiéramos decir que en estos cuatro versículos Juan nos dio suficiente para tener con qué vivir toda nuestra vida Cristiana. No es de extrañar que un comentador escribió, “Observa el tono de asombro en el lenguaje del Apóstol. Le faltan palabras. Le cuesta expresarse aumentando definición tras definición.” (Expositor´s)

B. El mensaje de Dios por medio de Juan: lidiar con el pecado y mantener la comunión.

1. (1 Juan 1:5) El pecado y la naturaleza de Dios.


Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.

a. Este es el mensaje: Esta es una palabra de autoridad. Juan no está inventando esto; estas no son sus opiniones o ideas personales en cuanto a Dios. Este es un mensaje de Dios sobre Sí mismo, (que hemos oído de él), que ahora Juan lo declara (y lo anunciamos.)

i. Lo que Juan nos dirá sobre Dios es lo que Dios nos ha dicho sobre sí mismo. No podemos confiar en nuestras propias ideas y opiniones acerca de Dios a menos que estén genuinamente fundamentadas en lo que Dios ha dicho de sí mismo.

b. Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él: Debemos comenzar a entender a Dios aquí. Juan declara esto en el sencillo entendimiento de que Dios es luz, y en la luz, por definición, no hay tinieblas; porque para que haya tinieblas debe haber una ausencia de luz.

i. Una buena definición de Dios es: “Dios es el único espíritu eterno, infinito, que no cambia; el ser perfecto en quién comienzan y continúan y terminan todas las cosas.” Otra manera de decir que Dios es perfecto, es decir que Dios es luz.

ii. “ La LUZ es la más pura, la más sutil, la más útil y la más difusiva de las creaciones de Dios; y es, por lo tanto, un emblema apropiado para la pureza, perfección y bondad de la naturaleza Divina.” (Clarke)

iii. En el sol hay manchas, grandes tramos de obscuridad en su disco radiante, pero en Dios hay una perfecta pureza, sin mancha.” (Maclaren)

c. Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él: Por lo tanto, si existe algún problema en nuestra comunión con Dios, es nuestra culpa. No es culpa de Dios ya que no hay ningún pecado ni obscuridad en Él.

i. Cualquier intento de comunión con Dios que pretende o insinúa que Dios pueda estar equivocado y que tal vez debamos perdonarlo es blasfemia y contradice directamente lo que Juan dice aquí.

2. (1 Juan 1:6) La impecabilidad de Dios y nuestra relación con Él.


Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad.

a. Si decimos que tenemos comunión con él: Juan primero trata con una demanda falsa a la comunión. Basado en esto, podemos entender que es posible que algunos pretenden tener una relación con Dios que no tienen. Podemos, también, decir que algunos piensan que tienen una relación con Dios que no tienen.

i. Muchos Cristianos no están conscientes de su condición. Ellos saben que son salvos, y han experimentado una conversión y se han arrepentido en algún momento de sus vidas, sin embargo no viven una verdadera comunión con Dios.

b. Y andamos en tinieblas: Juan habla de andar en tinieblas, indicando una forma de vida. Esto no habla de un desliz ocasional, sino de un estilo de vida en la oscuridad.

c. Mentimos y no practicamos la verdad: No hay ningunas tinieblas en Dios (1 Juan 1:5) Por lo tanto si alguno profesa tener comunión con Dios, (una comunión de relación común, de interés y de compartir) y camina en tinieblas, no es verdad lo que profesa.

i. El tema aquí es comunión, no salvación. El Cristiano que temporalmente anda en tinieblas sigue siendo salvo, pero no tiene comunión con Dios.

ii. Si Juan dijo, “eso es mentira,” quiere decir que él pensaba en términos de que las cosas fueran verdades o mentiras. Juan es demasiado sencillo para nuestra era tan sofisticada, que no quiere ver las cosas o negras o blancas, sino todo en un tono pálido de gris.

iii. En el 2004, el gobernador del estado de Nueva Jersey se vio envuelto en un escándalo. A pesar de que era un hombre casado y tenía hijos, estaba, también teniendo relaciones sexuales con otro hombre. En una conferencia de prensa él lo admitió y empezó diciendo: “Mi verdad es que soy un Americano gay.” Esas fueron palabras muy bien escogidas, Mi verdad. De la manera que el mundo piensa estos días, yo tengo mi verdad y tú tienes tu verdad. Pero Jesús dijo, “Yo soy la verdad,” y la Biblia claramente nos habla de una verdad que es más grande que lo que cualquier individuo sienta al respecto.

3. (1 Juan 1:7) La bendición de caminar en la luz.


Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

a. Pero si andamos en la luz: Esto significa caminar una vida de obediencia sin albergar conscientemente algún pecado ni resistir la convicción del Espíritu Santo en algún punto en particular.

i. El mensaje de Juan aquí significa que es posibleandar en la luz. Sabemos que en este lado de la eternidad la perfección no es posible. Sin embargo, podemos andar en la luz.

ii. La vida Cristiana se describe como caminar, lo cual implica actividad. La vida –cristiana se alimenta de contemplación, pero se manifiesta en acción. “Caminar” implica acción, continuidad y progreso. Como Dios está activo y caminando, si tienes comunión con Él, estarás, también, activo y caminando.

b. Como él está en luz: Ya que Dios es luz (1 Juan 1:5), cuando caminamos en la luz, caminamos dónde Él está. Estamos naturalmente con Él en comunión.

c. Tenemos comunión unos con otros: Hubiéramos esperado que Juan dijera, “Tenemos comunión con Dios.” Es cierto, pero ya sabiendo que caminando con Dios estamos en la luz, Juan quiere dejar claro que compañeros Cristianos que caminan en la luz disfrutan comunión unos con otros.

i. Esto nos lleva a una idea importante: si no tenemos comunión unos con otros, entonces o uno o ninguno están andando en la luz. Dos Cristianos que están en una real comunión con Dios, naturalmente tendrán, también una real comunión el uno con el otro.

d. La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado: Conforme andamos en la luz, también disfrutamos la constante limpieza de Jesús. Este es otro ejemplo de que Juan no se refiere a la perfección al decir andar en la luz, de otra manera no habría pecado que limpiar en este sentido de continuidad.

i. Necesitamos una limpieza continua porque la Biblia dice que continuamente pecamos y somos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Aunque los Cristianos han sido limpiados en un sentido general muy importante, nuestros “pies” necesitan ser limpiados (Juan 13:10)

ii. La forma del verbo que Juan usa en nos limpia de todo pecado está en tiempo presente, no en futuro. Podemos más que esperar que algún día seremos limpiados. Por lo que Jesús hizo en la cruz por mí, yo puedo ser limpiado hoy.

iii. Observemos que en el versículo no hay ni un rastro de emociones, sentimientos ni logros que cooperen con la sangre para quitar el pecado. Cristo tomó los pecados de su gente y fue castigado por esos pecados como si él hubiera sido el pecador; entonces, el pecado nos es quitado, pero de ninguna manera, nivel o forma el pecado es quitado por emociones, sentimientos, experiencias o logros.” (Spurgeon)

e. La sangre de Jesucristo: Esta limpieza continua es nuestra por la sangre deJesucristo. No se refiere a las gotas de sangre real, las moléculas o Su sangre literalmente, pero literalmente a su muerte en nuestro lugar, literalmente a la ira de Dios que soportó por nosotros – la sangre de Jesucristo pagó por el castigo de todos nuestros pecados –presentes, pasados y futuros.

i. La obra de Jesús en la cruz no solamente trata con la culpa del pecado que puede llevarnos al infierno. También trata con la mancha del pecado que estorba nuestra continua relación con Dios. Necesitamos venir a Dios con frecuencia con una sencilla petición, “límpiame con la sangre de Jesús.” No porque no hayamos sido limpios antes, sino porque necesitamos ser limpiados continuamente para disfrutar continuamente de comunión.

ii. “´La sangre´ es más específica de lo que sería ´la muerte´ porque ´la sangre´ denota sacrificio, siempre es ´la sangre´ la que es derramada.” (Lenski)

iii. “Observemos, no hay nada aquí que mencione ritos o ceremonias. No empieza diciendo ´y las aguas del bautismo, junto con la sangre de Jesucristo Su Hijo, nos limpian,´ ni una palabra de que tengan que ser rociados en la infancia o los creyentes sumergidos – no se menciona nada, es la sangre, solamente la sangre, nisiquiera una gota de agua bautismal. Nada se menciona aquí de sacramentos, lo que algunos llaman ´la santa Eucaristía´ – no se menciona nada de comer el pan ni beber el vino – es la sangre, solamente la sangre.” (Spurgeon)

iv. ¿El caminar en la luz quita mis pecados? Para nada. Soy tan pecador tanto en la luz como en la oscuridad, si es que fuera posible caminar en la luz sin haber sido lavado en la sangre. Bueno, pero tenemos comunión con Dios y ¿qué no el tener comunión con Dios quita el pecado? Amado, no me mal entiendas – ningún hombre puede tener comunión con Dios a menos que el pecado haya sido quitado, pero su comunión con Dios y su caminar en la luz no quita el pecado – de ninguna manera. Todo el proceso de limpiar el pecado se encuentra aquí, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado.´” (Spurgeon)

f. De todo pecado: Podemos ser limpios por la sangre de Jesús de todopecado. El pecado que heredamos de Adán, el pecado que cometimos de niños, los pecados mientras crecíamos. Pecados contra nuestro padre, contra nuestra madre, contra nuestra hermana y hermano. Pecados contra nuestras esposas o esposos, contra nuestros hijos. Pecados contra nuestros jefes o empleados, pecados contra nuestros amigos o enemigos. Mentir, robar, engañar, adulterio, profanar, drogas, alcohol, promiscuidad, asesinato. Pecados que me persiguen cada día y pecados que ni siquiera me enteré que cometí – todo pecado puede ser limpiado por la sangre de Jesucristo.

i. El pecado estorba nuestra comunión con Dios, y la sangre de Jesús, recibida por fe como pago por nuestro pecado, soluciona el problema del pecado y abre el camino a la comunión con Dios.

· No puedes llegar a una comunión con Dios a través de una especulación filosófica.

· No puedes llegar a una comunión con Dios a través de una educación intelectual.

· No puedes llegar a una comunión con Dios a través de drogas o entretenimiento.

· No puedes llegar a una comunión con Dios a través de una investigación científica.

· Tu puedes únicamente llegar a una comunión con Dios lidiando con tu problema del pecado a través de la sangre de Jesús.

ii. Pudiéramos decir que el único pecado que no puede ser limpiado por la sangrede Jesús es el pecado de continuamente rechazar esa sangre como pago por nuestro pecado.

4. (1 Juan 1:8-10) La presencia del pecado, la confesión del pecado, la limpieza del pecado.


Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

a. Si decimos que no tenemos pecado: Juan ha introducido las ideas de caminar en la luz y de ser limpiado del pecado, pero ni por un momento pensó que un creyente puede llegar a ser perfecto y sin pecado.

i. Si pensamos esto de nosotros, nos engañamos a nosotros mismos, y si decimos esto de nosotros, mentimos – la verdad no está en nosotros.

ii. “Nuestro corazón engañoso revela una sagacidad casi satánica en auto-engaño… si tú dices que no tienes pecado, has alcanzado un horrendo éxito, has extinguido tus propios ojos y has pervertido tu propia razón.” (Spurgeon)

iii. Existen muy pocas personas hoy en día que piensan que son sin pecado y perfectas, sin embargo no muchos realmente piensan en sí mismos como pecadores. Muchos dirán, “cometo equivocaciones” o “no soy perfecto” o “soy humano” pero generalmente hablan así para excusarse o defenderse. Esto es diferente a reconocer y admitir “soy pecador.”

iv. Decir que no tenemos pecado nos pone en un lugar peligroso, porque la gracia y la misericordia de Dios se ofrece a los pecadores. No a aquellos que “cometen equivocaciones” o que “son humanos” o que dicen, “nadie es perfecto,” sino a pecadores. Tenemos que reconocer la victoria y el perdón que viene cuando decimos “soy un pecador – muy pecador – pero tengo un Salvador que me limpia de todo pecado.”

b. Si confesamos nuestros pecados: Aunque el pecado está presente, no necesita permanecer como un obstáculo para nuestra relación con Dios – podemos encontrar una total limpieza (de toda maldad) conforme confesamos nuestros pecados.

i. Confesar significa “decir lo mismo que.” Cuando confesamos nuestro pecado, estamos dispuestos a decir (y creer) lo mismo que Dios dice sobre nuestro pecado. La historia de Jesús acerca del hombre religioso y el pecador quienes oraban delante de Dios lo ilustra; El fariseo presumía de lo justo que era mientras que el pecador sólo decía Dios sé propicio a mí, pecador. (Lucas 28.10-14) Aquel que confesó su pecado era el que estaba de acuerdo con Dios de lo malo que era.

ii. Confesar es un verbo en el tiempo presente; lo cual significa que debemos continuamente confesar nuestro pecado – en lugar de referirnos a “una-vez-es-suficiente” confesión de pecado al momento de convertirnos.

iii. No es necesario ir a un confesionario para confesar nuestros pecados. Cuando somos bautizados, estamos confesando nuestro pecado al decir que necesitamos ser limpiados y nacer de nuevo. Cuando recibimos comunión, confesamos nuestro pecado al decir que necesitamos la obra de Jesús en la cruz para quitar nuestro pecado. Pero, por supuesto, necesitamos confesar nuestro pecado de la manera más directa: admitiéndole a Dios que lo que hemos hecho es pecado, y pidiendo su perdón divino, basado en lo que Jesús ha hecho en la cruz por nosotros.

iv. Nuestros pecados no son perdonados porque los confesemos, si éste fuera el caso – si el perdón del pecado pudiera llegar sólo cuando hubiera confesión – entonces todos seríamos condenados, ya que sería imposible que pudiéramos confesar cada pecado que hemos cometido. Somos perdonados porque nuestro castigo fue puesto sobre Jesús, somos limpiados por su Sangre.

v. Sin embargo, la confesión sigue siendo vital para una comunión con Dios, y en este contexto es en el que Juan habla. Conforme Dios nos redarguye del pecado que está estorbando nuestra comunión con Él, debemos confesarlo y recibir perdón y ser limpiados para que nuestra comunión con Dios continúe sin estorbo.

vi. La confesión debe de ser personal; si decimos, “Dios, si hemos cometido algún error, perdónanos,” eso no es confesión porque no es convincente (al decir “si hemos cometido”), no es personal (al decir “si hemos cometido), no es específica (al decir “si hemos cometido algún”) y no es honesta (al decir “error”).

c. El es fiel y justo para perdonarnos: Por la obra de Jesús, la justicia de Dios es nuestra amiga – asegurándonos de que seremos perdonados porque Jesús pagó la culpa de nuestro pecado. Dios está siendo fiel y justo para perdonarnos a la luz de Jesús.

i. “El texto simplemente significa esto: Trata a Dios con sinceridad y Él te tratará con sinceridad. No tengas pretensiones delante de Dios, pero desnuda tu alma, déjale verla tal cual es, y entonces él será fiel y justo para perdonar tus pecados y limpiarte de toda maldad.” (Spurgeon)

ii. La promesa de 1 Juan 1:9 no debe dirigirnos hacia el pecado diciendo, “Hey, voy a pecar porque Dios me perdonará.” Debe guiarnos lejos del pecado, sabiendo que Dios sólo podría ser fiel y justo para perdonar nuestros pecados porque la ira que merecíamos fue derramada sobre el pecado. Cada pecado lleva su propia medida de ira, entonces hay un sentido en el que cada pecado que cometemos aumenta la agonía de Jesús en la cruz.

iii. No hay mejor evidencia de que una persona no tiene comunión con Dios que cuando comete o piensa cometer pecado pensando, “Después pido perdón.” Como Dios es luz y en Él no hay ninguna oscuridad, podemos estar seguros que la persona que comete pecado pensando de esta manera no tiene comunión con Dios.

d. Si decimos que no tenemos pecado: Si negamos la presencia de pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos y estamos negando la palabra de Dios. Sin embargo, aunque el pecado siempre está presente, también lo está el remedio – por lo tanto el pecado nunca necesita ser un estorbo para nuestra comunión con Dios.

i. La idea de que su palabra no está en nosotros está relacionada con la idea de que Jesús es la Palabra de Vida (1 Juan 1:1) si nos rehusamos a ver el pecado en nosotros, mostramos que Jesús no está en nosotros.

ii. “Ningún hombre fue nunca dejado fuera del reino de Dios por su maldad confesada; pero muchos lo son por su supuesta bondad.” (Trapp)

©2016 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.

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Blue Letter Bible offers several daily devotional readings in order to help you refocus on Christ and the Gospel of His peace and righteousness.

Daily Bible Reading Plans
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Recognizing the value of consistent reflection upon the Word of God in order to refocus one's mind and heart upon Christ and His Gospel of peace, we provide several reading plans designed to cover the entire Bible in a year.

One-Year Plans

Two-Year Plan

CONTENT DISCLAIMER:

The Blue Letter Bible ministry and the BLB Institute hold to the historical, conservative Christian faith, which includes a firm belief in the inerrancy of Scripture. Since the text and audio content provided by BLB represent a range of evangelical traditions, all of the ideas and principles conveyed in the resource materials are not necessarily affirmed, in total, by this ministry.